Saturday, October 23, 2021

DAB Español, Domingo 24 de Octubre

Día 297, DAB Español, Domingo 24 de Octubre

Jeremías 44:24-47:7; 2 Timoteo 2:22-3:17; Salmos 94; Proverbios 26:6-8 (Reina Valera Contemporánea (RVC))









Jeremías 44:24-47:7

Reina Valera Contemporánea

 

24 Jeremías dijo también a todo el pueblo, y a todas las mujeres:

 

«Ustedes, gente de Judá que están en tierra de Egipto, oigan la palabra del Señor. 25 Así ha dicho el Señor de los ejércitos y Dios de Israel: “Ustedes y sus mujeres lo han dicho con la boca, y lo han cumplido con las manos. Se han comprometido a cumplir sus votos de ofrecer incienso a la reina del cielo y derramarle libaciones. Pues bien, ¡confirmen sus votos, y pónganlos por obra!” 26 Ahora escuchen la palabra del Señor, todos ustedes, gente de Judá que habita en Egipto. El Señor ha dicho: “Juro por mi gran nombre, que nunca más nadie de Judá invocará mi nombre en Egipto. Nadie volverá a decir ‘¡Vive el Señor!’ 27 Yo los estoy vigilando, para su mal y no para su bien. Todos los hombres de Judá que ahora están en Egipto serán exterminados por la espada o por el hambre, hasta que perezcan por completo. 28 Los pocos sobrevivientes de Judá que han emigrado a Egipto, y que logren escapar de la espada, volverán de Egipto a Judá, y entonces sabrán la palabra de quién se cumplió, si la mía, o la de ellos. 29 Y para que sepan que mis palabras ciertamente permanecerán, para mal de ustedes, voy a darles una señal de que los castigaré en este lugar.”»

 

—Palabra del Señor.

 

30 Así ha dicho el Señor:

 

«Voy a entregar en manos de sus enemigos al faraón Jofra, rey de Egipto. Voy a entregarlo en manos de los que quieren matarlo, así como entregué al rey Sedequías de Judá en manos de su enemigo Nabucodonosor, el rey de Babilonia, que también quería matarlo.»

Mensaje de Jeremías a Baruc

 

45 En el año cuarto del reinado de Joacín hijo de Josías en Judá, el profeta Jeremías le dio este mensaje a Baruc hijo de Nerías, para que éste lo escribiera en un rollo de cuero. Esto fue lo que Jeremías le dictó:

 

2 «Así ha dicho el Señor Dios de Israel: “Tú, Baruc, 3 te has quejado de que yo, el Señor, he añadido tristeza a tu dolor. Dices estar fatigado de tanto gemir, y que no has hallado reposo. 4 Pero yo, el Señor, te digo que puedo destruir lo que antes construí, y también arrancar lo que antes planté, es decir, toda esta tierra. 5 No busques para ti grandes cosas, porque yo voy a traer el mal sobre la humanidad entera. Pero a ti te dejaré escapar con vida por dondequiera que vayas. Tu vida será tu botín de guerra.”»

 

—Palabra del Señor.

Profecías acerca de Egipto

 

46 La palabra del Señor vino al profeta Jeremías en contra de las naciones.

 

2 En el año cuarto del reinado de Joacín hijo de Josías en Judá, el faraón Necao acampó con todo su ejército en Carquemis, a orillas del río Éufrates, pero allí el rey Nabucodonosor de Babilonia lo derrotó. Esto es lo que dijo acerca de Egipto:

 

3 «Preparen los escudos y paveses, y presenten combate. 4 Ustedes los de caballería, sujeten los caballos a los carros, y trepen a ellos. Pónganse los yelmos y las corazas; limpien las lanzas. 5 ¿Por qué los veo retroceder, llenos de miedo? Sus valientes han sido derrotados, y huyen sin volver la mirada atrás. ¡Hay terror por todas partes!

 

—Palabra del Señor.

 

6 »¡Que no huya el ligero de pies! ¡Que no escapen los valientes, porque tropezarán y caerán en el norte, a orillas del río Éufrates!

 

7 »¿Quién es éste, que sube como el río Nilo, cuyas aguas se desbordan como un torrente? 8 Egipto se ensanchó como un río, como las agitadas aguas de un río dijo: “Subiré y cubriré la tierra, destruiré a las ciudades y a sus habitantes.” 9 ¡Que ataque la caballería! ¡Que avancen los carros de combate! ¡Que salgan los guerreros etíopes! ¡Que se cubran con escudos los libios! ¡Que preparen sus arcos los lidios! 10 ¡Ese día es del Señor, el Dios de los ejércitos! ¡Es un día de retribución, para vengarse de sus enemigos! ¡La espada se hartará de matar! ¡Se embriagará de la sangre del enemigo, que será una ofrenda para el Señor, Dios de los ejércitos, en la tierra del norte, a orillas del río Éufrates! 11 ¡Sube a Galaad, virginal Egipto, y busca un remedio! Pero aunque multipliques las medicinas, no hay remedio para ti. 12 Las naciones supieron de tu afrenta, y tu clamor llenó la tierra, porque un guerrero chocaba contra otro, y juntos cayeron los dos.»

 

13 Éste es el mensaje del Señor al profeta Jeremías, acerca del ataque del rey Nabucodonosor de Babilonia contra la tierra de Egipto:

 

14 «¡Anúncienlo en Egipto! ¡Háganlo saber en Migdol! ¡Denlo a conocer en Menfis y en Tafnes! ¡Díganles que se levanten y se preparen, porque la espada va a acabar con su comarca! 15 ¿Por qué se vino abajo tu poderoso? No pudo mantenerse firme, porque el Señor lo derribó. 16 Tus caídos se multiplicaron; cayeron, y uno a otro se dicen: “Levántate, y volvamos a nuestro pueblo, a la tierra que nos vio nacer; ¡huyamos de la espada vencedora!” 17 Algunos gritan: “¡El faraón es ‘mucho ruido’! ¡El rey de Egipto es ‘pocas nueces’!” 18 Pero viene uno que es imponente como el monte Tabor entre los montes, imponente como el monte Carmelo junto al mar.

 

—Palabra del Rey, cuyo nombre es el Señor de los ejércitos.

 

19 »Por eso, habitantes de Egipto, ¡prepárense para ir al cautiverio! Porque Menfis quedará asolada, ¡convertida en un desierto deshabitado!

 

20 »Egipto es una becerra hermosa. Pero del norte viene su destrucción. 21 Hasta los soldados mercenarios que combaten a su lado parecen becerros engordados. Pero también ellos retroceden y huyen sin detenerse, porque les llegó el día de la derrota, la hora de su castigo.

 

22 »¡Egipto silva como serpiente que huye! Llegan ya sus enemigos, y lo atacan con hachas, como si fueran leñadores. 23 Derribarán sus bosques, aunque sean impenetrables, porque su ejército es incontable; ¡son más numerosos que una plaga de langostas!

 

—Palabra del Señor.

 

24 »Los habitantes de Egipto quedarán en vergüenza, porque su país caerá en poder del pueblo del norte.»

 

25 El Señor de los ejércitos y Dios de Israel ha dicho:

 

«Voy a castigar a Amón, el dios de Tebas, y a Egipto, y a sus dioses y reyes; ¡lo mismo al faraón que a los que en él confían! 26 Voy a entregarlos en manos de los que quieren matarlos; en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y de sus siervos. Pero después Egipto volverá a ser habitado, como antes fue.

 

—Palabra del Señor.

 

27 »Pero tú, Jacob, siervo mío, no temas; ¡no pierdas el ánimo, Israel! Porque yo te rescataré de ese país lejano; yo salvaré a tus descendientes del país donde ahora son cautivos. Y Jacob volverá, y descansará y prosperará, y no habrá nadie que le infunda temor. 28 Tú, Jacob, siervo mío, no temas, porque yo estoy contigo, Yo destruiré a todas las naciones entre las cuales te he dispersado, pero a ti no te destruiré del todo, sino que te daré un castigo justo, aunque de ninguna manera dejaré de castigarte.»

 

—Palabra del Señor.

Profecía acerca de los filisteos

 

47 La palabra del Señor acerca de los filisteos vino al profeta Jeremías antes de que el faraón destruyera Gaza.

 

2 «Así ha dicho el Señor: “Las aguas del norte suben de nivel, y pronto serán un torrente. Inundarán la tierra en su plenitud, la ciudad y sus habitantes; la gente pedirá ayuda; todos los habitantes de la tierra harán lamentos. 3 Tan débiles estarán los padres que no cuidarán a sus hijos cuando oigan los cascos de los caballos y el estruendo de los carros de guerra, 4 cuando llegue el día en que todos los filisteos serán destruidos, porque serán destruidas Tiro y Sidón, y todos los aliados que aún les queden. El Señor destruirá a los filisteos y al resto de la costa de Caftor. 5 Gaza ha sido rapada, y Ascalón ha perecido, lo mismo que el resto de su valle; ¿hasta cuándo te harás heridas por tu luto? 6 Espada del Señor, ¿hasta cuándo vas a descansar? Vuelve a tu vaina y reposa. ¡Sosiégate! 7 ¿Pero cómo vas a reposar, si el Señor te ha ordenado atacar a Ascalón y a la costa del mar?”

2 Timoteo 2:22-3:17

Reina Valera Contemporánea

 

22 Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, junto con aquellos que con un corazón limpio invocan al Señor. 23 Pero desecha las cuestiones necias e insensatas; tú sabes que generan contiendas. 24 Y el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; 25 que corrija con mansedumbre a los que se oponen, por si acaso Dios les concede arrepentirse para que conozcan la verdad 26 y escapen del lazo del diablo, en el cual se hallan cautivos y sujetos a su voluntad.

Carácter de los hombres en los postreros días

 

3 También debes saber que en los últimos días vendrán tiempos peligrosos, 2 y que habrá hombres amantes de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, 3 sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, 4 traidores, impetuosos, envanecidos, que amarán los deleites más que a Dios, 5 que parecerán muy piadosos, pero negarán la eficacia de la piedad; evítalos. 6 Porque son éstos los que se meten en las casas y cautivan a mujeres débiles y cargadas de pecados, que se dejan llevar por sus malos deseos, 7 que siempre están aprendiendo y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad. 8 Y así como Janes y Jambres se opusieron a Moisés, también estos hombres se oponen a la verdad; su entendimiento está corrompido, y en cuanto a la fe están descalificados. 9 Pero no podrán seguir avanzando, porque su insensatez se hará evidente a todos, como también lo fue la de aquéllos.

 

10 Pero tú has seguido mi doctrina, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia, 11 persecuciones y padecimientos, como los que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio y en Listra; persecuciones que he sufrido, y de las cuales me ha librado el Señor. 12 También todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución; 13 pero los hombres malvados y los engañadores irán de mal en peor: engañarán y serán engañados. 14 Tú, por tu parte, persiste en lo que has aprendido y en lo que te persuadiste, pues sabes de quién has aprendido; 15 tú desde la niñez has conocido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. 16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.

Salmos 94

Reina Valera Contemporánea

Oración que reclama venganza

 

94 Tú, Señor, eres el Dios de las venganzas;

¡muéstrate, pues eres el Dios de las venganzas!

2

Tú eres el Juez de la tierra;

¡ven y dales su merecido a los soberbios!

 

3

¿Hasta cuándo, Señor, hasta cuando

se regocijarán los impíos?

4

¿Hasta cuándo esos malhechores

seguirán jactándose de sus crímenes?

5

A tu pueblo, Señor, lo oprimen;

a los que son tuyos los afligen.

6

A las viudas y a los extranjeros los matan;

a los huérfanos les quitan la vida,

7

y todavía dicen: «El Señor no nos verá;

el Dios de Jacob no se dará cuenta.»

 

8

¡Entiéndanlo bien, gente necia e insensata!

¿Cuándo van a actuar con sabiduría?

9

¿Acaso no oirá el que hizo los oídos?

¿Acaso no verá el que hizo los ojos?

10

¿No va a reprender el que castiga a las naciones?

¿Acaso no sabe de ciencia el maestro del género humano?

11

El Señor conoce la mente humana,

y sabe que sólo piensa tonterías.

 

12

Señor, ¡cuán dichosos son aquellos

a quienes corriges e instruyes en tu ley!

13

En tiempos difíciles les das tranquilidad,

mientras que para el impío se cava una fosa.

14

Tú, Señor, no abandonas ni desamparas

al pueblo que has hecho tuyo.

15

La justicia volverá a ser justicia,

y los de recto corazón irán tras ella.

 

16

¿Quién me defenderá de los malvados?

¿Quién se pondrá de mi parte contra los inicuos?

17

Si el Señor no me ayudara,

pronto mi ser se quedaría en silencio.

18

Cuando dije: «Estoy a punto de caer»,

tú, Señor, por tu bondad me sostuviste.

19

Cuando me vi abrumado por la angustia,

tú me brindaste consuelo y alegría.

 

20

Tú no eres amigo de esos reyes inicuos

que con la ley en la mano violan la ley.

21

Ellos conspiran contra la vida del justo,

y condenan a muerte al que es inocente.

22

Pero tú, Señor, eres mi refugio;

eres mi Dios y la roca en que confío.

23

Tú les devolverás su iniquidad,

y los destruirás con su propia maldad.

¡Tú, Señor y Dios nuestro, los destruirás!

Proverbios 26:6-8

Reina Valera Contemporánea

 

6

Recurrir a un necio como mensajero

es lo mismo que amputarse los pies;

¡es arriesgarse a pasar un trago amargo!

 

7

Piernas tullidas que penden inútiles:

¡eso es el proverbio en la boca del necio!

 

8

Atar la piedra a la honda:

¡eso es el rendir honores a un necio!

Reina Valera Contemporánea (RVC)

 

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