Friday, January 21, 2022

DAB Español, Sábado 22 de Enero

Día 022, DAB Español, Sábado 22 de Enero


Génesis 44:1-45:28; Mateo 14:14-36; Salmos 18:35-50; Proverbios 4:11-13 (Palabra de Dios para Todos (PDT))









Génesis 44-45

Palabra de Dios para Todos

La copa de José

44 Después José le ordenó al siervo encargado de su casa:

—Llénale los costales a los hombres con toda la comida que puedan cargar. Después dejen el dinero de cada uno en el tope de su costal. 2 Pon mi copa, mi copa de plata, en el tope del costal del menor, al lado de su dinero. El siervo hizo lo que José le había dicho que hiciera.

3 Al amanecer, los hermanos de José se fueron con sus burros. 4 Cuando ya habían salido de la ciudad, pero todavía estaban cerca, José le dijo al siervo encargado de su casa:

—Ve tras ellos. Cuando los alcances, diles: “¿Por qué nos devolvieron con maldad el bien que les hicimos? 5 ¿No es esta la copa de la que bebe mi señor y que usa para adivinar? Han hecho muy mal”.

6 Entonces cuando el siervo los alcanzó, les repitió lo que José le había dicho. 7 Los hermanos le dijeron:

—¿Por qué dice eso mi señor? Nosotros, sus siervos, nunca haríamos algo así. 8 Mire, les devolvimos el dinero que habíamos traído de la tierra de Canaán y que encontramos en el tope de nuestras costales. ¿Entonces, por qué habríamos de robarnos oro o plata de la casa de su amo? 9 Si alguno de nosotros, sus siervos, tiene la copa, morirá, y el resto de nosotros nos convertiremos esclavos de usted, nuestro señor.

10 Entonces el siervo dijo:

—Será tal como ustedes dijeron. Si la copa la tiene alguno de ustedes, se convertirá en mi esclavo, pero el resto de ustedes quedará libre.

11 Rápidamente, todos bajaron su costal al suelo y lo abrieron. 12 El siervo los revisó comenzado con el del hermano mayor y terminando con el del menor. Y encontraron la copa en el costal de Benjamín. 13 Ellos rasgaron su ropa demostrando su tristeza, cada uno volvió a montar las cosas sobre su burro y todos regresaron a la ciudad.

14 Cuando Judá y sus hermanos llegaron a la casa de José, él todavía estaba ahí. Entonces ellos se postraron rostro en tierra ante él. 15 José les dijo:

—¿Por qué hicieron eso? ¿Acaso no saben que un hombre como yo puede adivinar las cosas?

16 Judá dijo:

—Señor, ¡no hay nada que le podamos decir! No tenemos manera de explicar. No hay forma de mostrarle que somos inocentes. Dios nos juzgó culpables por otra cosa que hicimos. Entonces, todos nosotros seremos sus esclavos, incluso el que fue encontrado con la copa.

17 Entonces José dijo:

—¡No haré que todos sean mis esclavos! Sólo el hombre que robó mi copa será mi esclavo, los demás se pueden ir en paz a donde está su papá.

18 Pero Judá se acercó a José y le dijo:

—Señor, le ruego que me deje decirle algo sin que se moleste. Yo sé que usted es como si fuera el faraón. 19 Cuando estuvimos aquí antes, usted nos preguntó: “¿Tienen papá u otro hermano?” 20 Y nosotros respondimos: “Tenemos un papá muy viejo y un hermano menor que nació cuando nuestro papá era ya un anciano. El hermano de nuestro hermano menor ya murió y él es el único hijo de su mamá que queda vivo, por eso nuestro papá lo quiere mucho”. 21 Luego usted nos dijo a nosotros, sus siervos: “Tráiganmelo y déjenme verlo”. 22 Pero nosotros le dijimos: “El muchacho no puede alejarse del lado de su papá porque si lo hace su papá morirá”. 23 Luego usted nos dijo a nosotros, sus siervos: “Si su hermano menor no viene con ustedes, nunca me volverán a ver”. 24 Entonces volvimos a donde vive nuestro papá y le contamos lo que usted nos había dicho.

25 »Después papá nos dijo: “Vuelvan allá y compren más comida para todos”. 26 Pero nosotros le dijimos: “No podemos ir allá. Sólo iremos si nuestro hermano menor va con nosotros. No podemos verle la cara a ese hombre a menos que nuestro hermano vaya con nosotros”. 27 Luego nuestro papá dijo: “Ustedes saben que mi esposa dio a luz a dos de mis hijos. 28 Uno de ellos me dejó y lo despedazó un animal salvaje, nunca más lo volví a ver. 29 Si también se llevan a este hijo y algo le llegara a pasar, este viejo moriría de tristeza”. 30 Por lo tanto, si llego a regresar sin mi hermano a donde está mi papá, y puesto que él es tan importante para mi papá, 31 cuando vea que el muchacho no viene conmigo, morirá. Y nosotros tendremos que enterrar a papá hecho un pobre viejo lleno de tristeza.

32 »Yo le garanticé a papá que le llevaría de regreso al muchacho. Le dije: “Si no te lo traigo de regreso, puedes culparme toda la vida”. 33 Por lo tanto, le ruego que me deje ser su esclavo a cambio del muchacho, y deje que él se vaya con sus otros hermanos. 34 No puedo regresar a donde está mi papá si el muchacho no está conmigo. Me daría miedo ver el sufrimiento que se apoderaría de mi papá.

José se da a conocer a sus hermanos

45 José ya no se podía contener delante de todos los que estaban a su servicio, entonces dijo: «¡Salgan todos de aquí!» Así que ninguno de sus siervos estaba allí cuando les reveló su identidad a sus hermanos. 2 Lloró tan fuerte que todos los egipcios y la casa del faraón lo escucharon. 3 José les dijo a sus hermanos:

—Yo soy José, ¿todavía está vivo mi papá?

Pero sus hermanos no le contestaron porque quedaron aterrados al estar frente a él. 4 Entonces José les dijo a sus hermanos:

—Por favor, acérquense a mí.

Ellos se acercaron y José les dijo:

—Yo soy su hermano José, el que ustedes vendieron como esclavo a Egipto. 5 No se preocupen ni se enojen con ustedes mismos por haberme vendido, pues Dios me mandó antes que ustedes para salvar vidas. 6 Ya llevamos dos años de hambre en la tierra, y todavía quedan otros cinco años sin que se pueda cosechar. 7 Pero Dios me envió antes que ustedes para asegurarse de que algunos de ustedes sobrevivan en la tierra, y permitirles que vivan de una manera extraordinaria.[a] 8 Por lo tanto, no fueron ustedes los que me enviaron aquí, fue Dios. Me convirtió como en un padre para el faraón, señor de toda su casa y gobernador de toda la tierra de Egipto.

9 »Vayan rápido a donde está mi papá y cuéntenle que su hijo José le manda este mensaje: “Dios me hizo gobernador de todo Egipto. Ven sin demora a donde yo estoy. 10 Vas a vivir en la tierra de Gosén, y van a estar junto a mí, tú, tus hijos, tus nietos, tu ganado, tus rebaños y todas tus posesiones. 11 Allá, yo te voy a cuidar para que ni tú, ni tu familia, ni los que estén contigo, pierdan todo lo que tienen, ya que todavía quedan cinco años de escasez”. 12 Ahora ustedes y mi hermano Benjamín saben que sí soy yo el que les está hablando. 13 Entonces cuéntenle a mi papá sobre el honor que recibí aquí en Egipto y de todo lo que han visto aquí. Apúrense y tráiganme a mi papá.

14 Luego José abrazó a su hermano Benjamín y lloró. Benjamín también lloró mientras abrazaba a José. 15 Después José besó a todos sus hermanos y lloró a medida que los abrazaba. Después de esto, sus hermanos comenzaron a hablarle.

16 Al faraón le llegó la noticia de que los hermanos de José habían venido, lo cual les agradó tanto al faraón como a sus ministros. 17 Entonces el faraón le dijo a José:

—Diles a tus hermanos que hagan esto: “Carguen sus burros con comida y vayan a la tierra de Canaán. 18 Después traigan a su papá y a sus familias. Yo les daré las mejores tierras de Egipto, y comerán la mejor comida de la tierra”. 19 Y ordénales esto: “Lleven carretas de Egipto para que traigan a sus mujeres e hijos. También traigan a su papá. 20 No se preocupen si dejan allá sus posesiones. Les daremos lo mejor de Egipto”.

21 Así lo hicieron los hijos de Israel. José les dio carretas tal como lo ordenó el faraón, y también les dio comida para el viaje. 22 A cada uno le dio una muda nueva de ropa, pero a Benjamín le dio 300 monedas de plata y cinco mudas de ropa. 23 A su papá le mandó diez burros cargados con lo mejor que había en Egipto y diez burras cargadas con trigo, pan y comida para el viaje de su papá. 24 José envió a sus hermanos, y ellos se fueron. José les dijo:

—No se vayan peleando por el camino.

25 Se fueron de Egipto y llegaron a donde estaba su papá Jacob, en la tierra de Canaán. 26 Le dijeron: «José está vivo y está gobernando toda la tierra de Egipto». Jacob no supo qué hacer, no les creyó lo que le decían. 27 Ellos le contaron todo lo que José les había dicho. Y él vio todas las carretas que José había mandado para llevarlo de regreso a Egipto. Entonces Jacob se puso contento y emocionado. 28 Luego Israel dijo: «Es suficiente, mi hijo José está vivo, iré a verlo antes de morir».

Footnotes

  1. 45:7 permitirles […] extraordinaria o mantener con vida a muchos sobrevivientes.

Mateo 14:14-36

Palabra de Dios para Todos

14 Cuando Jesús bajó de la barca, vio a una gran multitud, tuvo compasión de ellos y sanó a los que estaban enfermos.

15 Al anochecer, se le acercaron sus seguidores y le dijeron:

—Este es un lugar despoblado y ya es muy tarde. Dile a la gente que se vaya y así puedan irse a las aldeas y comprar comida.

16 Pero Jesús les dijo:

—No hay necesidad de que ellos se vayan. Denles ustedes de comer.

17 Sus seguidores le dijeron:

—Nosotros aquí sólo tenemos cinco panes y dos pescados.

18 Él les dijo:

—Tráiganmelos para acá.

19 Y mandó a la gente que se sentara en el pasto, tomó los cinco panes y los dos pescados, miró al cielo y dio gracias a Dios. Después partió el pan y les dio los pedazos de pan a sus seguidores y ellos se los repartieron a toda la gente. 20 Todos comieron y quedaron satisfechos. Después de esto, los seguidores llenaron doce canastas con lo que sobró. 21 Más o menos 5000 hombres comieron, sin contar a las mujeres ni a los niños.

Jesús camina sobre el agua

(Mr 6:45-52; Jn 6:16-21)

22 Enseguida Jesús ordenó a sus seguidores que subieran a la barca y se fueran primero que él al otro lado del lago. Él se quedó hasta despedirse de la gente. 23 Cuando terminó de despedirse, Jesús subió a un monte a orar. Se hizo de noche y estaba allí solo. 24 La barca ya estaba bien lejos[a] de la orilla, y las olas la golpeaban con dureza, porque soplaba un viento muy fuerte en su contra.

25 A la madrugada, Jesús llegó caminando sobre el agua. 26 Cuando sus seguidores lo vieron caminando sobre el agua, se asustaron mucho y gritaban de miedo:

—¡Es un fantasma!

27 Pero Jesús inmediatamente les dijo:

—¡Tranquilos, soy yo! No tengan miedo.

28 Pedro le contestó:

—Señor, si eres tú, haz que yo vaya hacia ti caminando sobre el agua.

29 Jesús le dijo:

—¡Ven!

Pedro salió de la barca, caminó sobre el agua y fue hacia donde estaba Jesús. 30 Pero vio que el viento era fuerte, tuvo miedo, se empezó a hundir y gritó:

—¡Señor, sálvame!

31 Jesús de inmediato lo tomó de la mano y le dijo:

—Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?

32 Y cuando ellos subieron a la barca, el viento se calmó. 33 Los que estaban en la barca empezaron a adorarlo, y le dijeron:

—¡Tú sí eres verdaderamente el Hijo de Dios!

Jesús sana a mucha gente

(Mr 6:53-56)

34 Cruzaron el lago y finalmente llegaron hasta Genesaret. 35 Cuando la gente de allí reconoció a Jesús, mandaron a decir a toda la región que Jesús había venido. Empezaron a traerle todos los enfermos. 36 Le rogaban que los dejara tocar aunque fuera el borde de su manto. Los que tocaban su manto quedaban sanos.

Footnotes

  1. 14:24 bien lejos Textualmente a varios estadios. Otros manuscritos y Mr 6:47 tienen en medio del lago.

Salmos 18:35-50

Palabra de Dios para Todos

35 Dios mío, me has dado el escudo de tu salvación,

    has sido mi apoyo

    y me has ayudado a prosperar.

36 Dios mío, tú me ayudas a correr más rápido

    y les das fuerza a mis piernas.

37 Así puedo perseguir y atrapar a mis enemigos.

    No descansaré hasta derrotarlos.

38 Los derrotaré de modo que ellos nunca puedan levantarse de nuevo;

    todos ellos estarán bajo mis pies.

39 Dios mío, tú me das fuerzas en la batalla;

    haces que aquellos que me persiguen tengan que rendirse ante mí.

40 Tú me ayudas a derrotar a mis enemigos

    y a derribar a los que me odian.

41 Ellos pidieron ayuda,

    pero nadie fue en su auxilio.

También llamaron al SEÑOR,

    pero él no les respondió.

42 Dispersé a mis enemigos como el viento dispersa el polvo.

    Los lancé lejos como al barro en las calles.

43 Tú me salvaste de conflictos militares,

    me pusiste a cargo de naciones.

Gente que yo no conocí antes,

    ahora me sirve.

44 Esos que no me conocían

    tratarán de halagarme.

45 Tendrán temor de mí;

    saldrán de sus escondites temblando de miedo.

46 ¡El SEÑOR vive!

    Bendita sea mi roca.

    Alabado sea Dios mi Salvador.

47 Dios castiga a mis enemigos

    y los pone bajo mi control.

48 Él me salva de mi enemigo;

    me ayuda a vencer a los que me atacan.

    Me salva del cruel enemigo.

49 Por eso alabo al SEÑOR

    y adoro su nombre en todas partes.

50 Dios le da la victoria a David, su rey elegido.

    A él y a sus descendientes les muestra siempre toda su bondad.

Proverbios 4:11-13

Palabra de Dios para Todos

11 Te conduzco por el camino de la sabiduría,

    te guío por el camino correcto.

12 Sigue ese camino y tus pies no caerán en ninguna trampa;

    aun cuando corras, no caerás.

13 Recuerda siempre estas lecciones y no las olvides nunca,

    porque ellas son tu vida.

Palabra de Dios para Todos (PDT)

© 2005, 2008, 2012, 2015 Centro Mundial de Traducción de La Biblia © 2005, 2008, 2012, 2015 Bible League International


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