Saturday, May 1, 2021

DAB Español, Domingo 02 de Mayo

Día 122, DAB Español, Domingo 02 de Mayo

Jueces 15:1-16:31; Juan 2:1-25; Salmos 103; Proverbios 14:17-19 (Reina Valera Actualizada (RVA-2015))









Jueces 15-16

Reina Valera Actualizada

Sansón se venga de los de Timnat

 

15 Después de algún tiempo, en los días de la siega del trigo, Sansón fue a visitar a su mujer llevándole un cabrito del rebaño. Y pensó: “Me uniré a mi mujer en el cuarto”. Pero el padre de ella no lo dejó entrar. 2 El padre de ella dijo:

 

—Pensé que la aborrecías del todo y se la di a tu compañero. Pero su hermana menor, ¿no es más hermosa que ella? Tómala, por favor, para ti en su lugar.

 

3 Sansón le[a] respondió:

 

—¡Esta vez yo quedaré sin culpa ante los filisteos, si les hago algún mal!

 

4 Sansón se fue, atrapó trescientas zorras, tomó teas y atando las zorras por las colas, puso una tea entre cada dos colas. 5 Después prendió fuego a las teas, soltó las zorras en los trigales de los filisteos, y quemó las gavillas y la mies por segar, y hasta las viñas y los olivares.

 

6 Entonces los filisteos preguntaron:

 

—¿Quién ha hecho esto?

 

Y les respondieron:

 

—Sansón, el yerno del timnateo, porque este le quitó su mujer y se la dio a su compañero.

 

Los filisteos fueron y quemaron a la mujer y a su padre. 7 Entonces Sansón les dijo:

 

—Puesto que han actuado así, ¡ciertamente no pararé hasta haberme vengado de ustedes!

 

8 Entonces los golpeó en el muslo y en la cadera, con gran mortandad. Luego descendió y habitó en la cueva de la peña de Etam.

Sansón mata mil filisteos en Leji

 

9 Entonces los filisteos subieron y acamparon en Judá, extendiéndose hasta Leji. 10 Y los hombres de Judá les preguntaron:

 

—¿Por qué han subido contra nosotros?

 

Ellos respondieron:

 

—Hemos subido para prender a Sansón, a fin de hacerle lo mismo que él nos ha hecho.

 

11 Entonces bajaron tres mil hombres de Judá a la cueva de la peña de Etam y preguntaron a Sansón:

 

—¿No sabes tú que los filisteos dominan sobre nosotros? ¿Qué es esto que nos has hecho?

 

Él les respondió:

 

—Lo mismo que ellos me han hecho a mí, eso les he hecho yo a ellos.

 

12 Entonces le dijeron:

 

—Hemos venido para prenderte y entregarte en mano de los filisteos.

 

Y Sansón les dijo:

 

—Júrenme que ustedes no me matarán.

 

13 Le respondieron:

 

—No; de ninguna manera te mataremos. Solo te ataremos bien y te entregaremos en su mano.

 

Entonces lo ataron con dos cuerdas nuevas y lo hicieron subir de la peña. 14 Cuando llegaba hasta Leji, los filisteos salieron a su encuentro con gritos de júbilo. Entonces el Espíritu del SEÑOR descendió con poder sobre él, las cuerdas que estaban en sus brazos se volvieron como lino quemado al fuego, y las ataduras se cayeron de sus manos. 15 Y hallando una quijada de asno todavía fresca, extendió la mano, la tomó y mató con ella a mil hombres. 16 Entonces dijo Sansón:

 

—Con una quijada de asno

 

los amontoné a montones[b];

con una quijada de asno

he matado a mil varones.

 

17 Cuando acabó de hablar, arrojó la quijada de su mano. Y llamó a aquel lugar Ramat-leji[c].

Sansón en el manantial de En-hacoré

 

18 Teniendo mucha sed, Sansón clamó al SEÑOR diciendo:

 

—Tú has dado esta gran liberación por mano de tu siervo; y ahora, ¿he de morir de sed y caer en mano de los incircuncisos?

 

19 Entonces Dios abrió la hondonada que hay en Leji, y de allí salió agua. Él bebió, recobró su fuerza y se reanimó. Por eso llamó el nombre de aquel lugar En-hacoré[d], que está en Leji hasta el día de hoy.

 

20 Sansón juzgó a Israel durante veinte años, en los días de los filisteos.

Sansón carga con las puertas de Gaza

 

16 Sansón fue a Gaza y vio allí a una mujer prostituta y se unió a ella. 2 Y fue dicho[e] a los de Gaza: “Sansón ha venido acá”. Entonces ellos lo rodearon y lo estuvieron acechando toda la noche, junto a la puerta de la ciudad. Estos estuvieron en silencio toda la noche, diciendo: “Cuando aparezca la luz de la mañana, entonces lo mataremos”. 3 Pero Sansón estuvo acostado solamente hasta la medianoche. Se levantó a la medianoche, y tomando las puertas de la ciudad con sus dos postes las arrancó con cerrojo y todo. Las puso sobre sus hombros y las subió a la cumbre del monte que mira hacia Hebrón.

Dalila entrega a Sansón

 

4 Aconteció después de esto que Sansón se enamoró de una mujer del valle de Sorec, cuyo nombre era Dalila. 5 Y fueron a ella los jefes de los filisteos y le dijeron:

 

—Persuádelo y averigua en qué consiste su gran fuerza, y con qué lo podríamos dominar para atarlo y atormentarlo. Entonces cada uno de nosotros te dará doce kilos de plata.

 

6 Y Dalila dijo a Sansón:

 

—Dime, por favor, en qué consiste tu gran fuerza, y con qué podrías ser atado para ser atormentado.

 

7 Sansón le respondió:

 

—Si me atan con siete cuerdas de arco frescas que aún no estén secas, entonces me debilitaré y seré como un hombre cualquiera.

 

8 Los jefes de los filisteos le llevaron siete cuerdas de arco frescas que aún no estaban secas, y ella lo ató con ellas. 9 Ella tenía personas acechando en un cuarto. Entonces ella le dijo:

 

—¡Sansón, los filisteos sobre ti!

 

Pero él rompió las cuerdas como un cordel de estopa se rompe cuando toca el fuego. Y no se supo en qué consistía su fuerza. 10 Entonces Dalila dijo a Sansón:

 

—He aquí que te has burlado de mí y me has dicho mentiras. Ahora dime, por favor, con qué podrías ser atado.

 

11 Él le dijo:

 

—Si me atan fuertemente con sogas nuevas que no hayan sido usadas, entonces me debilitaré y seré como un hombre cualquiera.

 

12 Luego Dalila tomó sogas nuevas y lo ató con ellas. Y le dijo:

 

—¡Sansón, los filisteos sobre ti!

 

Y había personas acechando en el cuarto. Pero él rompió las sogas de sus brazos como un hilo. 13 Entonces Dalila dijo a Sansón:

 

—Hasta ahora te has burlado de mí y me has dicho mentiras. Dime, pues, con qué podrías ser atado.

 

Él entonces le dijo:

 

—Si tejes los siete mechones de mi cabellera entre la urdimbre, [y los aseguras con la clavija del telar contra la pared, me debilitaré y seré como un hombre cualquiera.

 

Dalila lo hizo dormir y tejió los siete mechones de su cabellera entre la urdimbre][f]. 14 Luego ella aseguró la clavija y le dijo:

 

—¡Sansón, los filisteos sobre ti!

 

Pero al despertar de su sueño, él arrancó la clavija del telar con la tela. 15 Y ella le dijo:

 

—¿Cómo, pues, dices: “Yo te amo”, siendo que tu corazón no está conmigo? Ya son tres veces las que te has burlado de mí, y no me has revelado en qué consiste tu gran fuerza.

 

16 Y aconteció que como ella lo presionaba todos los días con sus palabras y lo importunaba, el alma de él fue reducida a mortal angustia. 17 Entonces le descubrió todo su corazón y le dijo:

 

—Nunca pasó una navaja sobre mi cabeza, porque soy nazareo de Dios desde el vientre de mi madre. Si soy rapado, entonces mi fuerza se apartará de mí, me debilitaré y seré como un hombre cualquiera.

 

18 Viendo Dalila que él le había descubierto todo su corazón, envió a llamar a los jefes de los filisteos, diciendo: “Vengan esta vez, porque él me ha descubierto todo su corazón”. Entonces los jefes de los filisteos fueron a ella, llevando el dinero en la mano.

 

19 Ella hizo que él se durmiera sobre sus rodillas. Llamó a un hombre, quien le rapó[g] los siete mechones de su cabeza. Entonces ella comenzó a atormentarlo, pues su fuerza se había apartado de él. 20 Y ella le dijo:

 

—¡Sansón, los filisteos sobre ti!

 

Él se despertó de su sueño y pensó: “Saldré como las otras veces y me escaparé”. Pero no sabía que el SEÑOR ya se había apartado de él. 21 Entonces los filisteos le echaron mano, le sacaron los ojos y lo llevaron a Gaza. Y lo ataron con cadenas de bronce, para que moliera en la cárcel. 22 Sin embargo, después que fue rapado, el cabello de su cabeza comenzó a crecer.

Venganza y muerte de Sansón

 

23 Entonces los jefes de los filisteos se reunieron para ofrecer un gran sacrificio a Dagón su dios y para regocijarse. Y decían:

 

—¡Nuestro dios ha entregado en nuestra mano a Sansón, nuestro enemigo!

 

24 Al verlo el pueblo, alabó a su dios diciendo:

 

—¡Nuestro dios ha entregado en nuestra mano a nuestro enemigo, al destructor de nuestra tierra, que había matado a muchos de los nuestros!

 

25 Y aconteció que cuando el corazón de ellos estaba alegre, dijeron:

 

—Llamen a Sansón para que nos sirva de espectáculo.

 

Llamaron a Sansón de la cárcel, y servía de espectáculo delante de ellos. Lo pusieron entre las columnas. 26 Y Sansón dijo al joven que lo guiaba de la mano:

 

—Déjame palpar las columnas sobre las cuales descansa el edificio, para que me apoye en ellas.

 

27 El edificio estaba lleno de hombres y mujeres. Todos los jefes de los filisteos estaban allí, y en la azotea había como tres mil hombres y mujeres que estaban mirando el espectáculo de Sansón. 28 Entonces Sansón clamó al SEÑOR diciendo:

 

—¡SEÑOR Dios[h], por favor, acuérdate de mí! Dame, te ruego, fuerzas solamente esta vez, oh Dios, para que de una vez tome venganza de los filisteos por mis dos ojos.

 

29 En seguida Sansón palpó las dos columnas de en medio, sobre las cuales descansaba el edificio; y se apoyó contra ellas, contra una con su mano derecha y contra la otra con su mano izquierda. 30 Y dijo Sansón:

 

—¡Muera yo con los filisteos!

 

Entonces empujó con fuerza, y el edificio cayó sobre los jefes y sobre toda la gente que estaba en él. Y fueron más los que mató al morir que los que había matado durante su vida.

 

31 Sus hermanos y toda la casa de su padre fueron y lo recogieron. Luego lo llevaron y lo sepultaron entre Zora y Estaol, en el sepulcro de su padre Manoa. Él juzgó a Israel durante veinte años.

Footnotes

 

    Jueces 15:3 Según LXX; heb., les.

    Jueces 15:16 Según vers. antiguas; heb., un montón, dos montones; en heb. hay juego de palabras entre montón y asno.

    Jueces 15:17 Significa colina de la quijada.

    Jueces 15:19 Significa manantial del que clama.

    Jueces 16:2 Según LXX; heb. omite y fue dicho.

    Jueces 16:13 Según LXX; heb. omite la parte entre corchetes.

    Jueces 16:19 Según un ms. y LXX; heb., ella lo rapó.

    Jueces 16:28 Literalmente Señor YHWH.

 

Juan 2

Reina Valera Actualizada

Jesús en la boda de Caná

 

2 Al tercer día se celebró una boda en Caná de Galilea, y estaba allí la madre de Jesús. 2 Fue invitado también Jesús con sus discípulos a la boda. 3 Y como faltó el vino, la madre de Jesús le dijo:

 

—No tienen vino.

 

4 Jesús le dijo:

 

—¿Qué tiene que ver eso conmigo y contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora.

 

5 Su madre les dijo a los que servían:

 

—Hagan todo lo que él les diga.

 

6 Había allí seis tinajas de piedra para agua, de acuerdo con los ritos de los judíos para la purificación. En cada una de ellas cabían de cuarenta a setenta y cuatro litros. 7 Jesús les dijo:

 

—Llenen de agua las tinajas.

 

Y las llenaron hasta el borde. 8 Luego les dijo:

 

—Saquen ahora y llévenlo al encargado del banquete.

 

Se lo llevaron; 9 y cuando el encargado del banquete probó el agua ya hecha vino (y no sabía de dónde venía aunque los sirvientes que habían sacado el agua sí lo sabían), llamó al novio 10 y le dijo:

 

—Todo hombre sirve primero el buen vino y, cuando ya han tomado bastante, entonces saca el inferior. Pero tú has guardado el buen vino hasta ahora.

 

11 Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él. 12 Después de esto, él descendió a Capernaúm con su madre, sus hermanos y sus discípulos; y se quedaron allí no muchos días.

Jesús purifica el templo

 

13 Estaba próxima la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. 14 Halló en el templo a los que vendían vacunos, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados. 15 Y después de hacer un látigo de cuerdas, los echó a todos del templo junto con las ovejas y los vacunos. Desparramó el dinero de los cambistas y volcó las mesas. 16 A los que vendían palomas les dijo:

 

—¡Quiten de aquí estas cosas y no hagan más de la casa de mi Padre casa de mercado!

 

17 Entonces se acordaron sus discípulos de que estaba escrito: El celo por tu casa me consumirá[a].

 

18 Los judíos respondieron y le dijeron:

 

—Ya que haces estas cosas, ¿qué señal nos muestras?

 

19 Respondió Jesús y les dijo:

 

—Destruyan este templo y en tres días lo levantaré.

 

20 Por tanto, los judíos dijeron:

 

—Durante cuarenta y seis años se construyó este templo, ¿y tú lo levantarás en tres días?

 

21 Pero él hablaba del templo de su cuerpo. 22 Por esto, cuando fue resucitado de entre los muertos sus discípulos se acordaron de que había dicho esto y creyeron la Escritura y las palabras que Jesús había dicho.

 

23 Mientras él estaba en Jerusalén en la fiesta de la Pascua, muchos creyeron en su nombre al observar las señales que hacía. 24 Pero Jesús mismo no confiaba en ellos, porque los conocía a todos 25 y porque no tenía necesidad de que nadie le diera testimonio acerca de los hombres, pues él conocía lo que había en el hombre.

Footnotes

 

    Juan 2:17 Sal. 69:9.

 

Salmos 103

Reina Valera Actualizada

Alabanza de un alma agradecida

 

103 De David.

 

Bendice, oh alma mía, al SEÑOR. Bendiga todo mi ser su santo nombre.

2

Bendice, oh alma mía, al SEÑOR

y no olvides ninguno de sus beneficios.

3

Él es quien perdona todas

tus iniquidades,

el que sana todas tus dolencias,

4

el que rescata del hoyo tu vida,

el que te corona de favores

y de misericordia,

5

el que sacia con bien tus anhelos[a]

de modo que te rejuvenezcas

como el águila.

6

El SEÑOR es quien hace justicia

y derecho

a todos los que padecen violencia.

7

Sus caminos dio a conocer a Moisés;

y a los hijos de Israel, sus obras.

8

Compasivo y clemente es el SEÑOR, lento para la ira y grande

en misericordia.

9

No contenderá para siempre

ni para siempre guardará el enojo.

10

No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades

ni nos ha pagado conforme

a nuestros pecados.

11

Pues como la altura de los cielos sobre la tierra,

así ha engrandecido su misericordia sobre los que le temen.

12

Tan lejos como está el oriente del occidente

así hizo alejar de nosotros nuestras

rebeliones.

13

Como el padre se compadece de los hijos,

así se compadece el SEÑOR de los que le temen.

14

Porque él conoce nuestra condición;

se acuerda de que somos polvo.

15

El hombre, como la hierba

son sus días:

Florece como la flor del campo

16

que, cuando pasa el viento, perece

y su lugar no la vuelve a conocer.

17

Pero la misericordia del SEÑOR es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen;

y su justicia sobre los hijos

de sus hijos,

18

sobre los que guardan su pacto

y se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra.

19

El SEÑOR estableció en los cielos

su trono,

y su reino domina sobre todo.

20

Bendigan al SEÑOR, ustedes sus poderosos ángeles

que ejecutan su palabra obedeciendo la voz de ella.

21

Bendigan al SEÑOR, ustedes todos sus ejércitos;

servidores suyos que hacen su voluntad.

22

Bendigan al SEÑOR, ustedes todas sus obras

en todos los lugares de su señorío. ¡Bendice, alma mía, al SEÑOR!

Footnotes

 

    Salmos 103:5 Según LXX; heb. tus joyas.

 

Proverbios 14:17-19

Reina Valera Actualizada

 

17

El que es irascible hará locuras

y el hombre malicioso será aborrecido.

18

Los ingenuos heredarán insensatez, pero los sagaces se coronarán

de conocimiento.

19

Los malos se postrarán ante los buenos, y los impíos ante las puertas del justo.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

 

Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano

 

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