Sunday, July 3, 2022

DAB Español, Lunes 04 de Julio

Día 185, DAB Español, Lunes 04 de Julio


2 Reyes  23:31-25:30; Hechos 22:17-23:10; Salmos 2; Proverbios 18:13 (Palabra de Dios para Todos (PDT))









2 Reyes 23:31-25:30

Palabra de Dios para Todos

Joacaz, rey de Judá

(2 Cr 36:1-4)

31 Joacaz tenía 23 años cuando comenzó a reinar, y gobernó durante tres meses en Jerusalén. El nombre de su mamá era Jamutal hija de Jeremías de Libná. 32 Joacaz hizo lo que no le agradaba al SEÑOR, lo mismo que sus antepasados. 33 El faraón Necao encarceló a Joacaz en la prisión en Riblá, en el país de Jamat, para que no pudiera reinar en Jerusalén, e impuso a Judá un tributo de 3300 kilos[a] de plata y 33 kilos de oro.

34 El faraón Necao puso a Eliaquín hijo de Josías, como rey en lugar de su papá. Además le cambió el nombre a Eliaquín por el de Joacim. A Joacaz se lo llevó a Egipto, donde murió. 35 Joacim le dio el tributo de plata y oro al faraón, pero lo hizo imponiendo un impuesto a la gente del país, basándose en los bienes de cada uno. Así pudo entregarle el tributo al faraón Necao.

Joaquim, rey de Judá

(2 Cr 36:5-8)

36 Joacim tenía 25 años cuando comenzó su reinado y gobernó durante once años en Jerusalén. El nombre de su mamá era Zebudá hija de Pedaías, de Rumá. 37 Joacim hizo lo que no le agradaba al SEÑOR, cometió los mismos pecados que sus antepasados.

Invasión de Nabucodonosor

24 Durante el reinado de Joacim, Nabucodonosor, rey de Babilonia, atacó a Judá y la sometió durante tres años, pero luego Joacim se rebeló contra Nabucodonosor. 2 Entonces el SEÑOR mandó grupos de babilonios, arameos, moabitas y amonitas para luchar contra Joacim y destruir Judá. Ocurrió tal como el SEÑOR había dicho por medio de sus siervos los profetas. 3 Todo esto le sucedió a Judá por orden del SEÑOR, porque los quería quitar de su presencia debido a todos los pecados que había cometido Manasés. 4 Él mató a mucha gente inocente y llenó a Jerusalén con su sangre. El SEÑOR no quiso perdonar estos pecados.

5 El resto de los hechos de Joacim está escrito en Las crónicas de los reyes de Judá. 6 Joacim murió y fue sepultado junto con sus antepasados. Su hijo Joaquín reinó en su lugar.

7 El rey de Egipto no salió más de su país porque el rey de Babilonia capturó todo el territorio que antes estaba bajo su dominio, desde el río de Egipto hasta el río Éufrates.

Destierro de Joaquín a Babilonia

(2 Cr 36:9-10)

8 Joaquín tenía 18 años cuando comenzó a reinar, y gobernó por tres meses en Jerusalén. El nombre de su mamá era Nejustá hija de Elnatán, de Jerusalén. 9 Joaquín hizo lo que no le agradaba al SEÑOR, tal como había hecho su papá.

10 Por aquel tiempo, las tropas de Nabucodonosor, rey de Babilonia, llegaron a Jerusalén y la rodearon. 11 Cuando ya la tenían sitiada, el rey Nabucodonosor de Babilonia llegó a la ciudad. 12 Joaquín, rey de Judá, salió para entregarse al rey de Babilonia. La mamá de Joaquín, sus oficiales, los líderes, y los oficiales también lo acompañaban. Entonces el rey de Babilonia capturó a Joaquín en el octavo año del reinado de Nabucodonosor.

13 Nabucodonosor tomó de Jerusalén todos los tesoros del templo del SEÑOR y todos los tesoros del rey. Nabucodonosor, tal como el SEÑOR lo había dicho, hizo pedazos los artículos de oro que Salomón, rey de Israel, había puesto en el templo del SEÑOR.

14 Nabucodonosor capturó a toda la gente de Jerusalén, a los líderes y otra gente importante. En total se llevó 10 000 prisioneros. No dejó a nadie en el país, a excepción de la gente pobre. 15 De Jerusalén, Nabucodonosor se llevó prisioneros a Babilonia a Joaquín, a su mamá, a sus esposas, a sus oficiales y a la gente más importante del país. 16 También se llevó prisioneros a 7000 soldados y a 1000 artesanos y herreros, todos ellos con formación militar. Se los llevó a todos prisioneros a Babilonia.

Sedequías, rey de Judá

(2 Cr 25:11-16; Jer 52:1-3)

17 El rey de Babilonia nombró rey a Matanías, tío de Joaquín, en lugar de Joaquín, y le cambió el nombre por el de Sedequías. 18 Tenía 21 años cuando comenzó a reinar, y gobernó once años en Jerusalén. Su mamá se llamaba Jamutal hija de Jeremías, y era de Libná. 19 Sedequías hizo lo que no le agradaba al SEÑOR y anduvo en los mismos malos pasos que Joacim. 20 Por eso el SEÑOR se enojó con Jerusalén y con Judá, y los echó de su presencia.

Fin del reinado de Sedequías

Sedequías se rebeló contra el rey de Babilonia.

25 Entonces Nabucodonosor, rey de Babilonia, atacó con todo su ejército a Jerusalén el día diez, del décimo mes del noveno año del reino de Sedequías. Nabucodonosor rodeó a Jerusalén con su ejército y construyó un muro de tierra alrededor de la ciudad. 2 La ciudad estuvo sitiada hasta el undécimo año del reino de Sedequías, rey de Judá. 3 La hambruna se hizo cada vez peor dentro de la ciudad y para el noveno día del cuarto mes no había más alimentos para el pueblo.

4 El ejército de Nabucodonosor abrió una brecha en el muro de la ciudad. Aquella misma noche el rey Sedequías y todo su ejército huyeron por una puerta secreta que pasaba por el muro doble de la ciudad, cerca del jardín del rey. Los soldados enemigos tenían rodeada la ciudad, pero Sedequías y sus hombres escaparon por el camino del Arabá. 5 Pero el ejército babilónico persiguió al rey y le dio alcance en la llanura de Jericó. Allí todo el ejército de Sedequías huyó y se dispersó.

6 Los babilonios capturaron al rey y lo llevaron ante el rey de Babilonia en Riblá y se dictó sentencia contra Sedequías. 7 Ante los ojos de Sedequías, el rey de Babilonia mandó degollar a los hijos de Sedequías, luego le sacaron los ojos, lo encadenaron y se lo llevaron prisionero a Babilonia.

Destrucción de Jerusalén

(2 Cr 36:17-21; Jer 39:8-10; 52:12-30)

8 A los siete días del quinto mes del año diecinueve del reinado de Nabucodonosor, rey de Babilonia, Nabuzaradán, comandante de la guardia y alto funcionario del gobierno, logró entrar a Jerusalén, 9 incendió el templo del SEÑOR, el palacio real, las residencias de Jerusalén e incluso las casas más grandes. 10 Entonces todo el ejército de Babilonia, que estaba bajo su mando derribó las murallas de Jerusalén. 11 Nabuzaradán capturó a toda la gente que estaba en la ciudad y la llevó prisionera, incluso a los que se habían pasado al bando del rey de Babilonia. 12 Sin embargo, la parte más pobre de la población Nabuzaradán dejó para que cuidaran las viñas y cosechas.

13 Los soldados babilonios despedazaron todos los objetos de bronce del templo del SEÑOR. Rompieron las columnas de bronce, las plataformas de bronce y el tanque grande de bronce en el templo del SEÑOR, y cargaron con todo el bronce para Babilonia. 14 También se llevaron las ollas, las palas, los apagavelas, las cucharas y todos los utensilios de bronce que se usaban en el servicio del templo. 15 Nabuzaradán tomó las fuentes para portar fuego y los platos hondos, se llevó todo los objetos de oro por el valor del oro y todo lo que era de plata por el valor de la plata. 16 No fue posible calcular el peso de las dos columnas de bronce, del enorme tanque de bronce, y las bases de bronce[b] que hizo el rey Salomón para el templo del SEÑOR. 17 Cada columna medía 8 metros[c] de altura. El capitel de bronce que estaba sobre cada columna medía 2 metros de altura y estaba decorado con una celosía y granadas grabadas en todo su alrededor. Las dos columnas tenían el mismo diseño.

Los desterrados

18 El comandante de la guardia tomó presos a Seraías, el sumo sacerdote, a Sofonías, segundo sacerdote, y a los tres porteros del templo, como prisioneros.

19 De los que quedaban en la ciudad, tomó presos al comandante que estaba a cargo de los soldados, a cinco consejeros del rey, al jefe de reclutamiento del ejército que era el que reunía a la gente y elegía a los que tenían que cumplir el servicio militar y a 60 personas de importancia que todavía quedaban en la ciudad.

20 Nabuzaradán, comandante de la guardia, los apresó y los llevó ante el rey de Babilonia que estaba en Riblá. 21 Este dio la orden de que los ejecutaran allí mismo en Riblá del territorio de Jamat.

Así fue que fue desterrada la nación de Judá.

Guedalías gobernador de Judá

(Jer 40:7-10; 41:1-3, 16-18)

22 Nabucodonosor, rey de Babilonia, nombró gobernador sobre la gente que dejó en Judá a Guedalías, hijo de Ajicán y nieto de Safán. 23 Cuando los oficiales del ejército supieron que Guedalías había sido nombrado gobernador por el rey de Babilonia, fueron a verlo en Mizpa. Ellos eran Ismael hijo de Netanías, Johanán hijo de Carea, Seraías hijo de Tanjumet de Netofa, y Jazanías hijo de Macá. 24 Guedalías les hizo esta promesa a los oficiales y a sus hombres: «No tengan miedo de los oficiales babilonios. Quédense aquí, sirvan al rey de Babilonia y todo les irá bien».

25 En el mes séptimo, Ismael hijo de Netanías y nieto de Elisama, que era de la familia real, fue con diez de sus hombres y atacaron a Guedalías en Mizpa y lo mataron a él, a los babilonios y a los judíos que lo acompañaban. 26 Entonces, temerosos de los babilonios, todo el pueblo, grandes y pequeños, junto con los oficiales del ejército, huyeron a Egipto.

27 Fue el día 27 del mes doce del año 37 del destierro del rey Joaquín de Judá, que llegó al poder en Babilonia el rey Evil Merodac. En el primer año de su reinado, sacó a Joaquín de la cárcel. 28 Le dio buen trato y le favoreció con un puesto más importante que el de los otros reyes que estaban con él en Babilonia. 29 Joaquín dejó de usar uniforme de prisionero y hasta su muerte compartió la mesa del rey. 30 Además, el rey Evil Merodac le dio a Joaquín una pensión diaria por el resto de su vida.

Footnotes

  1. 23:33 3300 kilos Textualmente 100 talentos. Ver tabla de pesas y medidas.

  2. 25:16 bases de bronce Textualmente bases.

  3. 25:17 8 metros Textualmente 18 codos. Ver tabla de pesas y medidas.

Hechos 22:17-23:10

Palabra de Dios para Todos

17 »Más tarde, regresé a Jerusalén. Estaba orando en el área del templo y tuve una visión. 18 Vi al Señor diciéndome: “Apúrate, sal de Jerusalén de inmediato, porque no aceptarán tu testimonio acerca de mí”. 19 Yo dije: “Pero Señor, ellos saben que yo fui a las sinagogas para arrestar y azotar a los que creen en ti. 20 Y cuando mataron a Esteban, tu testigo, yo estaba presente y estuve de acuerdo con que lo mataran. Hasta cuidé las túnicas de los que lo estaban matando”. 21 Pero el Señor me dijo: “Vete ahora, te enviaré muy lejos a donde están los que no son judíos”».

Pablo bajo vigilancia

22 La gente dejó de escuchar cuando Pablo dijo estas últimas palabras. Entonces empezaron a gritar: «¡Acaben con él! ¡Un tipo de esos no debe vivir!» 23 Ellos gritaban y se quitaban sus túnicas, arrojando polvo al aire.[a] 24 Entonces el comandante del ejército les dijo a los soldados que llevaran a Pablo al cuartel. Además les ordenó que lo azotaran porque quería hacer que Pablo le dijera por qué la gente le estaba gritando de esa forma. 25 Pero cuando los soldados lo estaban atando para azotarlo, Pablo le dijo a un capitán:

—¿Tienen ustedes autoridad para azotar a un ciudadano romano[b] que no ha sido declarado culpable?

26 Cuando el capitán oyó esto, fue a ver al comandante y le dijo:

—¿Sabe usted lo que está haciendo? Este hombre es un ciudadano romano.

27 El comandante se acercó a Pablo y le preguntó:

—Dime, ¿eres ciudadano romano?

Pablo respondió:

—Sí.

28 El capitán dijo:

—A mí me costó mucho dinero obtener la ciudadanía romana.

Pero Pablo dijo:

—Yo soy ciudadano romano de nacimiento.

29 Los que se estaban preparando para interrogar a Pablo se alejaron de él de inmediato. Hasta el comandante tuvo miedo porque se dio cuenta de que Pablo era ciudadano romano y él ya lo había atado.

Pablo les habla a los líderes judíos

30 Al día siguiente, el comandante del ejército decidió averiguar con exactitud de qué acusaban los judíos a Pablo. Entonces les ordenó a los jefes de los sacerdotes y a todo el Consejo que se reunieran. El comandante lo soltó y llevó a Pablo a la reunión ante todos ellos.

23 Pablo fijó la mirada en los asistentes a la reunión del Consejo y dijo:

—Hermanos, he vivido toda mi vida ante Dios como ciudadano de bien, con mi conciencia limpia.

2 Entonces Ananías[c], el sumo sacerdote, les ordenó a los que estaban allí cerca de Pablo, que lo golpearan en la boca. 3 Entonces Pablo le dijo a Ananías:

—Dios lo golpeará también a usted, porque usted es como una pared sucia que ha sido blanqueada. Se sienta allí y me juzga según la ley, pero les dice que me golpeen y eso es contra la ley.

4 Los que estaban cerca de Pablo le dijeron:

—Estás insultando al sumo sacerdote de Dios.

5 Pablo dijo:

—Hermanos, yo no sabía que este hombre era el sumo sacerdote. Está escrito: “No hables mal del líder de tu pueblo”.[d]

6 Cuando Pablo se dio cuenta de que algunos hombres que estaban en la reunión eran saduceos y otros eran fariseos, gritó:

—Hermanos, soy un fariseo, hijo de un fariseo. Estoy en juicio porque creo en la resurrección de los muertos.

7 Cuando Pablo dijo esto, hubo una discusión muy fuerte entre los saduceos y los fariseos. El Consejo se dividió. 8 Los saduceos creen que no hay vida después de la muerte, y que no hay ángeles ni espíritus, pero los fariseos sí creen en todo eso. 9 Se produjo una fuerte discusión entre los judíos. Algunos maestros de la ley que eran fariseos se pusieron de pie y dijeron:

—No encontramos nada de malo en este hombre. A lo mejor un ángel o un espíritu le habló.

10 La discusión se convirtió en una pelea. El comandante del ejército tuvo temor de que hicieran pedazos a Pablo. Entonces les ordenó a los soldados que bajaran, que sacaran a Pablo de allí y que se lo llevaran al cuartel.

Footnotes

  1. 22:23 arrojando polvo al aire Esto muestra que los judíos estaban muy enojados con Pablo.

  2. 22:25 ciudadano romano La ley romana decía que a los ciudadanos romanos no se les debía castigar antes de tener un juicio.

  3. 23:2 Ananías No es el mismo hombre mencionado en Hch 22:12.

  4. 23:5 Cita de Éx 22:28.

Salmos 2

Palabra de Dios para Todos

El Señor y su elegido

1 ¿Por qué se rebelan las naciones?

    ¿Por qué los pueblos hacen planes inútiles?

2 Los reyes y gobernantes se han unido

    en contra del SEÑOR y del rey que él eligió.

3 Y dicen: «¡Cortemos las ligaduras que nos imponen

    y liberémonos de sus ataduras!»

4 Pero el que está en el cielo se ríe;

    el Señor se burlará de ellos.

5 Luego, les habla enojado

    y en su furor los aterroriza, diciéndoles:

6 «Yo he consagrado a mi rey en Sion,

    mi monte santo».

7 Y el rey elegido dice:

    Déjenme explicarles el decreto del SEÑOR.

Él me dijo: «Tú eres mi hijo.

    ¡Hoy me he convertido en tu padre![a]

8 Sólo tienes que pedirlo,

    y te daré por herencia las naciones.

    El mundo entero será de tu propiedad.

9 Tú las golpearás con cetro de hierro

    y las harás pedazos como ollas de barro».

10 Así que les digo a ustedes, reyes y líderes de la tierra,

    despierten y escuchen mi consejo.

11 ¡Obedezcan al SEÑOR con temor y respeto!

    Adórenlo con fervor.

12 Demuestren que son leales a su hijo[b] para que no tenga motivos de enojo.

    Si no lo hacen, estarán perdidos.

Cambien pronto de actitud

    y evitarán así su cólera.

Afortunados todos los que buscan protección de Dios.

Footnotes

  1. 2:7 me he convertido en tu padre Textualmente yo te engendré.

  2. 2:12 Demuestren […] su hijo Textualmente Bésenle los pies a su hijo.

Proverbios 18:13

Palabra de Dios para Todos

13 Es una tontería y una vergüenza

    responder antes de escuchar.

Palabra de Dios para Todos (PDT)

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