Monday, April 24, 2023

DAB Español, Martes 25 de Abril

Día 115, DAB Español, Martes 25 de Abril


Jueces 4:1-5:31; Lucas 22:35-54; Salmos 94; Proverbios 14:3-4 (Palabra de Dios para Todos (PDT))








Jueces 4-5

Palabra de Dios para Todos

La jefe Débora


4 Después de la muerte de Aod, los israelitas volvieron a hacer lo que no le agradaba al SEÑOR. 2 Así que el SEÑOR dejó que Jabín, un rey de Canaán, derrotara a Israel. Jabín gobernaba en una ciudad llamada Jazor. Sísara, comandante del ejército del rey, vivía en un pueblo llamado Jaroset Goyim. 3 Sísara tenía 900 carros de hierro y había sido muy cruel con los israelitas durante 20 años. Así que los israelitas pidieron ayuda al SEÑOR.


4 Débora era la líder de Israel. Era profetisa y esposa de Lapidot. 5 Débora acostumbraba sentarse bajo una palmera, conocida como la palmera de Débora, y los israelitas acudían a ella para que les resolviera sus problemas. La palmera de Débora queda entre Ramá y Betel, en la región montañosa de Efraín. 6 Débora mandó llamar a un hombre llamado Barac hijo de Abinoán, que vivía en la ciudad de Cedes, territorio de Neftalí. Débora le dijo a Barac:


—El SEÑOR Dios de Israel te ordena lo siguiente: “Reúne a 10 000 hombres de las tribus de Neftalí y Zabulón, y dirígelos al monte Tabor. 7 Yo haré que Sísara, el comandante del ejército de Jabín, llegue hasta ustedes. Haré que Sísara vaya con su ejército y sus carros hasta el río de Quisón[a] y te ayudaré a derrotarlo”.


8 Barac le dijo a Débora:


—Si tú vas conmigo, iré; pero si tú no vas, yo tampoco iré.


9 —Claro que iré contigo—respondió Débora—, pero en esta campaña, no tendrás el honor de derrotar a Sísara. El SEÑOR hará que una mujer derrote a Sísara.


Así que Débora se fue con Barac para la ciudad de Cedes. 10 Ya estando en Cedes, Barac reunió a las tribus de Zabulón y Neftalí. En total se reunieron 10 000 hombres que lo acompañaron y Débora también iba con ellos.


11 Héber el quenita se había apartado de los otros quenitas, que eran como él descendientes de Hobab, el suegro[b] de Moisés, y había armado su campamento en Zanayin, cerca de Cedes.


12 Ellos le informaron a Sísara que Barac hijo de Abinoán había subido al monte Tabor con su ejército. 13 Así que Sísara mandó reunir sus 900 carros de hierro y a todo su ejército. Todos marcharon desde Jaroset Goyim hasta el río Quisón.


14 Luego Débora le dijo a Barac:


—Levántate. Hoy es el día en que el SEÑOR te va a ayudar a derrotar a Sísara. El SEÑOR irá delante de ti.


Entonces Barac bajó del monte Tabor con sus 10 000 hombres 15 y atacaron a Sísara. Durante la batalla, el SEÑOR hizo que Sísara y su ejército se asustaran y no supieran qué hacer. Barac y sus hombres ganaron la batalla y Sísara se bajó de su carro y huyó a pie. 16 Pero los hombres de Barac siguieron peleando contra el ejército de Sísara y persiguieron a Sísara, a su ejército y a sus carros hasta Jaroset Goyim. Los hombres de Barac mataron a filo de espada a todo el ejército de Sísara. No dejaron ni a un hombre con vida.


17 Pero Sísara escapó a pie y fue al lugar donde vivía una mujer llamada Jael, esposa de Héber, que pertenecía al grupo de los quenitas. La familia de Héber estaba en paz con Jabín, rey de Jazor. 18 Jael salió a recibirlo y le dijo:


—Señor, entre a mi tienda y no tenga miedo.


Entonces Sísara entró, y Jael lo cubrió con un tapete.


19 Sísara le dijo a Jael:


—Tengo sed, por favor dame agua para beber.


Jael le dio un poco de leche que tenía en una jarra de cuero y luego lo cubrió. 20 Sísara le dijo a Jael:


—Ahora ve a la entrada y quédate allí. Si viene alguien y te pregunta: “¿Hay alguien adentro?”, contesta que no.


21 Sísara estaba tan cansado que se quedó dormido. Mientras tanto, Jael fue a conseguir una estaca y un martillo, entró sin hacer ruido y clavó la estaca en la sien de Sísara. La estaca le atravesó la cabeza y se enterró en la tierra. Así fue como murió Sísara.


22 Al poco tiempo llegó Barac buscando a Sísara. Jael salió a recibirlo y le dijo:


—Entra y te mostraré al hombre que estás buscando.


Entonces Barac entró y vio a Sísara muerto en el suelo, con la estaca atravesada en la sien.


23 Ese día Dios derrotó a Jabín, rey de Canaán e hizo ganar al pueblo de Israel. 24 Desde ese momento, el pueblo de Israel trató a Jabín con más y más dureza hasta que lo destruyó.

Canción de Débora


5 [c] Esta es la canción que Débora y Barac hijo se Abinoán cantaron ese día:


2

«Alabado sea el SEÑOR

    porque los jefes de Israel declararon la guerra[d]

    y el pueblo estaba dispuesto a pelear.


3

»Que escuchen todos los reyes,

    que pongan atención todos los gobernantes.

Yo mismo cantaré al SEÑOR,

    voy a componer música para el SEÑOR, el Dios de Israel.


4

»SEÑOR, en el pasado viniste desde los montes de Seír[e],

    marchaste desde la tierra de Edom.

Cuando marchaste la tierra tembló,

    el cielo se alborotó y las nubes derramaron toda su lluvia.

5

Los montes temblaron ante el SEÑOR,

    el Dios del monte Sinaí;

    ante el SEÑOR, el Dios de Israel.


6

»En los tiempos de Samgar hijo de Anat[f],

    y en los tiempos de Jael,

los caminos principales no se usaban.

    Caravanas y viajeros tenían que dar la vuelta por caminos escondidos.

7

No había soldados hasta que tú llegaste, Débora.

    Hasta que llegaste como una madre para Israel.[g]

8

Dios nombró nuevos líderes

    para pelear en las entradas de los pueblos.[h]

De los 40 000 soldados de Israel,

    ninguno pudo encontrar ni un escudo ni una espada.

9

Mi corazón está con los jefes de Israel

    y con la gente que quiso ir a la guerra.

¡Alabado sea el SEÑOR!


10

»Pongan atención todos los que andan en burros blancos,

    los que andan en tapetes[i],

    los que andan a pie por los caminos.

11

Se hacen comentarios en los aljibes;

    se escucha música de timbales.

La gente canta las victorias del SEÑOR.

    Las que los pobres ganaron por Israel.

El pueblo del SEÑOR se hizo presente

    en las entradas de las ciudades.


12

»¡Despierta, Débora, despierta!

    ¡Despierta, despierta y canta la canción!

¡Levántate, Barac hijo de Abinoán!

    Anda y conquista a tus enemigos, hijo de Abinoán.


13

»Entonces los israelitas bajaron

    a luchar contra los poderosos.

La gente del SEÑOR bajó por mí

    a luchar contra los guerreros.

14

Los hombres de Efraín vinieron

    desde las montañas de Amalec[j].

    Ellos venían siguiendo a Benjamín y a su grupo.

Vinieron también comandantes de la familia de Maquir[k].

    Los líderes de la tribu de Zabulón vinieron con sus bastones de bronce.

15

Los líderes de Isacar apoyaban a Débora;

    la tribu de Isacar era fiel a Barac.

    Todos marcharon a pie por el valle.

¡Sí! En las tropas de Rubén

    hay muchos hombres valientes.

16

Entonces, ¿por qué se quedaron sentados en las trincheras,

    oyendo a los pastores llamar a sus ovejas?

Los hombres valientes de Rubén pensaban mucho en la guerra,

    pero se quedaron en casa escuchando música.

17

La gente de Galaad se quedó en sus campos,

    al otro lado del río Jordán.

Y ustedes, la gente de Dan,

    ¿por qué se quedaron en sus barcos?

La gente de Aser se quedó en la costa

    acampando en los puertos.

18

En cambio, los hombres de Zabulón y Neftalí

    arriesgaron su vida combatiendo en esas montañas.


19

»Los reyes de Canaán vinieron a pelear

    pero no se llevaron ningún tesoro a casa.

Ellos combatieron en la ciudad de Tanac,

    cerca del río Meguido.

20

Las estrellas combatieron desde el cielo,

    desde sus recorridos a lo largo del cielo,

    combatieron contra Sísara.

21

El río Quisón, ese río antiguo,

    acabó con el ejército de Sísara.

    ¡Alma mía, marcha con resistencia![l]

22

Sus caballos se hundieron

    y los caballos bravos de Sísara no podían salir del barro.

23

El ángel del SEÑOR dijo: “¡Que caiga una fuerte maldición

    sobre Meroz y sobre sus habitantes

por no venir a ayudar al SEÑOR,

    a ayudar al SEÑOR con los soldados!”


24

»Que Jael la esposa de Héber, el quenita,

    sea bendita más que todas las mujeres.

25

Sísara pidió agua; Jael le trajo leche.

    Le dio leche en un tazón digno de reyes.

26

Con la mano izquierda Jael trajo la estaca

    y con la derecha el martillo.

Golpeó a Sísara en la cabeza

    y con la estaca le atravesó las sienes.

27

Sísara se derrumbó a los pies de Jael,

    y cayó.

Allí donde cayó, a los pies de Jael,

    allí quedó muerto.


28

»La mamá de Sísara mira por la ventana,

    mira llorando a través de la cortina.

“¿Por qué demora tanto el carro de Sísara?

    ¿Por qué no escucho sus carros?”


29

»Sus siervas más sabias le respondieron

    y también ella piensa:

30

“Seguro ganaron la guerra

    y están tomando el botín.

¡Deben estar repartiendo lo que ganaron!

    Cada soldado estará tomando una o dos muchachas.

Tal vez Sísara encontró una tela de colores, o tal vez dos.

    Telas bordadas para el cuello del vencedor”.


31

»¡Que todos sus enemigos mueran así, SEÑOR!

    ¡Y que toda la gente que te ama sea tan fuerte como el sol del amanecer!»


Y hubo paz en esa tierra durante 40 años.

Footnotes


4:7 río de Quisón Un río que quedaba 16 kilómetros de Tabor.

4:11 suegro o posiblemente, yerno.

5:1 Este es un canto muy antiguo y algunas líneas no se entienden bien en su idioma original.

5:2 jefes […] guerra Textualmente los hombres de Israel se dejaron crecer el cabello. Generalmente los soldados dedicaban su cabello como una ofrenda especial a Dios.

5:4 Seír Otro nombre para la tierra de Edom.

5:6 Samgar hijo de Anat Samgar fue probablemente un mercenario extranjero que ayudó a los israelitas. Ver Jue 3:31.

5:7 hasta que tú llegaste […] para Israel o hasta que llegué yo, Débora. Hasta que llegué yo, madre de Israel; o hasta que yo te nombré a ti, Débora, como madre de Israel.

5:8 Dios nombró […] los pueblos o Decidieron seguir a nuevos dioses. El hebreo es oscuro.

5:10 tapetes o silla de juicio. El hebreo es oscuro.

5:14 Amalec Área habitada por la familia de Efraín. Ver Jue 12:15.

5:14 Maquir Esta familia hacía parte de la tribu de Manasés que habitaba en el territorio ubicado al oriente del río Jordán.

5:21 ¡Alma mía, marcha con resistencia! Podría traducirse con algunos cambios: Sus caballos poderosos marcharon hacia adelante.


Lucas 22:35-54

Palabra de Dios para Todos

Estén listos


35 Entonces Jesús les dijo a los seguidores:


—Cuando los envié sin dinero ni provisiones ni sandalias, ¿les hizo falta algo?


Ellos dijeron:


—No, nada.


36 Jesús les dijo:


—Pero ahora, si tienen provisiones o dinero, llévenlos con ustedes. Si no tienen espada, vendan su manto y compren una. 37 Pues les digo que esta Escritura debe cumplirse en mí: “La gente lo consideraba un criminal”.[a] Esta Escritura debe cumplirse en mí. Fue escrita sobre mí y está sucediendo ahora.


38 Los seguidores dijeron:


—Mira Señor, aquí hay dos espadas.


Jesús les dijo:


—¡Basta ya!

Jesús ora solo

(Mt 26:36-46; Mr 14:32-42)


39 Como de costumbre, Jesús salió de la ciudad al monte de los Olivos, y sus seguidores fueron con él. 40 Al llegar ahí, les dijo:


—Oren para que no caigan en tentación.


41 Entonces Jesús se alejó un poco de ellos, se arrodilló y oró: 42 «Padre, líbrame de esta copa, pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya». 43 Entonces apareció un ángel del cielo que fue enviado para darle fuerzas. 44 Él estaba sufriendo mucho y oraba con fervor. El sudor era como gotas de sangre que caían al suelo.[b] 45 Cuando Jesús terminó de orar, fue a donde estaban sus seguidores. Se quedaron dormidos vencidos de tristeza. 46 Jesús les dijo:


—¿Por qué están durmiendo? ¡Levántense y oren para que no caigan en tentación!

Arresto de Jesús

(Mt 26:47-56; Mr 14:43-50; Jn 18:3-11)


47 Mientras Jesús estaba hablando, llegó allí mucha gente. Los guiaba uno de los doce apóstoles, llamado Judas. Él se acercó a Jesús para saludarlo con un beso.


48 Pero Jesús le dijo:


—Judas, ¿Con un beso traicionas al Hijo del hombre?


49 Cuando los seguidores vieron lo que estaba pasando, le dijeron a Jesús:


—Señor, ¿atacamos con espada?


50 Uno de ellos le pegó al siervo del sumo sacerdote y le cortó la oreja derecha. 51 Pero Jesús dijo:


—¡Déjenlos!


Entonces Jesús le tocó la oreja al siervo y lo sanó. 52 Luego, Jesús les dijo a los jefes de los sacerdotes, a los jefes de la guardia del templo y a los ancianos líderes, que habían venido a arrestarlo:


—¿Es que yo soy un bandido para que ustedes vengan con espadas y garrotes? 53 Yo he estado con ustedes todos los días en el área del templo y no me arrestaron. Pero esta es su hora, la hora en que reina la oscuridad.

La negación de Pedro

(Mt 26:57-58, 69-75; Mr 14:53-54, 66-72; Jn 18:12-18, 25-27)


54 Arrestaron a Jesús y lo llevaron a casa del sumo sacerdote. Pedro los siguió a cierta distancia.

Footnotes


22:37 Cita de Is 53:12.

22:44 Algunos manuscritos más antiguos no tienen los versículos 43 y 44.


Salmos 94

Palabra de Dios para Todos

El Señor juzga al mundo


1

SEÑOR, tú eres el Dios que ejecutas la venganza.

    Brilla, ¡Dios de venganza!

2

¡Levántate Juez de la tierra,

    y dale su merecido a los orgullosos!

3

¿Hasta cuándo, SEÑOR,

    seguirán tan tranquilos los perversos?


4

¿Hasta cuándo seguirán todos esos criminales

    festejando y celebrando el mal que hacen?

5

SEÑOR, ellos le hacen daño a tu pueblo;

    hacen sufrir a tu gente.

6

Matan a las viudas y a los inmigrantes;

    asesinan a los huérfanos.

7

Dicen que el SEÑOR no se da cuenta del mal que hacen,

    que el Dios de Jacob no se entera de lo que sucede.


8

¡Entiendan, insensatos!

    ¿Cuándo aprenderán su lección, tontos?

9

El que hizo los oídos,

    ¿no oirá los planes de ustedes?

El que hizo los ojos,

    ¿no verá lo que ustedes hacen?

10

Así y todo, ¿los perversos todavía creen

    que no serán castigados?

11

El SEÑOR sabe lo que la gente piensa,

    sabe que los seres humanos son como un soplo del viento.


12

Afortunado el que tú corriges, SEÑOR;

    aquel a quien le enseñas la manera correcta de vivir,

13

para que permanezca tranquilo cuando lleguen los días malos,

    mientras que al perverso se le cava una tumba.

14

El SEÑOR no abandonará a su pueblo;

    no dejará abandonada su posesión.

15

Los juicios volverán a basarse en la justicia,

    y la gente honesta los apoyará.


16

¿Quién me ayudó a luchar contra los perversos?

    ¿Quién estuvo a mi lado para luchar contra los que hacen el mal?

17

Si el SEÑOR no me hubiera ayudado,

    habría sido destruido.

18

Aunque yo dije: «Resbalan mis pies»,

    tu fiel amor, SEÑOR, vino a ayudarme.

19

Yo estaba muy preocupado e intranquilo,

    pero tú me consolaste y me llenaste de alegría.


20

Dios mío, tú no eres cómplice de jueces corruptos,

    que usan la ley para hacerles daño a los demás,

21

que se unen para quitarle la vida al justo

    y condenan a muerte al inocente.

22

Pero el SEÑOR es mi fortaleza,

    mi Dios y la roca que me protege.

23

Él los castigará por todo el mal que han hecho,

    los destruirá por su maldad;

    el SEÑOR nuestro Dios acabará con ellos.

Proverbios 14:3-4

Palabra de Dios para Todos


3

De la boca del tonto brota soberbia,

    pero al sabio lo protegen sus labios.

4

Si no hay bueyes, el establo está vacío;

    con la fuerza del buey hay muy buena cosecha.

Palabra de Dios para Todos (PDT)


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