Tuesday, May 22, 2018

DAB Español, Miércoles 23 de Mayo

Día 143, DAB Español, Miércoles 23 de Mayo

2 Samuel 2:12-3:39; Juan 13:1-30; Salmos 119:1-16; Proverbios 15:29-30 (Reina Valera Actualizada (RVA-2015))






2 Samuel 2:12-3:39 Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
El duelo en el estanque de Gabaón
12 Abner hijo de Ner y los siervos de Isboset hijo de Saúl fueron de Majanaim a Gabaón. 13 También salieron Joab, hijo de Sarvia[a], y los servidores de David; y los encontraron junto al estanque de Gabaón. Entonces se sentaron los unos a un lado del estanque, y los otros al otro lado. 14 Luego Abner dijo a Joab:

—¡Levántense los jóvenes y compitan delante de nosotros!

Joab respondió:

—¡Que se levanten!

15 Entonces se levantaron y pasaron en número igual, doce de parte de los hijos[b] de Benjamín y de Isboset hijo de Saúl, y doce de los servidores de David. 16 Cada uno agarró a su adversario por la cabeza y colocó su espada en el costado de su adversario, y cayeron juntos. Por esto se llamó el nombre de aquel lugar Helcat-hazurim[c], el cual está en Gabaón.

17 Aquel día la batalla fue muy dura. Abner y los hombres de Israel fueron derrotados por los servidores de David.

Abner mata a Asael, hermano de Joab
18 Estaban allí los tres hijos de Sarvia: Joab, Abisai y Asael. Asael era ligero de pies como un venado en el campo. 19 Y Asael persiguió a Abner, yendo tras él sin apartarse ni a la derecha ni a la izquierda. 20 Abner se volvió hacia atrás y preguntó:

—¿Eres tú Asael?

Él respondió:

—Sí, yo soy.

21 Entonces Abner le dijo:

—Apártate a la derecha o a la izquierda. Atrapa a alguno de los jóvenes y toma para ti sus despojos.

Pero Asael no quiso dejar de seguirlo. 22 Y Abner volvió a decir a Asael:

—¡Deja de seguirme! ¿Por qué te he de herir, derribándote a tierra? ¿Cómo podría después levantar mi cara ante tu hermano Joab?

23 Como él rehusó apartarse, Abner lo hirió en el vientre con el extremo trasero de la lanza, y la lanza le salió por detrás. Así cayó allí y murió en el mismo sitio.

Joab persigue a Abner
Sucedió que todos los que pasaban por el lugar donde Asael había caído y había muerto, se detenían. 24 Pero Joab y Abisai persiguieron a Abner. El sol se puso cuando llegaron a la colina de Amá, frente a Guíaj, en el camino del desierto de Gabaón. 25 Luego se agruparon los hijos de Benjamín tras Abner formando un solo escuadrón, y se detuvieron en la cumbre de cierta colina. 26 Entonces Abner dio voces a Joab diciendo:

—¿Ha de consumir la espada para siempre? ¿No sabes tú que al final solo habrá amargura? ¿Hasta cuándo esperas para decir al pueblo que se vuelva de perseguir a sus hermanos?

27 Joab respondió:

—¡Vive Dios, que si tú no hubieras hablado, el pueblo habría dejado de perseguir a sus hermanos desde la mañana!

28 Entonces Joab tocó la corneta, y todo el pueblo se detuvo. Y no persiguieron más a Israel, ni continuaron luchando más.

29 Abner y sus hombres caminaron por el Arabá toda aquella noche, cruzaron el Jordán, y atravesando todo el Bitrón llegaron a Majanaim. 30 Joab también volvió de perseguir a Abner y reunió a toda la gente. Y faltaban de los servidores de David diecinueve hombres, además de Asael. 31 Pero los servidores de David hirieron a trescientos sesenta de Benjamín, de los hombres de Abner, los cuales murieron. 32 Luego se llevaron a Asael y lo sepultaron en la tumba de su padre, que está en Belén. Joab y sus hombres caminaron toda aquella noche, y les amaneció en Hebrón.

3 Fue larga la guerra entre la casa de Saúl y la casa de David. Pero David se iba fortaleciendo, y la casa de Saúl se iba debilitando.

Hijos de David nacidos en Hebrón

2 A David le nacieron hijos en Hebrón. Su primogénito fue Amnón, de Ajinoam, de Jezreel. 3 El segundo fue Quileab, de Abigaíl, que fuera mujer de Nabal, de Carmel. El tercero fue Absalón, hijo de Maaca hija de Talmai, rey de Gesur. 4 El cuarto fue Adonías, hijo de Haguit. El quinto fue Sefatías, hijo de Abital. 5 El sexto fue Itream, de Egla, mujer de David. Estos le nacieron a David en Hebrón.

Abner se adhiere a la causa de David
6 Aconteció que mientras había guerra entre la casa de Saúl y la casa de David, Abner se hacía más fuerte en la casa de Saúl.

7 Saúl había tenido una concubina que se llamaba Rizpa hija de Ayías. Entonces Isboset preguntó a Abner:

—¿Por qué te has unido a la concubina de mi padre?

8 Abner se enfureció muchísimo por las palabras de Isboset y le dijo:

—¿Acaso soy yo una cabeza de perro que pertenece a Judá? Hoy estoy mostrando lealtad a la casa de tu padre Saúl, a sus hermanos y a sus amigos, y no te he entregado en mano de David. ¿Y hoy me llamas a cuentas por una falta con esta mujer? 9 Así haga Dios a Abner y aun le añada, si yo no hago con David lo que el SEÑOR le ha jurado: 10 transferir el reino de la casa de Saúl y confirmar el trono de David sobre Israel y sobre Judá, desde Dan hasta Beerseba.

11 Isboset no pudo responder palabra a Abner, porque le tenía miedo. 12 Entonces Abner envió mensajeros a David para decirle de parte suya: “¿De quién es la tierra? ¡Haz alianza conmigo, y he aquí que mi mano estará contigo para hacer volver a ti a todo Israel!”.

13 David respondió: “Bien. Yo haré alianza contigo, pero te pido una cosa: No vengas a verme sin que primero me traigas a Mical hija de Saúl, cuando vengas a verme”.

Mical es restituida a David
14 Entonces David envió mensajeros a Isboset hijo de Saúl, diciendo: “Restitúyeme a mi mujer Mical, a la cual yo desposé conmigo por cien prepucios de filisteos”.

15 Isboset envió a quitársela a su marido, Paltiel hijo de Lais. 16 Su marido fue con ella, siguiéndola y llorando tras ella, hasta Bajurim. Y Abner le dijo:

—¡Anda, vuélvete!

Entonces él se volvió.

Abner inicia la unificación del reino
17 Abner habló con los ancianos de Israel, diciendo:

—Hace tiempo que procuraban que David fuera rey sobre ustedes. 18 Ahora pues, háganlo, porque el SEÑOR ha hablado a David diciendo: “Por mano de mi siervo David libraré a mi pueblo Israel de mano de los filisteos y de mano de todos sus enemigos”.

19 Abner habló también a los de Benjamín, y Abner mismo fue a Hebrón para decir a David todo lo que parecía bien a los de Israel y a toda la casa de Benjamín. 20 Abner fue a David en Hebrón junto con veinte hombres, y David hizo banquete para él y para los hombres que habían venido con él. 21 Entonces Abner dijo a David:

—Yo me levantaré e iré a reunir a todo Israel junto a mi señor el rey, para que hagan una alianza contigo, de modo que tú reines sobre todo lo que deseas.

Luego David despidió a Abner, y él se fue en paz.

Joab asesina a Abner
22 He aquí que los servidores de David llegaron con Joab de una incursión, trayendo consigo mucho botín. Pero Abner ya no estaba en Hebrón con David, pues este lo había despedido, y él se había ido en paz.

23 Cuando llegaron Joab y todo el ejército que estaba con él, le informaron a Joab diciendo:

—Abner hijo de Ner vino al rey. Él lo ha dejado ir, y Abner se ha ido en paz.

24 Entonces Joab fue al rey y le dijo:

—¿Qué has hecho? He aquí que Abner vino a ti; ¿por qué, pues, lo dejaste ir? ¡Ahora se ha ido![d]. 25 Tú conoces a Abner hijo de Ner, que vino para engañarte, para conocer tu entrada y tu salida, y para saber todo lo que haces.

26 Cuando Joab salió de la presencia de David, envió mensajeros tras Abner, los cuales lo hicieron regresar desde el pozo de Sira, sin que David lo supiera. 27 Entonces Abner volvió a Hebrón, y Joab lo apartó a la entrada de la ciudad como para hablar en privado con él. Allí lo hirió en el vientre, a causa de la sangre de Asael su hermano; y así murió. 28 Después de esto, David lo oyó y dijo:

—¡Inocente soy yo, y también mi reino, ante el SEÑOR para siempre, de la sangre de Abner hijo de Ner! 29 ¡Que recaiga su sangre sobre la cabeza de Joab y sobre toda su casa paterna! ¡Nunca falte en la casa de Joab quien padezca flujo, o quien sea leproso, o quien ande con bastón, o quien muera a espada, o quien carezca de pan!

Los funerales de Abner
30 Joab y su hermano Abisai mataron a Abner, porque este había dado muerte a Asael, hermano de ellos, en la batalla de Gabaón. 31 Entonces dijo David a Joab y a todo el pueblo que estaba con él:

—¡Rasguen su ropa! Cíñanse de cilicio y hagan duelo delante de Abner.

El rey David iba detrás del féretro, 32 y sepultaron a Abner en Hebrón. El rey alzó su voz y lloró junto al sepulcro de Abner, y también lloró todo el pueblo. 33 El rey entonó este lamento por Abner, diciendo:

“¿Había de morir Abner

como muere un insensato?

34 Tus manos no estaban atadas;

tus pies no estaban sujetos con grillos. Caíste como los que caen

ante los malvados”.

Todo el pueblo volvió a llorar por él.

35 Entonces todo el pueblo fue para persuadir a David a que tomara alimento, mientras aún era de día. Pero David juró diciendo:

—¡Así me haga Dios y aun me añada, si antes que se ponga el sol yo pruebo pan o cualquier cosa!

36 Todo el pueblo llegó a saber esto y le pareció bien, porque todo lo que el rey hacía parecía bien a todo el pueblo. 37 Aquel día, todo el pueblo y todo Israel entendieron que no había procedido del rey el asesinar a Abner hijo de Ner. 38 Entonces el rey dijo a sus servidores:

—¿No saben que hoy ha caído en Israel un príncipe y un gran hombre? 39 Ahora yo soy débil, aunque soy un rey ungido; y estos hombres, los hijos de Sarvia, son más duros que yo. ¡El SEÑOR retribuya al que hace mal, conforme a su maldad!

Footnotes:
2 Samuel 2:13 Cf. 2 Sam. 17:25; 1 Crón. 2:16.
2 Samuel 2:15 Según Rollos MM y LXX; TM omite los hijos de.
2 Samuel 2:16 Posiblemente significa campo de los adversarios.
2 Samuel 3:24 LXX y Peshita tienen ¿Acaso no 25 conoces tú a Abner…?
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano

Juan 13:1-30 Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Jesús lava los pies a sus discípulos
13 Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora para pasar de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo los amó hasta el fin.

2 Durante la cena, como el diablo ya había puesto en el corazón de Judas hijo de Simón Iscariote que lo entregara, 3 y sabiendo Jesús que el Padre había puesto todas las cosas en sus manos y que él había salido de Dios y a Dios iba, 4 se levantó de la cena; se quitó el manto y, tomando una toalla, se ciñó con ella. 5 Luego echó agua en una vasija y comenzó a lavar los pies de los discípulos y a secarlos con la toalla con que estaba ceñido. 6 Entonces llegó a Simón Pedro y este le dijo:

—Señor, ¿tú me lavas los pies a mí?

7 Respondió Jesús y le dijo:

—Lo que yo hago tú no lo entiendes ahora pero lo comprenderás después.

8 Pedro le dijo:

—¡Jamás me lavarás los pies!

Jesús le respondió:

—Si no te lavo no tienes parte conmigo.

9 Le dijo Simón Pedro:

—Señor, entonces, no solo mis pies sino también las manos y la cabeza.

10 Le dijo Jesús:

—El que se ha lavado no tiene necesidad de lavarse más que los pies pues está todo limpio. Ya ustedes están limpios, aunque no todos.

11 Porque sabía quién lo entregaba por eso dijo: “No todos están limpios”. 12 Así que, después de haberles lavado los pies, tomó su manto, se volvió a sentar a la mesa y les dijo:

—¿Entienden lo que les he hecho? 13 Ustedes me laman Maestro y Señor y dicen bien, porque lo soy. 14 Pues bien, si yo, el Señor y el Maestro, lavé sus pies, también ustedes deben lavarse los pies los unos a los otros. 15 Porque ejemplo les he dado para que, así como yo se los hice, ustedes también lo hagan. 16 De cierto, de cierto les digo que el siervo no es mayor que su señor ni tampoco el apóstol es mayor que el que lo envió. 17 Si saben estas cosas, bienaventurados son si las hacen. 18 No hablo así de todos ustedes. Yo sé a quiénes he elegido; pero para que se cumpla la Escritura: El que come pan conmigo[a] levantó contra mí su talón[b]. 19 Desde ahora les digo, antes de que suceda, para que cuando suceda crean que Yo Soy. 20 De cierto, de cierto les digo que el que recibe al que yo envío a mí me recibe; y el que a mí me recibe, recibe al que me envió.

Jesús anuncia la traición de Judas
21 Después de haber dicho esto, Jesús se conmovió en espíritu y testificó diciendo:

—De cierto, de cierto les digo que uno de ustedes me va a entregar.

22 Entonces los discípulos se miraban unos a otros dudando de quién hablaba. 23 Uno de sus discípulos, a quien Jesús amaba, estaba a la mesa recostado junto a Jesús. 24 A él Simón Pedro le hizo señas para que preguntara quién era aquel de quien hablaba. 25 Entonces él, recostándose sobre el pecho de Jesús, le dijo:

—Señor, ¿quién es?

26 Jesús contestó:

—Es aquel para quien yo mojo el bocado y se lo doy.

Y mojando el bocado, lo tomó y se lo dio a Judas hijo de Simón Iscariote. 27 Después del bocado, Satanás entró en él. Entonces le dijo Jesús:

—Lo que estás haciendo, hazlo pronto.

28 Ninguno de los que estaban a la mesa entendió para qué le dijo esto 29 porque algunos pensaban, puesto que Judas tenía la bolsa, que Jesús le decía: “Compra lo que necesitamos para la fiesta”, o que diera algo a los pobres.

30 Cuando tomó el bocado, él salió en seguida; y ya era de noche.

Footnotes:
Juan 13:18 Algunos mss. antiguos tienen Si me hubieran conocido a mí, también habrían conocido a mi Padre.
Juan 13:18 Algunos mss. antiguos tienen créanme.
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Salmos 119:1-16 Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Elogio de la Palabra de Dios[a]
א Álef
119 Bienaventurados los íntegros

de camino,
los que andan según la ley
del SEÑOR.
2 Bienaventurados los que guardan sus testimonios
y con todo el corazón le buscan.
3 Pues no hacen iniquidad
los que andan en sus caminos.
4 Tú mandaste que tus ordenanzas
fuesen muy guardadas.
5 ¡Ojalá fuesen estables mis caminos
para guardar tus leyes!
6 Entonces yo no sería avergonzado
al observar todos tus mandamientos.
7 Te alabaré con rectitud de corazón cuando aprenda tus justos juicios.
8 Tus leyes guardaré;
no me abandones por completo.

ב Bet
9 ¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra[b]
10 Con todo mi corazón te he buscado;
no dejes que me desvíe de
tus mandamientos.
11 En mi corazón he guardado tus dichos para no pecar contra ti.
12 ¡Bendito seas tú, oh SEÑOR!
Enséñame tus leyes.
13 Con mis labios he contado
todos los juicios de tu boca.
14 Me he gozado en el camino
de tus testimonios
más que sobre toda riqueza.
15 En tus ordenanzas meditaré;
consideraré tus caminos.
16 Me deleitaré en tus estatutos;
no me olvidaré de tus palabras.

Footnotes:
Salmos 119:1 Salmo acróstico, en el cual cada versículo de cada una de las veintidós secciones que componen el salmo empieza con la letra que encabeza la sección, en el orden del alfabeto hebreo.
Salmos 119:9 Según LXX; heb., guardar conforme a tu palabra.
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Proverbios 15:29-30 Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
29 Lejos está el SEÑOR de los impíos, pero escucha la oración de los justos.
30 La luz de los ojos alegra el corazón
y una buena noticia nutre los huesos.

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