Día 196, DAB Español, Domingo 15 de Julio
1 Crónicas 19:1-21:30; Romanos 2:24-3:8; Salmos 11; Proverbios 19:10-12 (Palabra de Dios para Todos (PDT))
1
Crónicas 19-21 Palabra de Dios para Todos (PDT)
David derrota a los amonitas
19 Después de un tiempo, murió Najás, rey de los
amonitas, y su hijo reinó en su lugar. 2 David pensó: «Voy a ser leal con Janún
hijo de Najás porque su papá fue leal conmigo». Así que David envió a algunos
mensajeros para expresar sus condolencias a Janún por la muerte de su papá. Los
representantes de David llegaron a la tierra de los amonitas para expresar sus
condolencias a Janún.
3 Pero los oficiales amonitas preguntaron a Janún:
«¿En verdad cree Su Majestad que David está honrando la memoria de su papá
enviando a sus hombres a darle el pésame? Con seguridad que ellos vienen como
espías a sus tierras para buscar la forma de derrotarlo». 4 Así que Janún
arrestó a los representantes de David, hizo que los rasuraran y que rasgaran su
ropa hasta la cadera. Luego los envió de regreso. 5 Cuando se le informó a
David lo que había pasado, envió mensajeros para que salieran al encuentro de
los oficiales, pues los hombres estaban avergonzados. El rey David les dijo:
«Esperen en Jericó hasta que les crezca la barba de nuevo y luego regresen».
6 Los amonitas se dieron cuenta de que habían ofendido
a David. Entonces Janún dispuso de treinta y tres mil kilos [a] de plata para
contratar carros y jinetes de Aram Najarayin, de Aram-Macá y de Sobá. 7 Los
amonitas contrataron treinta y dos mil carros de combate y pidieron al rey de
Macá que les ayudara con su ejército. La gente de Macá armó su campamento cerca
de Medeba. Los amonitas que vivían en otras ciudades se unieron al ejército y
se alistaron para la guerra. 8 Al enterarse, David envió a Joab con todos los
soldados del ejército. 9 Los amonitas salieron y armaron las filas para la
batalla a la entrada de la ciudad, mientras que los reyes que también habían
venido se colocaron aparte en campo abierto. 10 Al verse con enemigos por el
frente y por la retaguardia, Joab eligió las mejores tropas israelitas y las
formó para combatir a los sirios. 11 Luego encargó los demás hombres a su
hermano Abisay para que enfrentaran a los amonitas. 12 Joab le dijo a Abisay:
«Si los sirios son más fuertes que yo, ven en mi ayuda. Si son más fuertes que
tú, yo iré en tu ayuda. 13 Seamos fuertes y luchemos con valentía por nuestro
pueblo y las ciudades de nuestro Dios. Que el SEÑOR haga su voluntad».
14 Entonces Joab y sus hombres atacaron a los sirios,
quienes huyeron de ellos. 15 Al ver que los sirios huían, los amonitas huyeron
de Abisay, el hermano de Joab, y se metieron en la ciudad. Entonces Joab
regresó a Jerusalén.
16 Al verse derrotados por Israel, los sirios se
unieron y enviaron mensajeros para reunir a todos los sirios que estaban al
otro lado del río Éufrates y quedaron bajo el mando de Sofac, el comandante del
ejército de Hadad Ezer. 17 Cuando David se enteró de esto, reunió a todos los
israelitas y juntos cruzaron el río Jordán y llegaron hasta donde estaban los
sirios. Allí David organizó a sus hombres en posición de batalla para luchar
contra los sirios, quienes salieron a su encuentro y atacaron, 18 pero acabaron
huyendo de los israelitas. David mató a siete mil soldados de los carros y
cuarenta mil de infantería, y también mató a Sofac, comandante del ejército
sirio.
19 Al ver que los israelitas los habían derrotado, los
siervos de Hadad Ezer pactaron la paz con David y se sometieron. Los sirios ya
no estuvieron dispuestos a ayudar a los amonitas.
Joab destruye a los amonitas
20 En la primavera, época en que los reyes salían en
campaña militar, David se quedó en Jerusalén, pero Joab salió con sus tropas y
destruyó la tierra de los amonitas. Después Joab siguió hasta la ciudad de
Rabá, la sitió y la destruyó por completo. 2 David le quitó la corona del dios
Milcón [b], la cual era de oro y piedras preciosas y pesaba treinta y tres
kilos [c]. Luego se la pusieron a David, quien además se llevó un buen botín de
la ciudad. 3 David también expulsó a los habitantes de la ciudad de Rabá y los
puso a trabajar con sierras, picos y hachas. Hizo lo mismo en todas las
ciudades amonitas y luego regresó con su ejército a Jerusalén.
Matan a los gigantes filisteos
4 Después estalló una guerra con los filisteos en
Guézer. Sibecay el jusatita mató a Sipay, que era descendiente de los gigantes
[d]. Todos esos filisteos quedaron sometidos a Israel.
5 De nuevo hubo otra guerra contra los filisteos.
Eljanán hijo de Yaír mató a Lajmí que era hermano de Goliat el guitita. Su
lanza era tan grande como el rodillo de un telar. 6 Hubo otra batalla en Gat.
Había allí otro soldado descendiente de los gigantes que tenía veinticuatro
dedos, seis en cada mano y seis en cada pie. 7 Este hombre se puso a desafiar a
los israelitas y a burlarse de ellos, por lo cual Jonatán hijo de Simá, que era
hermano de David, lo mató. 8 David y sus hombres mataron a esos soldados
descendientes de los gigantes.
David peca al hacer un censo en Israel
21 Satanás [e] se puso en contra de Israel e incitó a
David para hacer un censo en Israel. 2 Entonces David les ordenó a Joab y a los
comandantes del ejército:
—Vayan y levanten un censo de Israel, desde Berseba
hasta Dan, [f] y tráiganme un informe para que yo sepa cuánta gente hay.
3 Pero Joab le dijo:
—Que el SEÑOR multiplique cien veces el número de
gente que hay y que Su Majestad pueda verlo con sus propios ojos. Pero
Majestad, ¿qué importancia tiene saber cuántos hay si todos son sus siervos?
¿Por qué va a provocar Su Majestad un motivo de culpa para Israel?
4 Sin embargo, el rey David se mantuvo enérgico en la
orden. Así que Joab fue a hacer el conteo por toda la tierra de Israel y
regresó a Jerusalén. 5 Joab le entregó el resultado del censo a David. Había en
todo Israel un millón cien mil hombres que podían pelear a espada y
cuatrocientos setenta mil en Judá. 6 Joab no estaba de acuerdo con la orden del
rey y por eso no contó a la gente de la tribu de Leví ni de Benjamín. 7 Dios
también se molestó con esa orden del rey, y por eso castigó a Israel.
Dios castiga a Israel
8 David le dijo a Dios: «¡He cometido un gran pecado!
He sido un tonto, te ruego me perdones». 9 Entonces el SEÑOR le habló a Gad,
profeta de David: 10 «Ve y dile a David que el SEÑOR dice: “Escoge entre estos
tres castigos. ¿Cuál prefieres?”».
11 Gad fue a ver a David y le dijo:
—El SEÑOR me envió para decirte que escogas entre
estos tres castigos: 12 tres años de hambre, tres meses huyendo derrotado del
ataque de tus enemigos, o tres días con el castigo del SEÑOR, es decir, pestes
por todas partes y el ángel del SEÑOR destruyendo gente por todo el territorio
de Israel. Piénsalo, escoge y dímelo para que yo se lo comunique al Señor que
me envió.
13 Entonces David le dijo a Gad:
—¡Estoy en un verdadero aprieto! Pero es mejor que mi
castigo nos venga del SEÑOR y no de seres humanos, pues su misericordia es
grande.
14 Entonces el SEÑOR hizo que cayera una epidemia
sobre todo Israel, la cual provocó la muerte de setenta mil israelitas. 15 Dios
envió también un ángel para destruir a Israel. Pero cuando el ángel comenzó su
trabajo, el SEÑOR cambió de opinión y le dijo al ángel: «¡Basta! ¡Detén tu
mano!» El ángel del SEÑOR estaba junto al lugar donde se trilla el trigo,
propiedad de Ornán el jebuseo.
16 David miró hacia el cielo y vio al ángel del SEÑOR
parado entre el cielo y la tierra con una espada apuntando hacia Jerusalén.
Luego David y todos los ancianos, vestidos con ropas ásperas, se postraron
rostro en tierra. 17 David le dijo a Dios:
—Yo fui el que ordenó el censo. El que pecó y actuó
perversamente fui yo. Esta gente sólo hizo lo que le ordené, sólo me siguieron
como ovejitas. No hicieron nada malo. SEÑOR mi Dios, que tu castigo caiga sobre
mí y la familia de mi papá, pero te ruego que la epidemia no se extienda más
sobre el pueblo.
18 Entonces el ángel del SEÑOR le dijo a Gad que le
dijera a David que fuera y construyera un altar para el SEÑOR en el lugar donde
se trilla el trigo, propiedad de Ornán el jebuseo. 19 Así que David fue e hizo
lo que Gad le había dicho en nombre del SEÑOR.
20 Ornán estaba trillando el trigo con sus cuatro
hijos cuando vio al ángel, y sus cuatro hijos fueron a esconderse. 21 Ornán vio
que David venía acercándose y salió del lugar para postrarse ante él.
22 David le dijo a Ornán:
—Véndeme el lugar donde trillas tu trigo para que yo
pueda hacerle un altar al SEÑOR. Véndemelo al precio justo para que así se
termine la epidemia que ataca al pueblo.
23 Ornán le respondió:
—Tómelo. Que el señor mi rey haga lo que crea más
conveniente. Mire, yo ofrezco a mis bueyes para sacrificios, los maderos los
doy para la hoguera y el grano para las ofrendas. Yo le entrego todo.
24 Pero el rey David dijo nuevamente a Ornán:
—No. Yo te compro el lugar al precio justo porque no
voy a ofrecerle al SEÑOR algo que te pertenece. Ni tampoco le voy a ofrecer
sacrificios [g] que no me cuesten nada.
25 Así que David le pagó a Ornán el equivalente a
seiscientas monedas [h] de oro por el lugar. 26 Allí David construyó un altar
para el SEÑOR y le presentó sacrificios que deben quemarse completamente y
ofrendas de paz [i]. David llamó al SEÑOR, y en respuesta él le envió fuego
sobre el altar de los sacrificios. 27 Luego el SEÑOR le dio la orden al ángel
de que guardara su espada.
28 David vio que el SEÑOR le había respondido en el
lugar en que Ornán el jebuseo trillaba el trigo y le ofreció sacrificios. 29 La
Carpa Sagrada del SEÑOR que Moisés había construido estaba en el santuario
sobre Gabaón y allí también estaba el altar de los sacrificios que deben
quemarse completamente, 30 pero David no pudo ir a ese lugar a pedirle ayuda a
Dios porque quedó atemorizado al ver la espada del ángel del SEÑOR.
Footnotes:
1 Crónicas 19:6 treinta y tres mil kilos Textualmente
mil talentos. Ver tabla de pesas y medidas.
1 Crónicas 20:2 dios Milcón o su rey. Milcón era el
dios principal de los amonitas.
1 Crónicas 20:2 treinta y tres kilos Textualmente un
talento. Ver tabla de pesas y medidas.
1 Crónicas 20:4 los gigantes Según LXX. TM: los
refaítas. Ver Gn 15:20; 2 S 21:18.
1 Crónicas 21:1 Satanás o Un adversario. Esta palabra
en hebreo puede referirse a un adversario del rey en general, o a Satanás en
particular.
1 Crónicas 21:2 desde Berseba hasta Dan Se refiere a
toda la nación de Israel, norte y sur. Dan era un pueblo en la parte norte de
Israel y Berseba estaba en la parte sur de Judá.
1 Crónicas 21:24 sacrificios Textualmente sacrificios
que deben quemarse completamente.
1 Crónicas 21:25 monedas Textualmente siclos. Ver
tabla de pesas y medidas.
1 Crónicas 21:26 ofrendas de paz u ofrendas para
festejar.
Palabra de Dios para Todos (PDT)
© 2005, 2008, 2012 Centro Mundial de Traducción de La
Biblia © 2005, 2008, 2012 World Bible Translation Center
Romanos
2:24-3:8 Palabra de Dios para Todos (PDT)
24 Por eso está escrito: «Los que no son judíos
insultan a Dios por culpa de ustedes». [a]
25 Si tú cumples la ley, entonces la circuncisión
tiene sentido, pero si no cumples con la ley es como si no estuvieras
circuncidado. 26 Los que no son judíos no están circuncidados, pero si obedecen
la ley, entonces es como si estuvieran circuncidados. 27 Ustedes los judíos
tienen la ley escrita y la circuncisión, pero no obedecen la ley. Así que
cuando los que en el cuerpo no están circuncidados obedecen la ley, están
demostrando que ustedes son culpables.
28 Uno no se es judío por tener una marca exterior en
el cuerpo porque la verdadera circuncisión no es la del exterior del cuerpo. 29
Uno es verdaderamente judío cuando lo es en su interior. La verdadera
circuncisión está en el corazón y se hace por el Espíritu, y no por lo que está
escrito. El que tiene la circuncisión de corazón, por el Espíritu recibe la
aprobación de Dios y no la de los demás.
3 Entonces, ¿cuáles son las ventajas de ser judío?
¿Qué beneficio tiene la circuncisión? 2 Pues es buena en muchos sentidos. Lo
más importante es que Dios confió su revelación escrita a los judíos. 3 Es
cierto que algunos judíos no son fieles a Dios; pero, ¿por eso dejará Dios de
hacer lo que prometió? 4 ¡De ninguna manera! Dios siempre dice la verdad,
aunque todos los hombres sean mentirosos. Así está escrito:
«Se demostrará que tus palabras son ciertas,
y vencerás
cuando te juzguen». [b]
5 Cuando hacemos lo que es injusto, demostramos lo
justo que es Dios. ¿Será posible entonces decir que Dios es injusto cuando nos
castiga? (Estoy hablando según la lógica humana.) 6 ¡Claro que no! Si Dios
fuera injusto, no tendría derecho juzgar al mundo.
7 Sería lo mismo decir: «Si comparados con la
fidelidad de Dios mis engaños resultan en honra para Dios, entonces ¿por qué me
condena como pecador?» 8 También sería como decir: «Hagamos el mal para que
venga el bien». Muchos nos critican y dicen que eso es lo que nosotros
enseñamos, lo cual es falso. Con razón Dios los condenará.
Footnotes:
Romanos 2:24 Cita de Is 52:5. Ver también Ez 36:20–23.
Romanos 3:4 Cita de Sal 51:4.
Palabra de Dios para Todos (PDT)
© 2005, 2008, 2012 Centro Mundial de Traducción de La
Biblia © 2005, 2008, 2012 World Bible Translation Center
Salmos
11 Palabra de Dios para Todos (PDT)
El Señor está al mando
Al director. Canción de David.
11 Me refugio en el SEÑOR.
Por qué me preguntan:
«¿No sería
mejor que huyas y te escondas,
saltando a
la montaña como ave pequeña?»
2 Los perversos se esconden en la oscuridad,
listos con
sus arcos y flechas,
para atacar
a la gente honesta.
3 ¿Qué harían los justos
si se
destruyen los fundamentos? [a]
4 El SEÑOR está en su templo santo;
el SEÑOR
gobierna desde el cielo.
Su mirada capta todo lo que ocurre;
con sus ojos
examina a los hombres.
5 El SEÑOR examina a buenos y malos
y rechaza [b]
con firmeza a los violentos.
6 Hará caer brasas sobre los perversos y azufre como
la lluvia.
No recibirán
nada sino un terrible viento abrasador.
7 En cambio, el SEÑOR es justo y ama la justicia;
los honestos
serán sus amigos.
Footnotes:
Salmos 11:3 o ¿Qué pasaría si las bases de la sociedad
fueran destruidas?
Salmos 11:5 rechaza u odia o se niega a aceptar.
Palabra de Dios para Todos (PDT)
© 2005, 2008, 2012 Centro Mundial de Traducción de La
Biblia © 2005, 2008, 2012 World Bible Translation Center
Proverbios
19:10-12 Palabra de Dios para Todos (PDT)
10 Ver a un bruto con dinero es como ver
a un esclavo
dándole órdenes a los príncipes.
11 Al sabio la inteligencia lo hace ser paciente;
es admirable
ver cómo perdona a los que le han hecho daño.
12 El enojo del rey es como el rugido de un león;
su favor es
como el rocío que cae sobre la hierba.
Palabra de Dios para Todos (PDT)
© 2005, 2008, 2012 Centro Mundial de Traducción de La
Biblia © 2005, 2008, 2012 World Bible Translation Center
No comments:
Post a Comment