Monday, March 27, 2023

DAB Español, Martes 28 de Marzo

Día 087, DAB Español, Martes 28 de Marzo


Deuteronomio 9:1-10:22; Lucas 8:4-21; Salmos 69:19-36; Proverbios 12:2-3 (Nueva Biblia de las Américas (NBLA))








Deuteronomio 9-10

Nueva Biblia de las Américas

Dios destruirá a las naciones de Canaán


9 »Oye, Israel: Hoy vas a pasar el Jordán para entrar a desposeer a naciones más grandes y más poderosas que tú, ciudades grandes y fortificadas hasta el cielo, 2 un pueblo grande y alto, los hijos de los anaceos, a quienes conoces y de quienes has oído decir: “¿Quién puede resistir ante los hijos de Anac?”. 3 Comprende, pues, hoy, que es el Señor tu Dios el que pasa delante de ti como fuego consumidor. Él los destruirá y los humillará delante de ti, para que los expulses[a] y los destruyas rápidamente, tal como el Señor te ha dicho.


4 »No digas en tu corazón cuando el Señor tu Dios los haya echado de delante de ti[b]: “Por mi justicia el Señor me ha hecho entrar para poseer esta tierra”, sino que es a causa de la maldad de estas naciones que el Señor las expulsa[c] de delante de ti. 5 No es por tu justicia ni por la rectitud de tu corazón que vas a poseer su tierra, sino que por la maldad de estas naciones el Señor tu Dios las expulsa[d] de delante de ti, para confirmar el pacto[e] que el Señor juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob. 6 Comprende, pues, que no es por tu justicia que el Señor tu Dios te da esta buena tierra para poseerla, pues eres un pueblo terco[f].

La rebelión de Israel en Horeb


7 »Acuérdate; no olvides cómo provocaste a ira al Señor tu Dios en el desierto; desde el día en que saliste de la tierra de Egipto hasta que ustedes llegaron a este lugar, han sido rebeldes contra el Señor. 8 Hasta en Horeb provocaron a ira al Señor, y el Señor se enojó tanto contra ustedes que estuvo a punto de destruirlos. 9 Cuando subí al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto que el Señor había hecho con ustedes, me quedé en el monte cuarenta días y cuarenta noches; no comí pan ni bebí agua. 10 El Señor me dio las dos tablas de piedra escritas por el dedo de Dios; y en ellas estaban todas las palabras que el Señor les había dicho en el monte, de en medio del fuego, el día de la asamblea.


11 »Y aconteció después de cuarenta días y cuarenta noches, que el Señor me dio las dos tablas de piedra, las tablas del pacto. 12 Entonces el Señor me dijo: “Levántate; baja aprisa de aquí, porque tu pueblo que sacaste de Egipto se ha corrompido. Pronto se han apartado del camino que Yo les había ordenado; se han hecho un ídolo de fundición”. 13 También el Señor me habló y dijo: “He visto a este pueblo, y en verdad es un pueblo terco. 14 Déjame que los destruya y borre su nombre de debajo del cielo; y de ti haré una nación más grande y más poderosa que ellos”. 15 Y volví, y descendí del monte mientras el monte ardía en fuego, y las dos tablas del pacto estaban en mis dos manos. 16 Y vi que en verdad ustedes habían pecado contra el Señor su Dios. Se habían hecho un becerro de fundición; pronto se habían apartado del camino que el Señor les había ordenado. 17 Tomé las dos tablas, las arrojé de mis manos y las hice pedazos delante de ustedes.


18 »Entonces me postré delante del Señor como al principio, por cuarenta días y cuarenta noches; no comí pan ni bebí agua, a causa de todo el pecado que habían cometido al hacer lo malo ante los ojos del Señor, provocando así Su ira. 19 Porque temí la ira y el furor con que el Señor estaba enojado contra ustedes para destruirlos, pero el Señor me escuchó también esta vez. 20 El Señor se enojó tanto con Aarón que quiso destruirlo; y también intercedí por Aarón al mismo tiempo. 21 Y tomé el objeto del pecado de ustedes, el becerro que se habían hecho, y lo quemé en el fuego, y lo hice pedazos, desmenuzándolo hasta que quedó tan fino como el polvo; y eché su polvo al arroyo que bajaba del monte.


22 »Nuevamente, en Tabera, en Masah y en Kibrot Hataava, provocaron a ira al Señor. 23 Y cuando el Señor los envió de Cades Barnea, diciendo: “Suban y tomen posesión de la tierra que Yo les he dado”, entonces se rebelaron contra la orden[g] del Señor su Dios; no le creyeron, ni escucharon Su voz. 24 Ustedes han sido rebeldes al Señor desde el día en que los conocí.

Oración de Moisés por Israel


25 »Entonces me postré delante del Señor los cuarenta días y cuarenta noches, lo cual hice[h] porque el Señor había dicho que los iba a destruir. 26 Oré al Señor, y dije: “Oh Señor Dios[i], no destruyas a Tu pueblo, a Tu heredad, que Tú has redimido con Tu grandeza, que Tú has sacado de Egipto con mano fuerte. 27 Acuérdate de Tus siervos Abraham, Isaac y Jacob; no mires la dureza de este pueblo ni su maldad ni su pecado. 28 De otra manera los de la tierra de donde Tú nos sacaste dirán: ‘Por cuanto el Señor no pudo hacerlos entrar en la tierra que les había prometido[j] y porque los aborreció, los sacó para hacerlos morir en el desierto’. 29 Sin embargo, ellos son Tu pueblo, Tu heredad, a quien Tú has sacado con Tu gran poder y Tu brazo extendido”.

Renovación del pacto


10 »En aquel tiempo el Señor me dijo: “Lábrate dos tablas de piedra como las anteriores, y sube a Mí al monte, y hazte un arca de madera. 2 Yo escribiré sobre esas tablas las palabras que estaban sobre las primeras tablas que quebraste, y las pondrás en el arca”. 3 Hice, pues, un arca de madera de acacia y labré dos tablas de piedra como las anteriores, y subí al monte con las dos tablas en mi mano. 4 Y Él escribió sobre las tablas, conforme a la escritura anterior, los Diez Mandamientos[k] que el Señor les había hablado a ustedes en el monte de en medio del fuego el día de la asamblea; y el Señor me las dio. 5 Entonces me volví y descendí del monte, y puse las tablas en el arca que yo había hecho; y allí están tal como el Señor me ordenó.


6 (Después los israelitas salieron de Beerot Bene Jaacán[l] hacia Mosera. Allí murió Aarón y allí fue sepultado, y su hijo Eleazar ministró como sacerdote en su lugar. 7 De allí salieron hacia Gudgoda; y de Gudgoda hacia Jotbata, una tierra de corrientes de aguas. 8 En aquel tiempo el Señor apartó la tribu de Leví para que llevara el arca del pacto del Señor, y para que estuviera delante del Señor, sirviéndole y bendiciendo en Su nombre hasta el día de hoy. 9 Por tanto, Leví no tiene porción o herencia con sus hermanos; el Señor es su herencia, así como el Señor tu Dios le habló).


10 »Me quedé en el monte cuarenta días y cuarenta noches como la primera vez, y el Señor me escuchó también esta vez; y el Señor no quiso destruirte. 11 Entonces me dijo el Señor: “Levántate, continúa tu marcha al frente del pueblo, para que entren y tomen posesión de la tierra que Yo juré a sus padres que les daría”.

Lo que Dios requiere


12 »Y ahora, Israel, ¿qué requiere de ti el Señor tu Dios, sino que temas[m] al Señor tu Dios, que andes en todos Sus caminos, que lo ames y que sirvas al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, 13 y que guardes los mandamientos del Señor y Sus estatutos que yo te ordeno hoy para tu bien? 14 Al Señor tu Dios pertenecen los cielos y los cielos de los cielos, la tierra y todo lo que en ella hay. 15 Sin embargo, el Señor se agradó de tus padres, los amó, y escogió a su descendencia[n] después de ellos, es decir, a ustedes, de entre todos los pueblos, como se ve hoy. 16 Circunciden, pues, su corazón[o], y no sean más tercos. 17 Porque el Señor su Dios es Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, poderoso y temible que no hace acepción de personas ni acepta soborno. 18 Él hace justicia al huérfano y a la viuda, y muestra Su amor al extranjero[p] dándole pan y vestido. 19 Muestren, pues, amor al extranjero, porque ustedes fueron extranjeros en la tierra de Egipto.


20 »Temerás[q] al Señor tu Dios; le servirás, te allegarás[r] a Él y solo en Su nombre jurarás. 21 Él es el objeto de tu alabanza y Él es tu Dios, que ha hecho por ti estas cosas grandes y portentosas que tus ojos han visto. 22 Cuando tus padres descendieron a Egipto eran setenta personas, y ahora el Señor tu Dios te ha hecho tan numeroso como las estrellas del cielo.

Footnotes


Deuteronomio 9:3 Lit. desposeas.

Deuteronomio 9:4 Lit. de ti, diciendo.

Deuteronomio 9:4 Lit. desposee.

Deuteronomio 9:5 Lit. desposee.

Deuteronomio 9:5 Lit. la palabra.

Deuteronomio 9:6 Lit. de dura cerviz.

Deuteronomio 9:23 Lit. boca.

Deuteronomio 9:25 Lit. me postré.

Deuteronomio 9:26 Heb. YHWH, generalmente traducido Señor.

Deuteronomio 9:28 Lit. hablado.

Deuteronomio 10:4 Lit. las diez palabras.

Deuteronomio 10:6 O los pozos de los hijos de Jaacán.

Deuteronomio 10:12 O reverencies.

Deuteronomio 10:15 Lit. simiente.

Deuteronomio 10:16 Lit. el prepucio de su corazón.

Deuteronomio 10:18 O peregrino; y así en el vers. 19.

Deuteronomio 10:20 O Reverenciarás.

Deuteronomio 10:20 Lit. te adherirás.


Lucas 8:4-21

Nueva Biblia de las Américas

Parábola del sembrador


4 Habiéndose congregado una gran multitud y los que de varias ciudades acudían a Jesús, entonces les habló por medio de una parábola: 5 «El sembrador salió a sembrar su semilla. Al sembrarla, una parte cayó junto al camino, y fue pisoteada y las aves del cielo se la comieron. 6 Otra parte cayó sobre la roca, y tan pronto como creció, se secó, porque no tenía humedad. 7 Otra parte cayó en medio de los espinos; y los espinos, al crecer con ella, la ahogaron. 8 Y otra parte cayó en tierra buena, y creció y produjo una cosecha a ciento por uno». Al hablar estas cosas, Jesús exclamaba: «El que tiene oídos para oír, que oiga».

Explicación de la parábola


9 Sus discípulos le preguntaban qué quería decir esta parábola, 10 y Él respondió: «A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del reino de Dios, pero a los demás les hablo en parábolas, para que viendo, no vean; y oyendo, no entiendan.


11 La parábola es esta: la semilla es la palabra de Dios. 12 Aquellos a lo largo del camino son los que han oído, pero después viene el diablo y arrebata la palabra de sus corazones, para que no crean y se salven. 13 Aquellos sobre la roca son los que, cuando oyen, reciben la palabra con gozo; pero[a] no tienen raíz profunda; creen[b] por algún tiempo, y en el momento de la tentación sucumben. 14 La semilla que cayó entre los espinos, son los que han oído, y al continuar su camino son ahogados por las preocupaciones, las riquezas y los placeres de la vida, y su fruto no madura. 15 Pero la semilla en la tierra buena, son los que han oído la palabra con corazón recto y bueno, y la retienen, y dan fruto con su perseverancia.


16 »Nadie enciende una lámpara y la cubre con una vasija, o la pone debajo de una cama, sino que la pone sobre un candelero para que los que entren vean la luz. 17 Pues no hay nada oculto que no haya de ser manifiesto, ni secreto que no haya de ser conocido y salga a la luz.


18 »Por tanto, tengan cuidado de cómo oyen; porque al que tiene, más le será dado; y al que no tiene, aun lo que cree que tiene[c] se le quitará».

La madre y los hermanos de Jesús


19 Entonces la madre y los hermanos de Jesús llegaron a donde Él estaba, pero no podían acercarse a Él debido al gentío. 20 «Tu madre y Tus hermanos están afuera y te quieren ver», le avisaron. 21 Pero Él les respondió: «Mi madre y Mis hermanos son estos que oyen la palabra de Dios y la hacen».

Footnotes


Lucas 8:13 Lit. y.

Lucas 8:13 Lit. quienes creen.

Lucas 8:18 O parece tener.


Salmos 69:19-36

Nueva Biblia de las Américas


19

Tú conoces mi afrenta, mi vergüenza y mi ignominia;

Todos mis adversarios están delante de Ti.


20

La afrenta ha quebrantado mi corazón, y estoy enfermo;

Esperé compasión, pero no la hubo;

Busqué consoladores, pero no los hallé.

21

Y por comida me dieron hiel,

Y para mi sed me dieron a beber vinagre.


22

Que la mesa delante de ellos se convierta en lazo,

Y cuando estén en paz, se vuelva una trampa.

23

Núblense sus ojos para que no puedan ver,

Y haz que sus lomos tiemblen continuamente.

24

Derrama sobre ellos Tu indignación,

Y que el ardor de Tu ira los alcance.

25

Sea desolado su campamento,

Y nadie habite en sus tiendas.

26

Porque han perseguido al que ya Tú has herido,

Y cuentan del dolor de aquellos que Tú has traspasado.

27

Añade iniquidad a su iniquidad,

Y que no entren en Tu justicia.

28

Sean borrados del libro de la vida,

Y no sean inscritos con los justos.


29

Pero yo estoy afligido y adolorido;

Tu salvación, oh Dios, me ponga en alto.

30

Con cántico alabaré el nombre de Dios,

Y con acción de gracias lo exaltaré.

31

Y esto agradará al Señor más que el sacrificio de un buey

O de un novillo con cuernos y pezuñas.

32

Esto han visto los humildes y se alegran.

Viva su corazón, ustedes los que buscan a Dios.

33

Porque el Señor oye a los necesitados

Y no desprecia a los suyos que están presos.


34

Alábenle los cielos y la tierra,

Los mares y todo lo que en ellos se mueve.

35

Porque Dios salvará a Sión y edificará las ciudades de Judá,

Para que ellos moren allí y la posean.

36

Y la descendencia de Sus siervos la heredará,

Y los que aman Su nombre morarán en ella.

Proverbios 12:2-3

Nueva Biblia de las Américas


2

El bueno alcanzará el favor del Señor,

Pero Él condenará al hombre de malos designios.

3

El hombre no se afianzará por medio de la impiedad,

Y la raíz de los justos no será removida.

Nueva Biblia de las Américas (NBLA)


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