Día 323, DAB Español, Domingo 19 de Noviembre
Ezequiel 39:1-40:27; Santiago 2:18-3:18; Salmos 118:1-18; Proverbios 28:2 (Dios Habla Hoy)
Ezequiel 39:1-40:27 Dios Habla Hoy (DHH)
Derrota de Gog
39 »Y tú, hombre,
habla en mi nombre contra Gog, y dile: “Esto dice el Señor: Gog, jefe supremo
de Mésec y Tubal, yo me declaro tu enemigo. 2 Te voy a hacer volver; paso a
paso te voy a sacar de lo más lejano del norte y te voy a traer a las montañas
de Israel. 3 Luego romperé el arco que llevas en la mano izquierda y haré caer
las flechas que llevas en la derecha. 4 Y tú, con tus ejércitos y pueblos que
te acompañan, caerás muerto en las montañas de Israel. Allí los entregaré a
toda clase de aves de rapiña y de fieras salvajes, para que se los coman. 5
Quedarán tendidos en campo abierto. Yo, el Señor, he hablado. Yo he dado mi
palabra. 6 Enviaré fuego sobre Magog y sobre los que viven tranquilos en los
países del mar. Entonces reconocerán que yo soy el Señor. 7 Yo haré que mi
santo nombre sea conocido de mi pueblo Israel, y no permitiré que siga siendo
profanado. Y las naciones extranjeras sabrán que yo, el Señor, muestro mi
santidad en Israel. 8 El día de que hablo va a llegar sin falta. Yo, el Señor,
lo afirmo.”
9 »Los habitantes de
las ciudades de Israel saldrán y quemarán sus armas, sus diversas clases de
escudos, arcos, flechas, jabalinas y lanzas, y tendrán leña suficiente para
hacer fuego durante siete años. 10 No tendrán necesidad de salir al campo a
recoger leña, ni de cortarla en los bosques, porque todas esas armas les
servirán de leña. Así ellos saquearán a quienes antes los habían saqueado, y
despojarán a quienes antes los habían despojado. Yo, el Señor, lo afirmo.
Sepultura de Gog
11 »Por aquel tiempo
daré a Gog un lugar en Israel, en el Valle de los Viajeros, frente al mar, para
que lo sepulten. Ese lugar impedirá el paso, y allí enterrarán a Gog y a todo
su ejército, y le pondrán el nombre de Valle del ejército de Gog. 12 Los
israelitas necesitarán siete meses para enterrarlos y dejar limpio el país. 13
Toda la gente estará ocupada enterrándolos, y será un honor para ellos. En ese
día yo me mostraré glorioso. Yo, el Señor, lo afirmo. 14 Además, después de
esos siete meses, se encargará a un grupo de personas que recorran y exploren
el país, y que entierren a los que hayan quedado en el suelo, para dejarlo
limpio. 15 Cuando alguna de estas personas, al recorrer el país, vea algún
hueso humano, pondrá a su lado una señal hasta que los enterradores lo
entierren en el Valle del ejército de Gog. 16 (También hay una ciudad llamada
El Ejército.) Así dejarán limpio el país.»
17 El Señor me dijo:
«Di a todas las aves y a todas las fieras que se reúnan de los alrededores y
vengan a las montañas de Israel, al sacrificio que allí voy a hacer para ellas.
Podrán comer carne y beber sangre; 18 se comerán la carne de los soldados y
beberán la sangre de los gobernantes de la tierra, como si fuera de carneros,
corderos, chivos o gordos becerros de Basán. 19 De ese sacrificio que voy a
hacer para ellas, comerán grasa hasta enfermar y beberán sangre hasta
emborracharse. 20 Les prepararé un banquete con la carne de los caballos y de
los jinetes, de los soldados y de toda clase de guerreros, para que coman hasta
llenarse. Yo, el Señor, lo afirmo.
Restauración de
Israel
21 »Así mostraré mi
gloria a las naciones extranjeras. Todas las naciones verán cómo las he juzgado
y castigado. 22 De ese día en adelante, Israel reconocerá que yo soy el Señor
su Dios. 23 Y las naciones extranjeras sabrán que los israelitas fueron al
destierro por causa de sus pecados, porque me fueron infieles; y que yo les
volví la espalda y dejé que los enemigos los vencieran y los mataran a todos en
la guerra. 24 Yo los traté como merecían su impureza y rebeldía, y les volví la
espalda.
25 »Por eso yo, el
Señor, digo: Ahora voy a tener misericordia de todo el pueblo de Israel, de los
descendientes de Jacob. Voy a hacer que cambie su suerte, para exigir que se dé
honor a mi santo nombre. 26-27 Yo los reuniré otra vez de las naciones
extranjeras y de los países enemigos; entonces vivirán tranquilos en su propia
tierra, sin que nadie los asuste. Así mostraré mi santidad, y muchas naciones
podrán verla. Los israelitas soportarán su deshonra por haberme sido infieles.
28 Yo los envié al destierro entre naciones extranjeras, y yo los reuniré de
nuevo en su tierra. No dejaré desterrado a ninguno. Entonces reconocerán que yo
soy el Señor su Dios. 29 No volveré a darles la espalda, pues he derramado mi
poder sobre el pueblo de Israel. Yo, el Señor, lo afirmo.»
Visión del templo
futuro
40 El día diez del
mes, que es el día de año nuevo, el Señor puso su mano sobre mí, y en una
visión me trasladó a la tierra de Israel. Ya iban a cumplirse veinticinco años
desde que habíamos sido llevados a Babilonia, y catorce años desde la toma de
Jerusalén.
En tierra de Israel,
el Señor me puso sobre un monte muy alto; y desde allí, vi hacia el sur, una
serie de edificios que parecían una ciudad. 3 El Señor me llevó allá, y vi un
hombre que parecía de bronce. Estaba de pie a la puerta, y tenía en la mano una
cinta de lino y una regla para medir. 4 Y aquel hombre me dijo: «Mira bien y
escucha con cuidado; pon mucha atención a todo lo que te voy a mostrar, pues
Dios te ha traído aquí para que yo te lo muestre. Luego, comunica al pueblo de
Israel todo lo que veas.»
La puerta oriental
5 Por fuera del
templo había una muralla que lo rodeaba. La regla que el hombre tenía en la
mano medía tres metros. Entonces midió el muro, y éste tenía tres metros de
ancho y tres de alto. 6 Luego se fue a la entrada que daba al oriente, subió
los escalones y midió el umbral de la puerta, el cual tenía tres metros de
ancho. 7 Las celdas que había a cada lado de la entrada medían cada una tres
metros de largo por tres de ancho, y entre celda y celda había una distancia de
dos metros y medio. Luego estaba la puerta que daba al vestíbulo, el cual
miraba hacia el templo. El umbral de esta puerta tenía tres metros de ancho.
8-9 El hombre midió el vestíbulo que daba entrada al templo, y el vestíbulo
medía cuatro metros. Había dos pilastras de un metro de grueso. 10 (En cada
lado de la entrada oriental había tres celdas, todas del mismo tamaño, y las
pilastras que había a cada lado eran también del mismo tamaño.)
11 Luego el hombre
midió la puerta de entrada: tenía cinco metros de ancho, y la entrada seis
metros y medio. 12 Delante de cada celda había un pequeño muro que tenía medio
metro de ancho por cada lado. Cada celda medía tres metros de ancho por tres de
largo. 13 Luego midió el ancho total de la entrada, desde el fondo de una celda
hasta el fondo de la celda de enfrente, pasando de una puerta a la puerta de
enfrente, y medía doce metros y medio. 14 Luego midió el vestíbulo: diez
metros. El edificio de entrada daba por todos lados al atrio. 15 El largo
total, desde la parte exterior de la puerta hasta la parte interior del
vestíbulo, era de veinticinco metros. 16 Las celdas, lo mismo que sus
pilastras, tenían ventanas con rejas por dentro y alrededor del edificio de
entrada. Igualmente, el vestíbulo tenía ventanas alrededor, por la parte de
adentro. En las pilastras había grabados de palmeras.
El atrio exterior
17 El hombre me llevó
después al atrio exterior. El atrio tenía un empedrado a su alrededor, y
treinta cuartos daban a él. 18 Este empedrado, que era el más bajo, se extendía
por los costados de los edificios de entrada, y su ancho era igual al largo de
éstos. 19 El hombre midió la distancia que había desde el frente de la puerta
de abajo hasta la parte de afuera de la puerta interior, y era de cincuenta
metros.
La puerta norte
20 También había una
entrada que daba al norte del atrio exterior. El hombre la midió a lo largo y a
lo ancho. 21 Tenía también tres celdas a cada lado, y pilastras y vestíbulo de
medidas iguales a las de la entrada oriental, es decir, de veinticinco metros
de largo por doce y medio metros de ancho. 22 El vestíbulo, las ventanas y las
palmeras eran del mismo tamaño que los de la entrada oriental. Aquí también se
subía por una escalinata de siete escalones, y el vestíbulo quedaba por la
parte de adentro. 23 Tanto al oriente como al norte, frente a la entrada
exterior, había otra entrada que conducía al atrio interior. El hombre midió la
distancia entre las dos entradas, y era de cincuenta metros.
La puerta sur
24 Luego el hombre me
llevó al sur, donde había una entrada, y midió las pilastras y el vestíbulo,
que medían lo mismo que las otras. 25 El edificio de entrada, con su vestíbulo,
tenía ventanas alrededor, como los otros. Medía en total veinticinco metros de
largo por doce y medio de ancho. 26 Tenía también una escalinata de siete
escalones, y el vestíbulo quedaba también en la parte interior. Las pilastras
tenían también grabados de palmeras, una de cada lado. 27 El atrio interior
tenía también una puerta que daba hacia el sur. El hombre midió la distancia
entre las dos puertas del lado sur, y era de cincuenta metros.
Dios Habla Hoy (DHH)
Dios habla hoy ®, ©
Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.
Santiago 2:18-3 Dios Habla Hoy (DHH)
18 Uno podrá decir:
«Tú tienes fe, y yo tengo hechos. Muéstrame tu fe sin hechos; yo, en cambio, te
mostraré mi fe con mis hechos.» 19 Tú crees que hay un solo Dios, y en esto
haces bien; pero los demonios también lo creen, y tiemblan de miedo. 20 No seas
tonto, y reconoce que si la fe que uno tiene no va acompañada de hechos, es una
fe inútil. 21 Dios aceptó como justo a Abraham, nuestro antepasado, por lo que
él hizo cuando ofreció en sacrificio a su hijo Isaac. 22 Y puedes ver que, en
el caso de Abraham, su fe se demostró con hechos, y que por sus hechos llegó a
ser perfecta su fe. 23 Así se cumplió la Escritura que dice: «Abraham creyó a
Dios, y por eso Dios lo aceptó como justo.» Y Abraham fue llamado amigo de
Dios.
24 Ya ven ustedes,
pues, que Dios declara justo al hombre también por sus hechos, y no solamente
por su fe. 25 Lo mismo pasó con Rahab, la prostituta; Dios la aceptó como justa
por sus hechos, porque dio alojamiento a los mensajeros y los ayudó a salir por
otro camino. 26 En resumen: así como el cuerpo sin espíritu está muerto, así
también la fe está muerta si no va acompañada de hechos.
La lengua
3 Hermanos míos, no
haya entre ustedes tantos maestros, pues ya saben que quienes enseñamos seremos
juzgados con más severidad. 2 Todos cometemos muchos errores; ahora bien, si
alguien no comete ningún error en lo que dice, es un hombre perfecto, capaz
también de controlar todo su cuerpo. 3 Cuando ponemos freno en la boca a los
caballos para que nos obedezcan, controlamos todo su cuerpo. 4 Y fíjense
también en los barcos: aunque son tan grandes y los vientos que los empujan son
fuertes, los pilotos, con un pequeño timón, los guían por donde quieren. 5 Lo
mismo pasa con la lengua; es una parte muy pequeña del cuerpo, pero es capaz de
grandes cosas. ¡Qué bosque tan grande puede quemarse por causa de un pequeño
fuego! 6 Y la lengua es un fuego. Es un mundo de maldad puesto en nuestro
cuerpo, que contamina a toda la persona. Está encendida por el infierno mismo,
y a su vez hace arder todo el curso de la vida. 7 El hombre es capaz de dominar
toda clase de fieras, de aves, de serpientes y de animales del mar, y los ha
dominado; 8 pero nadie ha podido dominar la lengua. Es un mal que no se deja
dominar y que está lleno de veneno mortal. 9 Con la lengua, lo mismo bendecimos
a nuestro Señor y Padre, que maldecimos a los hombres creados por Dios a su
propia imagen. 10 De la misma boca salen bendiciones y maldiciones. Hermanos
míos, esto no debe ser así. 11 De un mismo manantial no puede brotar a la vez
agua dulce y agua amarga. 12 Así como una higuera no puede dar aceitunas ni una
vid puede dar higos, tampoco, hermanos míos, puede dar agua dulce un manantial
de agua salada.
La verdadera
sabiduría
13 Si entre ustedes
hay alguno sabio y entendido, que lo demuestre con su buena conducta, con la
humildad que su sabiduría le da. 14 Pero si ustedes dejan que la envidia les
amargue el corazón, y hacen las cosas por rivalidad, entonces no tienen de qué
enorgullecerse y están faltando a la verdad. 15 Porque esta sabiduría no es la
que viene de Dios, sino que es sabiduría de este mundo, de la mente humana y
del diablo mismo. 16 Donde hay envidias y rivalidades, hay también desorden y
toda clase de maldad; 17 pero los que tienen la sabiduría que viene de Dios,
llevan ante todo una vida pura; y además son pacíficos, bondadosos y dóciles.
Son también compasivos, imparciales y sinceros, y hacen el bien. 18 Y los que
procuran la paz, siembran en paz para recoger como fruto la justicia.
Dios Habla Hoy (DHH)
Dios habla hoy ®, ©
Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.
Salmos 118:1-18 Dios Habla Hoy (DHH)
El poder del Señor es
extraordinario
118 Den gracias al
Señor, porque él es bueno,
porque su amor es
eterno.
2 Que digan los
israelitas:
«El amor del Señor es eterno.»
3 Que digan los
sacerdotes:
«El amor del Señor es eterno.»
4 Que digan los que
honran al Señor:
«El amor del Señor es eterno.»
5 En mi angustia
llamé al Señor;
él me escuchó y me
dio libertad.
6 El Señor está
conmigo; no tengo miedo.
¿Qué me puede hacer
el hombre?
7 El Señor está
conmigo; él me ayuda.
¡He de ver derrotados
a los que me odian!
8 Es mejor confiar en
el Señor
que confiar en el
hombre.
9 Es mejor confiar en
el Señor
que confiar en
grandes hombres.
10 Todas las naciones
me rodearon,
pero en el nombre del
Señor las derroté.
11 Me rodearon por
todos lados,
pero en el nombre del
Señor las derroté.
12 Me rodearon como
avispas,
pero su furia se
apagó como fuego de espinos;
¡en el nombre del
Señor las derroté!
13 Me empujaron con
violencia, para que cayera,
pero el Señor vino en
mi ayuda.
14 Yo canto al Señor,
que me da fuerzas.
¡Él es mi Salvador!
15 En las casas de
los hombres fieles
hay alegres cantos
victoriosos:
«¡El poder del Señor
alcanzó la victoria!
16 ¡El poder del
Señor es extraordinario!
¡El poder del Señor
alcanzó la victoria!»
17 ¡No moriré, sino
que he de vivir
para contar lo que el
Señor ha hecho!
18 El Señor me ha
castigado con dureza,
pero no me ha dejado
morir.
Dios Habla Hoy (DHH)
Dios habla hoy ®, ©
Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.
Proverbios 28:2 Dios Habla Hoy (DHH)
2 Cuando el país anda
mal, los gobernantes aumentan,
pero el buen
dirigente sabe mantener el orden.
Dios Habla Hoy (DHH)
Dios habla hoy ®, ©
Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.
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