Día 125, DAB Español, Sábado 5 de Mayo
Jueces 21:1 - Rut 1:22; Juan 4:5-42; Salmos 105:1-15; Proverbios 14:25 (La Biblia de las Américas (LBLA))
Jueces
21 - Rut 1 La Biblia de las Américas (LBLA)
Mujeres para los de Benjamín
21 Los hombres de Israel habían jurado en Mizpa,
diciendo: Ninguno de nosotros dará su hija por mujer a los de Benjamín. 2
Entonces el pueblo vino a Betel, y permaneció allí delante de Dios hasta la
noche; y alzaron sus voces y lloraron amargamente[a]. 3 Y dijeron: ¿Por qué, oh
Señor, Dios de Israel, ha sucedido esto en Israel, que falte hoy una tribu en
Israel? 4 Y[b] al día siguiente el pueblo se levantó temprano, y edificaron
allí un altar y ofrecieron holocaustos y ofrendas de paz.
5 Después los hijos de Israel dijeron: ¿Quién de entre
todas las tribus de Israel no subió a[c] la asamblea del[d] Señor? Porque
habían hecho[e] gran juramento en cuanto a todo aquel que no subiera al Señor
en Mizpa, diciendo: Ciertamente se le dará muerte. 6 Los hijos de Israel se
entristecieron por su hermano Benjamín, y dijeron: Ha sido cortada hoy una
tribu de Israel. 7 ¿Qué haremos para conseguir mujeres para los que han
quedado, ya que hemos jurado por el Señor no darles ninguna de nuestras hijas
en matrimonio?
8 Y dijeron: ¿Cuál de las tribus de Israel no subió al
Señor en Mizpa? Y he aquí que ninguno de Jabes-galaad había venido al
campamento, a la asamblea. 9 Porque cuando contaron al pueblo, he aquí, ninguno
de los habitantes de Jabes-galaad estaba allí. 10 La congregación envió a doce
mil de los hombres de guerra[f] allá, y les mandaron diciendo: Id y herid a los
habitantes de Jabes-galaad a filo de espada, con las mujeres y los niños. 11 Y
esto es lo que haréis: destruiréis a todo hombre y a toda mujer que se haya
acostado[g] con varón. 12 Y hallaron entre los habitantes de Jabes-galaad a
cuatrocientas doncellas que no se habían acostado[h] con varón; y las llevaron
al campamento en Silo, que está en la tierra de Canaán.
13 Toda la congregación envió palabra, y hablaron a
los hijos de Benjamín que estaban en la peña de Rimón, y les hablaron de paz.
14 Volvieron entonces los de Benjamín, y les dieron las mujeres que habían
guardado vivas de entre las mujeres de Jabes-galaad; mas no había suficientes
para todos[i]. 15 Y el pueblo tuvo tristeza por Benjamín, porque el Señor había
abierto una brecha en las tribus de Israel.
16 Entonces los ancianos de la congregación dijeron:
¿Qué haremos para conseguir mujeres para los que quedan, ya que las mujeres de
Benjamín fueron destruidas? 17 Y dijeron: Debe haber herencia para los de
Benjamín que han escapado, para que no sea exterminada[j] una tribu de Israel.
18 Pero nosotros no le podemos dar mujeres de nuestras hijas. Porque los hijos
de Israel habían jurado diciendo: Maldito el que dé mujer a los de Benjamín.
19 Y dijeron: He aquí, cada año hay una fiesta del
Señor en Silo, que está al norte de Betel, al lado oriental del camino que sube
de Betel a Siquem, y al sur de Lebona. 20 Y mandaron a los hijos de Benjamín,
diciendo: Id, y emboscaos en las viñas, 21 y velad; y he aquí, si las hijas de
Silo salen a tomar parte[k] en las danzas, entonces saldréis de las viñas y
tomaréis cada uno una[l] mujer de las hijas de Silo, y volved[m] a la tierra de
Benjamín. 22 Y sucederá que cuando sus padres o sus hermanos vengan a quejarse
a nosotros, les diremos: Dádnoslas voluntariamente, porque no pudimos tomar en
batalla una[n] mujer para cada hombre de Benjamín, tampoco[o] vosotros se las
disteis, pues entonces seríais culpables. 23 Lo hicieron así los hijos de
Benjamín, y tomaron mujeres conforme a su número de entre las que danzaban, de
las cuales se apoderaron. Y se fueron y volvieron a su heredad, y reedificaron
las ciudades y habitaron en ellas. 24 Los hijos de Israel se fueron entonces de
allí, cada uno a su tribu y a su familia, y todos ellos salieron de allí para
su heredad.
25 En esos días no había rey en Israel; cada uno hacía
lo que le parecía bien ante sus ojos.
Rut y Noemí
1 Aconteció que en los días en que gobernaban[p] los
jueces, hubo hambre en el país. Y un hombre de Belén de Judá fue a residir en
los campos de Moab con[q] su mujer y sus dos hijos. 2 Aquel hombre se llamaba
Elimelec, y su mujer se llamaba Noemí. Los nombres de sus dos hijos eran Mahlón
y Quelión, efrateos de Belén de Judá. Y llegaron a los campos de Moab y allí se
quedaron. 3 Y murió Elimelec, marido de Noemí, y quedó ella con sus dos hijos.
4 Y ellos se casaron con[r] mujeres moabitas; el nombre de una era Orfa y el
nombre de la otra Rut. Y habitaron allí unos diez años. 5 Murieron también los
dos[s], Mahlón y Quelión, y la mujer quedó privada de sus dos hijos y de su
marido.
6 Entonces se levantó con sus nueras para regresar de
la tierra de Moab, porque ella había oído en la tierra de Moab que el Señor
había visitado a su pueblo dándole alimento. 7 Salió, pues, del lugar donde
estaba, y sus dos nueras con ella, y se pusieron en camino para volver a la
tierra de Judá. 8 Y Noemí dijo a sus dos nueras: Id, volveos cada una a la casa
de vuestra madre. Que el Señor tenga misericordia de vosotras como vosotras la
habéis tenido con los muertos y conmigo. 9 Que el Señor os conceda que halléis
descanso, cada una en la casa de su marido. Entonces las besó, y ellas alzaron
sus voces y lloraron, 10 y le dijeron: No, sino que ciertamente volveremos
contigo a tu pueblo. 11 Pero Noemí dijo: Volveos, hijas mías. ¿Por qué queréis
ir conmigo? ¿Acaso tengo aún hijos en mis entrañas para que sean vuestros
maridos? 12 Volveos, hijas mías. Id, porque soy demasiado vieja para tener
marido. Si dijera que tengo esperanza, y si aun tuviera un marido esta noche y
también diera a luz hijos, 13 ¿esperaríais por eso hasta que fueran mayores?
¿Dejaríais vosotras de casaros por eso? No, hijas mías, porque eso es más
difícil[t] para mí que para vosotras, pues la mano del Señor se ha levantado[u]
contra mí. 14 Y ellas alzaron sus voces y lloraron otra vez; y Orfa besó a su
suegra, pero Rut se quedó con ella.
15 Entonces Noemí dijo: Mira, tu cuñada ha regresado a
su pueblo y a sus dioses; vuelve tras tu cuñada. 16 Pero Rut dijo: No insistas
que te deje o que deje de seguirte; porque adonde tú vayas, iré yo, y donde tú
mores, moraré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. 17 Donde tú mueras,
allí moriré, y allí seré sepultada. Así haga el Señor conmigo, y aún peor[v],
si algo, excepto la muerte, nos separa. 18 Al ver Noemí que Rut estaba decidida
a ir con ella, no le insistió más[w].
19 Caminaron, pues, las dos hasta que llegaron a Belén.
Y sucedió que cuando llegaron a Belén, toda la ciudad se conmovió a causa de
ellas, y las mujeres decían: ¿No es ésta Noemí? 20 Y ella les dijo: No me
llaméis Noemí[x], llamadme Mara[y], porque el trato del Todopoderoso[z] me ha
llenado de amargura[aa]. 21 Llena me fui, pero vacía me ha hecho volver el
Señor. ¿Por qué me llamáis Noemí, ya que el Señor ha dado testimonio contra mí
y el Todopoderoso[ab] me ha afligido?
22 Y volvió Noemí, y con ella su nuera Rut la moabita,
regresando así de los campos de Moab. Llegaron a Belén al comienzo de la siega
de la cebada.
Footnotes:
Jueces 21:2 Lit., con gran llanto
Jueces 21:4 Lit., Y fue que
Jueces 21:5 Lit., en
Jueces 21:5 O, ante el
Jueces 21:5 Lit., había un
Jueces 21:10 Lit., valientes guerreros
Jueces 21:11 Lit., que haya conocido el acostarse
Jueces 21:12 Lit., que no habían conocido hombre,
acostándose
Jueces 21:14 Lit., no encontraron así para ellos
Jueces 21:17 O, borrada
Jueces 21:21 Lit., a danzar
Jueces 21:21 Lit., su
Jueces 21:21 Lit., id
Jueces 21:22 Lit., su
Jueces 21:22 Lit., porque vosotros no
Rut 1:1 O, juzgaban
Rut 1:1 Lit., él, y
Rut 1:4 Lit., tomaron para sí
Rut 1:5 Lit., los dos de ellos
Rut 1:13 Lit., amargo
Rut 1:13 Lit., ha salido
Rut 1:17 O, más
Rut 1:18 Lit., cesó de hablar
Rut 1:20 I.e., placentera
Rut 1:20 I.e., amarga
Rut 1:20 Heb., Shaddai
Rut 1:20 Lit., el Todopoderoso me ha causado mucha
amargura
Rut 1:21 Heb., Shaddai
La Biblia de las Américas (LBLA)
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Juan
4:5-42 La Biblia de las Américas (LBLA)
5 Llegó*, pues, a una ciudad de Samaria llamada Sicar,
cerca de la parcela de tierra que Jacob dio a su hijo José; 6 y allí estaba el
pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó[a] junto al pozo.
Era como la hora sexta[b]. 7 Una mujer de Samaria vino* a sacar agua, y Jesús
le dijo*: Dame de beber. 8 Pues sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar
alimentos. 9 Entonces la mujer samaritana le dijo*: ¿Cómo es que tú, siendo
judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana? (Porque los judíos no tienen
tratos con los samaritanos.) 10 Respondió Jesús y le dijo: Si tú conocieras el
don de Dios, y quién es el que te dice: “Dame de beber”, tú le habrías pedido a
El, y El te hubiera dado agua viva. 11 Ella le dijo*: Señor, no tienes con qué
sacarla, y el pozo es hondo; ¿de dónde, pues, tienes esa agua viva? 12 ¿Acaso
eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio el pozo del cual bebió él
mismo, y sus hijos, y sus ganados? 13 Respondió Jesús y le dijo: Todo el que
beba de esta agua volverá a tener sed, 14 pero el que beba del agua que yo le
daré, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le daré se convertirá en él
en una fuente de agua que brota para vida eterna. 15 La mujer le dijo*: Señor,
dame esa agua, para que no tenga sed ni venga hasta aquí a sacarla. 16 El le
dijo*: Ve, llama a tu marido y ven acá. 17 Respondió la mujer y le dijo: No
tengo marido. Jesús le dijo*: Bien has dicho: “No tengo marido”, 18 porque
cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; en eso has
dicho la verdad. 19 La mujer le dijo*: Señor, me parece que tú eres profeta. 20
Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalén está
el lugar donde se debe adorar. 21 Jesús le dijo*: Mujer, créeme; la hora viene
cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. 22 Vosotros adoráis
lo que no conocéis; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación
viene[c] de los judíos. 23 Pero la hora viene, y ahora es, cuando los
verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque
ciertamente a los tales el Padre busca que le adoren. 24 Dios es espíritu[d], y
los que le adoran deben adorarle en espíritu y en verdad. 25 La mujer le dijo*:
Sé que el Mesías viene (el que es llamado Cristo); cuando El venga nos
declarará todo. 26 Jesús le dijo*: Yo soy, el que habla contigo.
27 En esto llegaron sus discípulos y se admiraron de
que hablara con una mujer, pero ninguno le preguntó: ¿Qué tratas de averiguar?
o: ¿Por qué hablas con ella? 28 Entonces la mujer dejó su cántaro, fue a la
ciudad y dijo* a los hombres: 29 Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo lo
que yo he hecho. ¿No será éste el Cristo[e]? 30 Y salieron de la ciudad e iban
a El. 31 Mientras tanto, los discípulos le rogaban, diciendo: Rabí[f], come. 32
Pero El les dijo: Yo tengo para comer una comida que vosotros no sabéis. 33 Los
discípulos entonces se decían entre sí: ¿Le habrá traído alguien de comer? 34
Jesús les dijo*: Mi comida es hacer la voluntad del que me envió y llevar a
cabo su obra. 35 ¿No decís vosotros: “Todavía faltan cuatro meses, y después
viene la siega”? He aquí, yo os digo: Alzad vuestros ojos y ved los campos que
ya están blancos para la siega. 36 Ya el segador recibe salario y recoge fruto
para vida eterna, para que el que siembra se regocije juntamente con el que
siega. 37 Porque en este caso el dicho es verdadero: “Uno es el que siembra y
otro el que siega.” 38 Yo os envié a segar lo que no habéis trabajado; otros
han trabajado y vosotros habéis entrado en su labor.
39 Y de aquella ciudad, muchos de los samaritanos
creyeron en El por la palabra de la mujer que daba testimonio, diciendo: El me
dijo todo lo que yo he hecho. 40 De modo que cuando los samaritanos vinieron a
El, le rogaban que se quedara con ellos; y se quedó allí dos días. 41 Y muchos
más creyeron por su palabra, 42 y decían a la mujer: Ya no creemos por lo que
tú has dicho[g], porque nosotros mismos le hemos oído, y sabemos que éste es en
verdad el Salvador del mundo.
Footnotes:
Juan 4:6 Lit., se sentó así
Juan 4:6 I.e., las doce del día
Juan 4:22 Lit., es
Juan 4:24 O, Dios es un Espíritu
Juan 4:29 I.e., el Mesías
Juan 4:31 O, Maestro
Juan 4:42 O, por tus palabras
La Biblia de las Américas (LBLA)
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Salmos
105:1-15 La Biblia de las Américas (LBLA)
Las obras maravillosas del Señor en favor de Israel
105 Dad gracias al Señor, invocad su nombre;
dad a conocer sus obras entre los pueblos.
2 Cantadle, cantadle alabanzas;
hablad de[a] todas sus maravillas.
3 Gloriaos[b] en su santo nombre;
alégrese el corazón de los que buscan al Señor.
4 Buscad al Señor y su fortaleza;
buscad su rostro continuamente.
5 Recordad las maravillas que El ha hecho,
sus prodigios y los juicios de su boca,
6 oh simiente de Abraham, su siervo,
hijos de Jacob, sus escogidos.
7 El es el Señor nuestro Dios;
sus juicios están en toda la tierra.
8 Para siempre se ha acordado de su pacto,
de la palabra que ordenó a mil generaciones,
9 del pacto que hizo con Abraham,
y de su juramento a Isaac.
10 También lo confirmó a Jacob por estatuto,
a Israel como pacto eterno,
11 diciendo: A ti te daré la tierra de Canaán
como porción[c] de vuestra heredad.
12 Cuando eran pocos en número,
muy pocos, y forasteros en ella,
13 y vagaban de nación en nación,
y de un reino a otro pueblo,
14 El no permitió que nadie los oprimiera,
y por amor a ellos reprendió a reyes, diciendo:
15 No toquéis a mis ungidos,
ni hagáis mal a mis profetas.
Footnotes:
Salmos 105:2 O, meditad en
Salmos 105:3 O, Jactaos
Salmos 105:11 Lit., medida
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Proverbios
14:25 La Biblia de las Américas (LBLA)
25 El testigo veraz salva vidas,
pero el que habla[a] mentiras es traidor[b].
Footnotes:
Proverbios 14:25 Lit., respira
Proverbios 14:25 Lit., traición
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