Sunday, June 16, 2019

DAB Español, Lunes 17 de Junio

Día 168, DAB Español, Lunes 17 de Junio

1 Reyes 18:1-46; Hechos 11:1-30; Salmos 135; Proverbios 17:12-13 (La Biblia de las Américas (LBLA))






1 Reyes 18 La Biblia de las Américas (LBLA)
Encuentro de Elías y Acab
18 Y sucedió que después de muchos días, la palabra del Señor vino a Elías en el tercer año, diciendo: Ve, muéstrate a Acab, y enviaré lluvia sobre la faz de la tierra. 2 Y Elías fue a mostrarse a Acab. Y el hambre era intensa en Samaria. 3 Y Acab llamó a Abdías que era mayordomo de[a] la casa. (Y Abdías temía[b] en gran manera al Señor; 4 pues sucedió que cuando Jezabel destruyó[c] a los profetas del Señor, Abdías tomó a cien profetas y los escondió de cincuenta en cincuenta en una cueva, y los sustentó con pan y agua.) 5 Entonces Acab dijo a Abdías: Ve por la tierra a todas las fuentes de agua y a todos los valles[d]; quizá hallaremos hierba y conservaremos con vida los caballos y los mulos, y no tendremos que matar[e] parte del ganado. 6 Y dividieron la tierra entre ellos para recorrerla; Acab se fue solo por un camino, y Abdías se fue solo por otro.

7 Y estando Abdías en el camino, he aquí, Elías le salió al encuentro[f], y Abdías lo reconoció y cayó sobre su rostro, y dijo: ¿Eres tú Elías, mi señor? 8 Y él le respondió: Yo soy. Ve, di a tu señor: “Aquí está Elías.” 9 Y él dijo: ¿Qué pecado he cometido[g], que entregas a tu siervo en manos de Acab para que me mate? 10 Vive el Señor tu Dios, que no hay nación ni reino adonde mi señor no haya enviado a buscarte; y cuando decían: “No está aquí”, hacía jurar al reino o a la nación que no te habían hallado. 11 Y ahora dices: “Ve, di a tu señor: ‘Aquí está Elías.’” 12 Y sucederá que cuando te deje, el Espíritu del Señor te llevará adonde yo no sepa; así que cuando yo vaya y se lo diga a Acab y él no pueda encontrarte, me matará, aunque yo tu siervo he temido[h] al Señor desde mi juventud. 13 ¿No le han contado a mi señor lo que hice cuando Jezabel mató a los profetas del Señor, que escondí a cien[i] de los profetas del Señor de cincuenta en cincuenta en una cueva, y los sustenté con pan y agua? 14 Y ahora dices: “Ve, di a tu señor: ‘Aquí está Elías’”; entonces me matará. 15 Y Elías dijo: Vive el Señor de los ejércitos, delante de quien estoy, que hoy ciertamente me mostraré a él.

16 Abdías fue al encuentro de Acab, y le dio aviso; y Acab fue al encuentro de Elías. 17 Y sucedió que cuando Acab vio a Elías, Acab le dijo: ¿Eres tú, perturbador de Israel? 18 Y él respondió: Yo no he perturbado a Israel, sino tú y la casa de tu padre, porque habéis abandonado los mandamientos del Señor y habéis seguido a los baales. 19 Ahora pues, envía a reunir conmigo a todo Israel en el monte Carmelo, junto con cuatrocientos cincuenta profetas de Baal y cuatrocientos profetas de la Asera que comen a la mesa de Jezabel.

Elías y los profetas de Baal
20 Acab envió mensaje a todos los hijos de Israel y reunió a los profetas en el monte Carmelo. 21 Elías se acercó a todo el pueblo y dijo: ¿Hasta cuándo vacilaréis entre[j] dos opiniones? Si el Señor es Dios, seguidle; y si Baal, seguidle a él. Pero el pueblo no le respondió ni una palabra. 22 Entonces Elías dijo al pueblo: Solo yo he quedado como profeta del Señor, pero los profetas de Baal son cuatrocientos cincuenta hombres. 23 Que nos den, pues, dos novillos; que escojan un novillo para ellos y lo despedacen, y lo coloquen sobre la leña, pero que no le pongan fuego debajo; y yo prepararé el otro novillo y lo colocaré sobre la leña, y no le pondré fuego. 24 Entonces invocad el nombre de vuestro dios, y yo invocaré el nombre del Señor; y el Dios que responda por fuego, ése es Dios. Y todo el pueblo respondió y dijo: La idea es buena.

25 Y Elías dijo a los profetas de Baal: Escoged un novillo para vosotros y preparadlo primero, pues sois los más, e invocad el nombre de vuestro dios, pero no le pongáis fuego. 26 Entonces tomaron el novillo que les dieron[k] y lo prepararon, e invocaron el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: Oh Baal, respóndenos. Pero no hubo voz ni nadie respondió. Y danzaban[l] alrededor del altar que habían hecho[m]. 27 Y sucedió que ya al mediodía, Elías se burlaba de ellos y decía: Clamad en voz alta, pues es un dios; tal vez estará meditando o se habrá desviado, o estará de viaje, quizá esté dormido y habrá que despertarlo. 28 Y gritaban a grandes voces y se sajaban, según su costumbre, con espadas y lanzas hasta que la sangre chorreaba sobre ellos. 29 Y sucedió que pasado el mediodía, se pusieron a gritar frenéticamente[n] hasta la hora de ofrecerse el sacrificio de la tarde; pero no hubo voz, ni nadie respondió ni nadie hizo caso[o].

30 Entonces Elías dijo a todo el pueblo: Acercaos a mí. Y todo el pueblo se acercó a él. Y reparó el altar del Señor que había sido derribado. 31 Elías tomó doce piedras conforme al número de las tribus de los hijos de Jacob, a quien había venido la palabra del Señor, diciendo: Israel será tu nombre. 32 Y con las piedras edificó un altar en el nombre del Señor, e hizo una zanja alrededor del altar, suficientemente grande para contener dos medidas[p] de semilla. 33 Dispuso después la leña, cortó el novillo en pedazos y lo colocó sobre la leña. 34 Y dijo: Llenad cuatro cántaros de agua y derramadla sobre el holocausto y sobre la leña. Después dijo: Hacedlo por segunda vez; y lo hicieron por segunda vez. Y añadió: Hacedlo por tercera vez; y lo hicieron por tercera vez. 35 El agua corría alrededor del altar, y también llenó la zanja de agua. 36 Y sucedió que a la hora de ofrecerse el sacrificio de la tarde, el profeta Elías se acercó y dijo: Oh Señor, Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, que se sepa hoy que tú eres Dios en Israel, que yo soy tu siervo y que he hecho todas estas cosas por palabra tuya. 37 Respóndeme, oh Señor, respóndeme, para que este pueblo sepa que tú, oh Señor, eres Dios, y que has hecho volver sus corazones. 38 Entonces cayó el fuego del Señor, y consumió el holocausto, la leña, las piedras y el polvo, y lamió el agua de la zanja. 39 Cuando todo el pueblo lo vio, se postraron sobre su rostro y dijeron: El Señor, El es Dios; el Señor, El es Dios. 40 Entonces Elías les dijo: Prended a los profetas de Baal, que no se escape ninguno de ellos. Los prendieron, y Elías los hizo bajar al torrente Cisón y allí los degolló.

Fin de la sequía
41 Y Elías dijo a Acab: Sube, come y bebe; porque se oye el estruendo de mucha lluvia. 42 Acab subió a comer y a beber, pero Elías subió a la cumbre del Carmelo; y allí se agachó en tierra y puso su rostro entre las rodillas. 43 Y dijo a su criado: Sube ahora, y mira hacia el[q] mar. Y él subió, miró y dijo: No hay nada. Y Elías dijo siete veces: Vuelve a mirar. 44 Y sucedió que a la séptima vez, él dijo: He aquí, una nube tan pequeña como la mano[r] de un hombre sube del mar. Y dijo: Sube, y di a Acab: “Prepara[s] tu carro y desciende, para que la fuerte lluvia no te detenga.” 45 Y sucedió que al poco tiempo, el cielo se oscureció con nubes y viento, y hubo gran lluvia. Y Acab montó en su carro y fue a Jezreel. 46 Y la mano del Señor estaba sobre Elías, el cual ciñó sus lomos y corrió delante de Acab hasta[t] Jezreel.

Footnotes:
1 Reyes 18:3 Lit., que estaba sobre
1 Reyes 18:3 O, reverenciaba
1 Reyes 18:4 Lit., cortó
1 Reyes 18:5 O, arroyos
1 Reyes 18:5 Lit., cortar
1 Reyes 18:7 Lit., a encontrarlo
1 Reyes 18:9 Lit., ¿Qué he pecado yo
1 Reyes 18:12 O, reverenciado
1 Reyes 18:13 Lit., cien hombres
1 Reyes 18:21 Lit., cojearéis sobre
1 Reyes 18:26 Lit., les dio
1 Reyes 18:26 Lit., cojeaban; i.e., un tipo de danza ceremonial
1 Reyes 18:26 Así en algunos mss. y versiones antiguas; en el T.M., que él había hecho
1 Reyes 18:29 Lit., profetizaron
1 Reyes 18:29 Lit., ni hubo atención
1 Reyes 18:32 Heb., seah; un seah equivale aprox. a 7.3 litros
1 Reyes 18:43 Lit., camino del
1 Reyes 18:44 Lit., palma
1 Reyes 18:44 Lit., Ata, unce
1 Reyes 18:46 Lit., hasta tu entrada a
La Biblia de las Américas (LBLA)
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Hechos 11 La Biblia de las Américas (LBLA)
Pedro informa sobre su visita a Cornelio
11 Los apóstoles y los hermanos que estaban por toda Judea oyeron que también los gentiles habían recibido la palabra de Dios. 2 Y cuando Pedro subió a Jerusalén, los que eran de la circuncisión[a] le reprocharon, 3 diciendo: Tú entraste en casa de incircuncisos y comiste con ellos. 4 Entonces Pedro comenzó a explicarles en orden lo sucedido, diciendo: 5 Estaba yo en la ciudad de Jope orando, y vi en éxtasis una visión: un objeto[b] semejante a un gran lienzo que descendía, bajado del cielo por las cuatro puntas, y vino hasta mí. 6 Cuando fijé mis ojos en él y lo observaba, vi[c] cuadrúpedos terrestres, fieras, reptiles y aves del cielo. 7 También oí una voz que me decía: “Levántate Pedro, mata[d] y come.” 8 Pero yo dije: “De ninguna manera, Señor, porque nada impuro[e] o inmundo ha entrado jamás en mi boca.” 9 Pero una voz del cielo respondió por segunda vez: “Lo que Dios ha limpiado, no lo llames tú impuro[f].” 10 Esto sucedió tres veces, y todo volvió a ser llevado arriba al cielo. 11 Y he aquí, en aquel momento se aparecieron tres hombres delante de la casa donde estábamos, los cuales habían sido enviados a mí desde Cesarea. 12 Y el Espíritu me dijo que fuera con ellos sin dudar[g]. Estos seis hermanos fueron también conmigo y entramos en la casa de aquel hombre, 13 y él nos contó cómo había visto al ángel de pie en su casa, el cual le dijo[h]: “Envía a Jope y haz traer a Simón, que también se llama Pedro, 14 quien te dirá palabras por las cuales serás salvo, tú y toda tu casa.” 15 Cuando comencé a hablar, el Espíritu Santo descendió[i] sobre ellos, tal como lo hizo sobre nosotros al principio. 16 Entonces me acordé de las palabras del Señor, cuando[j] dijo: “Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con[k] el Espíritu Santo.” 17 Por tanto, si Dios les dio a ellos el mismo don que también nos dio a nosotros después de creer en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo para poder estorbar a Dios[l]? 18 Y al oír esto se calmaron[m], y glorificaron a Dios, diciendo: Así que también a los gentiles ha concedido Dios el arrepentimiento que conduce a la vida.

La iglesia en Antioquía
19 Ahora bien, los que habían sido esparcidos a causa de la persecución[n] que sobrevino cuando la muerte de Esteban, llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, no hablando la palabra a nadie, sino sólo a los judíos. 20 Pero había algunos de ellos, hombres de Chipre y de Cirene, los cuales al llegar a Antioquía, hablaban también a los griegos[o], predicando al[p] Señor Jesús. 21 Y la mano del Señor estaba con ellos, y gran número que creyó se convirtió al Señor. 22 Y la noticia[q] de esto llegó a[r] oídos de la iglesia de Jerusalén y enviaron a Bernabé a[s] Antioquía, 23 el cual, cuando vino y vio la gracia de Dios, se regocijó y animaba a todos para que con corazón firme[t] permanecieran fieles al Señor; 24 porque era un hombre bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe. Y una gran multitud fue agregada al Señor. 25 Y Bernabé salió rumbo a Tarso para buscar a Saulo; 26 y cuando lo encontró, lo trajo a Antioquía. Y[u] se reunieron con la iglesia por todo un año, y enseñaban a las multitudes[v]; y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía.

27 Por aquellos[w] días unos profetas descendieron de Jerusalén a Antioquía. 28 Y levantándose uno de ellos, llamado Agabo, daba a entender por el Espíritu, que ciertamente habría una gran hambre en toda la tierra[x]. Y esto ocurrió durante el reinado de Claudio. 29 Los discípulos, conforme a lo que cada uno tenía, determinaron enviar una contribución para el socorro[y] de los hermanos que habitaban en Judea. 30 Y así lo hicieron, mandándola a los ancianos por mano de Bernabé y de Saulo.

Footnotes:
Hechos 11:2 Lit., los de entre la circuncisión; i.e., judíos cristianos
Hechos 11:5 O, receptáculo
Hechos 11:6 Lit., y vi
Hechos 11:7 O, sacrifica
Hechos 11:8 O, no santo; lit., común
Hechos 11:9 O, no santo; lit., común
Hechos 11:12 O, sin hacer ninguna distinción
Hechos 11:13 Lit., y diciendo
Hechos 11:15 Lit., cayó
Hechos 11:16 Lit., cómo
Hechos 11:16 O, en
Hechos 11:17 O, impedir a Dios
Hechos 11:18 Lit., se callaron
Hechos 11:19 O, tribulación
Hechos 11:20 Muchos mss. dicen: helenistas
Hechos 11:20 O, anunciando el evangelio del
Hechos 11:22 Lit., palabra
Hechos 11:22 Lit., se oyó en los
Hechos 11:22 Lit., hasta
Hechos 11:23 Lit., con propósito de corazón
Hechos 11:26 Lit., Y sucedió que
Hechos 11:26 Lit., una gran multitud
Hechos 11:27 Lit., En estos
Hechos 11:28 Lit., la tierra habitada
Hechos 11:29 Lit., servicio
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Salmos 135 La Biblia de las Américas (LBLA)
El Señor en la naturaleza y en la historia
135 ¡Aleluya[a]!
Alabad el nombre del Señor;
Alabadle, siervos del Señor,
2 los que estáis en la casa del Señor,
en los atrios de la casa de nuestro Dios.
3 ¡Aleluya[b]!, porque el Señor es bueno;
cantad alabanzas a su nombre, porque es agradable.
4 Porque el Señor[c] ha escogido a Jacob para sí,
a Israel para posesión suya[d].

5 Porque yo sé que el Señor es grande,
y que nuestro Señor está sobre todos los dioses.
6 Todo cuanto el Señor quiere, lo hace,
en los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos.
7 El[e] hace subir las nubes[f] desde los extremos de la tierra,
hace los relámpagos para la lluvia
y saca el viento de sus depósitos[g].

8 Hirió[h] a los primogénitos de Egipto,
tanto de hombre como de animal[i].
9 Envió señales y prodigios en medio de ti, oh Egipto,
sobre Faraón y todos sus siervos.
10 Hirió[j] a muchas naciones
y mató a reyes poderosos;
11 a Sehón, rey de los amorreos,
a Og, rey de Basán,
y a todos los reinos de Canaán;
12 y dio sus tierras en herencia,
en herencia a Israel su pueblo.
13 Tu nombre, Señor, es eterno;
tu memoria[k], Señor, por todas las generaciones.
14 Porque el Señor juzgará a su pueblo,
y tendrá compasión de sus siervos.
15 Los ídolos de las naciones son plata y oro,
obra de manos de hombre.
16 Tienen boca, y no hablan;
tienen ojos, y no ven;
17 tienen oídos, y no oyen;
tampoco hay aliento en su boca.
18 Los que los hacen serán semejantes a ellos,
sí, todos los que en ellos confían.

19 Oh casa de Israel, bendecid al Señor;
oh casa de Aarón, bendecid al Señor;
20 oh casa de Leví, bendecid al Señor;
los que teméis[l] al Señor, bendecid al Señor.
21 Bendito desde Sion sea el Señor,
quien mora en Jerusalén.
¡Aleluya[m]!

Footnotes:
Salmos 135:1 O, ¡Alabad al Señor!; heb., Alelu-Yah
Salmos 135:3 O, ¡Alabad al Señor!; heb., Alelu-Yah
Salmos 135:4 Heb., Yah
Salmos 135:4 O, tesoro especial suyo
Salmos 135:7 Lit., El que
Salmos 135:7 Lit., los vapores
Salmos 135:7 O, tesoros
Salmos 135:8 Lit., El que hirió
Salmos 135:8 Lit., desde el hombre hasta el animal
Salmos 135:10 Lit., El que hirió
Salmos 135:13 O, memorial
Salmos 135:20 O, reverenciáis
Salmos 135:21 O, ¡Alabad al Señor!; heb., Alelu-Yah
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Proverbios 17:12-13 La Biblia de las Américas (LBLA)
12 Mejor es encontrarse con una osa privada de sus cachorros,
que con un necio en su necedad.
13 Al que devuelve mal por bien,
el mal no se apartará de su casa.

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DAB Español, Viernes 10 de Mayo

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