Día 114, DAB Español, Miércoles 24 de Abril
Jueces 2:10-3:31; Lucas 22:14-34; Salmos 92-93; Proverbios 14:1-2 (Palabra de Dios para Todos (PDT))
Jueces
2:10-3:31 Palabra de Dios para Todos (PDT)
10 Finalmente toda esa generación murió y nació una
nueva generación que no conocía al SEÑOR, ni tampoco sabía todo lo que él había
hecho por Israel.
Desobediencia y derrota
11 Así que los israelitas hicieron lo que no le agrada
al SEÑOR y adoraron a un dios falso llamado Baal. 12 Abandonaron al SEÑOR, el
Dios de sus antepasados, que los había sacado de Egipto y comenzaron a adorar a
los dioses falsos de la gente que vivía alrededor de ellos y por eso el SEÑOR
se enojó con Israel. 13 Abandonaron al SEÑOR por creer en Baal y Astarté. 14
Así que el SEÑOR se enojó contra los israelitas y permitió que sus enemigos los
atacaran y saquearan. También permitió que los enemigos de Israel los
esclavizaran. 15 Los israelitas perdían toda batalla que peleaban, porque no
contaban con la ayuda del SEÑOR. El SEÑOR les había advertido que ellos
perderían si servían a los dioses de la gente que vivía cerca de ellos, pero
como no hicieron caso, los israelitas tuvieron que sufrir mucho.
16 Luego el SEÑOR hizo surgir algunos líderes, los
jefes. Esos líderes los liberaron de los enemigos que saqueaban sus posesiones.
17 Sin embargo, los israelitas tampoco les hicieron caso a los jefes; no fueron
fieles a Dios, sino que siguieron a otros dioses. [a] Sus antepasados
obedecieron los mandamientos del SEÑOR, pero ahora los israelitas habían
cambiado y ya no obedecían a Dios.
18 Cuando el SEÑOR les mandaba jefes, el SEÑOR estaba
con el jefe y el pueblo se libraba de sus enemigos durante todo el tiempo de la
vida del jefe. El SEÑOR se compadecía de ellos debido a que los israelitas
gemían a causa de la opresión y sufrimiento en que los mantenían sus enemigos.
19 Pero cada vez que un jefe moría, los israelitas volvían a pecar y a adorar a
dioses falsos. En ese tiempo los israelitas eran muy tercos y se negaban a
cambiar su mal comportamiento.
20 Así que el SEÑOR se enfureció contra Israel y dijo:
«Este pueblo ha roto el pacto que yo hice con sus antepasados. Ellos no me han
hecho caso. 21 Por eso, ya no expulsaré del país ante ellos a los otros pueblos
que Josué dejó al morir. 22 Voy a usarlos para poner a prueba a Israel, a ver
si sigue el camino del SEÑOR, andando por él como lo hicieron sus antepasados».
23 El SEÑOR permitió entonces que esos pueblos se quedaran en ese territorio y
no los obligó a salir inmediatamente del país; tampoco permitió que Josué
tuviera la fuerza necesaria para derrotarlos.
3 Estas son las naciones que el SEÑOR dejó en el país
para poner a prueba con ellas a los israelitas, o sea a los que no estuvieron
en las guerras de la conquista de Canaán. 2 Hizo esto para que los que nunca
habían estado en el campo de batalla aprendieran cómo hacer la guerra. 3
Quedaron los cinco jefes de los filisteos, todos los cananeos, la gente de
Sidón y los heveos que vivían en los montes del Líbano, desde el monte Baal
Hermón hasta Lebó Jamat. 4 Dios dejó a esos pueblos en la tierra para probar a
los israelitas para ver si obedecerían los mandamientos que el SEÑOR les había
dado a sus antepasados por medio de Moisés.
5 Los israelitas tuvieron que vivir entre cananeos,
hititas, amorreos, ferezeos, heveos y jebuseos. 6 Comenzaron a casarse con las
hijas de ellos y a permitir que sus propias hijas se casaran con los hijos de
esos pueblos. También empezaron a adorar a los dioses de aquella gente.
Otoniel, el primer jefe
7 Los israelitas hicieron lo que no le agradaba al
SEÑOR. Se olvidaron del SEÑOR su Dios y sirvieron a los dioses falsos Baal y
Astarté. 8 Así que el SEÑOR se enojó con Israel y permitió que Cusán Risatayin,
el rey de Aram Najarayin, [b] derrotara a Israel y lo gobernara. Los israelitas
estuvieron sometidos a este rey durante ocho años, 9 pero el pueblo de Israel
pidió ayuda al SEÑOR. El SEÑOR les envió un hombre llamado Otoniel para
salvarlos, él era hijo de un hombre llamado Quenaz, que a su vez era el hermano
menor de Caleb. Otoniel liberó a los israelitas. 10 El espíritu del SEÑOR vino
sobre Otoniel para derrotar a Cusán Risatayin. Otoniel salió a la batalla como
jefe de Israel, y el SEÑOR le dio una gran victoria sobre el rey de Aram. 11
Entonces la tierra estuvo en paz durante cuarenta años hasta la muerte de
Otoniel hijo de Quenaz.
El jefe Aod
12 Nuevamente los israelitas hicieron lo que no le
agradaba al SEÑOR. Así que el SEÑOR le dio poder a Eglón, rey de Moab para que
derrotara a los israelitas por haber hecho ellos lo que no le agradaba al
SEÑOR. 13 Eglón recibió ayuda de los amonitas y los amalecitas. Todos se
unieron para atacar a los israelitas. Eglón y su ejército derrotaron al pueblo
de Israel y lo obligaron a salir de la ciudad de las palmeras [c]. 14 Eglón,
rey de Moab, sometió al pueblo de Israel durante dieciocho años.
15 Los israelitas pidieron ayuda del SEÑOR y el SEÑOR
envió a un hombre llamado Aod para liberarlos. Aod era hijo de un hombre
llamado Guerá que pertenecía a la tribu de Benjamín. Aod había sido entrenado
para pelear con la mano izquierda. Los israelitas enviaron a Aod con un regalo
para Eglón, rey de Moab. 16 Aod se hizo una espada que tenía filo por ambos
lados y medía medio metro [d] de largo, se la amarró a su pierna derecha y la
escondió bajo su ropa.
17 Entonces, Aod llevó el regalo a Eglón rey de Moab,
quien era muy gordo. 18 Después de entregar el regalo, Aod salió con la gente
que había transportado la ofrenda, 19 pero cuando llegó a donde estaban las
estatuas [e] cerca de Guilgal, regresó al palacio del rey. Aod le dijo al rey
Eglón:
—Majestad, tengo un mensaje secreto para usted.
El rey ordenó silencio y les pidió a los sirvientes
que salieran del salón. 20 El rey estaba sentado solo en un lugar elevado donde
podía refrescarse. Entonces Aod le dijo:
—Tengo un mensaje de Dios para usted.
Al levantarse del trono, el rey quedó muy cerca de
Aod. 21 Entonces Aod movió imperceptiblemente la mano izquierda hacia su lado
derecho, donde tenía una espada atada al muslo, la sacó y se la clavó en el
vientre al rey. 22 Le clavó la espada tan hondo que incluso le entró la
empuñadura, y Aod le dejó la espada dentro del vientre. Al rey se le salió todo
su excremento.
23 Aod salió del salón privado y dejó encerrado al
rey. 24 Luego Aod salió del salón principal y los sirvientes regresaron, pero
al encontrar cerradas las puertas del salón principal dijeron: «Seguramente el
rey se encerró en la sala de verano para hacer sus necesidades». 25 Los
sirvientes esperaron por un largo rato pero el rey no abría la puerta.
Finalmente los sirvientes se preocuparon y fueron a traer la llave para abrir
la puerta. Cuando entraron, vieron a su rey tirado en el piso, muerto.
26 Mientras los sirvientes esperaban que el rey
saliera, Aod pudo escapar. Pasó cerca de las estatuas y se dirigió a un lugar
llamado Seirat. 27 Cuando Aod llegó a Seirat, tocó la trompeta en la región
montañosa de Efraín. Los israelitas escucharon la trompeta y bajaron de la
montaña junto con Aod, quien los guiaba. 28 Aod les dijo: «¡Síganme! El SEÑOR
nos ha ayudado a derrotar a nuestros enemigos los moabitas».
Entonces los israelitas siguieron a Aod y fueron con
él a controlar los lugares donde la gente podía cruzar con facilidad el río
Jordán para llegar a la tierra de Moab. No permitieron a nadie cruzar el río
Jordán. 29 Los israelitas mataron a más de diez mil moabitas fuertes y
valientes; ninguno escapó. 30 Así que desde ese día el pueblo de Israel gobernó
a los de Moab, y hubo paz en esa tierra durante ochenta años.
El jefe Samgar
31 Después de que Aod liberó a los israelitas, otro
hombre vino a salvar a Israel. Ese hombre se llamaba Samgar hijo de Anat [f].
Samgar mató a seiscientos filisteos con una vara para arrear bueyes. [g]
Footnotes:
Jueces 2:17 no fueron fieles […] otros dioses
Textualmente se prostituía con otros dioses.
Jueces 3:8 Aram Najarayin Territorio ubicado al norte
de Siria entre los ríos Tigris y Éufrates.
Jueces 3:13 ciudad de las palmeras Se refiere a
Jericó.
Jueces 3:16 medio metro Textualmente un codo. Ver
tabla de pesas y medidas.
Jueces 3:19 estatuas Tal vez eran estatuas de dioses o
animales que protegían la entrada de la ciudad.
Jueces 3:31 Anat Era el nombre de la diosa cananea de
la guerra. Aquí puede hacer referencia al papá o a la mamá de Samgar, pero
también puede significar Samgar, el gran soldado; o Samgar, el de la ciudad de
Anat.
Jueces 3:31 vara para arrear bueyes Textualmente
aguijada. Ver vocabulario.
Palabra de Dios para Todos (PDT)
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Lucas
22:14-34 Palabra de Dios para Todos (PDT)
La Cena del Señor
14 Cuando llegó la hora de la cena, Jesús y los
apóstoles estaban a la mesa. 15 Jesús les dijo:
—Tenía muchas ganas de celebrar esta cena de Pascua
con ustedes, antes de padecer. 16 Pues yo les digo que no volveré a celebrar
otra cena de Pascua, hasta que se le dé el verdadero significado en el reino de
Dios.
17 Entonces Jesús tomó una copa, dio gracias a Dios y
dijo:
—Tomen esta copa y compártanla todos. 18 Les digo que
no volveré a beber vino hasta que el reino de Dios esté aquí.
19 Entonces Jesús tomó pan, dio gracias a Dios, lo
partió, se lo dio a los apóstoles y dijo:
—Este pan es mi cuerpo que doy por ustedes. Cómanlo
como recordatorio.
20 De la misma manera, después de la cena tomó la copa
y dijo:
—Esta copa es mi sangre que es derramada por ustedes y
establece el nuevo pacto. [a] 21 Pero escuchen, uno de ustedes se volverá en
contra mía. Su mano está al lado de la mía en la mesa. 22 Es cierto que el Hijo
del hombre cumplirá lo que Dios planeó, pero ¡pobre de aquel que lo traiciona!
23 Entonces se empezaron a preguntar entre ellos:
«¿Quién de nosotros haría eso?»
Sean como un siervo
24 Más tarde, los apóstoles empezaron a discutir
acerca de quién era el más importante entre ellos. 25 Pero Jesús les dijo: «Los
reyes de las naciones ejercen dominio sobre su pueblo y los hombres que tienen
mucha autoridad sobre otros hacen que los llamen “grandes benefactores del
pueblo”, 26 pero ustedes no sean como ellos. El mayor debe hacerse como el
menor, y el que manda debe hacerse como el que sirve. 27 ¿Quién es más
importante: el que está a la mesa comiendo o el que le está sirviendo? Ustedes
piensan que el que está a la mesa es el más importante, pero yo soy como un
siervo entre ustedes.
28 »Ustedes son los que han estado conmigo durante
todos mis tiempos difíciles. 29 Mi padre me dio un reino y yo les doy también
la autoridad para reinar conmigo, 30 para que ustedes coman y beban a la mesa
en ese reino, y se sienten en tronos a juzgar a las doce tribus de Israel.
Se anuncia la negación de Pedro
31 »¡Simón, Simón! Mira que Satanás ha pedido
sacudirlos a ustedes como un campesino sacude la paja de los granos de trigo.
32 Pero he orado para que no pierdas tu fe. Cuando vuelvas a mí, ayuda a tus
hermanos a ser más fuertes».
33 Pero Simón dijo:
—Señor, estoy listo para ir contigo a la cárcel.
¡Hasta estoy dispuesto a morir por ti!
34 Pero Jesús dijo:
—Pedro, antes de que el gallo cante esta noche, me
negarás tres veces.
Footnotes:
Lucas 22:20 Algunos manuscritos no tienen la última
parte del versículo 19 ni todo el 20.
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Salmos
92-93 Palabra de Dios para Todos (PDT)
Qué maravillosas son tus obras
Canción de alabanza para el día de descanso.
92 SEÑOR, qué bueno es agradecerte
y entonarte
canciones de alabanza, Dios Altísimo;
2 proclamar por la mañana tu fiel amor
y por la
noche tu lealtad,
3 al son del arpa, la cítara,
la flauta y
la lira.
4 SEÑOR, tus obras me ponen alegre,
gritaré de
gozo por lo que has hecho con tus manos.
5 SEÑOR, qué maravillosas son tus obras,
qué
profundos tus pensamientos.
6 Los perversos no entienden tus planes,
son tan
tontos que no pueden entender.
7 Aunque los perversos broten como la hierba,
y de momento
florezcan,
todos los que hacen el mal sufrirán la destrucción
eterna.
8 Pero tú,
SEÑOR serás adorado por siempre.
9 ¡Tus enemigos, oh SEÑOR,
tus enemigos
serán destruidos!
Serán desparramados
los que hacen el mal.
10 Pero a mí me das fuerzas como de un toro salvaje;
rociaste
aceite fresco sobre mi cabeza.
11 Veré la derrota de mis enemigos.
Oiré los
gritos de angustia de esos perversos que se levantaron en mi contra.
12 El justo florecerá como la palmera;
crecerá como
árbol fino.
13 Son como árboles plantados en el templo del SEÑOR
que dan
hermosos frutos en el patio de nuestro Dios.
14 Aunque estén viejos, seguirán dando frutos
como si
fueran árboles jóvenes y fuertes.
15 Ellos están allí para demostrarle a todo el mundo
que el SEÑOR es justo.
Él es mi
roca y no comete ninguna injusticia.
El Señor reina
93 El SEÑOR reina,
se viste de
majestad;
el SEÑOR se viste,
se pone el
poder como cinturón.
El mundo está bien firme,
no será
removido.
2 Tu reino ha existido siempre;
tú existes
desde la eternidad.
3 Se levantaron los ríos, SEÑOR,
hacen gran
estruendo.
Alzan sus
olas rugientes,
4 pero tú, SEÑOR, reinando desde el cielo,
eres más
poderoso que las fuertes olas
y que el
estruendo de las aguas.
5 Se puede confiar en lo que tú declaras, [a]
lo que tú
siempre dijiste en cuanto a tu casa, tu hogar santo, SEÑOR.
Footnotes:
Salmos 93:5 Se puede […] declaras o Tus enseñanzas continuarán
por siempre.
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Proverbios
14:1-2 Palabra de Dios para Todos (PDT)
14 La mujer sabia edifica su casa;
la insensata
la derriba con sus manos.
2 Respetar al SEÑOR es vivir como a él le agrada,
apartarse de
su camino es despreciarlo.
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