Tuesday, October 19, 2021

DAB Español, Miércoles 20 de Octubre

Día 293, DAB Español, Miércoles 20 de Octubre

Jeremías 35:1-36:32; 1 Timoteo 5:1-25; Salmos 89:14-37; Proverbios 25:25-27 (Reina Valera Actualizada (RVA-2015))









Jeremías 35-36

Reina Valera Actualizada

El buen ejemplo de los recabitas

 

35 La palabra que vino a Jeremías de parte del SEÑOR en los días de Joacim hijo de Josías, rey de Judá, diciendo: 2 “Ve a la familia de los recabitas, habla con ellos, tráelos a la casa del SEÑOR, a una de las cámaras, y dales de beber vino”.

 

3 Entonces tomé a Jazanías hijo de Jeremías, hijo de Habasinías, a sus hermanos, a todos sus hijos y a toda la familia de los recabitas. 4 Y los traje a la casa del SEÑOR, a la cámara de los hijos de Hanán hijo de Igdalías, hombre de Dios, la cual estaba junto a la cámara de los magistrados, que estaba encima de la cámara de Maasías hijo de Salum, guardia de la puerta. 5 Y puse delante de los miembros de la familia de los recabitas tazones llenos de vino, y vasos, y les dije:

 

—Beban vino.

 

6 Pero ellos dijeron:

 

—No beberemos vino, porque nuestro padre Jonadab hijo de Recab nos mandó diciendo: “No beberán vino jamás ni ustedes ni sus hijos. 7 No edificarán casas ni sembrarán semilla ni plantarán viñas ni las poseerán. Más bien, habitarán en tiendas todos sus días, para que vivan muchos días sobre la faz de la tierra donde ustedes viven”. 8 Y nosotros hemos obedecido la voz de nuestro padre Jonadab hijo de Recab en todas las cosas que nos mandó: de no beber vino en todos nuestros días ni nosotros ni nuestras mujeres ni nuestros hijos ni nuestras hijas; 9 de no edificar casas para habitar en ellas, y de no tener viñas ni campos ni semilla. 10 Hemos habitado en tiendas y hemos obedecido, haciendo conforme a todo lo que nos mandó nuestro padre Jonadab. 11 Pero sucedió que cuando Nabucodonosor rey de Babilonia subió contra el país, dijimos: “Vayamos y entremos en Jerusalén, a causa del ejército de los caldeos y del ejército de los de Siria”. Y en Jerusalén nos hemos quedado.

 

12 Entonces vino la palabra del SEÑOR a Jeremías, diciendo:

 

13 —Así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos, Dios de Israel: “Ve y di a los hombres de Judá y a los habitantes de Jerusalén: ‘¿No aceptarán corrección para obedecer a mis palabras?’, dice el SEÑOR. 14 Las palabras de Jonadab hijo de Recab, que mandó a sus hijos que no bebieran vino, han sido cumplidas, y no lo han bebido hasta el día de hoy, porque han obedecido el mandamiento de su padre. Sin embargo, yo les he hablado a ustedes persistentemente, y no me han obedecido. 15 Les he enviado persistentemente todos mis siervos los profetas, para decirles: ‘Apártense, cada uno de su mal camino; enmienden sus obras y no vayan tras otros dioses para servirles, y habitarán en la tierra que les he dado a ustedes y a sus padres’. Pero no han inclinado su oído ni me han obedecido. 16 Ciertamente los hijos de Jonadab hijo de Recab han cumplido el mandamiento que les dio su padre, pero este pueblo no me ha obedecido.

 

17 »Por tanto, así ha dicho el SEÑOR Dios de los Ejércitos, Dios de Israel: “He aquí, yo traeré sobre Judá y sobre todos los habitantes de Jerusalén todo el mal del que he hablado contra ellos. Porque les hablé, y no escucharon; los llamé, y no respondieron”.

 

18 Entonces dijo Jeremías a la familia de los recabitas:

 

—Así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos, Dios de Israel: “Porque han obedecido el mandamiento del padre de ustedes Jonadab; porque han guardado todos sus mandamientos y han hecho conforme a todas las cosas que les mandó, 19 por esto no faltará un hombre a Jonadab hijo de Recab que esté de pie delante de mí todos los días”, ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos, Dios de Israel.

Jeremías dicta su libro a Baruc

 

36 Aconteció en el cuarto año de Joacim hijo de Josías, rey de Judá, que vino a Jeremías esta palabra de parte del SEÑOR, diciendo: 2 “Toma un rollo de pergamino y escribe en él todas las palabras que te he hablado contra Israel, contra Judá y contra todas las naciones, desde el día que comencé a hablarte, en los días de Josías, hasta el día de hoy. 3 Quizás la casa de Judá oiga de todo el mal que yo pienso hacerles, y se vuelva cada uno de su mal camino, para que yo perdone su maldad y su pecado”.

 

4 Entonces Jeremías llamó a Baruc hijo de Nerías, y Baruc escribió en un rollo de pergamino todas las palabras que el SEÑOR le había hablado, según el dictado de Jeremías.

El libro es leído en el templo

 

5 Después Jeremías mandó a Baruc diciendo: “Yo estoy impedido; no puedo entrar en la casa del SEÑOR. 6 Pues entra tú en la casa del SEÑOR en un día de ayuno, y lee del rollo las palabras del SEÑOR que te he dictado, a oídos del pueblo, y también a oídos de todos los de Judá que vienen de sus ciudades. 7 Quizás la súplica de ellos llegue a la presencia del SEÑOR, y se vuelva cada uno de su mal camino. Porque grande es el furor y la ira que el SEÑOR ha expresado contra este pueblo”.

 

8 Baruc hijo de Nerías hizo conforme a todo lo que le mandó el profeta Jeremías, y leyó del libro las palabras del SEÑOR, en la casa del SEÑOR.

 

9 Sucedió en el mes noveno[a] del quinto año de Joacim hijo de Josías, rey de Judá, que proclamaron ayuno delante del SEÑOR para todo el pueblo de Jerusalén y para todo el pueblo que venía a Jerusalén de las ciudades de Judá. 10 Y Baruc leyó del libro, a oídos de todo el pueblo, las palabras de Jeremías, en la casa del SEÑOR, en la cámara de Gemarías, hijo del escriba Safán, la cual estaba en el atrio superior, a la entrada de la puerta Nueva de la casa del SEÑOR.

El libro es leído en casa del rey

 

11 Entonces Miqueas hijo de Gemarías, hijo de Safán, habiendo oído del libro todas las palabras del SEÑOR, 12 descendió a la casa del rey, a la cámara del escriba. Y he aquí que todos los magistrados estaban sentados allí: el escriba Elisama, Delaías hijo de Semeías, Elnatán hijo de Acbor, Gemarías hijo de Safán, Sedequías hijo de Ananías y los demás magistrados.

 

13 Miqueas les refirió todas las palabras que había oído a Baruc leer del libro, a oídos del pueblo. 14 Entonces todos los magistrados enviaron a Jehudí hijo de Netanías, hijo de Selemías, hijo de Cusi, para que dijera a Baruc:

 

—Toma en tu mano el rollo que leíste a oídos del pueblo, y ven.

 

Baruc hijo de Nerías tomó el rollo en su mano y fue a ellos. 15 Entonces le dijeron:

 

—Siéntate, y léelo a nuestros oídos.

 

Baruc lo leyó a sus oídos. 16 Y sucedió que cuando oyeron todas aquellas palabras, cada uno, espantado, se volvió a su compañero. Y dijeron a Baruc:

 

—¡Sin falta hemos de referir al rey todas estas palabras!

 

17 Luego preguntaron a Baruc diciendo:

 

—Cuéntanos cómo escribiste de parte de él todas estas palabras.

 

18 Baruc les dijo:

 

—Él me dictaba todas estas palabras, y yo escribía con tinta en el libro.

 

19 Entonces los magistrados dijeron a Baruc:

 

—Ve, y escóndanse tú y Jeremías. Que nadie sepa dónde están.

Joacim quema el libro de Jeremías

 

20 Habiendo depositado el rollo en la cámara del escriba Elisama, fueron al rey, en el atrio, y refirieron todas estas cosas a oídos del rey. 21 Entonces el rey envió a Jehudí para que tomara el rollo. Este lo tomó de la cámara del escriba Elisama y lo leyó a oídos del rey y a oídos de todos los magistrados que estaban junto al rey.

 

22 Era el mes noveno[b], y el rey estaba en la casa de invierno, donde había un brasero encendido delante de él. 23 Y sucedió que cuando Jehudí había leído tres o cuatro columnas, el rey lo rasgó con un cortaplumas de escriba y lo echó al fuego que había en el brasero, hasta que todo el rollo se consumió en el fuego que había en el brasero. 24 Pero ni el rey ni todos sus servidores que oyeron estas palabras sintieron temor ni rasgaron sus vestiduras. 25 A pesar de que Elnatán, Delaías y Gemarías rogaron al rey que no quemara aquel rollo, no los quiso escuchar. 26 Al contrario, el rey mandó a Jerameel hijo del rey, a Seraías hijo de Azriel y a Selemías hijo de Abdeel que prendieran al escriba Baruc y al profeta Jeremías. Pero el SEÑOR los escondió.

Jeremías escribe de nuevo su libro

 

27 Después que el rey quemó el rollo que contenía las palabras que Baruc había escrito al dictado de Jeremías, vino la palabra del SEÑOR a Jeremías, diciendo: 28 “Vuelve a tomar otro rollo y escribe en él todas las mismas palabras que estaban en el primer rollo, el que quemó Joacim, rey de Judá. 29 Y dirás a Joacim, rey de Judá, que así ha dicho el SEÑOR: Tú quemaste este rollo diciendo: ‘¿Por qué escribiste en él que ciertamente vendrá el rey de Babilonia y destruirá esta tierra y hará desaparecer de ella a los hombres y los animales?’. 30 Por tanto, así ha dicho el SEÑOR con respecto a Joacim, rey de Judá: No tendrá quien se siente sobre el trono de David, y su cadáver será echado al calor del día y a la helada de la noche. 31 Castigaré tanto a él como a sus descendientes y a sus servidores por su maldad. Traeré sobre ellos, sobre los habitantes de Jerusalén y sobre los hombres de Judá todo el mal de que les he hablado y que no quisieron escuchar”.

 

32 Entonces Jeremías tomó otro rollo y lo dio al escriba Baruc hijo de Nerías. Este escribió en él, al dictado de Jeremías, todas las cosas del libro que Joacim rey de Judá había quemado en el fuego; y además, fueron añadidas muchas otras palabras semejantes.

Footnotes

 

    Jeremías 36:9 Según un ms. y LXX; TM, y las leyes de la luna…

    Jeremías 36:22 Lit., Señor YHWH.

 

1 Timoteo 5

Reina Valera Actualizada

 

5 No reprendas con dureza al anciano sino exhórtalo como a padre; a los más jóvenes, como a hermanos; 2 a las ancianas, como a madres; y a las jóvenes, como a hermanas, con toda pureza.

Acerca de las viudas en la iglesia

 

3 Honra a las viudas que realmente sean viudas. 4 Pero si alguna viuda tiene hijos o nietos, que aprendan primero a ser piadosos con los de su propia casa y a recompensar a sus padres porque esto es aceptable delante de Dios. 5 Ahora bien, la que es realmente viuda y que ha quedado sola, ha puesto su esperanza en Dios y persevera en súplica y oraciones de noche y de día; 6 pero la que se entrega a los placeres, viviendo está muerta. 7 Manda también estas cosas para que sean irreprensibles. 8 Si alguien no tiene cuidado de los suyos, y especialmente de los de su casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo.

 

9 Sea incluida en la lista la viuda que haya cumplido por lo menos sesenta años, que haya sido esposa de un solo marido, 10 que tenga testimonio de buenas obras; si ha criado hijos, si ha practicado la hospitalidad, si ha lavado los pies de los santos, si ha socorrido a los afligidos y si se ha dedicado a toda buena obra. 11 Pero no admitas a las viudas más jóvenes porque cuando sus pasiones las apartan de Cristo quieren casarse, 12 estando bajo juicio por haber abandonado su primer compromiso. 13 Y a la vez aprenden a ser ociosas andando de casa en casa. No solo aprenden a ser ociosas, sino también chismosas y entremetidas, hablando lo que no conviene. 14 Por eso quiero que las más jóvenes se casen, críen hijos, gobiernen su casa y no den al adversario ninguna ocasión de reproche 15 porque ya algunas se han extraviado en pos de Satanás.

 

16 Si algún creyente o alguna creyente[a] tiene viudas, cuídelas. No sea carga para la iglesia, a fin de que haya lo suficiente para las que realmente son viudas.

Acerca de los obreros en la iglesia

 

17 Los ancianos que dirigen bien sean tenidos por dignos de doble honor, especialmente los que trabajan arduamente en la palabra y en la enseñanza. 18 Porque la Escritura dice: No pondrás bozal al buey que trilla[b]. Además: “El obrero es digno de su salario”[c].

 

19 No admitas acusación contra un anciano a no ser que haya dos o tres testigos. 20 A los que continúan pecando repréndelos delante de todos para que los otros tengan temor. 21 Requiero solemnemente, delante de Dios y de Cristo Jesús y de sus ángeles escogidos, que guardes estas cosas sin prejuicio, no haciendo nada con parcialidad.

 

22 No impongas las manos a ninguno con ligereza ni participes en pecados ajenos; consérvate puro. 23 De aquí en adelante no tomes agua; usa, más bien, un poco de vino a causa de tu estómago y de tus frecuentes enfermedades.

 

24 Los pecados de algunos hombres se hacen patentes antes de comparecer en juicio, pero a otros los alcanzan después. 25 De la misma manera, las buenas obras se hacen patentes de antemano y, aunque sean de otra manera, no es posible mantenerlas ocultas.

Footnotes

 

    1 Timoteo 5:16 Algunos mss. antiguos no incluyen algún creyente o.

    1 Timoteo 5:18 Deut. 25:4; cf. 1 Cor. 9:9.

    1 Timoteo 5:18 Cf. Mat. 10:10; Luc. 10:7.

 

Salmos 89:14-37

Reina Valera Actualizada

 

14

La justicia y el derecho son

el fundamento de tu trono;

la misericordia y la verdad van delante de tu rostro.

15

¡Bienaventurado el pueblo que conoce el grito de júbilo!

Andarán a la luz de tu rostro,

oh SEÑOR.

16

En tu nombre se alegrarán todo el día,

y en tu justicia serán enaltecidos.

17

Porque tú eres la gloria de su poder,

y por tu buena voluntad exaltarás nuestro poderío.

18

¡El SEÑOR es nuestro escudo! ¡Nuestro Rey es el Santo de Israel!

19

Antaño hablaste en visión

a tus piadosos

y les dijiste: “Yo he puesto el socorro sobre un valiente;

he enaltecido a uno escogido

de mi pueblo.

20

Hallé a mi siervo David

y lo ungí con mi aceite santo.

21

Mi mano estará firme con él; también mi brazo lo fortalecerá.

22

No lo doblegará el enemigo;

ningún hijo de iniquidad

lo quebrantará.

23

Pero yo quebrantaré delante de él

a sus enemigos,

y heriré a los que le aborrecen.

24

Mi fidelidad y mi misericordia

estarán con él;

en mi nombre será enaltecido

su poderío.

25

Asimismo, pondré su mano sobre

el mar,

y su mano derecha sobre los ríos.

26

Él me dirá: ‘Tú eres mi padre; eres mi Dios y la roca

de mi salvación’.

27

Yo también le pondré por

primogénito,

más alto que los reyes de la tierra.

28

Para siempre le confirmaré

mi misericordia,

y mi pacto será firme para con él.

29

Estableceré su linaje para siempre,

y su trono como los días de los cielos.

30

Si sus hijos dejan mi ley

y no caminan en mis juicios,

31

si profanan mis estatutos

y no guardan mis mandamientos,

32

entonces castigaré con vara

su rebelión,

y con azotes sus iniquidades.

33

Pero no retiraré de él mi misericordia,

ni falsearé mi fidelidad.

34

No profanaré mi pacto,

ni cambiaré lo que ha salido

de mis labios.

35

Una vez he jurado por mi santidad,

y no mentiré a David:

36

Su descendencia será para siempre;

y su trono, delante de mí, como el sol.

37

Será como la luna que permanece firme para siempre;

un fiel testigo en medio de las nubes”.

Selah[a]

Footnotes

 

    Salmos 89:37 Posiblemente tiene que ver con el acompañamiento musical.

 

Proverbios 25:25-27

Reina Valera Actualizada

 

25

Como el agua fría al alma sedienta, así son las buenas nuevas de

lejanas tierras.

26

Como manantial turbio y fuente corrompida

es el justo que vacila ante el impío.

27

Comer mucha miel no es bueno

ni es gloria buscar la propia gloria.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

 

Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano

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