Tuesday, May 3, 2022

DAB Español, Miércoles 04 de Mayo

Día 124, DAB Español, Miércoles 04 de Mayo


Jueces 19:1-20:48; Juan 3:22-4:4; Salmos 104:24-35; Proverbios 14:22-24 (Nueva Biblia de las Américas (NBLA))









Jueces 19-20

Nueva Biblia de las Américas

El levita y su concubina

19 En aquellos días, cuando no había rey en Israel, había un levita que residía en la parte más remota de la región montañosa de Efraín, el cual tomó para sí una concubina de Belén de Judá. 2 Pero su concubina cometió adulterio contra él, y ella se fue de su lado, a la casa de su padre en Belén de Judá, y estuvo allí por espacio de cuatro meses. 3 Su marido se levantó y fue tras ella para hablarle cariñosamente[a] y hacerla volver, llevando[b] consigo a su criado y un par de asnos. Y ella lo llevó dentro de la casa de su padre, y cuando el padre de la joven lo vio, se alegró de conocerlo. 4 Su suegro, el padre de la joven, lo retuvo, y se quedó con él tres días. Y comieron, bebieron y se alojaron allí.

5 Al cuarto día se levantaron muy de mañana y el levita se preparó[c] para irse; y el padre de la joven dijo a su yerno: «Aliméntate[d] con un bocado de pan y después se pueden ir». 6 Se sentaron, pues, los dos y comieron y bebieron juntos. Y el padre de la joven dijo al hombre: «Te ruego que te dignes pasar la noche, y que se alegre tu corazón». 7 El hombre se levantó para irse, pero su suegro insistió, de modo que pasó allí la noche otra vez.

8 Y al quinto día se levantó muy de mañana para irse, y el padre de la joven dijo: «Aliméntate[e], te ruego, y espera hasta la tarde[f]»; y los dos comieron. 9 Cuando el hombre se levantó para irse con su concubina y su criado, su suegro, el padre de la joven, le dijo: «Mira, ya ha declinado el día[g]; te ruego que pases la noche, pues el día llega a su fin. Pasa la noche aquí para que se alegre tu corazón. Y mañana se levantarán temprano para su viaje y te irás a tu casa[h]».

10 Pero el hombre no quiso pasar la noche, así que se levantó y partió, y fue hasta un lugar frente a Jebús, es decir, Jerusalén. Y estaban con él un par de asnos aparejados; también con él estaba su concubina. 11 Cuando estaban cerca de Jebús, el día casi había declinado. Y el criado dijo a su señor: «Te ruego que vengas, nos desviemos, y entremos en esta ciudad de los jebuseos y pasemos la noche en ella». 12 Pero su señor le dijo: «No nos desviaremos para entrar en la ciudad de extranjeros que no son de los israelitas, sino que iremos hasta Guibeá». 13 Y dijo a su criado: «Ven, acerquémonos a uno de estos lugares; y pasaremos la noche en Guibeá o en Ramá».

14 Así que pasaron de largo y siguieron su camino, y el sol se puso sobre ellos cerca de Guibeá que pertenece a Benjamín. 15 Y se desviaron allí para entrar y alojarse en Guibeá. Cuando entraron, se sentaron[i] en la plaza de la ciudad porque nadie los llevó a su casa para pasar la noche.

16 Entonces, un anciano venía de su trabajo del campo al anochecer. Y el hombre era de la región montañosa de Efraín y se alojaba[j] en Guibeá, pero los hombres del lugar eran benjamitas. 17 Y alzó sus ojos y vio al viajero en la plaza de la ciudad. Y el anciano dijo: «¿A dónde vas y de dónde vienes?».

18 Y él le dijo: «Estamos pasando de Belén de Judá a la parte más remota de la región montañosa de Efraín, pues soy de allí. Fui hasta Belén de Judá, y ahora voy a mi casa[k], pero no hay quien me reciba en su casa. 19 Sin embargo, tenemos[l] paja y forraje para nuestros asnos, y también pan y vino para mí, para tu sierva[m] y para el joven que está con tu siervo; no nos falta nada». 20 «Paz sea contigo», dijo el anciano. «Permíteme suplir todas tus necesidades. Pero no pases la noche en la plaza». 21 Y lo llevó a su casa y dio forraje a los asnos. Ellos se lavaron los pies, comieron y bebieron.

22 Mientras ellos se alegraban[n], los hombres de la ciudad, hombres perversos[o], rodearon la casa; y golpeando la puerta, hablaron al dueño de la casa, al anciano, diciendo: «Saca al hombre que entró en tu casa para que tengamos relaciones[p] con él». 23 Entonces el hombre, el dueño de la casa, salió a ellos y les dijo: «No, hermanos míos, no se porten tan vilmente. Puesto que este hombre ha entrado en mi casa, no cometan esta terrible ofensa[q]. 24 Aquí está mi hija virgen y la concubina de él. Permítanme que las saque para que abusen de ellas y hagan con ellas lo que quieran[r], pero no cometan semejante ofensa contra este hombre».

25 Pero los hombres no quisieron escucharle, así que el levita[s] tomó a su concubina y la trajo a ellos. Y ellos la ultrajaron y abusaron de ella toda la noche hasta la mañana; entonces la dejaron libre al amanecer. 26 Cuando amanecía[t], la mujer vino y cayó a la entrada de la casa del hombre donde estaba su señor hasta que se hizo de día.

27 Al levantarse su señor por la mañana, abrió las puertas de la casa y salió para seguir su camino, y vio que su concubina estaba tendida a la entrada de la casa, con sus manos en el umbral. 28 Y él le dijo: «Levántate y vámonos». Pero ella no respondió[u]. Entonces la recogió, y colocándola sobre el asno, el hombre se levantó y se fue a su casa[v].

29 Cuando entró en su casa tomó un cuchillo, y tomando a su concubina, la cortó en doce pedazos, miembro por miembro, y la envió por todo el territorio de Israel. 30 Y todos los que lo veían, decían: «Nada como esto jamás ha sucedido ni se ha visto desde el día en que los israelitas subieron de la tierra de Egipto hasta el día de hoy. Considérenlo, tomen consejo y hablen».

Guerra contra Benjamín

20 Entonces salieron todos los israelitas, desde Dan hasta Beerseba, incluyendo la tierra de Galaad, y la congregación se reunió al Señor como un solo hombre en Mizpa. 2 Y los jefes[w] de todo el pueblo, de todas las tribus de Israel, tomaron su puesto en la asamblea del pueblo de Dios, 400,000 soldados[x] de a pie que sacaban espada.

3 (Y los hijos de Benjamín oyeron que los israelitas habían subido a Mizpa). Entonces los israelitas preguntaron: «Dígannos, ¿cómo ocurrió esta maldad?». 4 El levita, marido de la mujer que había sido asesinada, respondió: «Vine con mi concubina a pasar la noche en Guibeá de Benjamín. 5 Pero los hombres de Guibeá se levantaron contra mí, y rodearon la casa por la noche por causa mía. Tenían intención de matarme. Pero en vez de esto, violaron a mi concubina de tal manera que murió. 6 Tomé entonces a mi concubina, la corté en pedazos y la envié por todo el territorio de la heredad de Israel, porque han cometido lascivia y terrible ofensa[y] en Israel. 7 Así que todos ustedes, israelitas, den aquí su parecer y consejo».

8 Entonces todo el pueblo se levantó como un solo hombre y dijeron: «Ninguno de nosotros irá a su tienda, ni ninguno de nosotros volverá a su casa. 9 Esto es lo que haremos ahora a Guibeá: subiremos contra la ciudad[z] por sorteo. 10 Tomaremos diez hombres de cada 100 por todas las tribus de Israel, y 100 de cada 1,000 y 1,000 de cada 10,000 para proveer[aa] víveres para el ejército[ab], que vaya a Guibeá de Benjamín a castigarlos por toda la infamia que han cometido en Israel». 11 Así se juntaron contra la ciudad todos los hombres de Israel, como un solo hombre.

12 Entonces las tribus de Israel enviaron hombres por toda la tribu[ac] de Benjamín y dijeron: «¿Qué es esta infamia que se ha cometido entre ustedes? 13 Entreguen ahora a los hombres, esos perversos[ad] en Guibeá, para que les demos muerte y quitemos esta infamia de Israel». Pero los de la tribu de Benjamín no quisieron escuchar la voz de sus hermanos, los israelitas.

14 Y los benjamitas, de sus[ae] ciudades, se reunieron en Guibeá para salir a combatir contra los israelitas. 15 De las ciudades fueron contados[af] en aquel día, de los benjamitas, 26,000 hombres que sacaban espada, además de los habitantes de Guibeá que fueron contados[ag], 700 hombres escogidos. 16 De toda esta gente, 700 hombres escogidos eran zurdos; capaces cada uno de lanzar con la honda una piedra a un cabello sin errar.

17 Entonces los hombres de Israel, aparte de Benjamín, fueron contados[ah], 400,000 hombres que sacaban espada. Todos estos eran hombres de guerra. 18 Los israelitas se levantaron, subieron a Betel[ai], y consultaron a Dios, y preguntaron: «¿Quién de nosotros subirá primero a pelear contra la tribu de Benjamín?». Entonces el Señor respondió: «Judá subirá primero».

19 Los israelitas se levantaron por la mañana y acamparon contra Guibeá. 20 Los hombres de Israel salieron a combatir contra Benjamín, y los hombres de Israel se pusieron en orden de batalla contra ellos en Guibeá. 21 Pero los benjamitas salieron de Guibeá y derribaron[aj] por tierra en aquel día 22,000 hombres de Israel.

22 Pero el pueblo, los hombres de Israel, se reanimaron, y se pusieron otra vez en orden de batalla en el lugar donde se habían puesto el primer día. 23 Y subieron los israelitas y lloraron delante del Señor hasta la noche, y consultaron al Señor, diciendo: «¿Nos acercaremos otra vez para combatir contra los hijos de mi hermano Benjamín?». Y el Señor dijo: «Suban contra él».

24 Entonces los israelitas fueron contra[ak] los de Benjamín el segundo día. 25 Y salió Benjamín de Guibeá contra[al] ellos el segundo día y otra vez hizo caer[am] 18,000 hombres de los israelitas. Todos estos sacaban espada.

26 Todos los israelitas y todo el pueblo subieron y vinieron a Betel y lloraron; y permanecieron allí delante del Señor y ayunaron ese día hasta la noche. Y ofrecieron holocaustos y ofrendas de paz delante del Señor. 27 Los israelitas consultaron al Señor, porque el arca del pacto de Dios estaba allí en aquellos días, 28 y Finees, hijo de Eleazar, hijo de Aarón, estaba delante de ella para ministrar en aquellos días y preguntó: «¿Volveré a salir otra vez a combatir contra los hijos de mi hermano Benjamín, o desistiré?». Y el Señor respondió: «Suban, porque mañana lo entregaré en tu mano».

Derrota y exterminio de los benjamitas

29 Puso, pues, Israel emboscadas alrededor de Guibeá. 30 Los israelitas subieron contra los de Benjamín al tercer día, y se pusieron en orden de batalla contra Guibeá como las otras veces. 31 Salieron los hijos de Benjamín contra[an] el pueblo, y fueron alejados de la ciudad. Comenzaron como las otras veces a herir y a matar a algunos del pueblo por los caminos, uno de los cuales sube a Betel[ao] y el otro a Guibeá, en campo abierto. Y mataron a unos treinta hombres de Israel. 32 Y los hijos de Benjamín dijeron: «Están derrotados delante de nosotros como la primera vez». Pero los israelitas dijeron: «Huyamos para que los alejemos de la ciudad hacia los caminos».

33 Entonces todos los hombres de Israel se levantaron de sus puestos y se pusieron en orden de batalla en Baal Tamar. Y los emboscados de Israel salieron de sus puestos, de Maareh Geba. 34 Cuando 10,000 hombres escogidos de todo Israel fueron contra Guibeá, la batalla se hizo reñida[ap]; pero Benjamín no sabía[aq] que el desastre[ar] se le acercaba[as]. 35 Y el Señor hirió a Benjamín delante de Israel, de modo que los israelitas mataron ese día a 25,100 hombres de Benjamín, todos ellos[at] sacaban espada.

36 Y los de Benjamín vieron que estaban derrotados[au]. Cuando los hombres de Israel cedieron terreno[av] a Benjamín porque confiaban en las emboscadas que habían puesto contra Guibeá, 37 los emboscados se apresuraron y se lanzaron contra Guibeá. Entonces se desplegaron e hirieron toda la ciudad a filo de espada.

38 La señal convenida entre los hombres de Israel y los emboscados, era de que ellos harían que se levantara una gran nube de humo de la ciudad, 39 entonces los hombres de Israel regresarían a la batalla. Y los de Benjamín empezaron a herir y matar a unos treinta hombres de Israel, porque dijeron: «Ciertamente están derrotados[aw] delante de nosotros como en la primera batalla».

40 Pero cuando la nube de humo como columna empezó a levantarse de la ciudad, los de Benjamín miraron tras sí; y de toda la ciudad subía humo al cielo. 41 Entonces los hombres de Israel se volvieron, y los de Benjamín se aterrorizaron porque vieron que el desastre[ax] se les acercaba[ay]. 42 Por tanto, volvieron la espalda ante los hombres de Israel en dirección al desierto, pero la batalla los alcanzó, y los que salían de las ciudades los destruían en medio de ellos. 43 Cercaron a Benjamín, lo persiguieron sin tregua y lo aplastaron frente a Guibeá, hacia el oriente[az]. 44 Cayeron 18,000 hombres de Benjamín; todos ellos eran valientes guerreros.

45 Cuando los demás[ba] se volvieron y huyeron al desierto, a la peña de Rimón, los israelitas capturaron[bb] a 5,000 de ellos en los caminos, y a otros los persiguieron muy de cerca hasta Gidom y mataron[bc] a 2,000 de ellos. 46 El total de los de Benjamín que cayeron aquel día fue de 25,000 hombres que sacaban espada, todos ellos valientes guerreros. 47 Pero 600 hombres se volvieron y huyeron al desierto, a la peña de Rimón, y permanecieron en la peña de Rimón cuatro meses. 48 Entonces los hombres de Israel se volvieron contra los hijos de Benjamín y los hirieron a filo de espada, a toda[bd] la ciudad, así como el ganado y todo lo que encontraron; también prendieron fuego a todas las ciudades que hallaron.

Footnotes

  1. Jueces 19:3 Lit. a su corazón.

  2. Jueces 19:3 Lit. y.

  3. Jueces 19:5 Lit. se levantó.

  4. Jueces 19:5 Lit. Alimenta tu corazón.

  5. Jueces 19:8 Lit. Alimenta tu corazón.

  6. Jueces 19:8 Lit. hasta que el día decline.

  7. Jueces 19:9 Lit. el día para anochecer.

  8. Jueces 19:9 Lit. tienda.

  9. Jueces 19:15 Así en la versión gr. (sept.); en el T.M., entró, se sentó.

  10. Jueces 19:16 O peregrinaba.

  11. Jueces 19:18 Así en la versión gr. (sept.); el T.M. dice: a la casa del Señor.

  12. Jueces 19:19 Lit. hay.

  13. Jueces 19:19 I.e. la concubina.

  14. Jueces 19:22 Lit. alegraban sus corazones.

  15. Jueces 19:22 Lit. hijos de Belial.

  16. Jueces 19:22 I.e. relaciones sexuales; lit. lo conozcamos.

  17. Jueces 19:23 O infamia.

  18. Jueces 19:24 Lit. lo bueno a sus ojos.

  19. Jueces 19:25 Lit. hombre.

  20. Jueces 19:26 Lit. al llegar la mañana.

  21. Jueces 19:28 Lit. no hubo respuesta.

  22. Jueces 19:28 Lit. lugar.

  23. Jueces 20:2 Lit. las esquinas.

  24. Jueces 20:2 Lit. hombres.

  25. Jueces 20:6 O infamia.

  26. Jueces 20:9 Lit. ella.

  27. Jueces 20:10 Lit. llevar.

  28. Jueces 20:10 Lit. el pueblo.

  29. Jueces 20:12 Lit. todas las tribus.

  30. Jueces 20:13 Lit. hijos de Belial.

  31. Jueces 20:14 Lit. las.

  32. Jueces 20:15 O alistados.

  33. Jueces 20:15 O alistados.

  34. Jueces 20:17 O alistados.

  35. Jueces 20:18 I.e. Casa de Dios.

  36. Jueces 20:21 Lit. destruyeron.

  37. Jueces 20:24 Lit. se acercaron a.

  38. Jueces 20:25 Lit. al encuentro de.

  39. Jueces 20:25 Lit. destruyó.

  40. Jueces 20:31 Lit. al encuentro de.

  41. Jueces 20:31 I.e. Casa de Dios.

  42. Jueces 20:34 Lit. pesada.

  43. Jueces 20:34 Lit. ellos no sabían.

  44. Jueces 20:34 Lit. mal.

  45. Jueces 20:34 Lit. les tocaba.

  46. Jueces 20:35 Lit. todos estos.

  47. Jueces 20:36 Lit. heridos.

  48. Jueces 20:36 Lit. lugar.

  49. Jueces 20:39 Lit. heridos.

  50. Jueces 20:41 Lit. mal.

  51. Jueces 20:41 Lit. les tocaba.

  52. Jueces 20:43 Lit. hacia la salida del sol.

  53. Jueces 20:45 Así en la versión gr. (sept.); el T.M. omite, los demás.

  54. Jueces 20:45 Lit. recogieron.

  55. Jueces 20:45 Lit. e hirieron.

  56. Jueces 20:48 Otra posible lectura es, a los hombres de.

Juan 3:22-4:4

Nueva Biblia de las Américas

Testimonio final de Juan el Bautista

22 Después de esto Jesús vino con Sus discípulos a la tierra de Judea, y estaba allí con ellos, y bautizaba. 23 Juan también bautizaba en Enón, cerca de Salim, porque allí había mucha agua[a]; y muchos venían y eran bautizados. 24 Porque Juan todavía no había sido puesto en la cárcel.

25 Surgió entonces una discusión entre los discípulos de Juan y un judío acerca de la purificación. 26 Vinieron a Juan y le dijeron: «Rabí, mira, Aquel que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien diste testimonio, está bautizando y todos van a Él».

27 Juan les respondió: «Ningún hombre puede recibir nada si no le es dado del cielo. 28 Ustedes mismos me son testigos de que dije: “Yo no soy el Cristo[b], sino que he sido enviado delante de Él”. 29 El que tiene la novia es el novio, pero el amigo del novio, que está allí y le oye, se alegra en gran manera con la voz del novio. Y por eso, este gozo mío se ha completado. 30 Es necesario que Él crezca, y que yo disminuya.

31 »El que procede de arriba está por encima de todos; el que es de la tierra, procede[c] de la tierra y de la tierra habla. El que procede del cielo está sobre todos. 32 Lo que Él ha visto y oído, de eso da testimonio; y nadie recibe Su testimonio. 33 El que ha recibido Su testimonio ha certificado esto: que Dios es veraz. 34 Porque Aquel a quien Dios ha enviado habla las palabras de Dios, pues Él da el Espíritu sin medida[d].

35 »El Padre ama al Hijo y ha entregado todas las cosas en Su mano. 36 El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que no obedece[e] al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él».

La mujer samaritana

4 Por tanto, cuando el Señor supo que los fariseos habían oído que Él hacía y bautizaba más discípulos que Juan 2 (aunque Jesús mismo no bautizaba, sino Sus discípulos), 3 salió de Judea y se fue otra vez para Galilea. 4 Y Él tenía que pasar por Samaria.

Footnotes

  1. Juan 3:23 Lit. muchas aguas.

  2. Juan 3:28 I.e. el Mesías.

  3. Juan 3:31 Lit. es.

  4. Juan 3:34 Lit. El no da el Espíritu por medida.

  5. Juan 3:36 O cree.

Salmos 104:24-35

Nueva Biblia de las Américas

24 ¡Cuán numerosas son Tus obras, oh Señor!

Con sabiduría las has hecho todas;

Llena está la tierra de Tus posesiones.

25 He allí el mar, grande y anchuroso,

En el cual se mueve un sinnúmero

De animales tanto pequeños como grandes.

26 Allí surcan las naves,

Y el Leviatán[a] que hiciste para que jugara en él.

27 Todos ellos esperan en Ti

Para que les des su comida a su tiempo.

28 Tú les das, ellos recogen;

Abres Tu mano, se sacian de bienes.

29 Escondes Tu rostro, se turban;

Les quitas el aliento[b], expiran,

Y vuelven al polvo.

30 Envías Tu Espíritu, son creados,

Y renuevas la superficie de la tierra.

31 ¡Sea para siempre la gloria del Señor!

¡Alégrese el Señor en sus obras!

32 Él mira a la tierra, y ella tiembla;

Toca los montes, y humean.

33 Al Señor cantaré mientras yo viva;

Cantaré alabanzas a mi Dios mientras yo exista.

34 Séale agradable mi meditación;

Yo me alegraré en el Señor.

35 Sean consumidos de la tierra los pecadores,

Y los impíos dejen de ser.

Bendice, alma mía, al Señor.

¡Aleluya!

Footnotes

  1. Salmos 104:26 O monstruo marino.

  2. Salmos 104:29 O espíritu.

Proverbios 14:22-24

Nueva Biblia de las Américas

22 ¿No se perderán los que traman el mal?

Pero misericordia y verdad recibirán los que planean el bien.

23 En todo trabajo hay ganancia,

Pero el vano hablar[a] conduce solo a la pobreza.

24 La corona de los sabios es su riqueza,

Pero la necedad de los necios es insensatez.

Footnotes

  1. Proverbios 14:23 Lit. la palabra de los labios.

Nueva Biblia de las Américas (NBLA)

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