Día 201, DAB Español, Sábado 20 de Julio
2 Crónicas 1:1-3:17; Romanos 6:1-23; Salmos 16; Proverbios 19:20-21 (Palabra de Dios para Todos (PDT))
2
Crónicas 1-3 Palabra de Dios para Todos (PDT)
Salomón pide sabiduría
1 Salomón hijo de David consolidó su reino, pues el
SEÑOR su Dios estaba con él e hizo que su poder aumentara enormemente.
2 Salomón habló con todo Israel, o sea, con los jefes
de mil y de cien soldados, con los líderes y con los jefes de Israel, es decir,
los jefes de las familias paternas. 3 Entonces Salomón y todo Israel se
dirigieron al santuario que estaba en Gabaón, porque allí estaba la carpa del
encuentro con Dios, la cual Moisés, siervo del SEÑOR, había construido en el
desierto. 4 David había llevado el cofre de Dios desde Quiriat Yearín hasta una
carpa que había armado en Jerusalén. 5 Sin embargo, como el altar de bronce que
hizo Bezalel, hijo de Uri y nieto de Jur, estaba en Gabaón, frente a la Carpa
Sagrada del SEÑOR, Salomón y los israelitas fueron allí para consultarlo. 6
Allí Salomón subió hasta el altar de bronce que estaba en la carpa del
encuentro delante del SEÑOR y ofreció mil sacrificios que deben quemarse
completamente.
7 Aquella noche Dios se le apareció a Salomón y le
dijo:
—Pídeme lo que quieras, que yo te lo daré.
8 Salomón le respondió:
—Tú trataste con mucho amor fiel a mi papá David y a
mí me hiciste rey en su lugar. 9 Entonces ahora, SEÑOR Dios, cumple la promesa
que le hiciste a mi papá David porque tú me hiciste rey sobre una nación tan
numerosa como el polvo de la tierra. 10 Dame ahora la sabiduría y el
conocimiento necesarios para gobernar a este pueblo porque, ¿Quién será capaz
de gobernar a este pueblo tuyo tan grande?
11 Entonces Dios le dijo a Salomón:
—Ya que ese ha sido tu deseo y no pediste ser rico ni
famoso ni que matara a tus enemigos ni que te concediera una larga vida, sino
sabiduría y conocimiento para gobernar a mi pueblo, de quien te hice rey, 12 te
voy a dar, junto con la sabiduría y el conocimiento, también la riqueza y el
honor como ningún rey ha tenido jamás y ninguno tendrá después de ti.
13 Después de esto, desde la carpa del encuentro que
estaba en el santuario que quedaba en Gabaón, Salomón bajó de regreso a
Jerusalén y comenzó a reinar sobre Israel.
Salomón se enriquece
14 Salomón reunió gran número de carros de combate y
caballos. Tenía mil cuatrocientos carros y doce mil jinetes. Salomón construyó
cuarteles de estacionamiento para los carros y también mantuvo algunos en
Jerusalén. 15 El rey hizo que la plata y el oro fueran tan comunes en Jerusalén
como la piedra, y que la madera de cedro fuera tan común como las higueras que
crecen en la llanura. 16 Los caballos de Salomón se importaban de Egipto y de
Coa. Los comerciantes de la corte los compraban en Coa. 17 Ellos importaban un
carro de Egipto a un costo de seiscientas monedas [a] de plata y un caballo a
ciento cincuenta, para luego vendérselos a todos los reyes hititas y sirios.
Preparativos para construir el templo
2 Salomón decidió construir un templo en honor al SEÑOR
y un palacio real para sí mismo. 2 Reclutó a unos setenta mil cargadores y
ochenta mil canteros para cortar madera y piedra en las montañas. Además
designó tres mil seiscientos capataces para dirigir la obra.
3 Salomón mandó decir a Hiram, rey de Tiro:
«Haz conmigo tal como hiciste con mi papá David
mandándole cedro del Líbano para que se construyera un palacio donde vivir. 4
Es que voy a construir un templo en honor al SEÑOR mi Dios para consagrárselo,
quemar incienso aromático en su honor, colocar continuamente panes consagrados
y ofrecer sacrificios que deben quemarse completamente por la mañana y por la
tarde, los días de descanso, fiestas de Luna nueva y en las demás fiestas del
SEÑOR. Eso se hará por siempre en Israel.
5 »El templo que voy a construir será grande, porque
nuestro Dios es más grande que todos los dioses. 6 Pero, ¿quién podrá
construirle un templo si ni los cielos más profundos pueden contenerlo? ¿Quién
soy yo para construir un templo aunque sólo sea para quemar incienso ante él?
7 »Envíame, pues, un experto en la fabricación de
objetos de oro, plata, bronce, hierro, tela púrpura, roja y azul, y que sepa
hacer grabados, para que trabaje con los expertos constructores que me dejó mi
papá David. 8 Envíame también del Líbano madera de cedro, ciprés y sándalo. Yo
sé que tus siervos tienen experiencia en cortar madera y los míos trabajarán
junto a ellos. 9 Hay que preparar muchísima madera porque el templo que voy a
construir será grande y maravilloso. 10 Les pagaré a tus hombres nueve mil
toneladas [b] de trigo, nueve mil toneladas de cebada, cuatrocientos cuarenta
mil litros [c] de vino y cuatrocientos cuarenta mil litros de aceite de oliva».
11 Hiram, rey de Tiro, le contestó con una carta que
decía así:
«El SEÑOR te ha hecho rey de Israel porque ama a su
pueblo». 12 También decía: «Bendito sea el SEÑOR, Dios de Israel, que hizo el
cielo y la tierra, porque le ha dado al rey David un hijo sabio, instruido e
inteligente, el cual va a construir un templo en honor al SEÑOR y un palacio para
su reino. 13 Te envío, pues, a un hombre sabio e inteligente, Hiram Abí. 14 Es
un hijo de una mujer proveniente de Dan y un hombre de la ciudad de Tiro.
Además él es un experto metalúrgico y trabaja tanto el oro como la plata, el
bronce y el hierro, así como también la piedra y la madera, tela púrpura y
morada, y el lino y el carmesí. También es perito en grabados de toda clase de
figuras y realiza el diseño que se le encargue en equipo con tus expertos y los
de tu papá David.
15 »En cuanto al trigo, la cebada, el aceite y el vino
que mencionas, envíaselos a mis siervos. 16 Nosotros cortaremos toda la madera
que necesiten, y se la enviaremos en forma de balsas por el mar, desde el
Líbano hasta Jope. Ustedes entonces se encargarán de llevar la madera a Jerusalén».
17 Salomón hizo un censo de todos los hombres
extranjeros que había en Israel. Este censo se hizo después del que hizo su
papá David. El censo mostró que había ciento cincuenta y tres mil hombres
extranjeros. 18 De ellos, él reclutó a setenta mil para que sirvieran como
cargadores, a ochenta mil para que sirvieran como canteros en la montaña y a
tres mil seiscientos como capataces para hacer trabajar a la gente.
Salomón construye el templo
3 Salomón empezó a construir el templo del SEÑOR en
Jerusalén en el monte Moria, donde el SEÑOR se le había aparecido a su papá
David. Ese era el lugar que David había destinado para ello, o sea en el lugar
donde Arauna el jebuseo trillaba el trigo. 2 Salomón comenzó la obra el día dos
del segundo mes del cuarto año de su reinado.
3 Salomón dispuso que las medidas de los cimientos del
templo fueran veintisiete metros de largo por nueve de ancho. [d] 4 El
vestíbulo que estaba delante del templo medía lo mismo que el ancho del templo,
o sea, nueve metros [e] de largo; su altura también era de nueve metros.
Salomón hizo recubrir de oro puro las paredes y el cielo raso. 5 Recubrió la
parte principal del templo con madera de ciprés y recubrió la madera con oro
puro grabado con figuras de palmeras y cadenas. 6 Adornó el templo con piedras
preciosas y con oro de la mejor calidad traído de Parvayin. 7 Las vigas, los
umbrales, las paredes y las puertas del templo estaban enchapados con oro y las
paredes estaban grabadas con figuras de querubines.
8 En el templo hizo construir el Lugar Santísimo.
Medía lo mismo que el ancho del templo, o sea nueve metros de largo por nueve
de ancho. Luego lo recubrió con veintitrés toneladas [f] de oro fino. 9 Se
usaron clavos que pesaban medio kilo [g] de oro puro cada uno. También hizo recubrir
de oro los salones del piso alto.
10 Dentro del Lugar Santísimo hizo tallar dos
querubines, que también estaban recubiertos de oro. 11 Las alas de los dos
querubines se extendían en una longitud de unos nueve metros en total. Cada ala
de los querubines medía dos metros con veinticinco centímetros de largo, un ala
tocaba la pared y la otra tocaba la punta del ala del otro querubín. 12 Cada
ala del segundo querubín medía lo mismo, dos metros con veinticinco
centímetros, y una de ellas tocaba la punta del ala del primer querubín y la
otra tocaba la pared. 13 Las alas extendidas de los dos querubines medían nueve
metros. Estaban de pie haciendo guardia, con el rostro hacia el Lugar Santo. 14
Salomón mandó hacer una cortina de tela azul y roja, carmesí y lino fino, e
hizo bordar querubines en ella.
15 Para la fachada del templo hizo dos columnas de
dieciséis metros de alto con capiteles de dos metros con veinticinco
centímetros de alto. 16 Como había hecho un diseño de cadenas dentro del
santuario, lo hizo también para la parte más alta de las columnas, e hizo cien
granadas y las puso en las cadenas. 17 Instaló las columnas en la fachada del
templo, una a la derecha y otra a la izquierda. A la columna que estaba a la
derecha la llamó Jaquín, y a la que estaba a la izquierda, Boaz.
Footnotes:
2 Crónicas 1:17 monedas Textualmente siclos. Ver tabla
de pesas y medidas.
2 Crónicas 2:10 nueve mil toneladas Textualmente
veinte mil coros. El coro era una medida de capacidad para granos. Ver tabla de
pesas y medidas.
2 Crónicas 2:10 cuatrocientos cuarenta mil litros
Textualmente veinte mil batos. El bato era una medida de capacidad para
líquidos. Ver tabla de pesas y medidas.
2 Crónicas 3:3 veintisiete […] de ancho Textualmente
sesenta codos de largo por veinte de ancho, conforme a la medida antigua. Ver
tabla de pesas y medidas.
2 Crónicas 3:4 nueve metros Textualmente veinte codos.
Ver tabla de pesas y medidas.
2 Crónicas 3:8 veintitrés toneladas Textualmente
seiscientos talentos. Ver tabla de pesas y medidas.
2 Crónicas 3:9 medio kilo Textualmente cincuenta siclos.
Ver tabla de pesas y medidas.
Palabra de Dios para Todos (PDT)
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Romanos
6 Palabra de Dios para Todos (PDT)
Muertos al pecado, vivos para Cristo
6 Bueno, ¿ahora qué vamos a decir? ¿Será que debemos
seguir pecando para que Dios nos perdone aun más [a]? 2 ¡Claro que no! Ya hemos
muerto al pecado, así que no podemos seguir viviendo en el pecado. 3 No olviden
que todos los que fuimos bautizados en Jesucristo nos unimos a él en su muerte.
4 Cuando fuimos bautizados, también fuimos enterrados con Cristo y así
compartimos su muerte para que así como Cristo resucitó por el gran poder del
Padre, nosotros también andemos de acuerdo a la nueva vida.
5 Así que si fuimos unidos a Cristo en una muerte como
la de él, también nos uniremos con él en su resurrección. 6 Sabemos que nuestra
vida de antes murió con Cristo en la cruz para que fuera destruido lo que desea
pecar dentro de nosotros y dejáramos de ser esclavos del pecado. 7 Un muerto
está libre del poder del pecado. 8 Como nosotros hemos muerto con Cristo,
tenemos fe de que también viviremos con él. 9 Sabemos que Cristo resucitó y no
morirá más. La muerte ya no tiene ningún poder sobre él. 10 Cristo murió para
derrotar al pecado de una vez para siempre y ahora vive su nueva vida para dar
honra a Dios. 11 Así mismo, ustedes considérense muertos en cuanto al pecado y
vivos para servir a Dios en Jesucristo. 12 Así que no dejen que el pecado
controle su cuerpo mortal ni obedezcan a sus deseos perversos. 13 No utilicen
ninguna parte de su cuerpo como arma de injusticia del pecado. Mejor pónganse
al servicio de Dios, como personas que han muerto y han resucitado; ofrezcan
todo su cuerpo como arma de justicia a Dios. 14 El pecado ya no gobernará sobre
ustedes, porque ya no están sujetos a la ley, sino sólo al generoso amor de
Dios.
Esclavos del bien
15 ¿Qué significa esto? ¿Vamos a pecar porque ya no
estamos sujetos a la ley, sino sólo al generoso amor de Dios? ¡Jamás! 16 ¿No
saben ustedes que cuando se ponen al servicio de alguien y lo obedecen, son
esclavos de él? Pueden ser esclavos del pecado y morir o pueden ser esclavos de
Dios y ser aprobados por él. 17 Antes eran esclavos del pecado, pero, gracias a
Dios, obedientemente y de todo corazón recibieron la formación [b] que se les
dio por medio de la enseñanza. 18 Ustedes fueron liberados del pecado y ahora
son esclavos de la justicia. 19 Expliqué esto con el ejemplo de la esclavitud
porque debido a la debilidad humana a ustedes les es difícil entender. Pero así
como antes ustedes entregaron su cuerpo al servicio de la corrupción y la de
desobediencia, y eso los llevaba a desobedecer aun más; ahora deben entregar su
cuerpo al servicio de la justicia y vivir sólo para Dios.
20 Cuando eran esclavos del pecado, no vivían al
servicio de la justicia. 21 ¿Y qué sacaron con eso? Sólo cosas de las que ahora
sienten vergüenza y que llevan a la muerte. 22 Pero ahora, liberados del
pecado, se han hecho esclavos de Dios. Como resultado, se dedican sólo a Dios y
eso los llevará a la vida eterna. 23 El pecado da como pago la muerte, pero
Dios da como regalo la vida eterna en unión con nuestro Señor Jesucristo.
Footnotes:
Romanos 6:1 perdone aun más Textualmente nos muestre
más de su gracia.
Romanos 6:17 la formación o el modelo. Ese modelo
podría hacer referencia a Jesucristo.
Palabra de Dios para Todos (PDT)
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Salmos
16 Palabra de Dios para Todos (PDT)
El Señor siempre está conmigo
Poema de David.
16 Dios mío, protégeme,
pues en ti
me refugio.
2 Algunos dijeron: «SEÑOR, tú eres mi dueño,
sin ti soy
un infeliz». [a]
3 Y al mismo tiempo dijeron a los dioses santos [b]
del país:
«Ustedes
también son fuertes y muy agradables».
4 Los que siguen a otro dios sufrirán mucho.
Yo no
participaré en las ofrendas sangrientas que ellos hacen a sus ídolos.
Ni siquiera
permitiré que mis labios pronuncien el nombre de esos dioses falsos.
5 SEÑOR, tú eres mi alimento,
lo único que
poseo de valor y la copa de la que bebo.
¡Mi futuro
está en tus manos!
6 Con la tierra mía fue como ganarme la lotería. [c]
La mía es
una herencia hermosa.
7 Adoro al SEÑOR porque él me guía;
incluso en
la noche, me orienta y guía mis pasos.
8 Siempre tomo en cuenta primero al SEÑOR;
nada me hará
tambalear, pues él está a mi lado.
9 Por eso mi corazón y mi alma estarán llenos de
alegría
y hasta mi
cuerpo vivirá seguro por siempre.
10 Porque yo sé que nunca me abandonarás en el lugar
de los muertos.
Nunca
dejarás que tu fiel seguidor se hunda [d] en la muerte.
11 Tú me enseñas el camino que lleva a la vida.
Hay mucha
alegría en tu presencia;
a tu derecha
hay placeres que duran para siempre.
Footnotes:
Salmos 16:2 o Le dije al SEÑOR mi Amo: «Tú eres mi
bondad. No hay nadie más que tú».
Salmos 16:3 dioses santos Textualmente santos,
haciendo referencia a dioses falsos.
Salmos 16:6 Con la tierra […] la lotería Textualmente
Para mí las cuerdas cayeron en lugares placenteros.
Salmos 16:10 se hunda Textualmente vea la fosa. LXX:
vea corrupción.
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Proverbios
19:20-21 Palabra de Dios para Todos (PDT)
20 Escucha el consejo y acepta la disciplina,
y así serás
sabio.
21 La gente tiene muchas ideas,
pero sólo se
hará realidad la decisión del SEÑOR.
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