Día 188, DAB Español, Sábado 7 de Julio
1 Crónicas 4:5-5:17; Hechos 25:1-27; Salmos 5; Proverbios 18:19 (La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH))
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Crónicas 4:5-5:17 La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
5 Asjur, padre de Tecoa, tuvo dos mujeres: Jelá y
Naará. 6 Naará fue madre de Ajuzán, Jéfer, Temení y Haajastarí. Estos fueron
los hijos de Naará. 7 Y los hijos de Jelá fueron: Séret, Sójar y Etnán. 8 Cos
fue padre de Anub, de Hasobebá y de los clanes de Ajarjel, hijo de Arún. 9
Jabés fue más ilustre que sus hermanos y su madre lo llamó Jabés diciendo: “Lo
he parido con dolor”. 10 Jabés clamó al Dios de Israel: “Bendíceme, ensancha
mis fronteras, ayúdame y líbrame de la desgracia para que no sufra”. Y Dios le
concedió lo que había pedido.
11 Quelub, hermano de Sujá, fue padre de Mejir y este
fue padre de Estón. 12 Estón fue padre de Bet Rafá, Paséaj y Tejiná, el
fundador de la villa de Najás. Estos son los hombres de Recá. 13 Descendientes
de Quenaz: Otniel y Seraías. Descendientes de Otniel: Jatat y Meonotay. 14
Meonotay fue padre de Ofrá, y Seraías fue padre de Joab, fundador del valle de
Jarasín, habitado por artesanos.
15 Descendientes de Caleb, hijo de Jefuné: Irú, Elá y
Naán. Descendiente de Elá: Quenaz. 16 Descendientes de Jehalelel: Zif, Zifá,
Tiryá y Asarel. 17 Descendientes de Esdras: Jéter, Méred, Éfer y Jalón. Jéter
fue padre de María, Samay y Jisbaj, el padre de Estemoa. 18 De su esposa
egipcia nacieron Jéred, el padre de Guedor, Jéber, el padre de Socó, y
Jecutiel, el padre de Zanóaj. Estos son los hijos de Bitiá, la hija del faraón
con la que se casó Méred.
19 Hijos de su esposa judía, hermana de Naján, el
padre de Queilá: Simón, padre de Jomán, el garmita, y Estemoa, el maacateo. 20
Descendientes de Simón: Amnón, Riná, Ben Janán y Tilón. Descendientes de Jiseí:
Zojet y Ben-Zojet.
21 Descendientes de Selá, el hijo de Judá: Er, padre
de Lecá, Laedá, padre de Maresá, las familias de los que trabajan el lino en
Bet Asbea, 22 Joquín, las gentes de Cozebá, Joás y Saraf que sometieron a Moab
y regresaron a Belén, según datos muy antiguos. 23 Ellos eran alfareros,
residían en Netaín y Guederá y vivían allí con el rey, trabajando para él.
Otras tribus (4,24—5,26)
Descendientes de Simeón
24 Descendientes de Simeón: Nemuel, Jamín, Jarib,
Zéraj, Saúl 25 y sus descendientes: Salún, Mibsán y Mismá. 26 Descendientes de
Mismá: Jamuel, Zacur y Simeí. 27 Simeí tuvo dieciséis hijos y seis hijas, pero
sus hermanos tuvieron pocos hijos y sus familias no se multiplicaron tanto como
los descendientes de Judá. 28 Residieron en Berseba, Moladá, Jasar-Sual, 29
Bilhá, Esen, Tolad. 30 Betuel, Jormá, Siclag, 31 Bet Marcabot, Jasar Susín, Bet
Birí y Saráin. Estas fueron sus ciudades hasta el reinado de David. 32 Y estas
sus cinco aldeas: Emán, Ain, Rimón, Toquén y Asán, 33 así como todas las aldeas
anejas a dichas ciudades hasta Baalat. Tales fueron sus lugares de residencia y
sus genealogías.
34 Mesobab, Jamlec, Josá, el hijo de Amasías, 35 Joel,
Jehú, descendiente de Josibías, de Seraías y de Asiel, 36 Elyoenay, Jacobá,
Jesojaías, Asaías, Adiel, Jesimiel, Benaías 37 y Zizá, descendiente de Sifí, de
Alón, de Jedaías, de Simrí y de Semaías. 38 Todos los aquí nombrados fueron
jefes de clanes y sus familias llegaron a ser muy numerosas. 39 Se trasladaron
hasta la entrada de Guedor, al este del valle, buscando pastos para sus ganados
40 y los encontraron buenos y abundantes en una región extensa, tranquila y
segura, habitada anteriormente por los camitas. 41 Los arriba nombrados
llegaron en tiempos de Ezequías, rey de Judá, atacaron los campamentos y los
refugios que encontraron allí, los dejaron completamente aniquilados hasta hoy
y se establecieron en su lugar, puesto que habían encontrado pastos para sus
ganados.
42 Quinientos hombres de entre los descendientes de
Simeón se dirigieron a la montaña de Seir, comandados por Pelatías, Nearías,
Refaías y Uziel, hijos de Jisí, 43 derrotaron a un resto de supervivientes
amalecitas y se establecieron allí hasta el día de hoy.
Descendientes de Rubén
5 Descendientes de Rubén, primogénito de Israel.
Porque, efectivamente, Rubén era el hijo mayor, pero como profanó el lecho de
su padre su condición de primogénito pasó a los hijos de José, hijo de Israel,
y dejó de ser considerado como tal. 2 Y aunque Judá llegó a ser más poderoso
que sus hermanos y de él salió el príncipe, la primogenitura le correspondió a
José. 3 Descendientes de Rubén, primogénito de Israel: Janok, Palú, Jesrón y
Carmí.
4 Descendientes de Joel: Semaías, Gog, Simeí, 5 Micá,
Reaías, Baal 6 y Beerá, jefe de los rubenitas deportado por el rey de Asiria
Tiglatpiléser.
7 Hermanos suyos, por familias según registro
genealógico, fueron: el primero Jeiel, Zacarías 8 y Belá, descendiente de Azaz;
Semá y Joel, que se estableció en Aroer, hasta Nebó y Baal Meón, 9 y por
oriente hasta los límites del desierto que se extiende desde el río Éufrates,
pues tenía mucho ganado en la región de Galaad.
10 En tiempos de Saúl lucharon contra los agarenos,
los derrotaron y ocuparon sus campamentos por toda la zona oriental de Galaad.
Descendientes de Gad
11 Frente a ellos, en la región de Basán hasta Salcá,
habitaban los descendientes de Gad: 12 el primero Joel, el segundo Safán,
Jaenay y Safat en Basán. 13 Hermanos suyos, por familias, eran Miguel, Mesulán,
Sebá, Joray, Jacán, Zía y Éber, siete. 14 Estos eran descendientes en línea
directa de Abijail, de Jurí, de Jaróaj, de Galaad, de Miguel, de Jesisay, de
Jajdó y de Buz. 15 Ají, descendiente de Abdiel y Guní, era el jefe del clan
familiar. 16 Se establecieron en Galaad, en Basán y sus anejos y en todos los
ejidos de Sarón hasta sus confines. 17 Todos ellos fueron inscritos en tiempos
de los reyes Jotán de Judá y Jeroboán de Israel.
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y
Edición, Sociedad Bíblica de España
Hechos
25 La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
Apelación al emperador
25 A los tres días de entrar en funciones como
gobernador de la provincia, Festo se trasladó de Cesarea a Jerusalén. 2 Una vez
allí, se presentaron ante él los jefes de los sacerdotes y las más destacadas
personalidades judías para formular sus demandas contra Pablo. Le rogaron, 3
como favor especial, que dispusiera el traslado de Pablo a Jerusalén, con la
intención de preparar una emboscada y matarlo en el camino. 4 Pero Festo
respondió que Pablo debía seguir custodiado en Cesarea y que él mismo iba a
regresar allí pronto. 5 Y añadió:
— Que los dirigentes de ustedes me acompañen a Cesarea
y presenten acusación contra ese hombre, si es que ha cometido algún delito.
6 Festo pasó ocho o diez días entre ellos y después
regresó a Cesarea. Al día siguiente ocupó su puesto en el tribunal y ordenó que
hicieran comparecer a Pablo. 7 Cuando este se presentó, los judíos llegados de
Jerusalén lo acosaron imputándole muchas y graves culpas, de las cuales no
podían presentar pruebas. 8 Pablo, a su vez, se defendió diciendo:
— No he cometido delito alguno ni contra la ley judía,
ni contra el Templo, ni contra el emperador.
9 Festo, que deseaba granjearse el favor de los
judíos, dijo entonces a Pablo:
— ¿Quieres ir a Jerusalén para que yo juzgue allí tu
causa?
10 Pablo respondió:
— Apelo al tribunal del emperador, que es donde debo
ser juzgado. No he cometido ningún delito contra los judíos, como tú bien
sabes. 11 Si verdaderamente soy culpable y he cometido alguna acción que me
haga reo de muerte, no me niego a morir. Pero si los cargos que se me hacen
carecen de fundamento, nadie puede entregarme a los judíos. Apelo, pues, al
emperador.
12 Festo cambió impresiones con sus consejeros y
respondió:
— Al emperador has apelado, al emperador irás.
Pablo ante Agripa y Berenice
13 Transcurridos unos días, llegaron a Cesarea el rey
Agripa y Berenice para saludar a Festo. 14 Como se quedaron allí bastantes
días, Festo tuvo tiempo de referir al rey el asunto de Pablo.
— Aquí hay un hombre —dijo— a quien Félix dejó preso.
15 Cuando fui a Jerusalén, los jefes de los sacerdotes y los demás dirigentes
judíos presentaron una denuncia contra él y pidieron su condena. 16 Les
contesté que no es norma legal romana condenar a un acusado sin previo careo
con sus acusadores y sin darle oportunidad para defenderse de los cargos. 17
Vinieron entonces aquí y, al día siguiente, sin demora alguna, ocupé mi puesto
en el tribunal y ordené que trajeran a ese hombre. 18 Pero cuando los acusadores
tomaron la palabra, no presentaron cargo alguno de los que yo esperaba. 19 Todo
se reducía a ciertas discrepancias concernientes a su religión y acerca de un
tal Jesús, que está muerto y del que Pablo afirma que vive. 20 No sabiendo cómo
proseguir el desarrollo de la causa, pregunté a Pablo si estaba dispuesto a ir
a Jerusalén para que se instruyera allí el proceso. 21 Pablo, entonces,
interpuso apelación, solicitando permanecer bajo custodia en espera del fallo
de su Majestad imperial. Así que he ordenado que se le custodie hasta que pueda
enviarlo al emperador.
Agripa dijo a Festo:
22 — Desearía oír a ese hombre yo mismo.
— Mañana tendrás ocasión —contestó Festo—.
23 Al día siguiente llegaron Agripa y Berenice con un
fastuoso cortejo, y entraron en la sala de la audiencia en compañía de altos
jefes militares y de las más destacadas personalidades de la ciudad. A una
orden de Festo, condujeron allí a Pablo. 24 A continuación, Festo se expresó de
este modo:
— Rey Agripa y señores todos presentes entre nosotros:
ahí tienen al hombre por cuya causa han venido a mí multitud de judíos, tanto
aquí como en Jerusalén, pidiéndome a gritos su cabeza. 25 Sin embargo, me
consta que no ha cometido ningún crimen por el cual merezca la muerte. Pero
como ha apelado a su Majestad imperial, he decidido enviárselo a él. 26 Ahora
bien, no existiendo una causa concreta de la que pueda yo informar por escrito
al emperador, he querido que comparezca ante ustedes, y particularmente ante
ti, rey Agripa, a fin de que, como resultado de este interrogatorio, pueda yo
escribir algo al respecto. 27 Y es que me parece absurdo enviar un preso sin
especificar los cargos que pesan sobre él.
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
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Salmos
5 La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
Salmo 5
Señor, por la mañana escuchas mi voz
5 Al maestro del coro; con flautas. Salmo de David.
2 Señor, escucha mis palabras, atiende mi queja;
3 Rey mío, Dios mío, oye mi grito de socorro,
que a ti dirijo mi ruego.
4 Señor, por la mañana escuchas mi súplica;
de madrugada ante ti la presento
y me quedo esperando.
5 No eres un Dios que desee la maldad,
en ti no encuentra refugio el malvado.
6 No resisten tu mirada los necios,
odias a los malhechores,
7 aniquilas a los mentirosos;
al cruel y al traidor, el Señor lo aborrece.
8 Pero yo, por tu inmenso amor,
acudiré a tu morada
y me postraré venerándote en tu santuario.
9 Señor, guíame con tu justicia
porque tengo enemigos,
allana ante mí tu camino.
10 No es su boca sincera,
su interior es perverso,
una tumba abierta es su garganta,
aduladora es su lengua.
11 Castígalos, Señor,
que fracasen sus planes;
expúlsalos por sus muchos crímenes,
porque se han rebelado contra ti.
12 ¡Que se alegren los que en ti confían,
que por siempre se regocijen!
Protege a los que te aman,
para que se gocen en ti;
13 porque tú, Señor, bendices al justo
y tu bondad lo rodea como escudo.
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Proverbios
18:19 La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
19 Hermano ofendido es fortín irreductible,
las disputas son los cerrojos de su encastillamiento.
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