Tuesday, June 18, 2019

DAB Español, Miércoles 19 de Junio

Día 170, DAB Español, Miércoles 19 de Junio

1 Reyes 20:1-21:29; Hechos 12:24-13:15; Salmos 137; Proverbios 17:16 (La Biblia de las Américas (LBLA))






1 Reyes 20-21 La Biblia de las Américas (LBLA)
Guerra contra Ben-adad
20 Y Ben-adad, rey de Aram, reunió todo su ejército, y tenía con él treinta y dos reyes con caballos y carros; y subió, sitió a Samaria y peleó contra ella. 2 Entonces envió mensajeros a la ciudad, a Acab, rey de Israel, diciéndole: Así dice Ben-adad: 3 “Tu plata y tu oro son míos; míos son también tus mujeres y tus hijos más hermosos.” 4 Y el rey de Israel respondió, y dijo: Sea conforme a tu palabra, oh rey, señor mío; tuyo soy yo y todo lo que tengo. 5 Después volvieron los mensajeros y dijeron: Así dice Ben-adad[a]: “Por cierto que envié a decirte: ‘Me darás tu plata, tu oro, tus mujeres y tus hijos.’ 6 “Pero[b] mañana como a esta hora te enviaré mis siervos, y registrarán tu casa y las casas de tus siervos; y sucederá que todo lo que sea agradable a[c] tus ojos lo tomarán[d] en su mano y se lo llevarán.”

7 El rey de Israel llamó a todos los ancianos del país, y les dijo: Reconoced ahora y ved que éste sólo busca hacer daño; pues él envió a pedirme mis mujeres, mis hijos, mi plata y mi oro, y no se los negué. 8 Y todos los ancianos y todo el pueblo le dijeron: No escuches ni consientas. 9 Entonces él respondió a los mensajeros de Ben-adad: Decid a mi señor el rey: “Haré todo lo que mandaste a tu siervo la primera vez, pero esto otro no lo puedo hacer.” Se fueron los mensajeros y le llevaron la respuesta[e]. 10 Y Ben-adad envió a decirle: Así me hagan los dioses y aun me añadan, si el polvo de Samaria bastará para llenar las manos[f] de todo el pueblo que me sigue[g]. 11 Respondió el rey de Israel y dijo: Decidle: “No se jacte el que se ciñe las armas como el que se las desciñe.” 12 Y[h] cuando Ben-adad oyó esta palabra, estaba bebiendo con[i] los reyes en las tiendas[j], y dijo a sus siervos: Tomad posiciones. Y tomaron posiciones contra la ciudad.

13 Y he aquí, un profeta se acercó a Acab, rey de Israel, y le dijo: Así dice el Señor: “¿Has visto toda esta gran multitud? He aquí, la entregaré hoy en tu mano, y sabrás que yo soy el Señor.” 14 Y Acab dijo: ¿Por medio de quién? Y él dijo: Así dice el Señor: “Por medio de los jóvenes de los jefes de las provincias.” Entonces dijo: ¿Quién comenzará[k] la batalla? Y él respondió: Tú. 15 Entonces pasó revista a los jóvenes de los jefes de las provincias y eran doscientos treinta y dos; después de ellos, pasó revista a todo el pueblo, es decir, todos los hijos de Israel, siete mil.

16 Salieron al mediodía, mientras Ben-adad estaba bebiendo hasta emborracharse en las tiendas[l] junto con[m] los treinta y dos reyes que lo ayudaban. 17 Los jóvenes de los jefes de las provincias salieron primero; y envió Ben-adad mensajeros que le avisaron, diciendo: Han salido hombres de Samaria. 18 Entonces dijo: Si en paz han salido, prendedlos vivos; o si en guerra han salido, prendedlos vivos. 19 Salieron, pues, aquéllos de la ciudad, los jóvenes de los jefes de las provincias y el ejército que los seguía. 20 Y mató[n] cada uno a su hombre; los arameos huyeron e Israel los persiguió, y Ben-adad, rey de Aram, escapó a caballo con algunos jinetes. 21 Y el rey de Israel salió y atacó[o] los caballos y los carros, y derrotó[p] a los arameos causándoles gran matanza.

22 Entonces el profeta se acercó al rey de Israel, y le dijo: Ve, fortalécete, y entiende y mira lo que tienes que hacer; porque a la vuelta del año el rey de Aram subirá contra ti. 23 Y los siervos del rey de Aram le dijeron: Sus dioses son dioses de los montes, por eso fueron más fuertes que nosotros; mejor peleemos contra ellos en la llanura, pues ¿no seremos más fuertes que ellos? 24 Haz, pues, esto: quita a los reyes, cada uno de su puesto, y pon capitanes en su lugar, 25 y alista[q] un ejército como el ejército que perdiste, caballo por caballo y carro por carro. Entonces pelearemos contra ellos en la llanura, pues ¿no seremos más fuertes que ellos? El escuchó su consejo[r] y lo hizo así.

26 Y sucedió que a la vuelta del año, Ben-adad alistó a los arameos y subió a Afec para pelear contra Israel. 27 Y los hijos de Israel fueron alistados y provistos de raciones, y fueron a su encuentro; los hijos de Israel acamparon delante de ellos como dos rebañuelos de cabras pero los arameos llenaban la tierra. 28 Entonces un hombre de Dios se acercó y habló al rey de Israel, y dijo: Así dice el Señor: “Porque los arameos han dicho: ‘El Señor es un dios de los montes, pero no es un dios de los valles; por tanto, entregaré a toda esta gran multitud en tu mano, y sabrás que yo soy el Señor.’” 29 Acamparon unos frente a otros por siete días. Y sucedió que al séptimo día comenzó la batalla, y los hijos de Israel mataron[s] de los arameos a cien mil hombres de a pie en un solo día. 30 Los demás huyeron a Afec, a la ciudad, y el muro cayó sobre los veintisiete mil hombres que quedaban. También Ben-adad huyó y se refugió[t] en la ciudad en un aposento interior[u].

31 Y sus siervos le dijeron: He aquí, hemos oído que los reyes de la casa de Israel son reyes misericordiosos; te rogamos que nos dejes poner cilicio en nuestros lomos y cuerdas sobre nuestras cabezas, y salgamos al rey de Israel; quizás él salve tu vida[v]. 32 Se ciñeron cilicio en sus lomos, pusieron cuerdas sobre sus cabezas y vinieron al rey de Israel, y dijeron: Tu siervo Ben-adad dice: “Te ruego que me perdones la vida[w].” Y él dijo: ¿Vive todavía? Es mi hermano. 33 Y los hombres tomaron esto como señal[x], y tomando de él la palabra prestamente dijeron: Tu hermano Ben-adad vive. Y él dijo: Id, traedlo. Entonces Ben-adad salió a él, y él le hizo subir en el carro. 34 Y Ben-adad le dijo: Devolveré las ciudades que mi padre tomó de tu padre, y te harás calles en Damasco, como mi padre hizo en Samaria. Y yo, dijo Acab, con este pacto te dejaré ir. Hizo, pues, pacto con él y lo dejó ir.

35 Y cierto hombre de los hijos de los profetas dijo a otro[y] por palabra del Señor: Te ruego que me hieras. Pero el hombre se negó a herirlo. 36 Entonces le dijo: Porque no has atendido a la voz del Señor, he aquí, tan pronto como te apartes de mí, un león te matará[z]. Y tan pronto se apartó de él, un león lo encontró y lo mató[aa]. 37 Entonces halló a otro hombre y le dijo: Te ruego que me hieras. Y el hombre le dio un golpe, hiriéndolo[ab]. 38 Y el profeta se fue y esperó al rey en el camino; se había disfrazado con una venda sobre los ojos. 39 Cuando el rey pasaba, clamó al rey y dijo: Tu siervo fue al centro de la batalla; y he aquí, un hombre se apartó de las filas y me trajo a uno, y me dijo: “Guarda a este hombre; si por alguna razón llega a faltar, entonces tu vida[ac] responderá por su vida[ad] o pagarás un talento[ae] de plata.” 40 Y mientras tu siervo estaba ocupado aquí y allá, él desapareció. Y el rey de Israel le dijo: Así será tu sentencia; tú mismo lo has decidido. 41 Entonces él se apresuró a quitarse la venda de los ojos, y el rey de Israel lo reconoció como[af] uno de los profetas. 42 Y él le dijo: Así dice el Señor: “Porque has dejado salir de tu mano al hombre a quien yo había destinado a la destrucción, he aquí, tu vida responderá por su vida y tu pueblo por su pueblo.” 43 El rey de Israel se fue a su casa disgustado y molesto, y entró en Samaria.

La viña de Nabot
21 Y sucedió que después de estas cosas, Nabot de Jezreel tenía una viña que estaba en Jezreel, junto al palacio de Acab, rey de Samaria. 2 Y Acab habló a Nabot, diciendo: Dame tu viña para que me sirva de huerta para hortaliza porque está cerca, al lado de mi casa, y yo te daré en su lugar una viña mejor; si prefieres[ag], te daré su[ah] precio en dinero. 3 Pero Nabot le dijo a Acab: No permita el Señor que te dé la herencia de mis padres. 4 Acab entonces se fue a su casa disgustado y molesto a causa de la palabra que Nabot de Jezreel le había dicho; pues dijo: No te daré la herencia de mis padres. Y se acostó en su cama, volvió su rostro y no comió[ai].

5 Pero Jezabel su mujer se acercó a él, y le dijo: ¿Por qué[aj] está tu espíritu tan decaído que no comes[ak]? 6 Entonces él le respondió: Porque le hablé a Nabot de Jezreel, y le dije: “Dame tu viña por dinero; o, si prefieres, te daré una viña en su lugar.” Pero él dijo: “No te daré mi viña.” 7 Su mujer Jezabel le dijo: ¿No reinas[al] ahora sobre Israel? Levántate, come[am], y alégrese tu corazón. Yo te daré la viña de Nabot de Jezreel. 8 Y ella escribió cartas en nombre de Acab, las selló con su sello y envió las cartas a los ancianos y a los nobles que vivían en la ciudad con Nabot. 9 Y escribió en las cartas, diciendo: Proclamad ayuno y sentad a Nabot a la cabeza del pueblo. 10 Sentad a dos hombres malvados[an] delante de él que testifiquen contra él, diciendo: “Tú has blasfemado a Dios y al rey.” Entonces sacadlo y apedreadlo para que muera.

11 Los hombres de su ciudad, los ancianos y los nobles que vivían en su ciudad, hicieron como Jezabel les había mandado, tal como estaba escrito en las cartas que ella les había enviado. 12 Proclamaron ayuno y sentaron a Nabot a la cabeza del pueblo. 13 Entonces entraron los dos hombres malvados y se sentaron delante de él; y los dos hombres malvados testificaron contra él, es decir, contra Nabot delante del pueblo, diciendo: Nabot ha blasfemado a Dios y al rey. Y lo llevaron fuera de la ciudad, lo apedrearon[ao] y murió. 14 Después enviaron un mensaje a Jezabel, diciendo: Nabot ha sido apedreado y ha muerto. 15 Y[ap] cuando Jezabel oyó que Nabot había sido apedreado y había muerto, Jezabel dijo a Acab: Levántate, toma posesión de la viña de Nabot de Jezreel, la cual él se negó a dártela por dinero, porque Nabot no está vivo, sino muerto. 16 Y sucedió que cuando Acab oyó que Nabot había muerto, se[aq] levantó para descender a la viña de Nabot de Jezreel, para tomar posesión de ella.

17 Entonces vino la palabra del Señor a Elías tisbita, diciendo: 18 Levántate, desciende al encuentro de Acab, rey de Israel, que está en Samaria; he aquí, él está en la viña de Nabot, adonde ha descendido a tomar posesión de ella. 19 Le hablarás, diciendo: “Así dice el Señor: ‘¿Has asesinado, y además has tomado posesión de la viña?’” También le hablarás, diciendo: “Así dice el Señor: ‘En el lugar donde los perros lamieron la sangre de Nabot, los perros lamerán tu sangre, tu misma sangre.’” 20 Y Acab dijo a Elías: ¿Me has encontrado, enemigo mío? Y él respondió: Te he encontrado, porque te has vendido para hacer el mal ante los ojos del Señor. 21 He aquí, traeré mal sobre ti, te barreré completamente y cortaré de Acab todo varón, tanto siervo como libre en Israel; 22 haré tu casa como la casa de Jeroboam, hijo de Nabat, y como la casa de Baasa, hijo de Ahías, por la provocación con la que me has provocado a ira y porque has hecho pecar a Israel. 23 También de Jezabel ha hablado el Señor, diciendo: “Los perros comerán a Jezabel en la parcela[ar] de Jezreel.” 24 Cualquiera de Acab que muera en la ciudad, lo comerán los perros, y el que muera en el campo, lo comerán las aves del cielo.

25 Ciertamente no hubo ninguno como Acab que se vendiera para hacer lo malo ante los ojos del Señor, porque[as] Jezabel su mujer lo había incitado. 26 Su conducta fue muy abominable, pues fue tras los ídolos conforme a todo lo que habían hecho los amorreos, a los que el Señor había echado de delante de los hijos de Israel.

27 Y sucedió que cuando Acab oyó estas palabras, rasgó sus vestidos, puso cilicio sobre sus carnes y ayunó, se acostó con el cilicio y andaba abatido[at]. 28 Entonces la palabra del Señor vino a Elías tisbita, diciendo: 29 ¿Ves como Acab se ha humillado delante de mí? Porque se ha humillado delante de mí, no traeré el mal en sus días; pero en los días de su hijo traeré el mal sobre su casa.

Footnotes:
1 Reyes 20:5 Lit., Ben-adad, diciendo
1 Reyes 20:6 Lit., Porque
1 Reyes 20:6 Lit., todo el deseo de
1 Reyes 20:6 Lit., pondrán
1 Reyes 20:9 Lit., palabra
1 Reyes 20:10 Lit., para el hueco de las manos
1 Reyes 20:10 Lit., que está a mis pies
1 Reyes 20:12 Lit., Y sucedió que
1 Reyes 20:12 Lit., él y
1 Reyes 20:12 O, enramadas
1 Reyes 20:14 Lit., ligará
1 Reyes 20:16 O, enramadas
1 Reyes 20:16 Lit., él y
1 Reyes 20:20 Lit., hirieron
1 Reyes 20:21 Lit., hirió
1 Reyes 20:21 Lit., hirió
1 Reyes 20:25 Lit., cuenta
1 Reyes 20:25 Lit., voz
1 Reyes 20:29 Lit., hirieron
1 Reyes 20:30 Lit., entró
1 Reyes 20:30 Lit., un aposento en un aposento
1 Reyes 20:31 Lit., alma
1 Reyes 20:32 Lit., que viva mi alma
1 Reyes 20:33 Lit., adivinaron
1 Reyes 20:35 Lit., su prójimo
1 Reyes 20:36 Lit., herirá
1 Reyes 20:36 Lit., hirió
1 Reyes 20:37 Lit., lo hirió, hiriendo y golpeando
1 Reyes 20:39 Lit., alma, y así en el vers. 42
1 Reyes 20:39 Lit., alma, y así en el vers. 42
1 Reyes 20:39 Un talento equivale aprox. a 34 kg.
1 Reyes 20:41 Lit., que era
1 Reyes 21:2 Lit., si es bueno a tus ojos
1 Reyes 21:2 Lit., este
1 Reyes 21:4 Lit., no comió pan
1 Reyes 21:5 Lit., ¿Qué es esto que
1 Reyes 21:5 Lit., no comes pan
1 Reyes 21:7 Lit., ¿No ejerces el poder real
1 Reyes 21:7 Lit., come pan
1 Reyes 21:10 Lit., hombres, hijos de Belial, y así en el vers. 13
1 Reyes 21:13 Lit., lo apedrearon con piedras
1 Reyes 21:15 Lit., Y sucedió que
1 Reyes 21:16 Lit., Acab se
1 Reyes 21:23 Así en algunos mss. y versiones antiguas; en el T.M., muro o barbacana
1 Reyes 21:25 O, a quien
1 Reyes 21:27 O, lentamente
La Biblia de las Américas (LBLA)
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Hechos 12:24-13:15 La Biblia de las Américas (LBLA)
24 Pero la palabra del Señor crecía y se multiplicaba.

25 Y Bernabé y Saulo regresaron de[a] Jerusalén después de haber cumplido su misión[b], llevando consigo a Juan, llamado también Marcos.

Principio del primer viaje misionero de Saulo y Bernabé
13 En la iglesia que estaba en Antioquía había profetas y maestros: Bernabé, Simón llamado Niger, Lucio de Cirene, Manaén, que se había criado con Herodes el tetrarca, y Saulo. 2 Mientras ministraban al Señor y ayunaban, el Espíritu Santo dijo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a la que los he llamado. 3 Entonces, después de ayunar, orar y haber impuesto las manos sobre ellos, los enviaron.

Pablo y Bernabé en Chipre
4 Ellos, pues, enviados por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia y de allí se embarcaron para Chipre. 5 Llegados a Salamina, proclamaban la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos; y tenían también a Juan de ayudante. 6 Después de haber recorrido toda la isla hasta Pafos, encontraron a cierto mago, un falso profeta judío llamado Barjesús, 7 que estaba con el procónsul Sergio Paulo, hombre inteligente. Este hizo venir a Bernabé y a Saulo, y deseaba oír la palabra de Dios. 8 Pero Elimas, el mago (pues así se traduce su nombre), se les oponía, tratando de desviar de la fe al procónsul. 9 Entonces Saulo, llamado también Pablo, lleno del Espíritu Santo, fijando la mirada en él, 10 dijo: Tú, hijo del diablo, que estás lleno de todo engaño y fraude, enemigo de toda justicia, ¿no cesarás de torcer los caminos rectos del Señor? 11 Ahora, he aquí, la mano del Señor está sobre ti; te quedarás ciego y no verás el sol por algún tiempo. Al instante niebla y oscuridad cayeron sobre él, e iba buscando quien lo guiara de la mano. 12 Entonces el procónsul, cuando vio lo que había sucedido, creyó, maravillado de la doctrina del Señor.

Pablo y Bernabé en Antioquía de Pisidia
13 Pablo y sus compañeros zarparon de Pafos, y llegaron a Perge de Panfilia; pero Juan, apartándose de ellos, regresó a Jerusalén, 14 mas ellos, saliendo de Perge, llegaron a Antioquía de Pisidia; y en el día de reposo entraron a la sinagoga y se sentaron. 15 Después de la lectura de la ley y los profetas, los oficiales de la sinagoga les mandaron a decir: Hermanos[c], si tenéis alguna palabra de exhortación para el pueblo, hablad.

Footnotes:
Hechos 12:25 Algunos mss. antiguos dicen: a
Hechos 12:25 Lit., ministerio
Hechos 13:15 Lit., Varones hermanos y así en los vers. 26 y 38
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Salmos 137 La Biblia de las Américas (LBLA)
Lamento de los cautivos
137 Junto a los ríos de Babilonia,
nos[a] sentábamos y llorábamos,
al acordarnos de Sion.
2 Sobre los sauces[b] en medio de ella
colgamos nuestras arpas[c].
3 Pues allí los que nos habían llevado cautivos nos pedían canciones[d],
y los que nos atormentaban nos pedían alegría, diciendo:
Cantadnos alguno de los cánticos de Sion.

4 ¿Cómo cantaremos la canción del Señor
en tierra extraña?
5 Si me olvido de ti, oh Jerusalén,
pierda[e] mi diestra su destreza.
6 Péguese mi lengua al paladar
si no me acuerdo de ti,
si no enaltezco[f] a Jerusalén
sobre mi supremo gozo.

7 Recuerda, oh Señor, contra los hijos de Edom
el día de Jerusalén,
quienes dijeron: Arrasadla, arrasadla
hasta sus cimientos.
8 Oh hija de Babilonia, la devastada[g],
bienaventurado el que te devuelva
el[h] pago con que nos pagaste[i].
9 Bienaventurado será el que tome y estrelle tus pequeños
contra la peña.

Footnotes:
Salmos 137:1 Lit., allí nos
Salmos 137:2 O, álamos
Salmos 137:2 O, liras
Salmos 137:3 Lit., palabras de canción
Salmos 137:5 Lit., olvide
Salmos 137:6 Lit., hago ascender
Salmos 137:8 O, devastadora
Salmos 137:8 Lit., tu
Salmos 137:8 Lit., nos has pagado
La Biblia de las Américas (LBLA)
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Proverbios 17:16 La Biblia de las Américas (LBLA)
16 ¿De qué sirve[a] el precio en la mano del necio para comprar sabiduría
cuando no tiene entendimiento[b]?

Footnotes:
Proverbios 17:16 Lit., ¿Entonces por qué
Proverbios 17:16 Lit., no hay corazón
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DAB Español, Viernes 10 de Mayo

Día 131, DAB Español, Viernes 10 de Mayo 1 Samuel 8:1-9:27; Juan 6:22-42; Salmos 106:32-48; Proverbios 14:34-35 (Reina Valera Contemporánea ...