Día 147, DAB Español, Domingo 27 de Mayo
2 Samuel 12:1-31; Juan 16:1-33; Salmos 119:65-80; Proverbios 16:4-5 (Nueva Biblia al Día (NBD))
2
Samuel 12 Nueva Biblia al Día (NBD)
Natán reprende a David
12 El Señor envió a Natán para que hablara con David.
Cuando este profeta se presentó ante David, le dijo:
—Dos hombres vivían en un pueblo. El uno era rico, y
el otro pobre. 2 El rico tenía muchísimas ovejas y vacas; 3 en cambio, el pobre
no tenía más que una sola ovejita que él mismo había comprado y criado. La
ovejita creció con él y con sus hijos: comía de su plato, bebía de su vaso y
dormía en su regazo. Era para ese hombre como su propia hija. 4 Pero sucedió
que un viajero llegó de visita a casa del hombre rico, y como éste no quería
matar ninguna de sus propias ovejas o vacas para darle de comer al huésped, le
quitó al hombre pobre su única ovejita.
5 Tan grande fue el enojo de David contra aquel
hombre, que le respondió a Natán:
—¡Tan cierto como que el Señor vive, que quien hizo
esto merece la muerte! 6 ¿Cómo pudo hacer algo tan ruin? ¡Ahora pagará cuatro
veces el valor de la oveja!
7 Entonces Natán le dijo a David:
—¡Tú eres ese hombre! Así dice el Señor, Dios de
Israel: “Yo te ungí como rey sobre Israel, y te libré del poder de Saúl. 8 Te
di el palacio de tu amo, y puse sus mujeres en tus brazos. También te permití
gobernar a Israel y a Judá. Y por si esto hubiera sido poco, te habría dado
mucho más. 9 ¿Por qué, entonces, despreciaste la palabra del Señor haciendo lo
que me desagrada? ¡Asesinaste a Urías el hitita para apoderarte de su esposa!
¡Lo mataste con la espada de los amonitas! 10 Por eso la espada jamás se
apartará de tu familia, pues me despreciaste al tomar la esposa de Urías el hitita
para hacerla tu mujer.”
11 »Pues bien, así dice el Señor: “Yo haré que el
desastre que mereces surja de tu propia familia, y ante tus propios ojos tomaré
a tus mujeres y se las daré a otro, el cual se acostará con ellas en pleno día.
12 Lo que tú hiciste a escondidas, yo lo haré a plena luz, a la vista de todo
Israel.”
13 —¡He pecado contra el Señor! —reconoció David ante
Natán.
—El Señor ha perdonado ya tu pecado, y no morirás
—contestó Natán—. 14 Sin embargo, tu hijo sí morirá, pues con tus acciones has
ofendido al[a] Señor.
15 Dicho esto, Natán volvió a su casa. Y el Señor
hirió al hijo que la esposa de Urías le había dado a David, de modo que el niño
cayó gravemente enfermo. 16 David se puso a rogar a Dios por él; ayunaba y
pasaba las noches tirado en el suelo. 17 Los ancianos de su corte iban a verlo
y le rogaban que se levantara, pero él se resistía, y aun se negaba a comer con
ellos.
18 Siete días después, el niño murió. Los oficiales de
David tenían miedo de darle la noticia, pues decían: «Si cuando el niño estaba
vivo, le hablábamos al rey y no nos hacía caso, ¿qué locura no hará ahora si le
decimos que el niño ha muerto?» 19 Pero David, al ver que sus oficiales estaban
cuchicheando, se dio cuenta de lo que había pasado y les preguntó:
—¿Ha muerto el niño?
—Sí, ya ha muerto —le respondieron.
20 Entonces David se levantó del suelo y en seguida se
bañó y se perfumó; luego se vistió y fue a la casa del Señor para adorar.
Después regresó al palacio, pidió que le sirvieran alimentos, y comió.
21 —¿Qué forma de actuar es ésta? —le preguntaron sus
oficiales—. Cuando el niño estaba vivo, usted ayunaba y lloraba; pero ahora que
se ha muerto, ¡usted se levanta y se pone a comer!
22 David respondió:
—Es verdad que cuando el niño estaba vivo yo ayunaba y
lloraba, pues pensaba: “¿Quién sabe? Tal vez el Señor tenga compasión de mí y
permita que el niño viva.” 23 Pero ahora que ha muerto, ¿qué razón tengo para
ayunar? ¿Acaso puedo devolverle la vida? Yo iré adonde él está, aunque él ya no
volverá a mí.
24 Luego David fue a consolar a su esposa y se unió a
ella. Betsabé le dio un hijo, al que David llamó Salomón. El Señor amó al niño 25
y mandó a decir por medio del profeta Natán que le pusieran por *nombre
Jedidías,[b] por disposición del Señor.
26 Mientras tanto, Joab había atacado la ciudad
amonita de Rabá y capturado la fortaleza[c] real. 27 Entonces envió unos
mensajeros a decirle a David: «Acabo de atacar a Rabá y he capturado los
depósitos[d] de agua. 28 Ahora, pues, le pido a Su Majestad que movilice el
resto de las tropas para sitiar y capturar la ciudad. Si no, lo haré yo mismo y
le pondrán mi nombre.»
29 Por tanto, David, movilizando todas las tropas,
marchó contra Rabá, la atacó y la capturó. 30 Al rey de los amonitas[e] le
quitó la corona de oro que tenía puesta, la cual pesaba treinta y tres kilos[f]
y estaba adornada con piedras preciosas. Luego se la pusieron a David. Además,
David saqueó la ciudad y se llevó un botín inmenso. 31 Expulsó de allí a sus
habitantes y los puso a trabajar con sierras, trillos y hachas, y también los
forzó a trabajar en los hornos de ladrillos. Lo mismo hizo con todos los
pueblos amonitas, después de lo cual regresó a Jerusalén con todas sus tropas.
Footnotes:
2 Samuel 12:14 al. Lit. a los enemigos del.
2 Samuel 12:25 En hebreo, Jedidías significa amado por
el Señor.
2 Samuel 12:26 fortaleza. Lit. ciudad.
2 Samuel 12:27 los depósitos. Lit. la ciudad.
2 Samuel 12:30 al rey de los amonitas. Alt. a Milcón
(es decir, el dios Moloc).
2 Samuel 12:30 treinta y tres kilos. Lit. un *talento.
Nueva Biblia al Día (NBD)
La
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Juan 16 Nueva Biblia al Día (NBD)
16 »Todo esto les he dicho para que no flaquee su fe.
2 Los expulsarán de las sinagogas; y hasta viene el día en que cualquiera que
los mate pensará que le está prestando un servicio a Dios. 3 Actuarán de este
modo porque no nos han conocido ni al Padre ni a mí. 4 Y les digo esto para que
cuando llegue ese día se acuerden de que ya se lo había advertido. Sin embargo,
no les dije esto al principio porque yo estaba con ustedes.
La obra del Espíritu Santo
5 »Ahora vuelvo al que me envió, pero ninguno de
ustedes me pregunta: “¿A dónde vas?” 6 Al contrario, como les he dicho estas
cosas, se han entristecido mucho. 7 Pero les digo la verdad: Les conviene que
me vaya porque, si no lo hago, el *Consolador no vendrá a ustedes; en cambio,
si me voy, se lo enviaré a ustedes. 8 Y cuando él venga, convencerá al mundo de
su error[a] en cuanto al pecado, a la justicia y al juicio; 9 en cuanto al
pecado, porque no creen en mí; 10 en cuanto a la justicia, porque voy al Padre
y ustedes ya no podrán verme; 11 y en cuanto al juicio, porque el príncipe de
este mundo ya ha sido juzgado.
12 »Muchas cosas me quedan aún por decirles, que por
ahora no podrían soportar. 13 Pero cuando venga el Espíritu de la verdad, él
los guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta sino que
dirá sólo lo que oiga y les anunciará las cosas por venir. 14 Él me glorificará
porque tomará de lo mío y se lo dará a conocer a ustedes. 15 Todo cuanto tiene
el Padre es mío. Por eso les dije que el Espíritu tomará de lo mío y se lo dará
a conocer a ustedes.
16 »Dentro de poco ya no me verán; pero un poco
después volverán a verme.
La despedida de Jesús
17 Algunos de sus discípulos comentaban entre sí:
«¿Qué quiere decir con eso de que “dentro de poco ya
no me verán”, y ün poco después volverán a verme”, y “porque voy al Padre”?» 18
E insistían: «¿Qué quiere decir con eso de “dentro de poco”? No sabemos de qué
habla.»
19 Jesús se dio cuenta de que querían hacerle
preguntas acerca de esto, así que les dijo:
—¿Se están preguntando qué quise decir cuando dije:
“Dentro de poco ya no me verán”, y ün poco después volverán a verme”? 20
Ciertamente les aseguro que ustedes llorarán de dolor, mientras que el mundo se
alegrará. Se pondrán tristes, pero su tristeza se convertirá en alegría. 21 La
mujer que está por dar a luz siente dolores porque ha llegado su momento, pero
en cuanto nace la criatura se olvida de su angustia por la alegría de haber
traído al mundo un nuevo ser. 22 Lo mismo les pasa a ustedes: Ahora están
tristes, pero cuando vuelva a verlos se alegrarán, y nadie les va a quitar esa
alegría. 23 En aquel día ya no me preguntarán nada. Ciertamente les aseguro que
mi Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre. 24 Hasta ahora no han
pedido nada en mi nombre. Pidan y recibirán, para que su alegría sea completa.
25 »Les he dicho todo esto por medio de comparaciones,
pero viene la hora en que ya no les hablaré así, sino que les hablaré
claramente acerca de mi Padre. 26 En aquel día pedirán en mi nombre. Y no digo
que voy a rogar por ustedes al Padre, 27 ya que el Padre mismo los ama porque
me han amado y han creído que yo he venido de parte de Dios. 28 Salí del Padre
y vine al mundo; ahora dejo de nuevo el mundo y vuelvo al Padre.
29 —Ahora sí estás hablando directamente, sin vueltas
ni rodeos —le dijeron sus discípulos—. 30 Ya podemos ver que sabes todas las
cosas, y que ni siquiera necesitas que nadie te haga preguntas. Por esto
creemos que saliste de Dios.
31 —¿Hasta ahora me creen?[b] —contestó Jesús—. 32
Miren que la hora viene, y ya está aquí, en que ustedes serán dispersados, y
cada uno se irá a su propia casa y a mí me dejarán solo. Sin embargo, solo no
estoy, porque el Padre está conmigo. 33 Yo les he dicho estas cosas para que en
mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he
vencido al mundo.
Footnotes:
Juan 16:8 convencerá … error. Alt. pondrá en evidencia
la culpa del mundo.
Juan 16:31 ¿Hasta … creen? Alt. ¿Ahora creen?
Nueva Biblia al Día (NBD)
La
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Salmos 119:65-80 Nueva Biblia al Día
(NBD)
Tet
65 Tú, Señor, tratas bien a tu siervo,
conforme a
tu palabra.
66 Impárteme *conocimiento y buen juicio,
pues yo creo
en tus mandamientos.
67 Antes de sufrir anduve descarriado,
pero ahora
obedezco tu palabra.
68 Tú eres bueno, y haces el bien;
enséñame tus
decretos.
69 Aunque los insolentes me difaman,
yo cumplo
tus preceptos con todo el corazón.
70 El corazón de ellos es torpe e insensible,
pero yo me
regocijo en tu ley.
71 Me hizo bien haber sido afligido,
porque así
llegué a conocer tus decretos.
72 Para mí es más valiosa tu *enseñanza
que millares
de monedas de oro y plata.
Yod
73 Con tus manos me creaste, me diste forma.
Dame
entendimiento para aprender tus mandamientos.
74 Los que te honran se regocijan al verme,
porque he
puesto mi esperanza en tu palabra.
75 Señor, yo sé que tus juicios son justos,
y que con
justa razón me afliges.
76 Que sea tu gran amor mi consuelo,
conforme a
la promesa que hiciste a tu siervo.
77 Que venga tu compasión a darme vida,
porque en tu
ley me regocijo.
78 Sean avergonzados los insolentes que sin motivo me
maltratan;
yo, por mi
parte, meditaré en tus preceptos.
79 Que se reconcilien conmigo los que te temen,
los que
conocen tus estatutos.
80 Sea mi corazón íntegro hacia tus decretos,
para que yo
no sea avergonzado.
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Proverbios 16:4-5 Nueva Biblia al Día
(NBD)
4 Toda obra del Señor tiene un propósito;
¡hasta el
malvado fue hecho para el día del desastre!
5 El Señor aborrece a los arrogantes.
Una cosa es
segura: no quedarán impunes.
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