Wednesday, June 14, 2023

DAB Español, Miércoles 14 de Junio

Día 165, DAB Español, Miércoles 14 de Junio


1 Reyes 12:20-13:34; Hechos 9:26-43; Salmos 132; Proverbios 17:6 (Reina Valera Actualizada (RVA-2015))








1 Reyes 12:20-13:34

Reina Valera Actualizada


20 Aconteció que al oír todo Israel que Jeroboam había vuelto, lo mandaron a llamar a la asamblea y lo hicieron rey de todo Israel. No quedó quien siguiera a la casa de David, sino solo la tribu de Judá.

Roboam desiste de atacar a Israel


21 Entonces Roboam llegó a Jerusalén y reunió a todos los de la casa de Judá y a la tribu de Benjamín, ciento ochenta mil guerreros escogidos, a fin de combatir contra la casa de Israel y devolver el reino a Roboam hijo de Salomón. 22 Pero la palabra de Dios vino a Semaías, hombre de Dios, diciendo: 23 “Habla a Roboam hijo de Salomón, rey de Judá, y a toda la casa de Judá y de Benjamín, y al resto del pueblo, diciendo que 24 así ha dicho el SEÑOR: ‘No suban ni combatan contra sus hermanos, los hijos de Israel. Vuélvase, cada uno a su casa, porque de parte mía ha sucedido esto’”.


Ellos escucharon la palabra del SEÑOR y desistieron de ir, conforme a la palabra del SEÑOR.

Jeroboam aleja a Israel del SEÑOR


25 Jeroboam reedificó Siquem, en la región montañosa de Efraín, y habitó en ella. De allí fue y reedificó Penuel. 26 Y Jeroboam pensó en su corazón: “Ahora el reino volverá a la casa de David, 27 si este pueblo sube para ofrecer sacrificios en la casa del SEÑOR en Jerusalén. El corazón de este pueblo se volverá a su señor Roboam, rey de Judá, y me matarán y volverán a Roboam, rey de Judá”. 28 Y habiendo tomado consejo, el rey hizo dos becerros de oro y dijo al pueblo[a]: “¡Bastante han subido a Jerusalén! ¡He aquí tus dioses, oh Israel, que te hicieron subir de la tierra de Egipto!”.


29 Puso el uno en Betel y el otro lo puso en Dan. 30 Y esto fue ocasión de pecado, porque el pueblo iba para adorar delante de uno de ellos, hasta Dan. 31 También hizo santuarios en los lugares altos e instituyó sacerdotes de entre la gente común, que no eran hijos de Leví. 32 Jeroboam instituyó una fiesta el día quince del mes octavo[b], semejante a la fiesta que había en Judá, y subió al altar que hizo en Betel, para ofrecer sacrificios a los becerros que había hecho. En Betel estableció también sacerdotes para los lugares altos que había edificado. 33 Subió al altar que había hecho en Betel, el día quince del mes octavo[c], fecha que inventó en su corazón. Hizo la fiesta para los hijos de Israel y subió al altar para quemar incienso.

Jeroboam y el profeta de Judá


13 He aquí que un hombre de Dios llegó de Judá a Betel, por mandato del SEÑOR, cuando Jeroboam estaba de pie junto al altar para quemar incienso. 2 Y clamó contra el altar, por mandato del SEÑOR, diciendo:


—Altar, altar, así ha dicho el SEÑOR: “He aquí, a la casa de David le nacerá un hijo que se llamará Josías, quien matará sobre ti a los sacerdotes de los lugares altos que queman incienso sobre ti; y sobre ti quemarán huesos de hombres”.


3 Aquel mismo día dio una señal diciendo:


—Esta es la señal de que el SEÑOR ha hablado: He aquí que el altar se partirá, y la ceniza que está sobre él se desparramará.


4 Sucedió que cuando el rey Jeroboam oyó la palabra que el hombre de Dios había clamado contra el altar de Betel, extendió su mano desde el altar, diciendo:


—¡Préndanlo!


Pero se le secó la mano que había extendido contra él, de manera que no pudo volverla hacia sí. 5 Entonces el altar se partió, y la ceniza se desparramó del altar, conforme a la señal que el hombre de Dios había dado por mandato del SEÑOR. 6 Entonces el rey respondió y dijo al hombre de Dios:


—Implora, por favor, al SEÑOR tu Dios y ora por mí, para que mi mano me sea restaurada.


El hombre de Dios imploró el favor del SEÑOR, y la mano del rey le fue restaurada, y volvió a ser como antes. 7 Entonces el rey dijo al hombre de Dios:


—Ven conmigo a casa y come, y yo te daré un presente.


8 Pero el hombre de Dios respondió al rey:


—Aunque me dieras la mitad de tu casa, no iría contigo ni comería pan ni bebería agua en este lugar; 9 porque me ha sido ordenado por mandato del SEÑOR, diciendo: “No comas pan ni bebas agua ni vuelvas por el camino que vayas”.


10 Se fue, pues, por otro camino y no volvió por el camino por donde había venido a Betel.

Extraño final del profeta de Judá


11 Vivía en Betel un profeta anciano, a quien fueron sus hijos y le contaron[d] todo lo que el hombre de Dios había hecho aquel día en Betel. También contaron a su padre las palabras que había hablado al rey. 12 Y su padre les preguntó:


—¿Por qué camino se fue?


Y sus hijos le mostraron el camino por donde se había ido el hombre de Dios que había venido de Judá. 13 Él dijo a sus hijos:


—Aparéjenme el asno.


Ellos le aparejaron el asno. Entonces montó sobre él, 14 fue tras aquel hombre de Dios y lo halló sentado debajo de la encina. Le preguntó:


—¿Eres tú el hombre de Dios que vino de Judá?


Le respondió:


—Sí, yo soy.


15 Entonces le dijo:


—Ven conmigo a casa y come pan.


16 Pero él respondió:


—No podré volver contigo ni entrar contigo. Tampoco comeré pan ni beberé agua contigo en este lugar, 17 porque me fue dicho por mandato del SEÑOR: “No comas pan ni bebas agua de allí ni vuelvas por el camino que vayas”.


18 Y le dijo:


—Yo también soy profeta como tú, y un ángel me ha hablado por mandato del SEÑOR, diciendo: “Hazlo volver contigo a tu casa, para que coma pan y beba agua”.


Pero le mintió. 19 Entonces se volvió con él, y comió pan en su casa y bebió agua. 20 Y aconteció que estando ellos sentados a la mesa, vino la palabra del SEÑOR al profeta que lo había hecho volver, 21 y clamó al hombre de Dios que había venido de Judá, diciendo:


—Así ha dicho el SEÑOR: “Porque has sido desobediente al dicho del SEÑOR y no guardaste el mandamiento que el SEÑOR tu Dios te había mandado, 22 sino que volviste y comiste pan y bebiste agua en este lugar del cual él te había dicho que no comieras pan ni bebieras agua, tu cuerpo no entrará en el sepulcro de tus padres”.


23 Sucedió que cuando había comido pan y bebido agua[e], el profeta que lo había hecho volver le aparejó el asno. 24 Cuando se fue, un león lo encontró en el camino y lo mató. Su cadáver quedó tendido en el camino. El asno estaba de pie junto a él, y también el león estaba de pie junto al cadáver. 25 Y he aquí que pasaron unos hombres y vieron el cadáver que estaba tendido en el camino y el león que estaba de pie junto al cadáver, y fueron y lo dijeron en la ciudad donde habitaba el profeta anciano. 26 Cuando se enteró el profeta que lo había hecho volver del camino, dijo:


—Él es el hombre de Dios que fue desobediente al mandato del SEÑOR. Por eso el SEÑOR lo ha entregado al león, que lo ha destrozado y matado conforme a la palabra que el SEÑOR le había dicho.


27 Entonces habló a sus hijos diciendo:


—Aparéjenme el asno.


Ellos se lo aparejaron. 28 Y fue y halló el cadáver tendido en el camino, y el asno y el león que estaban junto al cadáver. El león no había devorado el cadáver ni había destrozado al asno. 29 El profeta levantó el cuerpo del hombre de Dios, lo colocó sobre el asno y se lo llevó. El profeta anciano fue a la ciudad para hacer duelo por él y sepultarlo. 30 Puso su cuerpo en su propio sepulcro, e hicieron duelo por él diciendo:


—¡Ay, hermano mío!


31 Sucedió que después de haberlo sepultado, habló a sus hijos diciendo:


—Cuando yo muera, sepúltenme en el sepulcro en que está sepultado el hombre de Dios. Pongan mis restos junto a los suyos, 32 porque sin duda sucederá lo que él proclamó por mandato del SEÑOR contra el altar que está en Betel y contra todos los santuarios de los lugares altos que hay en las ciudades de Samaria.

Ajías profetiza contra Jeroboam


33 Después de este suceso, Jeroboam no se volvió de su mal camino. Más bien, volvió a designar sacerdotes de entre la gente común para los lugares altos. Investía a quien deseaba, y él llegaba a ser sacerdote de los lugares altos. 34 Y esto vino a ser el pecado de la casa de Jeroboam, por lo cual fue cortada y destruida de sobre la faz de la tierra.

Footnotes


1 Reyes 12:28 Según Qere; Ketiv está incompleto.

1 Reyes 12:32 Según muchos mss., Targum y Vulgata; cf. 2 Crón. 8:6; TM omite todo.

1 Reyes 12:33 Según LXX; heb. añade con él que estaba.

1 Reyes 13:11 Heb., Milcom.

1 Reyes 13:23 Cf. 2 Sam. 8:3-6.


Hechos 9:26-43

Reina Valera Actualizada

Saulo y los hermanos en Jerusalén


26 Cuando fue a Jerusalén, intentaba juntarse con los discípulos; y todos le tenían miedo, porque no creían que fuera discípulo. 27 Pero Bernabé le recibió y le llevó a los apóstoles. Les contó cómo había visto al Señor en el camino, y que había hablado con él, y cómo en Damasco había predicado con valentía en el nombre de Jesús. 28 Así entraba y salía con ellos en Jerusalén, 29 predicando con valentía en el nombre del Señor. Hablaba y discutía con los helenistas, pero ellos procuraban matarle. 30 Luego, cuando los hermanos lo supieron, le acompañaron hasta Cesarea y le enviaron a Tarso.


31 Entonces por toda Judea, Galilea y Samaria la iglesia tenía paz. Iba edificándose y vivía en el temor del Señor, y con el consuelo del Espíritu Santo se multiplicaba.

Pedro sana a Eneas


32 Aconteció que mientras Pedro recorría por todas partes, fue también a visitar a los santos que habitaban en Lida. 33 Allí encontró a cierto hombre llamado Eneas, que estaba postrado en cama desde hacía ocho años, pues era paralítico.


34 Pedro le dijo: “Eneas, ¡Jesucristo te sana! Levántate y arregla tu cama”. De inmediato se levantó, 35 y le vieron todos los que habitaban en Lida y en Sarón, los cuales se convirtieron al Señor.

Pedro resucita a Dorcas


36 Entonces había en Jope cierta discípula llamada Tabita, que traducido es Dorcas. Ella estaba llena de buenas obras y de actos de misericordia que hacía. 37 Aconteció en aquellos días que ella se enfermó y murió. Después de lavarla, la pusieron en una sala del piso superior. 38 Como Lida estaba cerca de Jope, los discípulos, al oír que Pedro estaba allí, le enviaron dos hombres para que le rogaran: “No tardes en venir hasta nosotros”.


39 Entonces Pedro se levantó y fue con ellos. Cuando llegó, le llevaron a la sala y le rodearon todas las viudas, llorando y mostrándole las túnicas y los vestidos que Dorcas hacía cuando estaba con ellas. 40 Después de sacar fuera a todos, Pedro se puso de rodillas y oró; y vuelto hacia el cuerpo, dijo: “¡Tabita, levántate!”. Ella abrió los ojos, y al ver a Pedro se sentó. 41 Él le dio la mano y la levantó. Entonces llamó a los santos y a las viudas, y la presentó viva.


42 Esto fue conocido en todo Jope, y muchos creyeron en el Señor. 43 Pedro se quedó muchos días en Jope, en casa de un tal Simón, curtidor.

Salmos 132

Reina Valera Actualizada

Sion, la morada elegida


132 Canto de ascenso gradual[a].


Acuérdate, oh SEÑOR,

de David y de toda su aflicción

2

de cómo juró al SEÑOR

y prometió al Fuerte de Jacob, diciendo:

3

“No entraré en mi morada

ni subiré a mi cama.

4

No daré sueño a mis ojos

ni a mis párpados sopor

5

hasta que halle un lugar[b] para el SEÑOR, una morada para el Fuerte de Jacob”.

6

He aquí, en Efrata oímos de ella,

y la encontramos en los campos de Yaar[c]:

7

“Entremos en su tabernáculo; postrémonos ante el estrado de sus pies”.

8

Levántate, oh SEÑOR;

ven al lugar de tu reposo;

tú y el arca de tu poder.

9

Tus sacerdotes sean revestidos de justicia, y tus fieles canten de júbilo.

10

Por causa de tu siervo David,

no rechaces el rostro de tu ungido.

11

Con verdad juró el SEÑOR a David,

y no se apartará de ello:

“Del fruto de tu cuerpo

pondré sobre tu trono.

12

Si tus hijos guardan mi pacto

y este testimonio que yo les enseño, sus hijos también se sentarán

en tu trono para siempre”.

13

Porque el SEÑOR ha elegido a Sion

y la ha deseado como morada suya:

14

“Este es mi lugar de reposo para siempre. Aquí habitaré porque lo he deseado.

15

Lo bendeciré con abundante provisión; a sus necesitados saciaré de pan.

16

Asimismo, vestiré de salvación

a sus sacerdotes,

y sus fieles darán voces de júbilo.

17

Allí haré surgir el poderío de David;

he preparado una lámpara para mi ungido.

18

A sus enemigos vestiré de vergüenza pero sobre él resplandecerá su corona”.

Footnotes


Salmos 132:1 Cantado en las peregrinaciones hacia el templo en Jerusalén.

Salmos 132:5 Cf. 2 Sam. 7:1, 2.

Salmos 132:6 Quizás Quiriat-jearim (1 Sam. 7:1, 2).


Proverbios 17:6

Reina Valera Actualizada


6

Corona de los ancianos son los hijos

de los hijos,

y la gloria de los hijos son sus padres.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)


Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano

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