Wednesday, January 19, 2022

DAB Español, Jueves 20 de Enero

Día 020, DAB Español, Jueves 20 de Enero


Génesis 41:17-42:17; Mateo 13:24-46; Salmos 18:1-15; Proverbios 4:1-6 (Palabra de Dios para Todos (PDT))









Génesis 41:17-42

Palabra de Dios para Todos

17 Entonces el faraón le contó:

—En mi sueño estaba yo parado al lado del río Nilo. 18 De repente, del río salieron siete vacas gordas y hermosas que se pararon a pastar. 19 Después salieron del río otras vacas que se veían muy mal, feas y flacas. Nunca he visto vacas tan feas en todo Egipto. 20 Luego las vacas flacas y feas se comieron a las primeras siete vacas, las gordas. 21 Pero no se les notaba que se habían comido a las otras vacas ya que seguían estando igual de flacas y feas. En ese momento me desperté.

22 »Después vi en mi sueño que había siete espigas de trigo, llenas y hermosas, que crecían en un mismo tallo. 23 Después crecieron siete espigas secas y quemadas por los vientos del este. 24 Luego las espigas secas se tragaron a las espigas llenas y hermosas. Les conté esto a mis magos y nadie me pudo decir su significado.

25 Entonces José le dijo al rey:

—Estos dos sueños son sobre lo mismo. Dios está tratando de decirle lo que él va a hacer pronto. 26 Las siete vacas hermosas y las siete espigas hermosas son siete años. Es el mismo sueño. 27 Las siete vacas flacas y feas que salieron después son siete años, igual que las siete espigas quemadas y secas. Esos son siete años de escasez. 28 Dios le está mostrando lo que él va a hacer pronto. 29 Durante siete años habrá abundancia de comida en toda la tierra de Egipto. 30 Después de esos siete años vendrán otros siete años de escasez. La gente de Egipto se olvidará de toda la gran cantidad de comida que había antes. La escasez destruirá al país. 31 La abundancia quedará en el olvido porque la escasez que vendrá después va a ser muy fuerte.

32 »Y el significado de haber tenido dos sueños repetidos es este: Dios ya decidió que va a hacer esto y todo va a comenzar a suceder muy pronto. 33 Entonces el faraón debe buscar un hombre sabio e inteligente para ponerlo a cargo de Egipto. 34 Después el faraón debe asignar gente que recoja una quinta parte de lo que produzca Egipto en los siete años de abundancia. 35 Deben recolectar toda la comida de estos años buenos que vienen, almacenar el grano bajo el control del faraón en ciudades determinadas y cuidarlo. 36 Esta comida va a ser una reserva para el país para los siete años de escasez que caerán sobre Egipto. De esta manera no se destruirá el país.

37 El faraón y todos sus ministros aprobaron la propuesta. 38 Luego el faraón les dijo a sus ministros:

—¿Podríamos encontrar a otro hombre como este, que tenga el espíritu de Dios en él?

39 Entonces el faraón le dijo a José:

—Como Dios te ha mostrado todo esto a ti, no existe nadie más sabio e inteligente que tú. 40 Tú estarás a cargo de mi palacio y toda mi gente obedecerá tus órdenes. El faraón será el único con más poder que tú.

41 Después el faraón le dijo a José:

—Mira, te he puesto a cargo de toda la tierra de Egipto.

42 Luego el faraón se quitó el anillo real de su mano y se lo colocó en la mano a José. Lo vistió con ropa muy fina y le colgó una cadena de oro en el cuello. 43 Lo hizo montar en la segunda carroza real y la gente gritaba frente a él: «¡Abran paso!»

Entonces así, el rey lo puso a cargo de toda la tierra de Egipto. 44 El faraón le dijo a José:

—Yo soy el faraón, pero sin tu autorización nadie levantará una mano ni un pie en toda la tierra de Egipto.

45 Después el faraón le puso el nombre de Zafenat Panea[a] a José. También le dio como esposa a Asenat, la hija de Potifera, sacerdote de la ciudad de On. Entonces José quedó al frente de Egipto. 46 José tenía 30 años cuando empezó a servir al faraón, el rey de Egipto. Se fue de la presencia del faraón y viajó por toda la tierra de Egipto. 47 Durante los siete años de abundancia, la tierra produjo bastante. 48 Él juntó todo el alimento de los siete años en que hubo abundancia en la tierra de Egipto, y lo almacenó en las ciudades. En cada ciudad almacenó el alimento de los campos que la rodeaban. 49 Entonces José almacenó mucho trigo, tanto como la arena del mar. Había tanto que dejó de medirlo, porque no se podía medir.

50 Antes de los años de escasez, José tuvo dos hijos con Asenat, hija de Potifera el sacerdote de la ciudad de On. 51 José llamó a su primer hijo Manasés[b] porque dijo: «Dios me hizo olvidar todos mis sufrimientos y a la familia de mi papá». 52 A su segundo hijo lo llamó Efraín[c] pues dijo: «Dios me ha dado hijos en la tierra en que he sufrido».

53 Los siete años de abundancia en la tierra de Egipto terminaron. 54 Y los siete años de escasez comenzaron a llegar tal como José lo había dicho. En todos los países había escasez, pero en toda la tierra de Egipto había pan. 55 Cuando la comida empezó a escasear en toda la tierra de Egipto, la gente comenzó a implorar pan al faraón. El faraón les dijo: «Vayan a ver a José, hagan lo que él les diga».

56 Cuando la escasez se esparció por todo el país, José abrió sus bodegas y comenzó a venderles trigo a los egipcios. La escasez era muy grande en todo Egipto. 57 Gente de todo el mundo fue a Egipto a comprarle trigo a José, ya que era muy grande la escasez en todo el mundo.

Los hermanos de José van a Egipto

42 Cuando Jacob se enteró de que había trigo en Egipto, les dijo a sus hijos: «¿Qué hacen mirándose los unos a los otros sin hacer nada? 2 Miren, me enteré de que hay trigo en Egipto. Vayan allá y compren trigo para nosotros. De esa manera podremos sobrevivir y no nos dejaremos morir». 3 Entonces diez de los hermanos de José se fueron a Egipto a comprar trigo. 4 Pero Jacob no mandó con sus otros hermanos a Benjamín, el hermano de José, porque temía que le pasara algo. 5 Así los hijos de Israel se fueron a comprar trigo, en compañía de muchos otros, porque la escasez había alcanzado la tierra de Canaán.

6 José era el gobernador del país. Él era el que vendía el trigo a toda la gente de la tierra. Los hermanos de José llegaron y se postraron rostro en tierra ante él. 7 Cuando José vio a sus hermanos, los reconoció pero actuó como si no los conociera. Les habló de una manera muy dura y les preguntó:

—¿De dónde vienen?

Ellos respondieron:

—Venimos de la tierra de Canaán, a comprar comida.

8 José reconoció a sus hermanos, pero ellos no lo reconocieron a él. 9 José también se acordó de los sueños que había tenido sobre ellos.

Les dijo:

—Ustedes son espías, han venido a ver cuáles son nuestros puntos débiles.

10 Pero sus hermanos le dijeron:

—No, señor. Nosotros, sus siervos, vinimos a comprar comida. 11 Todos somos hijos de un mismo hombre. Somos personas honestas. Nosotros, sus siervos, no somos espías.

12 Entonces José les dijo:

—¡No! Ustedes han venido a ver cuáles son nuestros puntos débiles.

13 Ellos dijeron:

—¡No! Nosotros, sus siervos, somos doce hermanos, hijos de un hombre en la tierra de Canaán. Nuestro hermano menor está con nuestro papá, y nuestro otro hermano ya murió.

14 Luego José les dijo:

—Es como yo les digo: ¡Ustedes son espías! 15 Pero voy a dejar que me demuestren que están diciendo la verdad. Les juro por la vida del faraón que no se podrán ir de aquí hasta que no venga su hermano menor. 16 Manden a uno de ustedes a buscar a su hermano mientras el resto permanece en prisión. De esta manera pondré a prueba sus palabras para saber si me están diciendo la verdad. Si no, ¡juro por la vida del faraón que ustedes son espías!

17 Entonces los encerró en prisión durante tres días.

Footnotes

  1. 41:45 Zafenat Panea Este nombre egipcio probablemente significa conservador de vida, pero es similar a la palabra hebrea que significa el que explica cosas secretas.

  2. 41:51 Manasés Este nombre es similar a la palabra hebrea que significa olvidar.

  3. 41:52 Efraín Este nombre es similar a la palabra hebrea que significa doblemente fructífero.

Mateo 13:24-46

Palabra de Dios para Todos

Historia del trigo y la mala hierba

24 Entonces Jesús les contó otra historia: «El reino de Dios se puede comparar con un hombre que un día sembró buena semilla en su campo. 25 Pero por la noche, cuando todos estaban durmiendo, vino su enemigo y sembró mala hierba entre el trigo, y luego se fue. 26 Cuando el trigo creció y dio sus granos, también creció la mala hierba. 27 Entonces los siervos del dueño de la cosecha se acercaron a él y le dijeron: “Señor, usted plantó semillas buenas, ¿no es cierto? Entonces, ¿por qué hay hierbas malas?” 28 Él les dijo: “Eso lo hizo un enemigo mío”. Los siervos preguntaron: “¿Quiere que salgamos y quitemos la mala hierba?” 29 El dueño dijo: “No, porque cuando estén arrancando la mala hierba también pueden arrancar el trigo. 30 Dejen que ambos crezcan juntos hasta el día de la cosecha. Cuando llegue ese día, les ordenaré a los que recogen la cosecha que primero recojan la mala hierba y hagan un bulto para quemarlo y que después pongan el trigo en mi granero”».

Historia de la semilla de mostaza

(Mr 4:30-34; Lc 13:18-21)

31 Después, Jesús les contó otra historia: «El reino de Dios se puede comparar con una semilla de mostaza que un hombre sembró en su campo. 32 Esta semilla es la más pequeña de todas, pero cuando crece, se vuelve la planta más grande del campo. Se hace árbol a tal punto que vienen las aves y hacen nidos en sus ramas».

33 Les dijo otra historia: «El reino de Dios se puede comparar con la levadura que una mujer mezcla con mucha harina. Al final toda la masa queda fermentada».

34 Jesús le dijo todo esto a la gente por medio de historias, y si no era por medio de historias no les hablaba. 35 Esto es lo mismo que dijo el profeta:

«Yo hablaré por medio de historias;

    contaré cosas que han estado en secreto desde la creación del mundo».[a]

Jesús explica una historia difícil

36 Luego, Jesús despidió a la gente y entró a la casa. Sus seguidores se acercaron y le pidieron:

—Explícanos la historia de la mala hierba del campo.

37 Jesús les respondió:

—El que planta la semilla buena en el campo es el Hijo del hombre. 38 El campo es el mundo y la semilla buena son todos los hijos del reino de Dios. La mala hierba es la gente que está con el maligno. 39 El enemigo que puso la mala hierba entre el trigo es el diablo. La cosecha es el fin del mundo y los que recogen la cosecha son los ángeles. 40 Lo mismo que le pasa a la mala hierba que se saca y se quema en el fuego, va a suceder al fin del mundo. 41 El Hijo del hombre enviará a sus ángeles y ellos van a juntar a todos los perversos y a los que hacían pecar a los demás y los expulsará de su reino. 42 Los echarán al horno encendido donde gritarán y crujirán los dientes de dolor. 43 Entonces los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre. ¡Oigan bien lo que les digo!

Historias del tesoro y la perla

44 »El reino de Dios se puede comparar con un tesoro escondido en un campo. Un día, un hombre encontró el tesoro y lo escondió allí otra vez. Estaba tan feliz que fue y vendió todo lo que tenía y compró ese terreno.

45 »El reino de Dios también se puede comparar con un vendedor que buscaba perlas finas. 46 Cuando el vendedor encontró una perla muy costosa, fue y vendió todo lo que tenía y la compró.

Footnotes

  1. 13:35 Cita de Sal 78:2.

Salmos 18:1-15

Palabra de Dios para Todos

El Señor es mi fortaleza

(2 S 22:1-51)

Al director. Canción de David, siervo del SEÑOR. David compuso[a] esta canción al SEÑOR cuando el SEÑOR lo salvó de Saúl y de todos sus enemigos.

1 SEÑOR, te amo.

    ¡Tú eres mi fortaleza!

2 El SEÑOR es mi roca, mi fortaleza y mi libertador.

    Dios es mi refugio, él me protege.

Es mi escudo, me salva con su poder;

    él es mi escondite más alto.

3 Alabado sea el SEÑOR;

    cuando le pedí ayuda, me salvó.

4 La muerte me enredó en sus cuerdas

    y me sentí perdido ante la corriente temible.

5 El lugar de los muertos me enredó en sus cuerdas,

    tendía ante mí trampas mortales.

6 En mi angustia clamé al SEÑOR

    y pedí ayuda a mi Dios.

Desde su templo, él escuchó mis lamentos,

    y oyó mis gritos pidiendo auxilio.

7 Entonces la tierra tembló y se tambaleó;

    las bases de las montañas se estremecieron.

La tierra tembló y retumbó

    porque Dios estaba furioso.

8 Salía humo de su nariz[b]

    y llamas de su boca;

    lanzaba carbones encendidos.

9 Dios abrió el cielo

    y bajó sobre una nube negra.

10 Bajó cabalgando sobre los querubines del cielo;

    se deslizaba con el viento.

11 Estaba oculto en nubes densas y oscuras

    que lo cubrían totalmente.

12 Entonces la gloria resplandeciente de Dios brilló en las nubes,

    arrojando granizo y emitiendo fuertes rayos.

13 La voz del SEÑOR retumbó en el cielo,

    el Altísimo se hizo oír y hubo rayos y granizo.

14 Dios lanzó sus flechas[c] y dispersó al enemigo.

    Lanzó muchos rayos y todos salieron espantados.

15 Enviaste, SEÑOR, tu reprensión

    con un soplo de tu nariz,

un viento fuerte que dejó el fondo del mar a la vista.

    Las bases de la tierra quedaron al descubierto.

Footnotes

  1. Salmo 18 compuso o cantó.

  2. 18:8 Salía humo de su nariz o En su furia, salía humo de él.

  3. 18:14 flechas Es decir, rayos.

Proverbios 4:1-6

Palabra de Dios para Todos

La importancia de la sabiduría

4 Hijos míos, escuchen las enseñanzas de su papá;

    presten atención para que adquieran inteligencia,

2 porque lo que yo les enseño es bueno e importante,

    así que nunca olviden mis enseñanzas.

3 Yo también fui joven;

    era el pequeño de papá y el hijo querido de mamá.

4 Mi papá me enseñaba y me decía:

    «Recuerda lo que te digo,

    obedece mis mandamientos y vivirás.

5 Consigue sabiduría y entendimiento;

    no olvides mis palabras

    y sigue siempre mis enseñanzas.

6 No te alejes de la sabiduría,

    pues ella te protegerá;

    ama la sabiduría y ella cuidará de ti».

Palabra de Dios para Todos (PDT)

© 2005, 2008, 2012, 2015 Centro Mundial de Traducción de La Biblia © 2005, 2008, 2012, 2015 Bible League International


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