Día 80, DAB Español, Miércoles 21 de Marzo
Números 32:1-33:39; Lucas 4:31-5:11; Salmos 64; Proverbios 11:22 (Nueva Versión Internacional (NVI))
Números
32:1-33:39 Nueva Versión Internacional (NVI)
Rubén y Gad se establecen en Transjordania
32 Las tribus de Rubén y Gad, que tenían mucho ganado,
se dieron cuenta de que las tierras de Jazer y Galaad eran apropiadas para la
ganadería. 2 Así que fueron a decirles a Moisés, al sacerdote Eleazar y a los
jefes de la comunidad:
3 ―Las tierras de Atarot, Dibón, Jazer, Nimrá, Hesbón,
Elalé, Sebán, Nebo y Beón 4 las conquistó el Señor para el pueblo de Israel, y
son apropiadas para la ganadería de tus siervos. 5 Si nos hemos ganado tu
favor, permítenos tomar esas tierras como heredad. No nos hagas cruzar el
Jordán.
6 Entonces Moisés les dijo a los rubenitas y a los
gaditas:
―¿Les parece justo que sus hermanos vayan al combate
mientras ustedes se quedan aquí sentados? 7 Los israelitas se han propuesto
conquistar la tierra que el Señor les ha dado; ¿no se dan cuenta de que esto
los desanimaría? 8 ¡Esto mismo hicieron los padres de ustedes cuando yo los
envié a explorar la tierra de Cades Barnea! 9 Fueron a inspeccionar la tierra
en el valle de Escol y, cuando volvieron, desanimaron a los israelitas para que
no entraran en la tierra que el Señor les había dado. 10 Ese día el Señor se
encendió en ira y juró: 11 “Por no haberme seguido de todo corazón, ninguno de
los mayores de veinte años que salieron de Egipto verá la tierra que juré darles
a Abraham, Isaac y Jacob. 12 Ninguno de ellos la verá, con la sola excepción de
Caleb hijo de Jefone, el quenizita, y Josué hijo de Nun, los cuales me
siguieron de todo corazón”. 13 El Señor se encendió en ira contra Israel, y los
hizo vagar por el desierto cuarenta años, hasta que murió toda la generación
que había pecado.
14 »¡Y ahora ustedes, caterva de pecadores, vienen en
lugar de sus padres para aumentar la ira del Señor contra Israel! 15 Si ustedes
se niegan a seguir al Señor, él volverá a dejar en el desierto a todo este
pueblo, y ustedes serán la causa de su destrucción».
16 Entonces ellos se acercaron otra vez a Moisés, y le
dijeron:
―Vamos a construir corrales para el ganado, y a
edificar ciudades para nuestros pequeños. 17 Sin embargo, tomaremos las armas y
marcharemos al frente de los israelitas hasta llevarlos a su lugar. Mientras
tanto, nuestros pequeños vivirán en ciudades fortificadas que los protejan de
los habitantes del país. 18 No volveremos a nuestras casas hasta que cada uno de
los israelitas haya recibido su heredad. 19 Nosotros no queremos compartir con
ellos ninguna heredad al otro lado del Jordán, porque nuestra heredad está
aquí, en el lado oriental del río.
20 Moisés les contestó:
―Si están dispuestos a hacerlo así, tomen las armas y
marchen al combate. 21 Crucen con sus armas el Jordán, y con la ayuda del Señor
luchen hasta que él haya quitado del camino a sus enemigos. 22 Cuando a su paso
el Señor haya sometido la tierra, entonces podrán ustedes regresar a casa, pues
habrán cumplido con su deber hacia el Señor y hacia Israel. Y con la aprobación
del Señor esta tierra será de ustedes.
23 »Pero, si se niegan, estarán pecando contra el
Señor. Y pueden estar seguros de que no escaparán de su pecado. 24 Edifiquen
ciudades para sus pequeños, y construyan corrales para su ganado, pero cumplan
también lo que han prometido».
25 Los gaditas y los rubenitas le dijeron a Moisés:
―Tus siervos harán tal como el Señor lo ha mandado. 26
Aquí en las ciudades de Galaad se quedarán nuestros pequeños, y todos nuestros
ganados y rebaños, 27 pero tus siervos cruzarán con sus armas el Jordán para
pelear a la vanguardia del Señor, tal como él lo ha ordenado.
28 Así que Moisés dio las siguientes instrucciones al
sacerdote Eleazar, y a Josué hijo de Nun y a los jefes de las familias
patriarcales de las tribus de Israel:
29 ―Si los gaditas y los rubenitas, armados para la
guerra, cruzan el Jordán con ustedes y conquistan el país, como el Señor
quiere, ustedes les entregarán como heredad la tierra de Galaad. 30 Pero, si no
lo cruzan, ellos recibirán su heredad entre ustedes en Canaán.
31 Los gaditas y los rubenitas respondieron:
―Tus siervos harán lo que el Señor ha mandado. 32 Tal
como él lo quiere, cruzaremos armados delante del Señor a la tierra de Canaán.
Pero nuestra heredad estará de este lado del Jordán.
33 Entonces Moisés entregó a los gaditas y rubenitas,
y a la media tribu de Manasés hijo de José, el reino de Sijón, rey de los
amorreos, y el reino de Og, rey de Basán. Les entregó la tierra con las
ciudades que estaban dentro de sus fronteras, es decir, las ciudades de todo el
país.
34 Los gaditas edificaron las ciudades de Dibón,
Atarot, Aroer, 35 Atarot Sofán, Jazer, Yogbea, 36 Bet Nimrá y Bet Arán. Las
edificaron como ciudades fortificadas, y construyeron corrales para sus
rebaños. 37 También edificaron las ciudades de Hesbón, Elalé, Quiriatayin, 38
Nebo, Baal Megón y Sibma, y les cambiaron de nombre.
39 Los descendientes de Maquir hijo de Manasés fueron
a Galaad y la conquistaron, echando de allí a los amorreos que la habitaban. 40
Entonces Moisés entregó Galaad a los maquiritas, que eran descendientes de
Manasés, y ellos se establecieron allí. 41 Yaír hijo de Manasés capturó algunas
aldeas y les puso por nombre Javot Yaír. 42 Noba capturó Quenat y sus aldeas, y
a la región le dio su propio nombre.
Ruta de Israel por el desierto
33 Cuando los israelitas salieron de Egipto bajo la
dirección de Moisés y de Aarón, marchaban ordenadamente, como un ejército. 2
Por mandato del Señor, Moisés anotaba cada uno de los lugares de donde partían
y adonde llegaban. Esta es la ruta que siguieron:
3 El día quince del mes primero, un día después de la
Pascua, los israelitas partieron de Ramsés. Marcharon desafiantes a la vista de
todos los egipcios, 4 mientras estos sepultaban a sus primogénitos, a quienes
el Señor había herido de muerte. El Señor también dictó sentencia contra los
dioses egipcios.
5 Los israelitas partieron de Ramsés y acamparon en
Sucot.
6 Partieron de Sucot y acamparon en Etam, en los
límites del desierto.
7 Partieron de Etam, pero volvieron a Pi Ajirot, al
este de Baal Zefón, y acamparon cerca de Migdol.
8 Partieron de Pi Ajirot y cruzaron el mar hasta
llegar al desierto. Después de andar tres días por el desierto de Etam,
acamparon en Mara.
9 Partieron de Mara con dirección a Elim, donde había
doce fuentes de agua y setenta palmeras, y acamparon allí.
10 Partieron de Elim y acamparon cerca del Mar Rojo.
11 Partieron del Mar Rojo y acamparon en el desierto
de Sin.
12 Partieron del desierto de Sin y acamparon en Dofcá.
13 Partieron de Dofcá y acamparon en Alús.
14 Partieron de Alús y acamparon en Refidín, donde los
israelitas no tenían agua para beber.
15 Partieron de Refidín y acamparon en el desierto de
Sinaí.
16 Partieron del desierto de Sinaí y acamparon en
Quibrot Hatavá.
17 Partieron de Quibrot Hatavá y acamparon en Jazerot.
18 Partieron de Jazerot y acamparon en Ritmá.
19 Partieron de Ritmá y acamparon en Rimón Peres.
20 Partieron de Rimón Peres y acamparon en Libná.
21 Partieron de Libná y acamparon en Risá.
22 Partieron de Risá y acamparon en Celata.
23 Partieron de Celata y acamparon en el monte Séfer.
24 Partieron del monte Séfer y acamparon en Jaradá.
25 Partieron de Jaradá y acamparon en Maquelot.
26 Partieron de Maquelot y acamparon en Tajat.
27 Partieron de Tajat y acamparon en Téraj.
28 Partieron de Téraj y acamparon en Mitca.
29 Partieron de Mitca y acamparon en Jasmoná.
30 Partieron de Jasmoná y acamparon en Moserot.
31 Partieron de Moserot y acamparon en Bené Yacán.
32 Partieron de Bené Yacán y acamparon en el monte
Guidgad.
33 Partieron del monte Guidgad y acamparon en Jotbata.
34 Partieron de Jotbata y acamparon en Abroná.
35 Partieron de Abroná y acamparon en Ezión Guéber.
36 Partieron de Ezión Guéber y acamparon en Cades, en
el desierto de Zin.
37 Partieron de Cades y acamparon en el monte Hor, en
la frontera con Edom. 38 Al mandato del Señor, el sacerdote Aarón subió al
monte Hor, donde murió el día primero del mes quinto, cuarenta años después de
que los israelitas habían salido de Egipto. 39 Aarón murió en el monte Hor a la
edad de ciento veintitrés años.
Nueva Versión Internacional (NVI)
La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional® NVI®
Copyright © 1986, 1999, 2015 by Biblica, Inc.® Used by permission.
All rights reserved worldwide.
Lucas 4:31-5:11 Nueva Versión
Internacional (NVI)
Jesús expulsa a un espíritu maligno
31 Jesús pasó a Capernaúm, un pueblo de Galilea, y el
día sábado enseñaba a la gente. 32 Estaban asombrados de su enseñanza, porque
les hablaba con autoridad.
33 Había en la sinagoga un hombre que estaba poseído
por un espíritu maligno, quien gritó con todas sus fuerzas:
34 ―¡Ah! ¿Por qué te entrometes, Jesús de Nazaret?
¿Has venido a destruirnos? Yo sé quién eres tú: ¡el Santo de Dios!
35 ―¡Cállate! —lo reprendió Jesús—. ¡Sal de ese
hombre!
Entonces el demonio derribó al hombre en medio de la
gente y salió de él sin hacerle ningún daño.
36 Todos se asustaron y se decían unos a otros: «¿Qué
clase de palabra es esta? ¡Con autoridad y poder les da órdenes a los espíritus
malignos, y salen!» 37 Y se extendió su fama por todo aquel lugar.
Jesús sana a muchos enfermos
38 Cuando Jesús salió de la sinagoga, se fue a casa de
Simón, cuya suegra estaba enferma con una fiebre muy alta. Le pidieron a Jesús
que la ayudara, 39 así que se inclinó sobre ella y reprendió a la fiebre, la
cual se le quitó. Ella se levantó en seguida y se puso a servirles.
40 Al ponerse el sol, la gente le llevó a Jesús todos
los que padecían de diversas enfermedades; él puso las manos sobre cada uno de
ellos y los sanó. 41 Además, de muchas personas salían demonios que gritaban:
«¡Tú eres el Hijo de Dios!» Pero él los reprendía y no los dejaba hablar porque
sabían que él era el Cristo.
42 Cuando amaneció, Jesús salió y se fue a un lugar
solitario. La gente andaba buscándolo y, cuando llegaron adonde él estaba,
procuraban detenerlo para que no se fuera. 43 Pero él les dijo: «Es preciso que
anuncie también a los demás pueblos las buenas nuevas del reino de Dios, porque
para esto fui enviado».
44 Y siguió predicando en las sinagogas de los
judíos.[a]
Llamamiento de los primeros discípulos
5 Un día estaba Jesús a orillas del lago de
Genesaret,[b] y la gente lo apretujaba para escuchar el mensaje de Dios. 2
Entonces vio dos barcas que los pescadores habían dejado en la playa mientras
lavaban las redes. 3 Subió a una de las barcas, que pertenecía a Simón, y le
pidió que la alejara un poco de la orilla. Luego se sentó, y enseñaba a la
gente desde la barca.
4 Cuando acabó de hablar, le dijo a Simón:
―Lleva la barca hacia aguas más profundas, y echen
allí las redes para pescar.
5 ―Maestro, hemos estado trabajando duro toda la noche
y no hemos pescado nada —le contestó Simón—. Pero, como tú me lo mandas, echaré
las redes.
6 Así lo hicieron, y recogieron una cantidad tan
grande de peces que las redes se les rompían. 7 Entonces llamaron por señas a
sus compañeros de la otra barca para que los ayudaran. Ellos se acercaron y
llenaron tanto las dos barcas que comenzaron a hundirse.
8 Al ver esto, Simón Pedro cayó de rodillas delante de
Jesús y le dijo:
―¡Apártate de mí, Señor; soy un pecador!
9 Es que él y todos sus compañeros estaban asombrados
ante la pesca que habían hecho, 10 como también lo estaban Jacobo y Juan, hijos
de Zebedeo, que eran socios de Simón.
―No temas; desde ahora serás pescador de hombres —le
dijo Jesús a Simón.
11 Así que llevaron las barcas a tierra y, dejándolo
todo, siguieron a Jesús.
Footnotes:
4:44 los judíos. Lit. Judea. Var. Galilea.
5:1 Es decir, el mar de Galilea.
Nueva Versión Internacional (NVI)
La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional® NVI®
Copyright © 1986, 1999, 2015 by Biblica, Inc.® Used by permission.
All rights reserved worldwide.
Salmos 64 Nueva Versión Internacional
(NVI)
Al director musical. Salmo de David.
64 Escucha, oh Dios, la voz de mi queja;
protégeme
del temor al enemigo.
2 Escóndeme de esa pandilla de impíos,
de esa
caterva de malhechores.
3 Afilan su lengua como espada
y lanzan
como flechas palabras ponzoñosas.
4 Emboscados, disparan contra el inocente;
le tiran sin
temor y sin aviso.
5 Unos a otros se animan en sus planes impíos,
calculan
cómo tender sus trampas;
y hasta
dicen: «¿Quién las verá?»
6 Maquinan injusticias, y dicen:
«¡Hemos
tramado un plan perfecto!»
¡Cuán incomprensibles son
la mente y
los pensamientos humanos!
7 Pero Dios les disparará sus flechas,
y sin aviso
caerán heridos.
8 Su propia lengua será su ruina,
y quien los
vea se burlará de ellos.
9 La humanidad entera sentirá temor:
proclamará
las proezas de Dios
y meditará
en sus obras.
10 Que se regocijen en el Señor los justos;
que busquen
refugio en él;
¡que lo
alaben todos los de recto corazón!
Nueva Versión Internacional (NVI)
La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional® NVI®
Copyright © 1986, 1999, 2015 by Biblica, Inc.® Used by permission.
All rights reserved worldwide.
Proverbios 11:22 Nueva Versión
Internacional (NVI)
22 Como argolla de oro en hocico de cerdo
es la mujer
bella pero indiscreta.
Nueva Versión Internacional (NVI)
La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional® NVI®
Copyright © 1986, 1999, 2015 by Biblica, Inc.® Used by permission.
All rights reserved worldwide.
No comments:
Post a Comment