Día 189, DAB Español, Domingo 8 de Julio
1 Crónicas 5:18-6:81; Hechos 26:1-32; Salmos 6; Proverbios 18:20-21 (Traducción en lenguaje actual (TLA))
1
Crónicas 5:18-6:81 Traducción en lenguaje actual (TLA)
18 Las tribus de Rubén y Gad, y la media tribu de
Manasés, tenían un total de cuarenta y cuatro mil setecientos sesenta hombres
capaces de ir a la guerra. Eran valientes y estaban bien entrenados para usar
el escudo, la espada y el arco. 19-22 También eran hombres que confiaban en la
ayuda de Dios. Por ejemplo, cuando pelearon contra los agarenos y contra Jetur,
Nafís y Nodab, le pidieron ayuda a Dios, y él les dio la victoria. Así fue como
mataron a muchos de los agarenos y de sus aliados; se llevaron a cien mil
prisioneros; se apropiaron de cincuenta mil camellos, doscientas cincuenta mil
ovejas y dos mil burros; además, se quedaron a vivir en la tierra de sus
enemigos hasta que ellos mismos fueron llevados prisioneros a otras tierras.
La media tribu de Manasés
23-24 Los descendientes de la media tribu de Manasés
fueron:
Éfer,
Isí,
Eliel,
Azriel,
Jeremías,
Hodavías,
Jahdiel.
Todos estos fueron jefes de sus grupos familiares;
eran soldados valientes y muy famosos. Sus familias eran tan numerosas que
vivían en la región que se extiende desde Basán hasta Baal-hermón, Senir y el
monte Hermón. 25 Sin embargo, abandonaron al Dios de Israel por adorar a los
dioses de los pueblos que Dios había destruido. 26 Por eso el Dios de Israel
envió a Tiglat-piléser, rey de Asiria, para que se llevara prisioneros a los de
la tribu de Rubén y Gad, y a la media tribu de Manasés. Ésa es la razón por la
que ellos continuaron viviendo en Halah, Habor, Hará y el río Gozán, hasta el
momento en que esto se escribió.
Los sacerdotes hijos de Leví
6 1-30 Leví tuvo tres hijos:
Guersón,
Quehat,
Merarí.
Guersón tuvo dos hijos:
Libní,
Simí.
Los descendientes de Guersón fueron:
Libní,
Jáhat,
Zimá,
Joah,
Idó,
Zérah,
Jeatrai.
Quehat tuvo cuatro hijos:
Amram,
Ishar,
Hebrón,
Uziel.
Los descendientes de Quehat fueron:
Aminadab,
Coré,
Asir,
Elcaná,
Ebiasaf,
Asir,
Táhat,
Uriel,
Ozías,
Saúl.
Elcaná tuvo dos hijos:
Amasai,
Ahimot.
Los descendientes de Ahimot fueron:
Elcaná,
Sofai,
Náhat,
Eliab,
Jeroham,
Elcaná.
Merarí tuvo dos hijos:
Mahli,
Musí.
Los descendientes de Merarí fueron:
Mahli,
Libní,
Simí,
Uzá,
Simá,
Haguías,
Asaías.
Samuel tuvo dos hijos:
Vasní,
Abías.
Hijos y nietos de Amram
Amram hijo de Quehat, nieto de Leví, tuvo tres hijos:
Aarón,
Moisés,
María.
Aarón tuvo cuatro hijos:
Nadab,
Abihú,
Eleazar,
Itamar.
Los descendientes de Eleazar fueron:
Finees,
Abisúa,
Buquí,
Uzí,
Zeraías,
Meraiot,
Amarías,
Ahitub,
Sadoc,
Ahimaas,
Azarías,
Johanán,
Azarías,
Amarías,
Ahitub,
Sadoc,
Salum,
Hilquías,
Azarías,
Seraías,
Josadac.
Azarías hijo de Johanán fue sacerdote en el templo que
Salomón construyó en Jerusalén. Josadac hijo de Seraías fue llevado prisionero
cuando Dios hizo que el rey Nabucodonosor de Babilonia se llevara prisioneros a
los habitantes de Judá y de Jerusalén.
David nombra cantores para el templo
31-33 Después de que David llevó el cofre del pacto a
Jerusalén, nombró a un grupo de hombres de la tribu de Leví para que se
encargaran de la música y el canto en el santuario. Una vez que Salomón
construyó el templo, ellos continuaron a cargo de la música, siguiendo las
instrucciones de David.
Ésta es la lista de estos cantores:
Hemán, que era descendiente de Quehat, y sus
antepasados:
Joel,
Samuel,
34 Elcaná,
Jeroham,
Eliel,
Tóah,
35 Suf,
Elcaná,
Máhat,
Amasai,
36 Elcaná,
Joel,
Azarías,
Sofonías,
37 Táhat,
Asir,
Ebiasaf,
Coré,
38 Ishar,
Quehat,
Leví,
Israel.
39 Cuando éstos cantaban en el templo, Asaf se
colocaba a la derecha de su pariente Hemán. Los antepasados de Asaf fueron:
Berequías,
Simá,
40 Micael,
Baaseías,
Malquías,
41 Etní,
Zérah,
Adaías,
42 Etán,
Zimá,
Simí,
43 Jáhat,
Guersón,
Leví.
44 A la izquierda de Hemán se colocaba Etán,
descendiente de Merarí. Éstos fueron los antepasados de Etán:
Quisí,
Abdí,
Maluc,
45 Hasabías,
Amasías,
Hilquías,
46 Amsí,
Baní,
Sémer,
47 Mahli,
Musí,
Merarí,
Leví.
48-49 Las ofrendas que se presentaban a Dios y las
ceremonias que se realizaban en el Lugar Santísimo estaban bajo la
responsabilidad de Aarón y sus descendientes. A ellos también les correspondía
presentar las ofrendas por el perdón de los pecados del pueblo de Israel. Así
lo había ordenado Moisés, fiel servidor de Dios. Otros descendientes de la
tribu de Leví estaban encargados de las tareas en el templo de Dios.
Los descendientes de Aarón
50-53 Los descendientes de Aarón fueron:
Eleazar,
Finees,
Abisúa,
Buquí,
Uzí,
Zeraías,
Meraiot,
Amarías,
Ahitub,
Sadoc,
Ahimaas.
Lugares asignados a los descendientes de Aarón
54-61 Éstos fueron los lugares que, por medio de un
sorteo, se les asignaron a los descendientes de Aarón:
A los grupos familiares de Quehat les asignaron
Hebrón, en la región de Judá, con sus campos de pastoreo. Por medio de un
sorteo, les correspondieron diez ciudades en los territorios de la media tribu
de Manasés.
A Caleb hijo de Jefuné le asignaron las tierras que
estaban alrededor de la ciudad y sus aldeas.
A los grupos familiares de Aarón les asignaron las
siguientes ciudades de refugio, cada una con sus campos de pastoreo:
Hebrón,
Libná,
Jatir,
Estemoa,
Hilén,
Debir,
Asán,
Bet-semes.
Además, de los territorios de Benjamín se les
asignaron las siguientes ciudades, cada una con sus campos de pastoreo:
Gueba,
Alémet,
Anatot.
Así pues, a los grupos familiares de Aarón se les
asignaron trece ciudades.
62 A los grupos familiares de Guersón se les asignaron
trece ciudades en los territorios de las tribus de Isacar, Aser y Neftalí, y de
la tribu de Manasés, que se había establecido en Basán.
63 A los grupos familiares de Merarí se les asignaron,
por medio de un sorteo, doce ciudades en los territorios de las tribus de
Rubén, Gad y Zabulón.
Las ciudades asignadas en cada tribu
64-81 Por medio de un sorteo, los israelitas les
asignaron a los descendientes de Leví las siguientes ciudades, cada una con sus
respectivos campos de pastoreo:
De los territorios de las tribus de Judá, Simeón y
Benjamín, las ciudades que ya se mencionaron.
Del territorio de la tribu de Efraín, a algunos de los
grupos familiares de Quehat les asignaron las siguientes ciudades de refugio:
Siquem,
Guézer,
Jocmeam,
Bet-horón,
Aialón,
Gat-rimón.
Del territorio de la media tribu de Manasés, a otros
grupos familiares de Quehat les asignaron las ciudades de Aner y Bileam.
A los grupos de Guersón les asignaron la ciudad de
Golán en Basán, y la ciudad de Astarot; del territorio de la tribu de Isacar
les asignaron las ciudades de Quedes, Daberat, Ramot y Anem; del territorio de
la tribu de Aser, las ciudades de Masal, Abdón, Hucoc y Rehob; del territorio
de la tribu de Neftalí, las ciudades de Hamón, Quiriataim y Quedes de Galilea.
A los demás descendientes de Merarí les asignaron las
ciudades de Rimón y Tabor, en el territorio de la tribu de Zabulón; Béser, que
está en el desierto, Jahas, Cademot y Mefáat, en el territorio de la tribu de
Rubén, al este del Jordán y frente a Jericó; las ciudades de Ramot de Galaad,
Mahanaim, Hesbón y Jazer, en el territorio de la tribu de Gad.
Traducción en lenguaje actual (TLA)
Copyright © 2000 by United Bible Societies
Hechos
26 Traducción en lenguaje actual (TLA)
Discurso de Pablo ante el rey Agripa
26 El rey Agripa le dijo a Pablo:
—Puedes hablar para defenderte.
Pablo levantó su mano en alto y dijo:
2 —Me alegra poder hablar hoy delante de Su Majestad,
el rey Agripa. Estoy contento porque podré defenderme de todas las acusaciones
que hacen contra mí esos judíos. 3 Yo sé que Su Majestad conoce bien las
costumbres judías, y sabe también acerca de las cosas que discutimos. Por eso
le pido ahora que me escuche con paciencia.
4 »Todos los judíos me conocen desde que yo era niño.
Saben cómo he vivido en mi país y en Jerusalén. 5 Siempre he sido un fariseo.
Si ellos quisieran, podrían asegurarlo, pues lo saben.
»Los fariseos somos el grupo más exigente de nuestra
religión. 6 Ahora me están juzgando aquí, sólo porque creo en la promesa que
Dios les hizo a nuestros antepasados. 7 Nuestras doce tribus de Israel esperan
que Dios cumpla esa promesa. Por eso aman y adoran a Dios día y noche. Gran rey
Agripa, los judíos que me acusan no creen en esa promesa. 8 ¿Por qué ninguno de
ustedes cree que Dios puede hacer que los muertos vuelvan a vivir?
9 »Antes, yo pensaba que debía hacer todo lo posible
por destruir a los que creían en Jesús de Nazaret. 10 Eso hice en la ciudad de
Jerusalén. Con el permiso de los sacerdotes principales, metí en la cárcel a
muchos de los que creían en él. Cuando los mataban, yo estaba de acuerdo. 11
Muchas veces los castigué en las sinagogas, para que dejaran de creer en Jesús.
Tanto los odiaba que hasta los perseguí en otras ciudades.
12 »Para eso mismo fui a la ciudad de Damasco, con el
permiso y la autorización de los sacerdotes principales. 13 Pero en el camino,
gran rey Agripa, cuando eran las doce del día, vi una luz muy fuerte, que
brilló alrededor de todos los que íbamos. 14 Todos caímos al suelo. Luego oí
una voz que venía del cielo, y que me dijo en arameo: “Saulo, Saulo, ¿por qué
me persigues? ¡Sólo los tontos pelean contra mí!”
15 »Entonces respondí: “¿Quién eres, Señor?”
»Él me contestó: “Yo soy Jesús. Es a mí a quien estás
persiguiendo. 16 Levántate, porque me he aparecido ante ti para nombrarte como
uno de mis servidores. Quiero que anuncies lo que ahora sabes de mí, y también
lo que sabrás después. 17 Te enviaré a hablar con los judíos y con los que no
son judíos, y no dejaré que ninguno de ellos te haga daño. 18 Quiero que hables
con ellos, para que se den cuenta de todo lo malo que hacen, y para que
comiencen a obedecer a Dios. Ellos ahora caminan como si estuvieran ciegos,
pero tú les abrirás los ojos. Así dejarán de obedecer a Satanás, y obedecerán a
Dios. Podrán creer en mí, y Dios les perdonará sus pecados. Así serán parte del
santo pueblo de Dios.”
19 »Gran rey Agripa, yo no desobedecí esa visión que
Dios puso ante mí. 20 Por eso, primero anuncié el mensaje a la gente de
Damasco, y luego a la de Jerusalén, y a la de toda la región de Judea. También
hablé con los que no eran judíos, y les dije que debían pedirle perdón a Dios y
obedecerlo, y hacer lo bueno para demostrar que en verdad se habían
arrepentido.
21 »¡Por eso algunos judíos me tomaron prisionero en
el templo, y quisieron matarme! 22 Pero todavía sigo hablando de Jesús a todo
el mundo, a ricos y a pobres, pues Dios me ayuda y me da fuerzas para seguir
adelante. Siempre les hablo de lo que la Biblia ha dicho de todo esto: 23 que
el Mesías tenía que morir, pero que después de tres días resucitaría, y que
sería como una luz en la oscuridad, para salvar a los judíos y a los no judíos.
Agripa le responde a Pablo
24 Cuando Pablo terminó de defenderse, Festo le gritó:
—¡Pablo, estás loco! De tanto estudiar te has vuelto
loco.
25 Pablo contestó:
—Excelentísimo Festo, yo no estoy loco. Lo que he
dicho es la verdad, y no una locura. 26 El rey Agripa sabe mucho acerca de todo
esto, y por eso hablo con tanta confianza delante de él. Estoy seguro de que él
sabe todo esto, porque no se trata de cosas que hayan pasado en secreto.
27 Luego, Pablo se dirigió al rey Agripa y le dijo:
—Majestad, ¿acepta usted lo que dijeron los profetas
en la Biblia? Yo sé que sí lo acepta.
28 Agripa le contestó:
—¿En tan poco tiempo piensas que puedes convencerme de
ser cristiano?
29 Pablo le dijo:
—Me gustaría que en poco tiempo, o en mucho tiempo, Su
Majestad y todos los que están aquí fueran como yo. Pero claro, sin estas
cadenas.
30 Entonces el rey Agripa, Festo y Berenice, y todos
los que estaban allí, se levantaron 31 y salieron para conversar a solas.
Decían: «Este hombre no ha hecho nada malo como para merecer la muerte. Tampoco
debería estar en la cárcel.»
32 Agripa le dijo a Festo:
—Este hombre podría ser puesto en libertad, si no
hubiera pedido que el emperador lo juzgue.
Traducción en lenguaje actual (TLA)
Copyright © 2000 by United Bible Societies
Salmos
6 Traducción en lenguaje actual (TLA)
Dios mío, ayúdame
Himno de David. Instrucciones para el director del
coro: Este himno deberá cantarse acompañado de instrumentos de ocho cuerdas.
6 1-2 Dios mío, ¡tenme compasión!
No me reprendas cuando estés enojado
ni me castigues cuando estés furioso,
pues ya no me quedan fuerzas.
Devuélveme la salud,
pues todo el cuerpo me tiembla.
3-4 Dios mío, estoy muy tembloroso;
¿cuándo vendrás en mi ayuda?
¡Vuélvete a mirarme, y sálvame!
¡Por tu gran amor,
te ruego que me salves!
5 En el mundo de los muertos
nadie se acuerda de ti.
Si dejas que me muera,
ya no podré alabarte.
6 ¡Ya estoy cansado de llorar!
Por las noches lloro tanto
que mis lágrimas empapan mi almohada.
7 Es tanto lo que sufro
que los ojos se me nublan;
¡por culpa de mis enemigos
ya estoy perdiendo la vista!
8-9 ¡Gente malvada, apártense de mí,
porque Dios ha escuchado mis ruegos
y ha aceptado mi oración!
10 Ustedes, mis enemigos,
quedarán confundidos y avergonzados.
¡En un instante huirán
llenos de vergüenza!
Traducción en lenguaje actual (TLA)
Copyright © 2000 by United Bible Societies
Proverbios
18:20-21 Traducción en lenguaje actual (TLA)
20 Cada uno recibe por sus palabras
su premio o su castigo.
21 La lengua tiene poder
para dar vida y para quitarla;
los que no paran de hablar
sufren las consecuencias.
Traducción en lenguaje actual (TLA)
Copyright
© 2000 by United Bible Societies
No comments:
Post a Comment