Ezequiel 12:1-14:11; Hebreos 7:1-17; Salmos 105:37-45; Proverbios 27:3 (Nueva Biblia Viva (NBV))
Ezequiel 12:1-14:11 Nueva Biblia Viva
(NBV)
Símbolo
del exilio
12
De nuevo me vino un mensaje del Señor:
2 «Hombre
mortal, me dijo, tú vives entre rebeldes que podrían conocer la verdad si
quisieran, pero no quieren; ellos podrían oírme si pusieran atención, pero no
lo hacen, 3 pues son muy testarudos. Así que ahora haz una demostración para
mostrarles cómo será el estar exiliados. Empaqueta todo lo que puedas llevar
sobre tus espaldas y deja tu hogar para ir a otra parte. Vete de día para que
ellos te vean, pues quizás aún ahora ellos se preguntarán lo que esto
significa, aun cuando son tan testaduros. 4 Saca tus bultos fuera de tu casa de
día para que ellos puedan observar. Luego deja la casa de noche, tal como lo
hacen los cautivos cuando comienzan su larga marcha a tierras distantes. 5 Cava
un agujero a través del muro de la ciudad mientras están observando y saca tus
posesiones a través de ese agujero. 6 Mientras ellos observan, alza tus bultos
sobre tus hombros y aléjate en la noche; cubre tu rostro y no mires a ningún
lado. Todo esto es una señal al pueblo de Israel del mal que sobrevendrá sobre
Jerusalén».
7
Hice como se me había mandado. Traje mis bultos afuera a la luz del día —todo
lo que podía llevar al exilio— y al atardecer cavé a través del muro con mis
manos. Salí en la oscuridad con mis bultos sobre mis hombros, mientras la gente
observaba. 8 A la mañana siguiente me vino este mensaje del Señor:
9
«Hombre mortal, estos testaduros del pueblo de Israel han preguntado lo que
todo esto significa. 10 Diles que el Señor dice que es un mensaje para el rey
Sedequías en Jerusalén y para todo el pueblo de Israel. 11 Explica que lo que
tú hiciste es una demostración de lo que les va a pasar a ellos, porque serán
sacados de sus hogares y enviados al exilio. 12 Aun el rey Sedequías saldrá de
noche a través de un agujero en la muralla, llevando sólo lo que puede cargar,
con la cara cubierta, porque no podrá ver. 13 Pero yo lo capturaré en mi red y
lo traeré a Babilonia, la tierra de los caldeos, pero no la verá, y morirá
allí. 14 Yo esparciré a sus sirvientes y guardias a los cuatro vientos y
enviaré enemigos armados con espadas en su persecución. 15 Y cuando estén
esparcidos entre las naciones, entonces sabrán que yo soy el Señor. 16 Pero
salvaré a unos pocos de ellos de la muerte por guerra, hambre y peste. Los
salvaré para dejar bien claro entre las naciones cuán perversos ellos han sido,
y sabrán que yo soy el Señor».
17
Luego me vino este otro mensaje del Señor:
18
«Hombre mortal, tiembla al comer; toma tu agua como si fuera lo último que te
queda, 19 y diles al pueblo de Israel y a Jerusalén que distribuirán su comida
con sumo cuidado y tomarán en pequeños sorbos su ración de agua en
desesperación debido a sus maldades. 20 Sus ciudades serán destruidas y sus
campos arrasados, y entonces sabrán que yo soy el Señor».
21
Nuevamente me vino un mensaje del Señor:
22
«Hombre mortal, ¿cuál es ese proverbio que citan en Israel? “Los días al pasar
vuelven mentiroso a cada profeta”. 23 Dios el Señor dice: “Yo pondré fin a este
proverbio y pronto dejarán de repetirlo”. Dales este otro en su lugar: “Ha
llegado el tiempo para que todas estas profecías se cumplan”.
24
»Luego verán lo que pasará con todas las predicciones falsas de seguridad para
Jerusalén. 25 ¡Pues yo soy el Señor! ¡Lo que yo anuncio siempre se cumple! ¡No
habrá más demoras, oh testaduros de Israel! ¡Lo haré muy pronto, ustedes lo
verán!, dice el Señor Dios».
26
Luego me vino este mensaje:
27
«Hombre mortal, el pueblo de Israel dice: “Sus predicciones no se cumplirán por
mucho tiempo”. 28 Por lo tanto diles: Dios el Señor dice: “¡Toda espera se ha
acabado! ¡Lo haré ahora!”».
Condena
a los falsos profetas
13
Entonces me vino este mensaje de parte del Señor:
2-3
«Hombre mortal, profetiza contra los falsos profetas de Israel, quienes están
inventado sus propias visiones y pretendiendo tener mensajes de parte mía
cuando yo no les he comunicado absolutamente nada. ¡Ay de ellos! 4 ¡Oh Israel,
estos “profetas” tuyos son tan ineptos como los zorros para reconstruir muros!
5 ¡Oh profetas perversos!, ¿qué han hecho para fortalecer las murallas de
Israel contra sus enemigos, fortaleciendo a Israel, comunicándoles con
fidelidad las instrucciones del Señor? 6 En vez de ello han mentido cuando
dijeron: “Mi mensaje es de Dios”. Dios no los envió y, sin embargo, esperan que
él cumpla sus profecías inventadas. 7 ¿Pueden negar que pretendieron haber
tenido visiones que nunca vieron, y que han dicho: “Este mensaje es de Dios”,
cuando jamás les he comunicado nada a ustedes?
8
»Por lo tanto, el Señor Dios dice: Yo acabaré con ustedes por estas “visiones”
y mentiras que han inventado. 9 Mi enojo se dirigirá en contra de ustedes y
serán eliminados de entre los jefes de Israel; borraré sus nombres de entre mi
pueblo y no verán más su propio país. Y así sabrán que yo soy el Señor. 10 Pues
estos hombres perversos engañan a mi pueblo, diciendo: “Dios enviará paz”,
cuando ese no es mi plan. ¡Mi pueblo lleno de falsa confianza construye una
pared endeble que no lo podrá proteger, y estos profetas le alaban por ello, y
la blanquean con cal!
11
»Diles a estos constructores perversos que su pared se caerá: ¡un aguacero la
minará, grandes piedras de granizo y poderosos vientos la derribarán! 12 Y
cuando la pared caiga, la gente exclamará: “¿Por qué no nos dijeron que no
aguantaba? ¿Por qué la blanquearon y solo disimularon sus grietas?”. 13 Sí,
seguro que caerá. El Señor dice: “¡Yo la derribaré con una tormenta de
indignación y un gran aguacero de enojo y con piedras de granizo de cólera! 14
Destruiré su pared blanqueada y caerá sobre ustedes y los aplastará. Hasta los
cimientos quedarán a la vista y sabrán entonces que yo soy el Señor”. 15
Entonces por fin mi cólera contra la pared y contra los que la blanquearon será
desahogada, y diré: “Tanto la pared como sus constructores han desaparecido, 16
pues ellos eran profetas mentirosos que pretendían que Jerusalén tendría paz
cuando no habría paz, dice el Señor Dios”.
Condena
a las profetisas
17
»Hombre mortal, habla contra las profetisas quienes también pretenden que el
Señor les ha dado sus mensajes. 18 Comunícales que el Señor Dios les dice: “¡Ay
de estas mujeres que están engañando a mi pueblo, tanto a jóvenes como
ancianos, al atar amuletos mágicos a sus muñecas y proporcionarles velos
mágicos y venderles salvaguardas! Rehúsan aun ofrecer ayuda si no sacan
provecho de ello. Ustedes creen vender protección a mi pueblo, pero ni ustedes
se podrán proteger a sí mismas de mi castigo. 19 Por unos pocos puñados de
cebada o un pedazo de pan, ¿han de apartar a mi pueblo de mí? ¡Han conducido a
la muerte a aquellos que no debían morir! ¡Y han prometido vida a aquellos que
no debían vivir, al mentir a mi pueblo, y cuánto lo aprecian ellos!”.
20
»Por eso el Señor dice: “Yo las aplastaré porque han cazado las almas de mi
pueblo como si fueran pájaros con todos sus amuletos y talismanes mágicos. Yo
les arrancaré los amuletos y liberaré a mi pueblo como a pájaros de sus jaulas.
21 Arrancaré los velos mágicos y libraré a mi pueblo del engaño de ustedes; ya
no más serán sus víctimas, y sabrán que yo soy el Señor. 22 Sus mentiras han
desalentado a los justos, cuando yo no lo quería. Y sus mentiras han alentado a
los perversos prometiéndoles vida, aunque continúan viviendo cometiendo toda
clase de maldades. 23 No mentirán más, ya no hablarán más de tener visiones
inexistentes, ni practicarán su magia ni demás engaños, pues yo libraré a mi
pueblo de sus trucos, destruyéndolas a ustedes, y sabrán que yo soy el Señor”».
Contra
la idolatría
14
Entonces algunos de los sabios consejeros de Israel me visitaron para pedirme
un mensaje del Señor, 2 y este es el mensaje que me vino para entregarles:
3
«Hombre mortal, estos hombres tienen su corazón lleno de idolatría; su único
interés es sacar ventaja de sus mentiras. ¿Debiera yo permitirles preguntarme
algo? 4 Diles que el Señor Dios dice: “Yo, el Señor, me ocuparé en forma
personal de castigar a cualquiera en Israel que rinde homenaje a los ídolos y
que sólo habla mentiras y luego viene para solicitar mi ayuda. 5 Pues yo
castigaré a todos aquellos que se apartan de mí y van tras los ídolos”.
6-7
»Por lo tanto adviérteles que Dios el Señor dice: “Arrepiéntanse y destruyan
sus ídolos y dejen de rendirles homenaje y poniéndolos en todos los rincones de
sus casas”. Yo, el Señor, personalmente castigaré a todo aquel o aquella, sea
del pueblo de Israel o de los extranjeros que viven entre ustedes, que me
rechaza por seguir a los ídolos y luego se acerca a un profeta para solicitar
mi ayuda y consejo. 8 Yo me volveré contra él o ella y le proporcionaré un
terrible castigo ejemplar, lo haré el hazmerreír de todo mundo y será expulsado
de entre los míos y entonces sabrá que yo soy el Señor.
9
»Y si alguno de los falsos profetas de cualquier modo les da un mensaje, sepan
que es una mentira. Su profecía no se cumplirá, y yo me pondré contra ese
“profeta” y lo eliminaré de entre mi pueblo Israel. 10 Serán castigados tanto
los falsos profetas como quienes les consultan, todos serán castigados por sus
extravíos, 11 para que el pueblo de Israel aprenda a no abandonarme y
contaminarse con todas sus maldades, sino a ser mi pueblo fiel y yo su Dios.
Así dice el Señor».
Nueva
Biblia Viva (NBV)
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Hebreos 7:1-17 Nueva Biblia Viva (NBV)
El
sacerdocio de Melquisedec
7
Melquisedec era rey de la ciudad de Salén y sacerdote del Dios Altísimo. Cuando
Abraham regresaba de derrotar a varios reyes, Melquisedec le salió al encuentro
y lo bendijo. 2 Entonces Abraham tomó una décima parte del botín de guerra y se
lo entregó.
El
nombre Melquisedec quiere decir «rey de justicia». Es, además, «rey de paz»
porque era rey de Salén, y Salén quiere decir «paz». 3 Nada se sabe acerca de
Melquisedec: quienes hayan sido su padre o su madre[a] o sus otros antepasados.
No se sabe dónde nació ni dónde murió. Así, es semejante al Hijo de Dios y es
sacerdote para siempre.
4
Vean ustedes lo grande que era Melquisedec: Aun Abraham, el patriarca, le
entregó una décima parte de todo el botín. 5 De acuerdo con la ley, los
sacerdotes levitas reciben el diezmo de sus hermanos que también son
descendientes de Abraham. 6 Pero Melquisedec, que no lo era, recibió la ofrenda
de Abraham. Y Melquisedec bendijo al que había recibido las promesas, es decir,
a Abraham. 7 Y como es sabido, el que bendice es siempre mayor que la persona
que recibe la bendición.
8
Los sacerdotes, aunque reciben diezmos, son mortales; sin embargo, se nos dice
que Melquisedec aún vive. 9 Y así podría decirse que Leví mismo dio diezmos a
Melquisedec por medio de Abraham, 10 porque Leví estaba en Abraham cuando este
le dio el diezmo a Melquisedec.
Jesús,
semejante a Melquisedec
11
El pueblo de Israel recibió la ley bajo el sacerdocio levítico. Si esos
sacerdotes pudieran hacernos perfectos, ¿por qué entonces envió Dios a Cristo
como sacerdote de la clase de Melquisedec, en vez de enviar a otro de la clase
de Aarón?
12
Ya que se cambió el tipo de sacerdote, Dios tenía que transformar la ley. 13-14
Cristo no pertenecía a la tribu sacerdotal de Leví, sino a la de Judá, tribu
que no había sido escogida para el sacerdocio; Moisés nunca le asignó tal
responsabilidad. 15 Y todo esto queda más claro si reconocemos que el nuevo
sacerdote es de la clase de Melquisedec.
16
Y llegó a ser sacerdote no según el requisito de la ley de pertenecer a
determinada tribu, sino de acuerdo con el poder de una vida indestructible. 17
Pues esto es lo que se asegura de él:
«Tú
eres sacerdote para siempre, de la misma categoría que Melquisedec».
Footnotes:
7.3 No se sabe si esto significa que
Melquisedec era Cristo que le apareció a Abraham con forma humana, o si
simplemente que no se sabe quiénes fueron sus padres ni cuándo nació y murió.
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Salmos 105:37-45 Nueva Biblia Viva
(NBV)
37
Sacó de Egipto a su pueblo, cargado de oro y plata; en aquel tiempo no había
entre ellos débiles. 38 Egipto se alegró de que se fueran, porque le inspiraban
profundo terror.
39
Él extendió sobre ellos una nube para protegerlos del sol abrasador, y les dio
una columna de fuego por la noche para iluminarlos. 40 Pidieron carne y les
mandó codornices, y les dio maná: pan del cielo. 41 Él abrió una roca, y de
ella brotó agua que formó un río por entre la tierra seca y estéril; 42 porque
él recordó su sagrada promesa a Abraham su siervo.
43
Sacó a su pueblo, a sus escogidos, con gozo y alegría. 44 Les entregó las
tierras de los gentiles, cosecharon lo que otros habían plantado. 45 Esto se
hizo para que siguieran y obedecieran sus leyes. ¡Aleluya! ¡Alabado sea el
Señor!
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Proverbios 27:3 Nueva Biblia Viva
(NBV)
3
La piedra es pesada y la arena es toda una carga, pero el enojo del necio pesa
más que ellas.
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