Friday, October 15, 2021

DAB Español, Sábado 16 de Octubre

Día 289, DAB Español, Sábado 16 de Octubre

Jeremías 28:1-29:32; 1 Timoteo 1:1-20; Salmos 86; Proverbios 25:17 (Traducción en lenguaje actual (TLA))









Jeremías 28-29

Traducción en lenguaje actual

Hananías, el profeta mentiroso

 

28 Había en el pueblo de Gabaón un profeta llamado Hananías hijo de Azur. Cuando Sedequías tenía cuatro años de reinar en Judá, Hananías habló conmigo en el templo de Dios, en presencia de los sacerdotes y de todos los que estaban allí, y me dijo:

 

2-3 —El Dios todopoderoso afirma:

 

“Voy a quitarle todo su poder al rey de Babilonia, porque sacó de mi templo todos los objetos de valor, y se los llevó a su país. Pero dentro de dos años los traeré de vuelta a Jerusalén. 4 También traeré de vuelta a Joaquín hijo de Joacín, que era rey de Judá, y a todos los habitantes de Judá que fueron llevados como esclavos a Babilonia. Yo soy el Dios de Israel, y les juro que voy a acabar con el poder del rey de Babilonia”.

 

5 Yo le contesté, también en presencia de los sacerdotes y de todos los que allí estaban:

 

6 —¡Qué bien, Hananías! ¡Quiera Dios hacer todo eso que ahora nos anuncias! Sería muy bueno que los babilonios devolvieran los utensilios del templo de Dios, y que volvieran acá todos los que fueron llevados prisioneros a Babilonia. 7 Pero antes escucha esto, y también ustedes, los que están aquí presentes: 8 Los profetas que vivieron antes que nosotros anunciaron que habría guerra, hambre y enfermedades en muchas naciones y en grandes reinos. 9 Pero cuando un profeta habla de paz, sabremos que habla de parte de Dios sólo si se cumplen sus palabras.

 

10 Entonces el profeta Hananías tomó el yugo que llevaba yo en el cuello, el cual representaba el poder de Babilonia, y lo hizo pedazos. 11 Y dijo delante de todos:

 

—Esto es lo que Dios ha declarado: “Dentro de dos años haré pedazos el poder del rey de Babilonia, y no volverá a dominar a las naciones”.

 

Yo me retiré de allí, 12 pero algunos días después Dios me dijo:

 

13 «Jeremías, ve y dile de mi parte a Hananías lo siguiente:

 

“Tú has hecho pedazos un yugo de madera, pero ahora voy a cambiarlo por uno de hierro. 14 Yo soy el Dios todopoderoso, y voy a darle al rey de Babilonia un poder extraordinario. Ahora va a dominar a todas estas naciones, y las hará sus esclavas. ¡Hasta las bestias del campo estarán bajo su dominio!”»

 

15 Entonces yo le dije a Hananías:

 

—Ahora escúchame tú, señor profeta. Tú estás haciendo que este pueblo crea en una mentira, pues Dios nunca te envió a hablarles. 16 Lo que Dios ha declarado es que va a destruirte por completo. Con tus palabras has hecho que este pueblo se rebele contra Dios. Por eso, antes de que termine el año, morirás.

 

17 Y así sucedió: en el mes de Etanim[a] de ese mismo año, el profeta Hananías murió.

Carta de Jeremías

 

29 Yo, Jeremías, les envié desde Jerusalén una carta a los jefes del país y a los sacerdotes, a los profetas y a todos los que el rey de Babilonia se había llevado prisioneros a su país. 2-3 Esa carta la envié con Elasá hijo de Safán y con Guemarías hijo de Hilquías. A estos dos el rey Sedequías los había enviado antes a Babilonia, para hablar con el rey de ese país. Cuando yo envié la carta, ya habían sido llevados prisioneros a Babilonia el rey Joaquín, la reina madre, los funcionarios y jefes de Judá, y también los artesanos y los herreros. La carta decía:

 

4 «Yo, el Dios de Israel,

 

a todos los que llevé a Babilonia:

 

5-6 “Ya que están allí, construyan casas y vivan en ellas. Cultiven sus granjas y coman los frutos que allí se den. Cásense y tengan hijos; no dejen que su población disminuya. Asegúrense de que sus hijos e hijas también se casen y tengan hijos. 7 Además, trabajen para que prospere la ciudad. Rueguen por Babilonia, pues si la ciudad prospera, también ustedes prosperarán.

 

8-9 ”No se dejen engañar por esos profetas y adivinos que andan entre ustedes, y que usan mi nombre para anunciar sus mentiras. No crean en los sueños que dicen tener. Les aseguro que yo no los he enviado.

 

10 ”Ustedes van a vivir unos setenta años en Babilonia. Cuando se cumpla ese tiempo, les prometo que los haré volver a Jerusalén. 11 Mis planes para ustedes solamente yo los sé, y no son para su mal, sino para su bien. Voy a darles un futuro lleno de bienestar. 12 Cuando ustedes me pidan algo en oración, yo los escucharé. 13 Cuando ustedes me busquen, me encontrarán, siempre y cuando me busquen de todo corazón. 14 Estaré con ustedes y pondré fin a su condición de esclavos. Los reuniré de todas las naciones por donde los haya dispersado, y los haré volver a Jerusalén. Les juro que así lo haré.

 

15-17 ”Tal vez dirán ustedes que yo les he puesto profetas en Babilonia. Pero debo aclararles algo. Yo, el Dios todopoderoso, voy a mandar guerra, hambre y enfermedades contra el rey que ocupa el trono de David, y contra todos los parientes de ustedes que aún quedan en Jerusalén, es decir, contra todos los que no fueron llevados como esclavos a Babilonia. ¡Serán como higos podridos, que de tan podridos no se pueden comer!

 

18-20 ”Todos ustedes, los que fueron llevados prisioneros de Jerusalén a Babilonia, ¡obedezcan de una vez por todas mi palabra! Hasta ahora no han querido obedecerme. No han hecho caso de los mensajes que, una y otra vez, les he enviado por medio de mis servidores los profetas. Por eso, yo los perseguiré con guerras, hambre y enfermedades. Al verlos, todas las naciones adonde yo los mande temblarán de miedo. ¡Ustedes serán objeto de burla y de insulto! Les juro que así será.

 

21-23 ”Yo, el Dios todopoderoso, sé todo lo que han hecho, y les advierto que voy a entregar a Ahab hijo de Colaías, y a Sedequías hijo de Maasías. Los entregaré al rey de Babilonia, porque usaron mi nombre para anunciar cosas que yo jamás les ordené decir. Todo lo que han dicho es mentira. Además, cometieron algo terrible en Israel, pues tuvieron relaciones sexuales con mujeres que no eran sus esposas. Por eso el rey de Babilonia los matará delante de ustedes. Y cuando los que fueron llevados prisioneros a Babilonia quieran maldecir a alguien, dirán: ‘Que Dios te quite la vida como lo hizo con Ahab y Sedequías’. A estos dos el rey de Babilonia los quemó en el fuego. Les juro que así será”».

Mensaje para Semaías

 

24 Después Dios me ordenó darle este mensaje a Semaías, el soñador:

 

25 «Yo, el Dios todopoderoso, sé que tú enviaste cartas al sacerdote Sofonías hijo de Maaseías, a todos los otros sacerdotes y a toda la gente que está en Jerusalén. En esas cartas le decías a Sofonías 26 que yo lo había nombrado sacerdote en lugar de Joiadá, para que cuidara mi templo. También le decías que a todo loco que se creyera profeta, él debería meterlo en el calabozo y atarlo con cadenas. 27 Además, le reclamabas a Sofonías el no haber apresado a Jeremías. Según tú, Jeremías se hacía pasar por profeta 28 y hasta se había atrevido a enviar una carta a los prisioneros en Babilonia. En esa carta, Jeremías les aconsejaba construir casas y vivir en ellas, plantar árboles frutales y comer de los frutos que dieran, porque pasarían muchos años como esclavos en Babilonia».

 

29 ¡Esa carta se la leyó el sacerdote Sofonías al profeta Jeremías!

 

30 Dios también me ordenó 31 darles el siguiente mensaje a todos los que habían sido llevados como esclavos a Babilonia:

 

«Semaías, el soñador, les ha dado un mensaje en mi nombre, y les ha hecho creer en una mentira. Pero yo no lo he enviado. 32 Y como ha hecho que mi pueblo se rebele contra mí, yo lo voy a castigar. Él y su familia dejarán de ser parte de mi pueblo, y no disfrutarán del bienestar que yo le daré a mi pueblo. Les juro que así será».

Footnotes

 

    Jeremías 28:17 Etanim: Séptimo mes del calendario lunar hebreo, y que en nuestro calendario solar corresponde al período que va de mediados de septiembre a mediados de octubre.

 

1 Timoteo 1

Traducción en lenguaje actual

Saludo

 

1 1-2 Querido Timoteo:

 

Te envío mis saludos.

 

Yo, Pablo, soy apóstol de Jesucristo, pues Dios nuestro Salvador, y Cristo Jesús, nuestra esperanza, me enviaron a comunicar su mensaje.

 

Para mí, tú eres como un hijo. Por eso les pido a Dios nuestro Padre y a Jesucristo nuestro Señor, que te amen mucho, que te ayuden en todo, y que te den su paz.

¡Cuidado con las falsas enseñanzas!

 

3 Cuando me fui a la región de Macedonia, te pedí que te quedaras en la ciudad de Éfeso. Y ahora te lo vuelvo a pedir. Allí hay ciertas personas que imparten enseñanzas falsas. Ordénales que no lo hagan más. 4 Diles que no pierdan el tiempo estudiando historias falsas y las interminables listas de sus antepasados. Los que se interesan en esas cosas discuten por nada, y eso no los ayuda a conocer los planes de Dios. Esos planes sólo podemos conocerlos si confiamos en él.

 

5 Te pido que les enseñes a amar de verdad. Sólo los que tienen la conciencia tranquila, y confían sinceramente en Dios, pueden amar así.

 

6 Algunos han dejado esa clase de amor y pierden su tiempo en discusiones tontas. 7 Pretenden ser maestros de la Ley, y se sienten muy seguros de lo que dicen y enseñan, pero ni ellos mismos saben de qué están hablando.

 

8 Todos sabemos que la ley es buena, siempre y cuando se use correctamente. 9 También sabemos que las leyes no se dan para los que hacen lo bueno, sino para los que hacen lo malo. Son para los rebeldes, los desobedientes, los pecadores y los que no respetan a Dios ni a la religión. También son para los que matan a sus semejantes, y hasta a sus propios padres y madres. 10 Son para los que tienen relaciones sexuales prohibidas y para los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres; para los secuestradores y los mentirosos, y para los que juran decir la verdad pero luego mienten. En fin, las leyes son para corregir a los que no están de acuerdo con la correcta enseñanza 11 del maravilloso mensaje que nuestro Dios bendito me ha encargado enseñar.

Pablo da gracias a Jesucristo

 

12 Le doy gracias a nuestro Señor Jesucristo, porque ha confiado en mí y me ha dado fuerzas para trabajar por él. 13 Antes yo ofendía a Jesucristo, lo perseguía y lo insultaba. Aun así, él confió en mí. Y es que Dios fue bueno conmigo y me perdonó, pues yo todavía no creía en Cristo ni sabía lo que estaba haciendo. 14 Nuestro Dios me amó mucho y me perdonó: por medio de Jesucristo me dio confianza y amor.

 

15-16 Esto es verdad, y todos deben creerlo: Jesucristo vino a este mundo para salvar a los pecadores del castigo que merecen, ¡y yo soy el peor pecador de todos! Pero Dios fue bueno y me salvó. Así demostró la gran paciencia que Jesucristo tuvo conmigo. Lo hizo para que otros sigan mi ejemplo, y confíen en Cristo para tener vida eterna. 17 ¡Alabemos y honremos siempre al Rey eterno, al Dios único e invisible, que vive por siempre! Amén.

 

18 Timoteo, hijo mío, las cosas que te pido hacer están de acuerdo con las profecías que se dijeron acerca de ti. Si cumples con ellas, serás como un buen soldado que sabe pelear. 19-20 Serás un soldado que confía en Dios, y a quien no se le puede acusar de nada malo. Algunas personas, como Himeneo y Alejandro, dejaron de confiar en Dios. Por eso no les permití seguir en la iglesia, para que Satanás haga con ellos lo que quiera, y así aprendan a no insultar a Dios.

Salmos 86

Traducción en lenguaje actual

Tú eres mi Dios

SALMO 86 (85)

Oración de David.

 

86 Dios mío,

yo soy muy pobre y humilde,

pero te ruego que me atiendas.

¡Respóndeme!

2

Sálvame la vida,

pues te he sido fiel.

Tú eres mi Dios;

sálvame, pues tuyo soy

y en ti he puesto mi confianza.

 

3

Dios mío,

ten compasión de mí,

pues a todas horas te llamo.

4

Yo estoy a tu servicio;

alégrame la vida,

pues a ti dirijo mis ruegos.

 

5

Dios mío,

tú eres bueno y sabes perdonar;

¡qué grande es tu amor

por los que te buscan!

 

6

Dios mío,

¡atiende mi oración,

presta atención a mis ruegos!

7

Cuando estoy angustiado,

te llamo y tú me respondes.

8

Dios mío,

no hay entre todos los dioses

un Dios como tú,

que haga lo que tú haces.

9

Todas las naciones que tú hiciste

vendrán a adorarte y alabarte.

10

¡Sólo tú eres imponente!

¡Sólo tú haces grandes maravillas!

 

11

Dios mío,

yo quiero hacer siempre

lo que tú ordenes;

¡enséñame a hacerlo!

Pon en mí este único deseo:

¡adorarte sólo a ti!

 

12

Mi Señor y Dios,

yo quiero alabarte siempre

con todo el corazón.

13

Tanto me amas

que no me dejas morir.

 

14

Dios mío,

una banda de asesinos

que presume de su maldad

me ataca y quiere matarme.

No quieren nada contigo.

15

Pero tú, mi Dios,

eres bondadoso y compasivo;

no te enojas fácilmente,

y tu amor es siempre el mismo.

16

Dirige a mí tu mirada

y tenme compasión.

Soy tu servidor más humilde,

¡concédeme tu fuerza

y ven a salvarme!

17

Haz que mi vida refleje

lo bueno que eres tú.

Quedarán en ridículo mis enemigos

cuando vean que tú

me das ayuda y consuelo.

Proverbios 25:17

Traducción en lenguaje actual

 

17

Con los amigos, guarda tu distancia;

visitarlos demasiado ya es molestia.

Traducción en lenguaje actual (TLA)

 

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