Día 190, DAB Español, Martes 9 de Julio
1 Crónicas 7:1-8:40; Hechos 27:1-20; Salmos 7; Proverbios 18:22 (Traducción en lenguaje actual (TLA))
1
Crónicas 7-8 Traducción en lenguaje actual (TLA)
Los descendientes de Isacar
7 Isacar tuvo cuatro hijos:
Tolá,
Puvá,
Jasub,
Simrón.
2 Tolá tuvo seis hijos:
Uzí,
Refaías,
Jeriel,
Jahmai,
Ibsam,
Samuel.
Éstos fueron soldados muy valientes y jefes de sus
grupos familiares. En tiempos de David, su número llegó a veintidós mil
seiscientos.
3-4 Uzí, el hijo de Tolá, tuvo un hijo, Israhías.
Israhías tuvo cuatro hijos:
Micael,
Abdías,
Joel,
Isías.
Éstos fueron los jefes de sus grupos familiares. Como
tuvieron muchas mujeres e hijos, formaron con sus familias un ejército de
treinta y seis mil valientes soldados.
5 Según una lista de todas estas familias que
descienden de Isacar, el número de sus soldados llegó a ochenta y siete mil.
Los descendientes de Benjamín
6 Benjamín tuvo tres hijos:
Bela,
Béquer,
Jediael.
7 Bela tuvo cinco hijos:
Esbón,
Uzí,
Uziel,
Jerimot,
Irí.
Éstos fueron los jefes de sus grupos familiares y de
sus valientes soldados. Según la lista de todos los descendientes de Bela, su
número llegó a veintidós mil treinta y cuatro personas.
8-9 Béquer tuvo nueve hijos:
Zemirá,
Joás,
Eliézer,
Elioenai,
Omrí,
Jerimot,
Abías,
Anatot,
Alémet.
Éstos fueron los jefes de sus grupos familiares y de
sus valientes soldados. Según la lista de todos los descendientes de Béquer, su
número llegó a veinte mil doscientas personas.
10 Jediael tuvo un hijo, Bilhán.
Bilhán tuvo siete hijos:
Jeús,
Benjamín,
Ehud,
Quenaaná,
Zetán,
Tarsis,
Ahisáhar.
11 Éstos fueron los jefes de sus grupos familiares y
de sus valientes soldados. El número de sus hombres capaces de ir a la guerra
llegó a diecisiete mil doscientos.
12 Los hijos de Ir fueron:
Sufam,
Hufam.
El hijo de Aher se llamó Husim.
Los descendientes de Neftalí
13 Neftalí hijo de Bilhá, tuvo cuatro hijos:
Jahseel,
Guní,
Jéser,
Salum.
Los descendientes de Manasés
14-17 Éstos fueron los descendientes de Manasés:
Manasés se casó con una mujer aramea, y tuvo con ella
dos hijos:
Asriel,
Maquir.
Maquir tuvo cuatro hijos:
Galaad,
Selofhad,
Peres,
Seres.
Selofhad solamente tuvo hijas.
Seres tuvo dos hijos:
Ulam,
Réquem.
Ulam tuvo un hijo, Bedán.
La esposa de Maquir se llamaba Maacá, que era
descendiente de Hufam y de Sufam. 18 Hamoléquet, hermana de Maquir, tuvo tres
hijos:
Is-hod,
Abiézer,
Mahlá.
19 Semidá tuvo cuatro hijos:
Ahián,
Siquem,
Liquehí,
Aniam.
Los descendientes de Efraín
20-21 Los descendientes de Efraín fueron:
Sutélah,
Béred,
Táhat,
Eladá,
Táhat,
Zabad,
Sutélah,
Éser,
Elad.
Éser y Elad fueron a Gat a robar ganado, pero los
habitantes de ese lugar los mataron. 22 Efraín, su padre, lloró y estuvo de
luto por mucho tiempo, y sus familiares llegaron a consolarlo. 23 Tiempo
después, Efraín tuvo otro hijo con su esposa, y por la desgracia que había
sufrido su familia, le puso por nombre Beriá, que significa «desgracia».
24 Beriá tuvo una hija llamada Seerá, que edificó las
aldeas de Bet-horón de abajo, Bet-horón de arriba y Uzén-seerá.
25-27 Los descendientes de Beriá fueron:
Réfah,
Résef,
Télah,
Tahán,
Ladán,
Amihud,
Elisamá,
Nun,
Josué.
28 Sus territorios y las ciudades y aldeas en que
vivían eran Betel y Naarán, hacia el este, y Guézer hacia el oeste, incluyendo
Siquem y Ayah.
29 Los descendientes de Manasés tenían bajo su control
las ciudades de Bet-seán, Taanac, Meguido y Dor, con sus aldeas.
En estos lugares vivieron los descendientes de José,
hijo de Jacob.
Los descendientes de Aser
30 Aser tuvo una hija y cuatro hijos:
Sérah,
Imná,
Isvá,
Isví,
Beriá.
31 Beriá tuvo dos hijos:
Héber,
Malquiel.
Malquiel tuvo un hijo, al que llamó Birzávit.
32 Héber tuvo una hija y tres hijos:
Suhá,
Jaflet,
Sémer,
Hotam.
33 Jaflet tuvo tres hijos:
Pasac,
Bimhal,
Asvat.
34 Sémer tuvo cuatro hijos:
Aguí,
Rohgá,
Jehubá,
Aram.
35 Hotam tuvo cuatro hijos:
Sofah,
Imná,
Seles,
Amal.
36 Sofah tuvo once hijos:
Súah,
Harnéfer,
Súal,
Berí,
Imrá,
37 Béser,
Hod,
Samá,
Silsá,
Itrán,
Beerá.
38 Jéter, otro descendiente de Aser, tuvo tres hijos:
Jefuné,
Pispá,
Ará.
39 Ulá, otro descendiente de Aser, tuvo tres hijos:
Árah,
Haniel,
Risiá.
40 Todos estos fueron jefes de sus grupos familiares;
eran hombres importantes, y además fueron los mejores y más valientes soldados.
Según la lista de su familia, de todos los descendientes de Aser, el número de
sus hombres capaces de ir a la guerra llegó a veintiséis mil.
Otros descendientes de Benjamín
8 Benjamín tuvo cinco hijos:
Bela,
Asbel,
Ahrah,
2 Nohá,
Rafá.
3 Bela tuvo nueve hijos:
Adar,
Guerá,
Abihud,
4 Abisúa,
Naamán,
Ahóah,
5 Guerá,
Sefufán,
Hiram.
6-7 Ehud, otro descendiente de Benjamín, tuvo tres
hijos:
Naamán,
Ahías,
Guerá.
Guerá tuvo dos hijos:
Uzá,
Ahihud.
Los hijos de Ehud eran los jefes de sus grupos
familiares, y vivían en Gueba, pero los obligaron a vivir en Manáhat. Guerá los
guió hasta allá.
8-27 Saharaim, otro descendiente de Benjamín, tuvo con
su esposa Husim dos hijos:
Abitub,
Elpáal.
Elpáal tuvo catorce hijos:
Éber,
Misam,
Sémed,
Beriá,
Sema,
Sasac,
Jeroham,
Zebadías,
Mesulam,
Hizquí,
Éber,
Ismerai,
Izlías,
Jobab.
Beriá tuvo seis hijos:
Zebadías,
Arad,
Ader,
Micael,
Ispá,
Johá.
Sasac tuvo once hijos:
Ispán,
Éber,
Eliel,
Abdón,
Zicrí,
Hanán,
Hananías,
Elam,
Anatotías,
Ifdaías,
Peniel.
Jeroham tuvo seis hijos:
Samserai,
Seharías,
Atalías,
Jaresías,
Elías,
Zicrí.
Sémed edificó las ciudades de Onó y Lod, con sus
aldeas. Bería y Sema fueron los jefes de sus grupos familiares, y vivieron en
Aialón. Ellos expulsaron a los habitantes de Gat.
Luego, Saharaim se divorció de sus esposas Husim y
Baará, y se fue a vivir a Moab. Allí se casó con Hodes y tuvo siete hijos, que
fueron los jefes de sus grupos familiares:
Jobab,
Sibiá,
Mesá,
Malcam,
Jeús,
Saquías,
Mirmá.
Simí, otro descendiente de Benjamín, tuvo nueve hijos:
Jaquim,
Zicrí,
Zabdí,
Elienai,
Siletai,
Eliel,
Adaías,
Beraías,
Simrat.
28 Según la lista de los familiares de Benjamín, todos
estos fueron jefes principales de sus grupos familiares y vivieron en
Jerusalén.
La familia del rey Saúl (1 Cr 9.35-44)
29 Jehiel fundó la ciudad de Gabaón, y vivió allí con
su esposa Maacá. 30-32 Sus hijos, del mayor al menor, fueron:
Abdón,
Sur,
Quis,
Baal,
Ner,
Nadab,
Guedor,
Ahió,
Zéquer,
Miclot.
Todos estos vivieron en Jerusalén con sus familiares.
Miclot tuvo un hijo, Simí.
33 Ner tuvo un hijo, Quis.
Quis tuvo un hijo, Saúl.
Saúl tuvo cuatro hijos:
Jonatán,
Malquisúa,
Abinadab,
Es-baal.
34 Jonatán tuvo un hijo, Merib-baal.
Merib-baal tuvo un hijo, Micaías.
35 Micaías tuvo cuatro hijos:
Pitón,
Mélec,
Tarea,
Ahaz.
36 Ahaz tuvo un hijo, Joadá.
Joadá tuvo tres hijos:
Alémet,
Azmávet,
Zimrí.
Los descendientes de Zimrí fueron:
Mosá,
37 Biná,
Rafá,
Elasá,
Asel.
38 Asel tuvo seis hijos:
Azricam,
Bocrú,
Ismael,
Searías,
Abdías,
Hanán.
39 Ésec, hermano de Asel, tuvo tres hijos:
Ulam,
Jehús,
Elifélet.
40 Ulam tuvo ciento cincuenta hijos y nietos, que
fueron soldados valientes bien entrenados en el uso del arco y la flecha.
Traducción en lenguaje actual (TLA)
Copyright © 2000 by United Bible Societies
Hechos
27:1-20 Traducción en lenguaje actual (TLA)
Pablo es llevado a Roma
27 Cuando por fin decidieron mandarnos a Italia, Pablo
y los demás prisioneros fueron entregados a un capitán romano llamado Julio,
que estaba a cargo de un grupo especial de soldados al servicio del emperador.
2 Fuimos llevados al puerto de Adramitio. Allí, un barco estaba a punto de
salir para hacer un recorrido por los puertos de la provincia de Asia. Con
nosotros estaba también Aristarco, que era de la ciudad de Tesalónica, en la
provincia de Macedonia.
Subimos al barco y salimos. 3 Al día siguiente
llegamos al puerto de Sidón. El capitán Julio trató bien a Pablo, pues lo dejó
visitar a sus amigos en Sidón, y también permitió que ellos lo atendieran.
4 Cuando salimos de Sidón, navegamos con el viento en
contra. Entonces nos acercamos a la costa de la isla de Chipre para protegernos
del viento. 5 Luego pasamos por la costa de las provincias de Cilicia y de
Panfilia, y así llegamos a una ciudad llamada Mira, en la provincia de Licia.
6 El capitán Julio encontró allí un barco de
Alejandría, que iba hacia Italia, y nos ordenó subir a ese barco para continuar
nuestro viaje. 7-8 Viajamos despacio durante varios días, y nos costó trabajo
llegar frente al puerto de Cnido. El viento seguía soplando en contra nuestra,
por lo que pasamos frente a la isla de Salmona y, con mucha dificultad,
navegamos por la costa sur de la isla de Creta. Por fin llegamos a un lugar
llamado Buenos Puertos, que está cerca de la ciudad de Lasea, en la misma isla
de Creta.
9 Era peligroso seguir navegando, pues habíamos
perdido mucho tiempo y ya casi llegaba el invierno. Entonces Pablo les dijo a
todos en el barco: 10 «Señores, este viaje va a ser peligroso. No sólo puede
destruirse la carga y el barco, sino que hasta podemos morir.»
11 Pero el capitán de los soldados no le hizo caso a
Pablo, sino que decidió seguir el viaje, como insistían el dueño y el capitán
del barco. 12 Buenos Puertos no era un buen lugar para pasar el invierno; por
eso, todos creían que lo mejor era seguir y tratar de llegar al puerto de
Fenice, para pasar allí el invierno. Fenice estaba en la misma isla de Creta, y
desde allí se podía salir hacia el noroeste y el suroeste.
Tempestad en el mar
13 De pronto, comenzó a soplar un viento suave, que
venía del sur. Por eso el capitán y los demás pensaron que podían seguir el
viaje, y salimos navegando junto a la costa de la isla de Creta. 14 Al poco
tiempo, un huracán vino desde el noreste, y el fuerte viento comenzó a pegar
contra el barco. 15 No podíamos navegar contra el viento, así que tuvimos que
dejarnos llevar por él. 16 Pasamos frente a la costa sur de una isla pequeña,
llamada Cauda, la cual nos protegió del viento. Allí pudimos subir el bote salvavidas,
aunque con mucha dificultad. 17 Después los marineros usaron cuerdas, y con
ellas trataron de sujetar el casco del barco, para que no se rompiera. Todos
tenían miedo de que el barco quedara atrapado en los depósitos de arena
llamados Sirte. Bajaron las velas y dejaron que el viento nos llevara a donde
quisiera. 18 Al día siguiente la tempestad empeoró, por lo que todos comenzaron
a echar al mar la carga del barco. 19 Tres días después, también echaron al mar
todas las cuerdas que usaban para manejar el barco. 20 Durante muchos días no
vimos ni el sol ni las estrellas. La tempestad era tan fuerte que habíamos
perdido la esperanza de salvarnos.
Traducción en lenguaje actual (TLA)
Copyright © 2000 by United Bible Societies
Salmos
7 Traducción en lenguaje actual (TLA)
Oración pidiendo justicia
Lamento de David dirigido a Dios por lo que le hizo un
hombre de la tribu de Benjamín, que se llamaba Cus.
7 Mi Dios, en ti confío;
¡sálvame de los que me persiguen!,
¡líbrame de todos ellos!
2 Si no me salvas, acabarán conmigo;
me despedazarán como leones
y nadie podrá librarme de ellos.
3 Dios mío,
¿qué daño les hice?,
¿qué mal cometí?
4 ¿Acaso le hice daño a mi amigo?
¿Acaso le quité algo
a quien me maltrata sin razón?
5 Si es así,
deja que mi enemigo
me persiga y me alcance;
deja que me arrastre por el suelo
y que me ponga en vergüenza.
6-7 Dios mío,
¡siéntate ya en tu alto trono,
y rodeado de las naciones,
declárame inocente!
¡Enfréntate a la furia de mis enemigos
y muéstrales tu enojo!
8 Tú, Dios mío,
eres el juez de los pueblos:
¡júzgame y dicta mi sentencia,
pero toma en cuenta que soy inocente!
9 Tú eres un Dios justo,
y conoces nuestros pensamientos:
¡acaba, pues, con los malvados,
para que ya no hagan lo malo,
pero dale tu apoyo a la gente honrada!
10 Dios mío,
tú me das tu protección;
me proteges como un escudo.
Tú salvas a la gente honrada.
11 Tú eres un juez justo
y siempre castigas a los malvados.
12 Si éstos no se arrepienten,
tú afilarás tu espada
y prepararás tu arco.
13 Ya tienes listas tus armas de muerte;
¡ya tienes listas tus flechas de fuego!
14 ¡Fíjense en el malvado!
Planea el crimen, lo comete
y luego niega haberlo cometido.
15 Ha hecho un hoyo muy profundo,
pero en ese mismo hoyo caerá,
16 y sufrirá las consecuencias
de su violencia y maldad.
17 Yo, en cambio,
alabaré a Dios porque es justo.
¡Yo le cantaré himnos
al Dios altísimo!
Traducción en lenguaje actual (TLA)
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Proverbios
18:22 Traducción en lenguaje actual (TLA)
22 Si ya tienes esposa,
ya tienes lo mejor:
¡Dios te ha demostrado su amor!
Traducción en lenguaje actual (TLA)
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