Friday, October 22, 2021

DAB Español, Sábado 23 de Octubre

Día 296, DAB Español, Sábado 23 de Octubre

Jeremías 42:1-44:23; 2 Timoteo 2:1-21; Salmos 92-93; Proverbios 26:3-5 (Reina Valera Actualizada (RVA-2015))









Jeremías 42:1-44:23

Reina Valera Actualizada

Jeremías exhorta a permanecer en Judá

 

42 Todos los oficiales de los soldados, Johanán hijo de Carea, Jezaníasb hijo de Osaías y todo el pueblo, desde el menor hasta el mayor, se acercaron 2 y dijeron al profeta Jeremías:

 

—Por favor, llegue nuestro ruego a tu presencia, y ora por nosotros al SEÑOR tu Dios, por todo este remanente (pues de muchos hemos quedado unos pocos, como tus ojos nos ven), 3 para que el SEÑOR tu Dios nos enseñe el camino por donde debemos ir y lo que hemos de hacer.

 

4 Entonces el profeta Jeremías les dijo:

 

—He oído. He aquí que voy a orar al SEÑOR su Dios, conforme a la petición de ustedes. Todo lo que el SEÑOR les responda se lo declararé; nada les ocultaré.

 

5 Ellos dijeron a Jeremías:

 

—El SEÑOR sea entre nosotros testigo fiel y verdadero de que conforme a todo aquello para lo cual el SEÑOR tu Dios te envíe a nosotros así haremos. 6 Sea bueno o malo obedeceremos la voz del SEÑOR nuestro Dios a quien nosotros te enviamos. Para que nos vaya bien ciertamente obedeceremos la voz del SEÑOR nuestro Dios.

 

7 Aconteció que al cabo de diez días vino la palabra del SEÑOR a Jeremías. 8 Este llamó a Johanán hijo de Carea, a todos los oficiales de los soldados que estaban con él y a todo el pueblo desde el menor hasta el mayor 9 y les dijo:

 

—Así ha dicho el SEÑOR Dios de Israel, a quien me enviaron para que presentara la súplica de ustedes delante de él: 10 “Si decididamente permanecen en esta tierra, les edificaré y no les destruiré. Les plantaré y no les arrancaré, porque he desistido del mal que les he hecho. 11 No teman al rey de Babilonia, de quien tienen miedo. No le teman, dice el SEÑOR, porque yo estoy con ustedes para salvarlos y para librarlos de su mano. 12 Les mostraré misericordia, de manera que él se compadecerá de ustedes y los hará volver a su tierra. 13 Pero si dicen: ‘No habitaremos en esta tierra’, desobedeciendo así la voz del SEÑOR su Dios, 14 y si dicen: ‘No, sino que nos iremos a la tierra de Egipto, en la cual no veremos guerra ni oiremos el sonido de la corneta ni tendremos hambre de pan, y allí habitaremos’, 15 entonces oigan la palabra del SEÑOR, oh remanente de Judá: Así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos, Dios de Israel: Si ustedes han decidido ir a Egipto y se van allá para residir, 16 sucederá que allí en la tierra de Egipto los alcanzará la espada que temen. Allá en Egipto los acosará el hambre que les preocupa, y allí morirán. 17 Sucederá que todos los hombres que han decidido ir a Egipto para residir allí, morirán por la espada, por el hambre y por la peste. No habrá quien quede vivo de ellos ni quien escape ante el mal que yo traeré sobre ellos. 18 Porque así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos, Dios de Israel: Como se derramó mi furor y mi ira sobre los habitantes de Jerusalén, así se derramará mi ira sobre ustedes cuando entren en Egipto. Serán objeto de imprecación, de horror, de maldición y de oprobio; y no volverán a ver este lugar”.

 

19 »Oh remanente de Judá, el SEÑOR ha dicho de ustedes: “No entren en Egipto”. Sepan ciertamente que hoy se los he advertido. 20 Se han descarriado a costa de sus propias vidas, porque ustedes mismos me han enviado al SEÑOR su Dios, diciendo: “Ora por nosotros al SEÑOR nuestro Dios; y todo lo que el SEÑOR nuestro Dios declare, háznoslo saber, y lo pondremos por obra”. 21 Pues les he declarado hoy, pero no han obedecido la voz del SEÑOR su Dios en nada de lo que me envió a decirles. 22 Ahora pues, sepan ciertamente que por la espada, por el hambre y por la peste morirán en el lugar a donde desean entrar para residir allí.

El remanente de Judá emigra a Egipto

 

43 Aconteció que cuando Jeremías acabó de hablar a todo el pueblo todas las palabras que el SEÑOR, el Dios de ellos, lo había enviado a decirles, 2 Azarías hijo de Osaías, Johanán hijo de Carea y todos los hombres arrogantes dijeron a Jeremías:

 

—¡Dices mentiras! No te ha enviado el SEÑOR nuestro Dios, para decir: “No entren a Egipto para residir allí”; 3 sino que Baruc hijo de Nerías te incita contra nosotros, para entregarnos en mano de los caldeos, a fin de que nos maten o que nos lleven cautivos a Babilonia.

 

4 Así que Johanán hijo de Carea, todos los oficiales de los soldados y todo el pueblo no obedecieron la voz del SEÑOR, para quedarse en la tierra de Judá. 5 Más bien, Johanán hijo de Carea y todos los oficiales de los soldados tomaron a todo el remanente de Judá (los que habían regresado, para residir en la tierra de Judá, de todas las naciones a donde habían sido echados), 6 a hombres, a mujeres, a niños, a las hijas del rey y a toda persona que Nabuzaradán, el capitán de la guardia, había dejado con Gedalías hijo de Ajicam, hijo de Safán, y también al profeta Jeremías y a Baruc hijo de Nerías. 7 Entraron en la tierra de Egipto, porque no obedecieron la voz del SEÑOR; y llegaron hasta Tafnes.

 

8 Entonces vino la palabra del SEÑOR a Jeremías, en Tafnes, diciendo: 9 “Toma en tus manos piedras grandes, escóndelas en la mezcla del pavimento de ladrillos a la entrada de la casa del faraón en Tafnes, a vista de los hombres judíos, 10 y diles que así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos, Dios de Israel: ‘He aquí que yo enviaré y tomaré a Nabucodonosor, rey de Babilonia, mi siervo, y pondré su trono sobre estas piedras que he escondido, y él extenderá su pabellón sobre ellas. 11 Vendrá y golpeará la tierra de Egipto: los que a muerte, a muerte; los que a cautividad, a cautividad; los que a espada, a espada. 12 Prenderá[a] fuego a las casas de los dioses de Egipto y las incendiará, y a ellos los llevará cautivos. Limpiará la tierra de Egipto, como un pastor limpia su ropa, y saldrá de allí en paz. 13 Además, romperá los obeliscos de Heliópolis, la cual está en la tierra de Egipto, e incendiará los templos de los dioses de Egipto’”.

Advertencia a los judíos en Egipto

 

44 La palabra que vino a Jeremías con respecto a todos los judíos que habitaban en la tierra de Egipto, que habitaban en Migdol, en Tafnes, en Menfis y en la tierra de Patros, diciendo:

 

2 —Así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos, Dios de Israel: “Ustedes han visto todo el mal que he traído sobre Jerusalén y sobre todas las ciudades de Judá. He aquí, en el día de hoy están en ruinas y no hay habitantes en ellas, 3 a causa de la maldad que ellos cometieron, provocándome a ira, ya que fueron a quemar incienso y a servir a otros dioses que ni ellos ni ustedes ni sus padres conocieron. 4 Persistentemente les envié todos mis siervos los profetas, para decirles: ‘¡Por favor, no hagan esta cosa abominable que yo aborrezco!’. 5 Pero no escucharon ni inclinaron su oído para volverse de su maldad, para dejar de quemar incienso a otros dioses. 6 Por tanto, se derramó mi ira, y se encendió mi furor en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén; y fueron convertidas en ruina y en desolación, como en este día”.

 

7 »Ahora pues, así ha dicho el SEÑOR Dios de los Ejércitos, Dios de Israel: “¿Por qué hacen un mal tan grande contra ustedes mismos, para que de en medio de Judá sean destruidos el hombre, la mujer, el niño y el lactante, sin que les quede remanente alguno? 8 ¿Por qué me provocan a ira con las obras de sus manos, ofreciendo incienso a otros dioses en la tierra de Egipto, a donde han entrado para residir, de modo que sean exterminados y que sean objeto de maldición y de oprobio entre todas las naciones de la tierra? 9 ¿Han olvidado las maldades de sus padres, las maldades de los reyes de Judá, las maldades de sus mujeres, las maldades suyas y las maldades de sus mujeres, que hicieron en la tierra de Judá y en las calles de Jerusalén? 10 Hasta el día de hoy no se han humillado ni han tenido temor ni han caminado en mi ley ni en mis estatutos que puse delante de ustedes y delante de sus padres”.

 

11 »Por tanto, así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos, Dios de Israel: “He aquí que yo pongo mi rostro contra ustedes para mal y para destruir a todo Judá. 12 Tomaré al remanente de Judá que decidió ir a la tierra de Egipto para residir allí, y serán exterminados todos en la tierra de Egipto. Caerán por la espada y por el hambre; serán exterminados, desde el menor hasta el mayor. Por la espada y por el hambre morirán, y llegarán a ser objeto de imprecación, de horror, de maldición y de oprobio. 13 Yo, pues, castigaré a los que habitan en la tierra de Egipto, como castigué a Jerusalén: por la espada, por el hambre y por la peste. 14 Y del remanente de Judá que entró en la tierra de Egipto para residir allí, no habrá quien escape ni quien sobreviva para volver a la tierra de Judá, a la cual ellos suspiran por regresar, para habitar allí. Porque no regresarán sino los que escapen”.

Postrimería de los judíos en Egipto

 

15 Entonces todos los hombres que sabían que sus mujeres quemaban incienso a otros dioses, y todas las mujeres que estaban presentes y una gran concurrencia, todo el pueblo que habitaba en Patros en tierra de Egipto, respondieron a Jeremías diciendo:

 

16 —La palabra que nos has hablado en nombre del SEÑOR no te la escucharemos. 17 Más bien, pondremos por obra toda palabra que ha salido de nuestra boca, para quemar incienso a la Reina del Cielo y para derramarle libaciones, como hemos hecho nosotros y nuestros padres, nuestros reyes y nuestros magistrados, tanto en las ciudades de Judá como en las calles de Jerusalén. Pues fuimos saciados de pan, nos fue bien y no vimos mal alguno. 18 Pero desde que dejamos de quemar incienso a la Reina del Cielo y de derramarle libaciones, nos falta de todo, y somos exterminados por la espada y por el hambre.

 

19 Y las mujeres dijeron[b]:

 

—Cuando nosotras quemábamos incienso a la Reina del Cielo y le derramábamos libaciones, ¿acaso era sin el conocimiento de nuestros maridos que le hacíamos tortas, reproduciendo su imagen, y le derramábamos libaciones?

 

20 Entonces Jeremías habló a todo el pueblo, a los hombres, a las mujeres y a todo el pueblo que le había respondido esto, diciendo:

 

21 —¿No se habrá acordado el SEÑOR, o no habrá venido a su mente el incienso que quemaron en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, ustedes y sus padres, sus reyes, sus magistrados y el pueblo de la tierra? 22 El SEÑOR no pudo soportarlos más, a causa de la maldad de sus obras y a causa de las abominaciones que habían hecho. Por tanto, su tierra ha sido convertida en ruinas, en horror y en maldición, hasta no quedar habitantes, como en este día. 23 Porque quemaron incienso y pecaron contra el SEÑOR y no obedecieron la voz del SEÑOR ni anduvieron en su ley ni en sus estatutos ni en sus testimonios. Por eso ha venido sobre ustedes este mal, como en este día.

Footnotes

 

    Jeremías 43:12 , 22 Aprox. nov.-dic.

    Jeremías 44:19 Lit., Conías, diminutivo de Jeconías o Joaquín; cf. 1 Crón. 3:16.

 

2 Timoteo 2:1-21

Reina Valera Actualizada

Sé buen soldado de Cristo

 

2 Tú pues, hijo mío, fortalécete en la gracia que es en Cristo Jesús. 2 Lo que oíste de parte mía mediante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros. 3 Tú, pues, sé partícipe de los sufrimientos como buen soldado de Cristo Jesús. 4 Ninguno en campaña militar se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo alistó como soldado. 5 Además, si algún atleta compite, no es coronado a menos que compita según las reglas. 6 El labrador que trabaja esforzadamente es quien debe recibir primero su parte de los frutos. 7 Considera bien lo que digo pues el Señor te dará entendimiento en todo.

Ten presente a Jesucristo

 

8 Acuérdate de Jesucristo, resucitado de entre los muertos, de la descendencia de David, conforme a mi evangelio. 9 Por él soporto sufrimientos hasta prisiones, como si fuera malhechor. ¡Pero la palabra de Dios no está presa!

 

10 Por tanto, todo lo sufro a favor de los escogidos para que ellos también obtengan la salvación que es en Cristo Jesús, con gloria eterna. 11 Fiel es esta palabra:

 

Si morimos con él,

 

también viviremos con él.

 

12 Si perseveramos,

 

también reinaremos con él.

 

Si lo negamos, él también nos negará.

 

13 Si somos infieles, él permanece fiel, porque no puede negarse a sí mismo.

Procura ser un obrero aprobado

 

14 Recuérdales esto, requiriéndoles delante de Dios que no contiendan sobre palabras, que para nada aprovecha sino que lleva a la ruina a los que oyen.

 

15 Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que traza bien la palabra de verdad. 16 Pero evita las profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad. 17 Y la palabra de ellos carcomerá como gangrena. Entre ellos se cuentan Himeneo y Fileto[a], 18 quienes se extraviaron con respecto a la verdad sosteniendo que la resurrección ya ha ocurrido, y trastornaron la fe de algunos. 19 A pesar de todo, el sólido fundamento de Dios queda firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos[b] y “Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre del Señor[c]”.

 

20 Pero en una casa grande, no solamente hay vasos de oro y de plata sino también de madera y de barro. Además, unos tienen fines especiales y otros tienen fines comunes. 21 Así que, si alguno se limpia de estas cosas será un vaso para honra, consagrado y útil para el Señor, preparado para toda buena obra.

Footnotes

 

    2 Timoteo 2:17 Cf. 1 Tim. 1:20; 2 Tim. 4:17.

    2 Timoteo 2:19 Núm. 16:5 (LXX).

    2 Timoteo 2:19 Algunos mss. tienen de Cristo; cf. Núm. 16:26; Luc. 13:27.

 

Salmos 92-93

Reina Valera Actualizada

La dulzura de la alabanza

 

92 Salmo. Cántico para el día sábado. Bueno es alabar al SEÑOR, cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo.

 

2

Bueno es anunciar por la mañana tu misericordia

y tu verdad en las noches

3

con el arpa de diez cuerdas y la lira, con el tono suave del arpa.

4

Ciertamente me has alegrado,

oh SEÑOR, con tus hechos; grito de gozo por las obras

de tus manos.

5

¡Cuán grandes son tus obras,

oh SEÑOR!

Muy profundos son tus pensamientos.

6

El hombre necio no sabe,

y el insensato no entiende esto:

7

que los impíos brotan como la hierba,

y que todos los que hacen iniquidad florecen para ser destruidos

para siempre.

8

Pero tú, oh SEÑOR,

para siempre eres el Altísimo.

9

Porque he aquí tus enemigos,

oh SEÑOR;

porque he aquí, tus enemigos perecerán.

Serán dispersados todos los que hacen iniquidad.

10

Pero tú enaltecerás mi poder como el de un toro salvaje,

y sobre mí verterás aceite fresco.

11

Mis ojos mirarán sobre mis enemigos; mis oídos oirán de los malhechores que se levantaron contra mí.

12

El justo florecerá como la palmera; crecerá alto como el cedro en el Líbano.

13

Plantados estarán en la casa

del SEÑOR;

florecerán en los atrios de

nuestro Dios.

14

Aun en la vejez fructificarán. Estarán llenos de savia y frondosos

15

para anunciar que el SEÑOR,

mi roca, es recto

y que en él no hay injusticia.

El reinado eterno del SEÑOR

 

93 ¡El SEÑOR reina!

 

Se ha vestido de magnificencia.

El SEÑOR se ha vestido de poder

y se ha ceñido.

También afirmó el mundo, y no

se moverá.

2

Firme es tu trono desde la antigüedad;

tú eres desde la eternidad.

3

Alzaron los ríos, oh SEÑOR,

alzaron los ríos su sonido;

alzaron los ríos su estruendo.

4

El SEÑOR en las alturas

es más poderoso

que el estruendo de muchas aguas, más que las recias olas del mar.

5

Tus testimonios son muy firmes.

La santidad adorna tu casa,

oh SEÑOR,

a través de los años.

Proverbios 26:3-5

Reina Valera Actualizada

 

3

El látigo es para el caballo,

el freno para el asno

y la vara para la espalda de los necios.

4

Nunca respondas al necio según

su insensatez,

para que no seas tú también como él.

5

Responde al necio según su insensatez, para que no se estime sabio

en su propia opinión.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

 

Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano

No comments:

Post a Comment

DAB Español, Jueves 9 de Mayo, Filipenses 04

En esta lección, estudiamos capítulo 3 de Filipenses. donde Pablo comenta del compromiso total de un discípulo - estimando a las cosas de es...