Sunday, May 1, 2022

DAB Español, Lunes 02 de Mayo

Día 122, DAB Español, Lunes 02 de Mayo


Jueces 15:1-16:31; Juan 2:1-25; Salmos 103; Proverbios 14:17-19 (Nueva Biblia de las Américas (NBLA))









Jueces 15-16

Nueva Biblia de las Américas

Las zorras incendiarias

15 Después de algún tiempo, en los días de la siega del trigo, sucedió que Sansón fue a visitar a su mujer con un cabrito, y dijo: «Llegaré a mi mujer en su recámara». Pero el padre de ella no lo dejó entrar. 2 Y el padre[a] dijo: «Realmente pensé que la odiabas intensamente y se la di a tu compañero. ¿No es su hermana menor más hermosa[b] que ella? Te ruego que la tomes en su lugar».

3 Entonces Sansón le[c] respondió: «Esta vez no tendré culpa en cuanto a los filisteos cuando les haga daño». 4 Y Sansón fue y capturó 300 zorras, tomó antorchas, juntó las zorras cola con cola y puso una antorcha en medio de cada dos colas. 5 Después de prender fuego a las antorchas, soltó las zorras[d] en los sembrados de los filisteos, quemando la cosecha recogida, la cosecha en pie, y además las viñas y los olivares.

6 Entonces los filisteos dijeron: «¿Quién hizo esto?». Y les respondieron: «Sansón, el yerno del Timnateo, porque este tomó a su mujer y se la dio a su compañero». Y los filisteos vinieron y la quemaron a ella y a su padre. 7 Y Sansón les dijo: «Ya que actúan así, ciertamente me vengaré de ustedes, y después de eso, cesaré[e]». 8 Sin piedad los hirió[f] con gran mortandad. Y descendió y habitó en la hendidura de la peña de Etam.

La quijada de asno

9 Entonces los filisteos subieron y acamparon en Judá, y se esparcieron por Lehi. 10 Y los hombres de Judá dijeron: «¿Por qué han subido contra nosotros?». Y ellos dijeron: «Hemos subido para prender a Sansón a fin de hacerle como él nos ha hecho». 11 De Judá descendieron 3,000 hombres a la hendidura de la peña de Etam, y dijeron a Sansón: «¿No sabes que los filisteos reinan sobre nosotros? ¿Qué, pues, es esto que nos has hecho?». «Como ellos me hicieron, así les he hecho», contestó él.

12 Y ellos le dijeron: «Hemos descendido para prenderte y entregarte en manos de los filisteos». «Júrenme que no me matarán[g]», les dijo Sansón. 13 Ellos le respondieron[h]: «No, sino que te ataremos bien y te entregaremos en sus manos. Ciertamente no te mataremos». Entonces lo ataron con dos sogas nuevas y lo sacaron de la peña.

14 Al llegar él a Lehi, los filisteos salieron a su encuentro gritando. Y el Espíritu del Señor vino[i] sobre él con poder, y las sogas que estaban en sus brazos fueron como lino quemado con fuego y las ataduras cayeron[j] de sus manos. 15 Y halló una quijada de asno fresca aún, y extendiendo su mano, la tomó y mató[k] a 1,000 hombres con ella.

16 Entonces Sansón dijo:

«Con la quijada de un asno,

Montones sobre montones[l],

Con la quijada de un asno

He matado[m] a 1,000 hombres».

17 Al terminar de hablar, arrojó la quijada de su mano, y llamó a aquel lugar Ramat Lehi[n].

18 Después sintió una gran sed, y clamando al Señor, dijo: «Tú has dado esta gran liberación por mano de Tu siervo, y ahora, ¿moriré yo[o] de sed y[p] caeré en manos de los incircuncisos?». 19 Y abrió Dios la cuenca que está en Lehi y salió agua de ella. Cuando bebió, recobró sus fuerzas[q] y se reanimó. Por eso llamó a aquel lugar[r] En Hacore[s], el cual está en Lehi hasta el día de hoy.

20 Sansón juzgó a Israel veinte años en los días de los filisteos.

Sansón y Dalila

16 Sansón fue a Gaza, y allí vio a una ramera y se llegó a ella. 2 Entonces fue dicho a los de Gaza: «Sansón ha venido acá». Y ellos cercaron el lugar y se apostaron a la puerta de la ciudad toda la noche, acechándolo. Y estuvieron callados toda la noche y dijeron: «Esperemos hasta que amanezca[t], entonces lo mataremos». 3 Pero Sansón permaneció acostado hasta la medianoche, y a la medianoche se levantó, y tomando las puertas de la ciudad con los dos postes, las arrancó junto con las trancas. Entonces se las echó sobre los hombros y las llevó hasta la cumbre del monte que está frente a Hebrón.

4 Después de esto, Sansón se enamoró de una mujer del[u] valle de Sorec, que se llamaba Dalila. 5 Los príncipes de los filisteos fueron a ella y le dijeron: «Persuádelo, y ve dónde está su gran fuerza, y cómo[v] podríamos dominarlo para atarlo y castigarlo[w]. Entonces cada uno de nosotros te dará 1,100 monedas de plata». 6 Dalila le dijo a Sansón: «Te ruego que me declares dónde está tu gran fuerza y cómo se te puede atar para castigarte[x]». 7 Sansón le respondió: «Si me atan con siete cuerdas frescas que no se hayan secado, me debilitaré y seré como cualquier otro hombre».

8 Los príncipes de los filisteos le llevaron siete cuerdas frescas que no se habían secado, y Dalila lo ató con ellas. 9 Y ella tenía hombres al acecho en un aposento interior. Entonces le dijo: «¡Sansón, los filisteos se te echan encima[y]!». Pero él rompió las cuerdas como se rompe un hilo de estopa cuando toca[z] el fuego. Así que no se descubrió el secreto de su fuerza.

10 Entonces Dalila dijo a Sansón: «Mira, me has engañado y me has dicho mentiras. Ahora pues, te ruego que me declares cómo se te puede atar». 11 «Si me atan fuertemente con sogas nuevas que no se hayan usado[aa]», le respondió él, «me debilitaré y seré como cualquier otro hombre». 12 Dalila tomó sogas nuevas, lo ató con ellas, y le dijo: «¡Sansón, los filisteos se te echan encima[ab]!». Pues los hombres estaban al acecho en el aposento interior. Pero él rompió las sogas[ac] de sus brazos como un hilo.

13 Dalila entonces dijo a Sansón: «Hasta ahora me has engañado y me has dicho mentiras. Declárame, ¿cómo se te puede atar?». «Si tejes siete trenzas de mi cabellera[ad] con la tela [ae]y la aseguras con una clavija», le dijo él, «entonces me debilitaré y seré como cualquier otro hombre». 14 Y mientras él dormía, Dalila tomó las siete trenzas de su cabellera[af] y las tejió con la tela. Entonces la aseguró con la clavija, y le dijo: «¡Sansón, los filisteos se te echan encima[ag]!». Pero él despertó de su sueño y arrancó la clavija del telar y la tela.

15 Así que ella le dijo: «¿Cómo puedes decir: “Te quiero”, cuando tu corazón no está conmigo? Me has engañado estas tres veces y no me has declarado dónde reside tu gran fuerza». 16 Y[ah] como ella le presionaba diariamente con sus palabras y le apremiaba, su alma se angustió hasta[ai] la muerte.

17 Él le reveló[aj], pues, todo lo que había en su corazón, diciéndole: «Nunca ha pasado navaja sobre mi cabeza, pues he sido nazareo para Dios desde el vientre de mi madre. Si me cortan el cabello[ak], mi fuerza me dejará y me debilitaré y seré como cualquier otro hombre».

18 Viendo Dalila que él le había declarado todo lo que había en su corazón, mandó llamar a los príncipes de los filisteos y dijo: «Vengan una vez más, porque él me ha declarado todo lo que hay en su corazón». Entonces los príncipes de los filisteos vinieron a ella y trajeron el dinero en sus manos. 19 Y ella lo hizo dormir sobre sus rodillas, y mandó llamar a un hombre que le rasuró las siete trenzas de su cabellera[al]. Luego ella comenzó a afligirlo y su fuerza lo dejó.

20 Ella entonces dijo: «¡Sansón, los filisteos se te echan encima[am]!». Y él despertó de su sueño, y dijo: «Saldré como las otras veces y escaparé[an]». Pero no sabía que el Señor se había apartado de él. 21 Los filisteos lo prendieron y le sacaron los ojos. Y llevándolo a Gaza, lo ataron con cadenas de bronce y lo pusieron a girar el molino[ao] en la prisión. 22 Pero el cabello de su cabeza comenzó a crecer de nuevo después de rasurado.

23 Los príncipes de los filisteos se reunieron para ofrecer un gran sacrificio a su dios Dagón, y para regocijarse, pues decían:

«Nuestro dios ha entregado a nuestro enemigo Sansón en nuestras manos».

24 Cuando la gente lo vio, alabaron a su dios, pues decían:

«Nuestro dios ha entregado en nuestras manos a nuestro enemigo,

Al que asolaba nuestra tierra,

Y multiplicaba nuestros muertos».

25 Y cuando estaban bien alegres[ap], dijeron: «Llamen a Sansón para que nos divierta». Llamaron, pues, a Sansón de la cárcel, y él los divertía[aq]. Y lo pusieron de pie entre las columnas. 26 Entonces Sansón dijo al muchacho que lo tenía de la mano: «Déjame tocar las columnas sobre las que el edificio[ar] descansa, para apoyarme en ellas». 27 El edificio estaba lleno de hombres y mujeres, y todos los príncipes de los filisteos estaban allí. Y sobre la azotea había como 3,000 hombres y mujeres mirando mientras Sansón los divertía.

28 Entonces Sansón invocó al Señor y dijo: «Señor Dios[as], te ruego que te acuerdes de mí, y te suplico que me des fuerzas solo esta vez, oh Dios, para vengarme ahora de los filisteos por mis dos ojos». 29 Sansón palpó las dos columnas del medio sobre las que el edificio descansaba y se apoyó contra ellas, con su mano derecha sobre una y con su mano izquierda sobre la otra.

30 Y dijo Sansón: «¡Muera yo con los filisteos!». Y se inclinó con todas sus fuerzas y el edificio se derrumbó sobre los príncipes y sobre todo el pueblo que estaba en él. Así que los[at] que mató al morir fueron más que los que había matado durante su vida.

31 Entonces descendieron sus hermanos y toda la casa de su padre, y tomándolo, lo llevaron y lo sepultaron entre Zora y Estaol en la tumba de Manoa, su padre. Sansón había juzgado a Israel veinte años.

Footnotes

  1. Jueces 15:2 Lit. el padre de ella.

  2. Jueces 15:2 Lit. mejor.

  3. Jueces 15:3 Lit. les.

  4. Jueces 15:5 Lit. las soltó.

  5. Jueces 15:7 I.e. de tomar venganza.

  6. Jueces 15:8 Lit. Y les hirió la pierna sobre el muslo.

  7. Jueces 15:12 Lit. caerán sobre mí.

  8. Jueces 15:13 Lit. le dijeron.

  9. Jueces 15:14 Lit. cayó.

  10. Jueces 15:14 Lit. se derritieron.

  11. Jueces 15:15 Lit. e hirió.

  12. Jueces 15:16 Lit. un montón, dos montones.

  13. Jueces 15:16 Lit. herido.

  14. Jueces 15:17 I.e. Alto de la Quijada.

  15. Jueces 15:18 O y ahora, yo moriré.

  16. Jueces 15:18 U o.

  17. Jueces 15:19 Lit. su espíritu.

  18. Jueces 15:19 Lit. lo llamó.

  19. Jueces 15:19 I.e. Manantial del que Clamó.

  20. Jueces 16:2 Lit. la luz de la mañana.

  21. Jueces 16:4 Lit. en el.

  22. Jueces 16:5 Lit. con qué.

  23. Jueces 16:5 Lit. afligirlo.

  24. Jueces 16:6 Lit. afligirte.

  25. Jueces 16:9 Lit. están sobre ti.

  26. Jueces 16:9 Lit. huele.

  27. Jueces 16:11 Lit. con las que no se ha hecho trabajo.

  28. Jueces 16:12 Lit. están sobre ti.

  29. Jueces 16:12 Lit. las rompió.

  30. Jueces 16:13 Lit. cabeza.

  31. Jueces 16:13 Las palabras: y la aseguras...con la tela (vers. 14), están en la sept., pero no en ningún ms. Heb.

  32. Jueces 16:14 Lit. cabeza.

  33. Jueces 16:14 Lit. están sobre ti.

  34. Jueces 16:16 Lit. Y fue que.

  35. Jueces 16:16 Lit. impacientó hasta el punto de.

  36. Jueces 16:17 O descubrió.

  37. Jueces 16:17 Lit. fuera rapado.

  38. Jueces 16:19 Lit. cabeza.

  39. Jueces 16:20 Lit. están sobre ti.

  40. Jueces 16:20 Lit. me soltaré.

  41. Jueces 16:21 Lit. fue molinero.

  42. Jueces 16:25 Lit. el corazón de ellos estaba alegre.

  43. Jueces 16:25 Lit. era objeto de burla.

  44. Jueces 16:26 Lit. la casa, y así en el resto del cap.

  45. Jueces 16:28 Heb. YHWH, generalmente traducido Señor.

  46. Jueces 16:30 Lit. los muertos.

Juan 2

Nueva Biblia de las Américas

La boda de Caná

2 Al tercer día se celebró una boda en Caná de Galilea, y estaba allí la madre de Jesús; 2 y también Jesús fue invitado a la boda, con[a] Sus discípulos. 3 Cuando se acabó el vino, la madre de Jesús le dijo*: «No tienen vino». 4 Y Jesús le dijo*: «Mujer, ¿qué nos interesa esto a ti y a Mí? Todavía no ha llegado Mi hora». 5 Su madre dijo* a los que servían: «Hagan todo lo que Él les diga».

6 Y había allí seis tinajas de piedra, puestas para ser usadas en el rito de la purificación de los judíos; en cada una cabían dos o tres cántaros[b]. 7 Jesús les dijo*: «Llenen de agua las tinajas». Y las llenaron hasta el borde. 8 Entonces les dijo*: «Saquen ahora un poco y llévenlo al mayordomo». Y se lo llevaron. 9 El mayordomo probó el agua convertida en vino, sin saber de dónde era, pero los que servían, que habían sacado el agua, lo sabían. Entonces el mayordomo llamó* al novio, 10 y le dijo*: «Todo hombre sirve primero el vino bueno, y cuando ya han tomado bastante, entonces el inferior; pero tú has guardado hasta ahora el vino bueno».

11 Este principio de Sus señales[c] hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó Su gloria, y Sus discípulos creyeron en Él.

12 Después de esto Jesús bajó a Capernaúm con Su madre, Sus hermanos y Sus discípulos; pero no se quedaron allí muchos días.

Jesús echa a los mercaderes del templo

13 La Pascua de los judíos estaba cerca, y Jesús subió a Jerusalén. 14 En el templo encontró a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los que cambiaban dinero allí sentados. 15 Y haciendo un látigo de cuerdas, echó a todos fuera del templo, con las ovejas y los bueyes; desparramó las monedas de los que cambiaban el dinero y volcó las mesas. 16 A los que vendían palomas les dijo: «Quiten esto de aquí; no hagan de la casa de Mi Padre una casa de comercio».

17 Sus discípulos se acordaron de que estaba escrito: «El celo por Tu casa me consumirá».

18 Entonces los judíos le dijeron: «Ya que haces estas cosas, ¿qué señal nos muestras?». 19 Jesús les respondió: «Destruyan este templo[d], y en tres días lo levantaré». 20 Entonces los judíos dijeron: «En cuarenta y seis años fue edificado este templo[e], ¿y Tú lo levantarás en tres días?».

21 Pero Él hablaba del templo[f] de Su cuerpo. 22 Por eso, cuando resucitó de los muertos, Sus discípulos se acordaron de que había dicho esto; y creyeron en la Escritura y en la palabra que Jesús había hablado.

Los primeros creyentes en Jerusalén

23 Cuando Jesús estaba en Jerusalén durante la fiesta de la Pascua, muchos creyeron en Su nombre al ver las señales que hacía. 24 Pero Jesús, en cambio, no se confiaba en ellos, porque los conocía a todos, 25 y[g] no tenía necesidad de que nadie le diera testimonio del hombre, porque Él conocía lo que había en el interior del hombre.

Footnotes

  1. Juan 2:2 Lit. y.

  2. Juan 2:6 O unos 100 litros.

  3. Juan 2:11 O milagros.

  4. Juan 2:19 O santuario.

  5. Juan 2:20 O santuario.

  6. Juan 2:21 O santuario.

  7. Juan 2:25 Lit. y que.

Salmos 103

Nueva Biblia de las Américas

Himno de alabanza

Salmo de David.

103 Bendice, alma mía, al Señor,

Y bendiga todo mi ser Su santo nombre.

2 Bendice, alma mía, al Señor,

Y no olvides ninguno de Sus beneficios.

3 Él es el que perdona todas tus iniquidades,

El que sana todas tus enfermedades;

4 El que rescata de la fosa tu vida,

El que te corona de bondad y compasión;

5 El que colma de bienes tus años,

Para que tu juventud se renueve como el águila.

6 El Señor hace justicia,

Y juicios a favor de todos los oprimidos.

7 A Moisés dio a conocer Sus caminos,

Y a los israelitas Sus obras.

8 Compasivo y clemente es el Señor,

Lento para la ira y grande en misericordia.

9 No luchará con nosotros para siempre,

Ni para siempre guardará Su enojo.

10 No nos ha tratado según nuestros pecados,

Ni nos ha pagado conforme a nuestras iniquidades.

11 Porque como están de altos los cielos sobre la tierra,

Así es de grande Su misericordia para los que le temen[a].

12 Como está de lejos el oriente del occidente,

Así alejó de nosotros nuestras transgresiones.

13 Como un padre se compadece de sus hijos,

Así se compadece el Señor de los que le temen.

14 Porque Él sabe de qué estamos hechos,

Se acuerda de que solo somos polvo.

15 El hombre, como la hierba son sus días;

Como la flor del campo, así florece;

16 Cuando el viento pasa sobre ella, deja de ser,

Y su lugar ya no la reconoce.

17 Pero la misericordia del Señor es desde la eternidad hasta la eternidad, para los que le temen,

Y su justicia para los hijos de los hijos,

18 Para los que guardan Su pacto

Y se acuerdan de Sus preceptos para cumplirlos.

19 El Señor ha establecido Su trono en los cielos,

Y Su reino domina sobre todo.

20 Bendigan al Señor, ustedes Sus ángeles,

Poderosos en fortaleza, que ejecutan Su mandato,

Obedeciendo la voz de Su palabra.

21 Bendigan al Señor, ustedes todos Sus ejércitos,

Que le sirven haciendo Su voluntad.

22 Bendigan al Señor, ustedes todas Sus obras,

En todos los lugares de Su dominio.

Bendice, alma mía, al Señor.

Footnotes

  1. Salmos 103:11 O reverencian.

Proverbios 14:17-19

Nueva Biblia de las Américas

17 El hombre pronto a la ira obra neciamente,

Y el hombre de malos designios es aborrecido.

18 Los simples heredan necedad,

Pero los prudentes son coronados de conocimiento.

19 Los malos se inclinarán ante los buenos,

Y los impíos, a las puertas del justo.

Nueva Biblia de las Américas (NBLA)

Nueva Biblia de las Américas™ NBLA™ Copyright © 2005 por The Lockman Foundation

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