Día 95, DAB Español, Viernes 5 de Abril
Deuteronomio 28:1-68; Lucas 11:14-36; Salmos 77; Proverbios 12:18 (Reina Valera Contemporánea (RVC))
Deuteronomio
28 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Bendiciones de la obediencia
28 »Si tú escuchas con atención la voz del Señor tu
Dios, y cumples y pones en práctica todos los mandamientos que hoy te mando
cumplir, el Señor tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. 2
Si escuchas la voz del Señor tu Dios, todas estas bendiciones vendrán sobre ti,
y te alcanzarán:
3 »Bendito serás tú en la ciudad, y bendito en el
campo.
4 »Bendito será el fruto de tu vientre, el fruto de tu
tierra, el fruto de tus bestias, y las crías de tus vacas y los rebaños de tus
ovejas.
5 »Benditas serán tu canasta y tu artesa de amasar.
6 »Bendito serás cuando entres, y bendito cuando
salgas.
7 »El Señor derrotará a tus enemigos que se levanten
contra ti. Por un camino saldrán contra ti, y por siete caminos huirán de ti.
8 »El Señor enviará su bendición sobre tus graneros y
sobre todo aquello en que pongas tu mano, y te bendecirá en la tierra que el
Señor tu Dios te da.
9 »El Señor te confirmará como su pueblo santo, tal y
como te lo ha jurado, siempre y cuando cumplas los mandamientos del Señor tu
Dios, y sigas sus caminos. 10 Todos los pueblos de la tierra verán que el
nombre del Señor es invocado sobre ti, y te temerán.
11 »En el país que el Señor juró a tus padres que te
daría, el Señor hará que sobreabundes en bienes, y en el fruto de tu vientre, y
en el fruto de tus animales, y en el fruto de tu tierra.
12 »El Señor te abrirá su tesoro de bondad, que es el
cielo, y en su tiempo te enviará la lluvia a tu tierra, y bendecirá todo lo que
hagas con tus manos. Harás préstamos a muchas naciones, pero tú no pedirás
prestado nada.
13 »El Señor te pondrá por cabeza, no por cola.
Estarás por encima de todo, nunca por debajo, siempre y cuando obedezcas y
cumplas los mandamientos del Señor tu Dios, que hoy te ordeno cumplir, 14 y
siempre y cuando no te apartes ni a diestra ni a siniestra de todas las
palabras que hoy te mando cumplir, ni vayas en pos de dioses ajenos y les sirvas.
Consecuencias de la desobediencia
15 »Si no oyes la voz del Señor tu Dios ni procuras
cumplir todos los mandamientos y estatutos que hoy te mando cumplir, vendrán
sobre ti, y te alcanzarán, todas estas maldiciones:
16 »Maldito serás tú en la ciudad, y maldito en el
campo.
17 »Maldita será tu canasta, y tu tabla de amasar.
18 »Maldito será el fruto de tu vientre, el fruto de
tu tierra, las crías de tus vacas y los rebaños de tus ovejas.
19 »Maldito serás cuando entres, y maldito serás
cuando salgas.
20 »El Señor enviará contra ti maldición, quebranto y
asombro en todo lo que emprendas, hasta que de pronto seas destruido y perezcas
por causa de la maldad de tus obras, por las cuales lo hayas dejado.
21 »El Señor traerá sobre ti mortandad hasta consumirte
en la tierra de la cual vas a tomar posesión.
22 »El Señor te herirá con tisis y con fiebre, con
inflamación y ardores, con sequía y calamidad repentina, y con hongos, los
cuales te perseguirán hasta que perezcas. 23 Los cielos que cubren tu cabeza serán
como el bronce, y la tierra que pisas será como el hierro. 24 En vez de lluvia,
el Señor enviará polvo y ceniza a tu tierra, y desde los cielos caerán sobre ti
hasta que perezcas.
25 »El Señor hará que seas derrotado delante de tus
enemigos. Por un camino saldrás contra ellos, y por siete caminos huirás de
ellos, y todos los reinos de la tierra te humillarán. 26 Tus cadáveres servirán
de comida a todas las aves del cielo y a todas las fieras de la tierra, y no
habrá quien las espante.
27 »El Señor te herirá con las úlceras de Egipto, y
con tumores, sarna y comezón, y no podrás ser curado.
28 »El Señor te herirá con locura, ceguera y
confusión. 29 A plena luz del día andarás a tientas, como ciego, y no tendrás
éxito en lo que hagas; al contrario, en todo momento serás oprimido y
despojado, sin que haya quien te salve. 30 Te comprometerás en matrimonio, pero
otro hombre se acostará con tu prometida; construirás una casa, pero nunca
llegarás a habitarla; plantarás viñas, pero nunca disfrutarás de sus uvas. 31
Ante tus propios ojos matarán a tu buey, pero tú no comerás de su carne; ante
tus propios ojos te arrebatarán tu asno, y jamás te lo devolverán; tus ovejas
serán entregadas a tus enemigos, y tú no podrás impedirlo. 32 Ante tus propios
ojos tus hijos y tus hijas serán entregados a otra gente, y tú no podrás
impedirlo, y día tras día tus ojos desfallecerán esperando que vuelvan. 33
Gente que jamás conociste se comerá el fruto de tu tierra y de todo tu trabajo,
y día tras día serás oprimido y quebrantado. 34 Lo que veas con tus ojos te
hará perder el juicio.
35 »El Señor te herirá con pústula maligna en las
rodillas y en las piernas, y desde la planta del pie hasta la coronilla, y no
podrás ser sanado.
36 »El Señor te llevará a ti, y al rey que hayas
puesto para que te gobierne, a una nación que ni tú ni tus padres conocieron, y
allá servirás a dioses ajenos de palo y de piedra. 37 Serás motivo de horror, y
objeto de comentarios y de burlas de todos los pueblos a donde el Señor te
lleve. 38 Sembrarás mucha semilla en el campo, y cosecharás muy poco, porque la
langosta la consumirá. 39 Plantarás viñas, y las cultivarás, pero no
vendimiarás las uvas ni beberás el vino, porque los gusanos se las comerán. 40
Tendrás olivos por todo tu territorio, pero no te ungirás con el aceite, porque
las aceitunas se caerán. 41 Tendrás hijos e hijas, pero no los retendrás,
porque serán llevados en cautiverio. 42 Todos tus árboles y todos los frutos de
tu tierra serán consumidos por la langosta. 43 Los extranjeros que vivan en tus
ciudades se alzarán por encima de ti, mientras que tú caerás muy bajo. 44 Ellos
te harán préstamos, pero tú no podrás prestarles nada; ellos serán la cabeza, y
tú serás la cola.
45 »Todas estas maldiciones vendrán sobre ti, y te
perseguirán y te alcanzarán hasta acabar contigo, por no haber atendido a la
voz del Señor tu Dios para cumplir los mandamientos y los estatutos que él te
mandó cumplir, 46 y para siempre serán en ti y en tu descendencia una señal y
una prueba.
47 »Puesto que no serviste al Señor tu Dios con
alegría y con gozo de corazón cuando él te dio abundancia de todo, 48 acabarás
siendo esclavo de los enemigos que el Señor envíe contra ti; sufrirás de hambre
y de sed, y carecerás de ropa y de todas las cosas. ¡El Señor pondrá sobre tu
cuello un yugo de hierro, hasta destruirte!
49 »De muy lejos, del otro extremo de la tierra, el
Señor traerá contra ti una nación que vuela como el águila. Es una nación cuya
lengua no entiendes, 50 gente de rostro feroz, que no respeta a los ancianos ni
perdona a los niños. 51 Y se comerá las crías de tus ganados y los frutos de tu
tierra, hasta hacerte perecer. No te dejará nada de trigo, ni de mosto, ni de
aceite, ni una sola cría de tus vacas ni de los rebaños de tus ovejas, hasta
que te haya destruido. 52 Sitiará todas las ciudades de tu tierra, hasta
derribar esas altas y sólidas murallas en las que tú confías. Sitiará todas tus
ciudades y toda la tierra que el Señor tu Dios te ha dado. 53 Durante el sitio,
y en la desesperación y la angustia ante el enemigo, te comerás el fruto de tu
vientre, ¡la carne de tus propios hijos e hijas que el Señor tu Dios te dio! 54
Aun los más sensibles y delicados de tus hombres mirarán con malos ojos a su
hermano, y a la mujer amada, y al resto de sus hijos que le queden, 55 y no
querrá compartir con ellos la carne de sus hijos. Porque durante el asedio será
tal la angustia con que tu enemigo te oprimirá en todas tus ciudades, que la
gente se comerá a sus propios hijos por no haber ya nada qué comer. 56 La mujer
más tierna y delicada entre ustedes, que por ser tan tierna y delicada jamás
intentaría posar la planta de su pie sobre la tierra, mirará con malos ojos a
su esposo amado, y a su hijo y a su hija, 57 y hasta al hijo que acaba de dar a
luz, y se los comerá a escondidas, pues durante el asedio a tus ciudades, y en
medio de la angustia y opresión del enemigo, habrá carencia de todo.
58 »Si no tienes cuidado de poner por obra todas las
palabras de esta ley escritas en este libro, ni temes este nombre glorioso y
temible: EL SEÑOR TU DIOS, 59 entonces el Señor aumentará en gran manera tus
plagas y las plagas de tu descendencia, plagas grandes y permanentes, y
enfermedades malignas y duraderas, 60 y traerá sobre ti todos los males de
Egipto, delante de los cuales temiste, y no te dejarán en paz. 61 Así mismo, el
Señor enviará sobre ti toda enfermedad y toda plaga no escrita en el libro de
esta ley, hasta que seas destruido. 62 En lugar de haber sido innumerables como
las estrellas del cielo, muy pocos de ustedes sobrevivirán, por no haber
obedecido a la voz del Señor su Dios. 63 Y así como el Señor se alegraba de
hacerles bien y de multiplicarlos, así se alegrará de arruinarlos y
destruirlos. ¡Serán arrancados de la tierra de la cual van a tomar posesión!
64 »El Señor te esparcirá por todos los pueblos, de un
extremo al otro de la tierra; allí servirás a dioses ajenos de madera y de
piedra, que ni tú ni tus padres conocieron jamás. 65 Ni siquiera entre estas
naciones descansarás, ni la planta de tu pie hallará reposo, pues allí el Señor
te dará un corazón temeroso, y tus ojos desfallecerán y tu ánimo decaerá; 66 tu
vida estará en constante peligro, y el miedo te dominará noche y día, y no
tendrás la vida segura. 67 Será tal el miedo que dominará tu corazón, y tan
terrible lo que verán tus ojos, que por la mañana dirás: “¡Cómo quisiera que ya
fuera tarde!”, y por la tarde dirás: “¡Cómo quisiera que ya fuera otro día!”
68 »El Señor te hará volver a Egipto en naves, por el
camino por el cual te había dicho que nunca más volverías, y allí ustedes serán
vendidos a sus enemigos como esclavos y esclavas, ¡y no habrá nadie que los
compre!»
Reina Valera Contemporánea (RVC)
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Lucas
11:14-36 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Una casa dividida contra sí misma
14 Jesús estaba expulsando un demonio que había dejado
mudo a un hombre, y cuando el demonio salió, el mudo comenzó a hablar y la
gente quedó asombrada. 15 Pero algunos dijeron: «Éste expulsa a los demonios
por el poder de Beelzebú, príncipe de los demonios.» 16 Otros, para ponerlo a
prueba, le pedían alguna señal del cielo. 17 Pero él, que sabía lo que ellos
pensaban, les dijo: «Todo reino dividido contra sí mismo queda devastado. No
hay casa que permanezca, si internamente está dividida. 18 Ya que ustedes dicen
que yo expulso a los demonios por el poder de Beelzebú, ¿cómo podrá permanecer
el reino de Satanás, si él está dividido contra sí mismo? 19 Porque, si yo
expulso a los demonios por el poder de Beelzebú, ¿por el poder de quién los
expulsan los hijos de ustedes? Por tanto, ellos mismos serán los jueces de
ustedes. 20 Pero si yo expulso a los demonios por el poder de Dios, ciertamente
el reino de Dios ha llegado a ustedes. 21 Cuando un hombre fuerte está bien
armado y protege su palacio, lo que posee no corre peligro. 22 Pero cuando otro
más fuerte que él viene y lo derrota, le quita todas las armas en las que
confiaba, y reparte el botín. 23 El que no está conmigo, está contra mí; y el
que conmigo no recoge, desparrama.
El espíritu impuro que vuelve
24 »Cuando el espíritu impuro sale del hombre, anda
por lugares áridos en busca de reposo, pero al no encontrarlo dice: “Volveré a
mi casa, de donde salí.” 25 Y cuando llega y la encuentra barrida y adornada,
26 va y trae otros siete espíritus peores que él, y todos entran y allí se
quedan a vivir. ¡Y el estado final de aquel hombre resulta peor que el
primero!»
Los que en verdad son dichosos
27 Mientras Jesús decía esto, una mujer de entre la
multitud levantó la voz y le dijo: «¡Dichoso el vientre que te dio a luz, y los
senos que te amamantaron!» 28 Jesús respondió: «Más bien, dichosos los que
escuchan la palabra de Dios, y la obedecen.»
La gente perversa demanda señal
29 Como la multitud que lo rodeaba iba en aumento,
Jesús comenzó a decir: «¡Qué malvada es esta generación! Demanda una señal,
pero no tendrán más señal que la del profeta Jonás. 30 Porque así como Jonás
fue una señal para los ninivitas, también el Hijo del Hombre será una señal
para esta generación. 31 En el día del juicio, la reina del Sur se levantará
con la gente de esta generación, y la condenará; porque ella vino desde los
confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay alguien
que es más grande que Salomón. 32 En el día del juicio, los habitantes de
Nínive se levantarán con esta generación, y la condenarán; porque al oír la
predicación de Jonás se arrepintieron, y aquí hay alguien que es más grande que
Jonás.
La lámpara del cuerpo
33 »Nadie esconde la luz que se enciende, ni la pone
debajo de un cajón, sino en el candelero, para que los que entran vean la luz.
34 La lámpara del cuerpo es el ojo. Cuando tu ojo es bueno, también todo tu
cuerpo esta lleno de luz; pero cuando tu ojo es malo, también tu cuerpo estará
a oscuras. 35 Ten cuidado, no sea que la luz que hay en ti resulte ser
oscuridad. 36 Así que, si todo tu cuerpo está lleno de luz, y no participa de
la oscuridad, será todo luminoso, como cuando una lámpara te alumbra con su
resplandor.»
Reina Valera Contemporánea (RVC)
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Salmos
77 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Evocación de los portentos de Dios
Al músico principal. Sobre Jedutún. Salmo de Asaf.
77 Con mi voz clamé a Dios,
A Dios clamé, y él me escuchó.
2 Busqué al Señor cuando me vi angustiado;
por las noches, sin cesar, a él levanté mis manos;
pues mi alma rehusaba ser consolada.
3 Me acordé de Dios, y me sentí conmovido;
al quejarme, mi ánimo decaía.
4 Dios no me dejaba pegar los ojos;
tan quebrantado estaba yo, que no podía hablar.
5 Pensaba yo en los días de antaño,
en los años de tiempos pasados.
6 Me acordaba de mis cánticos nocturnos,
y en mi corazón meditaba, y mi espíritu inquiría:
7 «¿Nos abandonará el Señor para siempre?
¿Acaso no volverá a tratarnos con bondad?
8 ¿Se habrá agotado para siempre su misericordia?
¿Habrá puesto fin para siempre a su promesa?
9 ¿Se habrá olvidado Dios de tener misericordia?
¿Habrá, en su enojo, puesto un límite a su piedad?»
10 También me dije: «Debo estar enfermo.
¿Cómo puedo pensar que la diestra del Altísimo ha
cambiado?
11 Es mejor que haga memoria de las obras del Señor.»
Sí, haré memoria de tus maravillas de antaño;
12 meditaré en todas tus obras,
y proclamaré todos tus hechos.
13 Santo es, oh Dios, tu camino;
¿qué otro dios es tan grande como tú, Dios nuestro?
14 Tú eres el Dios que hace maravillas;
has manifestado entre los pueblos tu poder.
15 Con tu brazo diste libertad a tu pueblo,
a los descendientes de Jacob y de José.
16 Cuando las aguas te vieron, oh Dios,
cuando las aguas te vieron, sintieron temor,
y hasta los abismos se estremecieron.
17 Las nubes derramaron torrentes de agua,
los cielos retumbaron, y atronaron tus rayos;
18 resonó en el torbellino la voz de tu trueno;
tus relámpagos iluminaron el mundo,
y la tierra tembló y se estremeció.
19 Te abriste paso en el mar,
y atravesaste las muchas aguas,
aunque nadie vio jamás tus pisadas,
20 y por medio de Moisés y de Aarón
guiaste a tu pueblo como a un rebaño.
Reina Valera Contemporánea (RVC)
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Proverbios
12:18 Reina Valera Contemporánea (RVC)
18 Hay gente cuyas palabras son puñaladas,
pero la lengua de los sabios sana las heridas.
Reina
Valera Contemporánea (RVC)
Copyright
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