Tuesday, October 26, 2021

DAB Español, Miércoles 27 de Octubre

Día 300, DAB Español, Miércoles 27 de Octubre

Jeremías 51:1-53; Tito 2:1-15; Salmos 99; Proverbios 26:17 (Reina Valera Contemporánea (RVC))









Jeremías 51:1-53

Reina Valera Contemporánea

Sentencia del Señor contra Babilonia

 

51 Así ha dicho el Señor:

 

«Voy a lanzar un viento destructor contra Babilonia y contra sus habitantes, porque se han rebelado contra mí. 2 Y enviaré contra Babilonia gente que la aventará por los aires y dejará vacía su tierra. Cuando llegue el día de la calamidad, la atacarán por todos los flancos. 3 No tendrán tiempo sus arqueros de extender sus arcos, ni de engalanarse con su coraza. Tampoco se salvarán sus jóvenes guerreros. ¡Todo su ejército será derrotado! 4 En la tierra de los caldeos caerán muertos por las calles, atravesados por las lanzas. 5 Aunque Israel y Judá han llenado su tierra de pecado contra mí, que soy su esposo y Dios; contra mí, que soy el Santo de Israel y Señor de los ejércitos, todavía no se han quedado en el abandono.»

 

6 ¡Salgan de Babilonia! ¡Pónganse a salvo, para que no perezcan por causa de su maldad! ¡Ha llegado la hora de la venganza del Señor, y él le dará su merecido! 7 En las manos del Señor, Babilonia fue una copa de oro que embriagó a toda la tierra; los pueblos bebieron de ella y quedaron aturdidos. 8 En un momento cayó Babilonia, y se hizo pedazos. Lloren por ella, y suavicen con bálsamos su dolor. Tal vez sane.

 

9 Curamos a Babilonia, y no ha sanado; dejémosla, y volvamos a nuestra tierra, porque su sentencia ha llegado hasta el cielo, ¡se ha elevado hasta las nubes! 10 El Señor sacó a la luz nuestra justicia; ¡vengan, vayamos a proclamar en Sión la obra del Señor, nuestro Dios.

 

11 ¡Limpien las saetas, y tomen los escudos! El Señor ha despertado el espíritu de los reyes de Media, y éstos sólo piensan en destruir a Babilonia. Así es como el Señor se vengará de quienes destruyeron su templo. 12 ¡Agiten la bandera sobre los muros de Babilonia! ¡Refuercen la guardia, y pongan centinelas! ¡Preparen las emboscadas! ¡El Señor ha decidido llevar a cabo sus planes en contra de los habitantes de Babilonia! 13 Tú, que pusiste tu trono entre los caudalosos ríos; tú, que posees grandes tesoros: Tu fin ha llegado; ¡llegaste al final de tu carrera! 14 El Señor de los ejércitos ha jurado por sí mismo: «Yo lanzaré contra ti tanta gente, que parecerán una plaga de langostas! ¡Contra ti lanzarán sus gritos de victoria!»

 

15

Con su poder, el Señor hizo la tierra;

con su sabiduría afirmó el mundo,

con su inteligencia extendió los cielos.

16

Él habla, y en los cielos

las aguas se agitan tumultuosas;

él hace que las nubes se levanten

desde lo más recóndito de la tierra;

en medio de relámpagos envía la lluvia,

y hace que el viento salga de sus depósitos.

 

17

Todo el mundo es engreído e ignorante;

todo artífice se avergüenza de sus esculturas,

¡sus ídolos son una mentira carente de espíritu!

18

Son una ilusión; obras dignas de burla;

¡Cuando llegue el momento, perecerán!

19

Todo lo contrario es el Dios de Jacob,

el dueño de la tribu de Israel.

¡Él es quien ha dado forma a todo!

¡Su nombre es el Señor de los ejércitos!

 

20

«Tú eres para mí un instrumento de guerra.

Por medio de ti despedazaré a las naciones;

por medio de ti destruiré a los reinos.

21

Por medio de ti despedazaré

a los caballos y a sus jinetes,

a los carros de guerra y a los aurigas.

22

Por medio de ti despedazaré

a hombres y mujeres, a niños y ancianos,

a jóvenes y doncellas.

23

Por medio de ti despedazaré

a los pastores y a sus rebaños,

a los labradores y a sus yuntas,

a los jefes y a los príncipes.

 

24 »Yo les daré su merecido a Babilonia y a todos los habitantes de Caldea por todo el daño que hicieron en Sión, y que ustedes mismos presenciaron.

 

—Palabra del Señor.

 

25 »Yo estoy contra ti, monte destructor, porque destruiste toda la tierra. Voy a extender mi mano contra ti, para hacerte rodar por las peñas; ¡para reducirte a monte quemado!

 

—Palabra del Señor.

 

26 »Nadie tomará una sola piedra tuya para ponerla como piedra angular, ni como cimiento. ¡Para siempre quedarás hecha un desierto!»

 

—Palabra del Señor.

 

27 ¡Levanten la bandera en el país!

 

¡Toquen la trompeta en las naciones!

¡Preparen a los pueblos para atacarla!

¡Junten contra ella a los reinos de Ararat,

y a los de Mini y de Askenaz!

¡Designen a un capitán que ordene atacarla!

¡Que ataquen los caballos como langostas!

28

¡Preparen contra ella a las naciones,

a los reyes de Media, y a sus jefes y príncipes,

y a todos los territorios bajo su dominio!

29

La tierra tiembla y se aflige,

porque los planes del Señor se han confirmado

para convertir a Babilonia en un desierto,

¡en un país completamente deshabitado!

30

Los guerreros babilonios han dejado de pelear

porque ya no tienen fuerzas para hacerlo;

como mujeres, se encerraron en sus baluartes,

pues los cerrojos de la ciudad fueron rotos

y sus casas fueron incendiadas.

31

Unos tras otros, los mensajeros

anuncian al rey de Babilonia la caída de la ciudad.

32

Los vados han sido tomados,

los baluartes han sido incendiados,

y el pánico domina a los guerreros.

33

Así ha dicho el Señor de los ejércitos,

así ha dicho el Dios de Israel:

«La bella Babilonia es como un campo de trigo;

el tiempo de la cosecha se acerca,

y se prepara ya el lugar para trillarla.»

 

34 Y Jerusalén, la que habita en Sión, dice:

 

«El rey Nabucodonosor de Babilonia me devoró;

me desmenuzó y me dejó como un vaso vacío;

se llenó el vientre con lo mejor que yo tenía,

y como un dragón, me devoró y me echó fuera.

35

Por eso pido que mi sangre

recaiga sobre Babilonia y sobre todos los caldeos

por la violencia de que me hicieron víctima.»

36

Por eso ha dicho el Señor:

 

«Yo juzgaré tu causa y te vengaré.

¡Voy a dejar secos su mar y sus ríos!

37

Y Babilonia será un montón de ruinas,

un motivo de espanto y de burlas,

una ciudad deshabitada, ¡una guarida de chacales!

 

38

»Todos ellos rugirán al mismo tiempo,

como leones, como cachorros de león.

39

Cuando más excitados se encuentren,

yo les daré un banquete y los embriagaré;

una vez alegres, los haré caer en un sueño

del que nunca más despertarán.

 

—Palabra del Señor.

 

40

»Yo haré que los traigan al matadero

como si fueran corderos, carneros y machos cabríos.»

 

41

¡Babilonia, la ciudad alabada en toda la tierra,

ha caído en poder de sus enemigos,

y es ahora motivo de horror entre las naciones!

42

¡Las olas del mar cayeron sobre Babilonia,

y la cubrieron por completo!

43

Sus ciudades fueron asoladas;

la tierra quedó seca y desierta,

tierra por la que nadie pasará,

y en la que ningún ser humano vivirá.

 

44

«Yo juzgaré a Bel en Babilonia,

y le sacaré de la boca lo que se tragó.

Ninguna nación volverá a adorarlo,

y la muralla de Babilonia se vendrá abajo.

 

45

»Ustedes, pueblo mío, ¡salgan de allí!

¡Pónganse a salvo del ardor de mi ira!

46

No se desanimen, ni tengan miedo

por los rumores que oirán por la tierra.

Año tras año habrá rumores de violencia

y de un tirano que se levanta contra otro.

 

47

»Por lo tanto, ya viene el día

en que yo destruiré a los ídolos de Babilonia.

Todo su país quedará avergonzado,

y todos sus muertos caerán en medio de ella.

48

Los cielos y la tierra, y todo lo que existe,

cantarán de gozo por la caída de Babilonia.

¡Del norte vendrán sus destructores!»

 

—Palabra del Señor.

 

49

Babilonia caerá por los muertos de Israel,

del mismo modo que, por Babilonia,

cayeron los muertos de toda la tierra.

50

Ustedes, los que escaparon de la espada,

pónganse en marcha, no se detengan.

Acuérdense del Señor en tierras lejanas,

y no se olviden de Jerusalén.

 

51

Nos hemos enterado de la afrenta,

y nos sentimos muy avergonzados.

No sabemos dónde esconder la cara,

porque gente extranjera ha venido

contra los santuarios de la casa del Señor.

 

52 «Por lo tanto, viene el día en que yo destruiré sus ídolos, y en todo su país gemirán los heridos.

 

—Palabra del Señor.

 

53 Aun si Babilonia subiera hasta el cielo, y en las alturas se hiciera fuerte, no podría escapar de la destrucción que yo le enviaré.»

 

—Palabra del Señor.

Tito 2

Reina Valera Contemporánea

Enseñanza de la sana doctrina

 

2 Pero tú habla de lo que vaya de acuerdo con la sana doctrina. 2 Que los ancianos sean sobrios, serios, prudentes, sanos en la fe, en el amor y en la paciencia. 3 Asimismo, las ancianas deben ser reverentes en su porte y maestras del bien, no calumniadoras ni esclavas del vino; 4 deben enseñar a las mujeres más jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, 5 a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas y sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada. 6 Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean prudentes; 7 preséntate tú mismo en todo como ejemplo de buenas obras y muestra en la enseñanza integridad y seriedad, 8 con palabras sanas e irreprochables, de modo que el adversario se avergüence y no tenga nada malo que decir de ustedes. 9 Exhorta a los siervos a que se sujeten a sus amos y a que les agraden en todo; que no sean respondones 10 ni los defrauden, sino que se muestren fieles en todo, para que en todo engalanen la doctrina de Dios, nuestro Salvador.

 

11 Porque la gracia de Dios se ha manifestado para la salvación de todos los hombres, 12 y nos enseña que debemos renunciar a la impiedad y a los deseos mundanos, y vivir en esta época de manera sobria, justa y piadosa, 13 mientras aguardamos la bendita esperanza y la gloriosa manifestación de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, 14 quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.

 

15 Habla de estas cosas, y exhorta y reprende con toda autoridad. Que nadie te menosprecie.

Salmos 99

Reina Valera Contemporánea

Alabanza a la santidad del Señor

 

99 ¡El Señor reina!

Los pueblos tiemblan.

¡El Señor está en su trono entre los querubines!

La tierra se conmueve.

2

Grande es el Señor en Sión,

y exaltado sobre todos los pueblos.

3

Alabado es tu nombre grande y temible;

¡El Señor es santo!

 

4

Tú, poderoso Rey, amas el juicio;

tú confirmas la rectitud;

tú has ejercido en Jacob el derecho y la justicia.

 

5

¡Exaltemos al Señor, nuestro Dios!

¡Postrémonos ante el estrado de sus pies!

¡El Señor es santo!

 

6

Moisés y Aarón están entre sus sacerdotes;

Samuel se cuenta entre los que invocaron su nombre.

Invocaron al Señor, y él les respondió.

7

En una columna de nube habló con ellos,

y ellos pusieron en práctica sus testimonios;

¡cumplieron con los estatutos que les dio!

 

8

Señor y Dios nuestro, ¡tú les respondías!

¡Tú fuiste para ellos un Dios perdonador!

¡Tú los recompensaste por sus obras!

 

9

¡Exaltemos al Señor, nuestro Dios!

¡Postrémonos ante su santo monte!

¡El Señor, nuestro Dios, es santo!

Proverbios 26:17

Reina Valera Contemporánea

 

17

Dejarse llevar del enojo en un pleito ajeno

es como querer sujetar a un perro por las orejas.

Reina Valera Contemporánea (RVC)

 

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