Saturday, April 1, 2023

DAB Español, Domingo 02 de Abril

Día 092, DAB Español, Domingo 02 de Abril


Deuteronomio 21:1-22:30; Lucas 9:51-10:12; Salmos 74; Proverbios 12:11 (Reina-Valera 1960 (RVR1960))








Deuteronomio 21-22

Reina-Valera 1960

Expiación de un asesinato cuyo autor se desconoce


21 Si en la tierra que Jehová tu Dios te da para que la poseas, fuere hallado alguien muerto, tendido en el campo, y no se supiere quién lo mató, 2 entonces tus ancianos y tus jueces saldrán y medirán la distancia hasta las ciudades que están alrededor del muerto. 3 Y los ancianos de la ciudad más cercana al lugar donde fuere hallado el muerto, tomarán de las vacas una becerra que no haya trabajado, que no haya llevado yugo; 4 y los ancianos de aquella ciudad traerán la becerra a un valle escabroso, que nunca haya sido arado ni sembrado, y quebrarán la cerviz de la becerra allí en el valle. 5 Entonces vendrán los sacerdotes hijos de Leví, porque a ellos escogió Jehová tu Dios para que le sirvan, y para bendecir en el nombre de Jehová; y por la palabra de ellos se decidirá toda disputa y toda ofensa. 6 Y todos los ancianos de la ciudad más cercana al lugar donde fuere hallado el muerto lavarán sus manos sobre la becerra cuya cerviz fue quebrada en el valle; 7 y protestarán y dirán: Nuestras manos no han derramado esta sangre, ni nuestros ojos lo han visto. 8 Perdona a tu pueblo Israel, al cual redimiste, oh Jehová; y no culpes de sangre inocente a tu pueblo Israel. Y la sangre les será perdonada. 9 Y tú quitarás la culpa de la sangre inocente de en medio de ti, cuando hicieres lo que es recto ante los ojos de Jehová.

Diversas leyes


10 Cuando salieres a la guerra contra tus enemigos, y Jehová tu Dios los entregare en tu mano, y tomares de ellos cautivos, 11 y vieres entre los cautivos a alguna mujer hermosa, y la codiciares, y la tomares para ti por mujer, 12 la meterás en tu casa; y ella rapará su cabeza, y cortará sus uñas, 13 y se quitará el vestido de su cautiverio, y se quedará en tu casa; y llorará a su padre y a su madre un mes entero; y después podrás llegarte a ella, y tú serás su marido, y ella será tu mujer. 14 Y si no te agradare, la dejarás en libertad; no la venderás por dinero, ni la tratarás como esclava, por cuanto la humillaste.


15 Si un hombre tuviere dos mujeres, la una amada y la otra aborrecida, y la amada y la aborrecida le hubieren dado hijos, y el hijo primogénito fuere de la aborrecida; 16 en el día que hiciere heredar a sus hijos lo que tuviere, no podrá dar el derecho de primogenitura al hijo de la amada con preferencia al hijo de la aborrecida, que es el primogénito; 17 mas al hijo de la aborrecida reconocerá como primogénito, para darle el doble de lo que correspondiere a cada uno de los demás; porque él es el principio de su vigor, y suyo es el derecho de la primogenitura.


18 Si alguno tuviere un hijo contumaz y rebelde, que no obedeciere a la voz de su padre ni a la voz de su madre, y habiéndole castigado, no les obedeciere; 19 entonces lo tomarán su padre y su madre, y lo sacarán ante los ancianos de su ciudad, y a la puerta del lugar donde viva; 20 y dirán a los ancianos de la ciudad: Este nuestro hijo es contumaz y rebelde, no obedece a nuestra voz; es glotón y borracho. 21 Entonces todos los hombres de su ciudad lo apedrearán, y morirá; así quitarás el mal de en medio de ti, y todo Israel oirá, y temerá.


22 Si alguno hubiere cometido algún crimen digno de muerte, y lo hiciereis morir, y lo colgareis en un madero, 23 no dejaréis que su cuerpo pase la noche sobre el madero; sin falta lo enterrarás el mismo día, porque maldito por Dios es el colgado; y no contaminarás tu tierra que Jehová tu Dios te da por heredad.


22 Si vieres extraviado el buey de tu hermano, o su cordero, no le negarás tu ayuda; lo volverás a tu hermano. 2 Y si tu hermano no fuere tu vecino, o no lo conocieres, lo recogerás en tu casa, y estará contigo hasta que tu hermano lo busque, y se lo devolverás. 3 Así harás con su asno, así harás también con su vestido, y lo mismo harás con toda cosa de tu hermano que se le perdiere y tú la hallares; no podrás negarle tu ayuda. 4 Si vieres el asno de tu hermano, o su buey, caído en el camino, no te apartarás de él; le ayudarás a levantarlo.


5 No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace.


6 Cuando encuentres por el camino algún nido de ave en cualquier árbol, o sobre la tierra, con pollos o huevos, y la madre echada sobre los pollos o sobre los huevos, no tomarás la madre con los hijos. 7 Dejarás ir a la madre, y tomarás los pollos para ti, para que te vaya bien, y prolongues tus días.


8 Cuando edifiques casa nueva, harás pretil a tu terrado, para que no eches culpa de sangre sobre tu casa, si de él cayere alguno.


9 No sembrarás tu viña con semillas diversas, no sea que se pierda todo, tanto la semilla que sembraste como el fruto de la viña. 10 No ararás con buey y con asno juntamente. 11 No vestirás ropa de lana y lino juntamente.


12 Te harás flecos en las cuatro puntas de tu manto con que te cubras.

Leyes sobre la castidad


13 Cuando alguno tomare mujer, y después de haberse llegado a ella la aborreciere, 14 y le atribuyere faltas que den que hablar, y dijere: A esta mujer tomé, y me llegué a ella, y no la hallé virgen; 15 entonces el padre de la joven y su madre tomarán y sacarán las señales de la virginidad de la doncella a los ancianos de la ciudad, en la puerta; 16 y dirá el padre de la joven a los ancianos: Yo di mi hija a este hombre por mujer, y él la aborrece; 17 y he aquí, él le atribuye faltas que dan que hablar, diciendo: No he hallado virgen a tu hija; pero ved aquí las señales de la virginidad de mi hija. Y extenderán la vestidura delante de los ancianos de la ciudad. 18 Entonces los ancianos de la ciudad tomarán al hombre y lo castigarán; 19 y le multarán en cien piezas de plata, las cuales darán al padre de la joven, por cuanto esparció mala fama sobre una virgen de Israel; y la tendrá por mujer, y no podrá despedirla en todos sus días. 20 Mas si resultare ser verdad que no se halló virginidad en la joven, 21 entonces la sacarán a la puerta de la casa de su padre, y la apedrearán los hombres de su ciudad, y morirá, por cuanto hizo vileza en Israel fornicando en casa de su padre; así quitarás el mal de en medio de ti.


22 Si fuere sorprendido alguno acostado con una mujer casada con marido, ambos morirán, el hombre que se acostó con la mujer, y la mujer también; así quitarás el mal de Israel.


23 Si hubiere una muchacha virgen desposada con alguno, y alguno la hallare en la ciudad, y se acostare con ella; 24 entonces los sacaréis a ambos a la puerta de la ciudad, y los apedrearéis, y morirán; la joven porque no dio voces en la ciudad, y el hombre porque humilló a la mujer de su prójimo; así quitarás el mal de en medio de ti.


25 Mas si un hombre hallare en el campo a la joven desposada, y la forzare aquel hombre, acostándose con ella, morirá solamente el hombre que se acostó con ella; 26 mas a la joven no le harás nada; no hay en ella culpa de muerte; pues como cuando alguno se levanta contra su prójimo y le quita la vida, así es en este caso. 27 Porque él la halló en el campo; dio voces la joven desposada, y no hubo quien la librase.


28 Cuando algún hombre hallare a una joven virgen que no fuere desposada, y la tomare y se acostare con ella, y fueren descubiertos; 29 entonces el hombre que se acostó con ella dará al padre de la joven cincuenta piezas de plata, y ella será su mujer, por cuanto la humilló; no la podrá despedir en todos sus días.


30 Ninguno tomará la mujer de su padre, ni profanará el lecho de su padre.

Lucas 9:51-10:12

Reina-Valera 1960

Jesús reprende a Jacobo y a Juan


51 Cuando se cumplió el tiempo en que él había de ser recibido arriba, afirmó su rostro para ir a Jerusalén. 52 Y envió mensajeros delante de él, los cuales fueron y entraron en una aldea de los samaritanos para hacerle preparativos. 53 Mas no le recibieron, porque su aspecto era como de ir a Jerusalén. 54 Viendo esto sus discípulos Jacobo y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, como hizo Elías, y los consuma? 55 Entonces volviéndose él, los reprendió, diciendo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois; 56 porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea.

Los que querían seguir a Jesús

(Mt. 8.18-22)


57 Yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor, te seguiré adondequiera que vayas. 58 Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza. 59 Y dijo a otro: Sígueme. Él le dijo: Señor, déjame que primero vaya y entierre a mi padre. 60 Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios. 61 Entonces también dijo otro: Te seguiré, Señor; pero déjame que me despida primero de los que están en mi casa. 62 Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios.

Misión de los setenta


10 Después de estas cosas, designó el Señor también a otros setenta, a quienes envió de dos en dos delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir. 2 Y les decía: La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies. 3 Id; he aquí yo os envío como corderos en medio de lobos. 4 No llevéis bolsa, ni alforja, ni calzado; y a nadie saludéis por el camino. 5 En cualquier casa donde entréis, primeramente decid: Paz sea a esta casa. 6 Y si hubiere allí algún hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; y si no, se volverá a vosotros. 7 Y posad en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os den; porque el obrero es digno de su salario. No os paséis de casa en casa. 8 En cualquier ciudad donde entréis, y os reciban, comed lo que os pongan delante; 9 y sanad a los enfermos que en ella haya, y decidles: Se ha acercado a vosotros el reino de Dios. 10 Mas en cualquier ciudad donde entréis, y no os reciban, saliendo por sus calles, decid: 11 Aun el polvo de vuestra ciudad, que se ha pegado a nuestros pies, lo sacudimos contra vosotros. Pero esto sabed, que el reino de Dios se ha acercado a vosotros. 12 Y os digo que en aquel día será más tolerable el castigo para Sodoma, que para aquella ciudad.

Salmos 74

Reina-Valera 1960

Apelación a Dios en contra del enemigo

Masquil de Asaf.


74 ¿Por qué, oh Dios, nos has desechado para siempre?


¿Por qué se ha encendido tu furor contra las ovejas de tu prado?


2

Acuérdate de tu congregación, la que adquiriste desde tiempos antiguos,


La que redimiste para hacerla la tribu de tu herencia;


Este monte de Sion, donde has habitado.


3

Dirige tus pasos a los asolamientos eternos,


A todo el mal que el enemigo ha hecho en el santuario.


4

Tus enemigos vociferan en medio de tus asambleas;


Han puesto sus divisas por señales.


5

Se parecen a los que levantan


El hacha en medio de tupido bosque.


6

Y ahora con hachas y martillos


Han quebrado todas sus entalladuras.


7

Han puesto a fuego tu santuario,


Han profanado el tabernáculo de tu nombre, echándolo a tierra.


8

Dijeron en su corazón: Destruyámoslos de una vez;


Han quemado todas las sinagogas de Dios en la tierra.


9

No vemos ya nuestras señales;


No hay más profeta,


Ni entre nosotros hay quien sepa hasta cuándo.


10

¿Hasta cuándo, oh Dios, nos afrentará el angustiador?


¿Ha de blasfemar el enemigo perpetuamente tu nombre?


11

¿Por qué retraes tu mano?


¿Por qué escondes tu diestra en tu seno?


12

Pero Dios es mi rey desde tiempo antiguo;


El que obra salvación en medio de la tierra.


13

Dividiste el mar con tu poder;


Quebrantaste cabezas de monstruos en las aguas.


14

Magullaste las cabezas del leviatán,


Y lo diste por comida a los moradores del desierto.


15

Abriste la fuente y el río;


Secaste ríos impetuosos.


16

Tuyo es el día, tuya también es la noche;


Tú estableciste la luna y el sol.


17

Tú fijaste todos los términos de la tierra;


El verano y el invierno tú los formaste.


18

Acuérdate de esto: que el enemigo ha afrentado a Jehová,


Y pueblo insensato ha blasfemado tu nombre.


19

No entregues a las fieras el alma de tu tórtola,


Y no olvides para siempre la congregación de tus afligidos.


20

Mira al pacto,


Porque los lugares tenebrosos de la tierra están llenos de habitaciones de violencia.


21

No vuelva avergonzado el abatido;


El afligido y el menesteroso alabarán tu nombre.


22

Levántate, oh Dios, aboga tu causa;


Acuérdate de cómo el insensato te injuria cada día.


23

No olvides las voces de tus enemigos;


El alboroto de los que se levantan contra ti sube continuamente.

Proverbios 12:11

Reina-Valera 1960


11

El que labra su tierra se saciará de pan;


Mas el que sigue a los vagabundos es falto de entendimiento.

Reina-Valera 1960 (RVR1960)


Reina-Valera 1960 ® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988. Utilizado con permiso. Si desea más información visite americanbible.org, unitedbiblesocieties.org, vivelabiblia.com, unitedbiblesocieties.org/es/casa/, www.rvr60.bible

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