Saturday, October 15, 2022

DAB Español, Domingo 16 de Octubre

Día 289, DAB Español, Domingo 16 de Octubre


Jeremías 28:1-29:32; 1 Timoteo 1:1-20; Salmos 86; Proverbios 25:17 (Nueva Biblia de las Américas (NBLA))









Jeremías 28-29

Nueva Biblia de las Américas

Falsa profecía de Hananías

28 En el mismo año, al comienzo del reinado de Sedequías, rey de Judá, en el año cuarto, en el mes quinto, el profeta Hananías, hijo de Azur, que era de Gabaón, me dijo en la casa del Señor en presencia de los sacerdotes y de todo el pueblo: 2 «Así dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: “He quebrado el yugo del rey de Babilonia. 3 Dentro de dos años haré volver a este lugar todos los utensilios de la casa del Señor, que Nabucodonosor, rey de Babilonia, tomó de este lugar y llevó a Babilonia. 4 Y a Jeconías, hijo de Joacim, rey de Judá, y a todos los desterrados de Judá que fueron a Babilonia, Yo los haré volver a este lugar”, declara el Señor, “porque romperé el yugo del rey de Babilonia”».

5 Entonces el profeta Jeremías respondió al profeta Hananías en presencia de los sacerdotes y en presencia de todo el pueblo que estaba de pie en la casa del Señor; 6 y el profeta Jeremías dijo: «Amén, así lo haga el Señor. Confirme[a] el Señor tus palabras, que has profetizado para que sean devueltos los utensilios de la casa del Señor y vuelvan todos los desterrados de Babilonia a este lugar. 7 Pero oye ahora esta palabra que voy a hablar a tus oídos y a oídos de todo el pueblo: 8 Los profetas que fueron antes de mí y antes de ti desde la antigüedad, profetizaron guerra, calamidad y pestilencia contra muchas tierras y contra grandes reinos. 9 Si un profeta[b] profetiza paz, cuando la palabra del profeta se cumpla, ese profeta será conocido como el que el Señor en verdad ha enviado». 10 Entonces el profeta Hananías quitó el yugo del cuello del profeta Jeremías y lo rompió. 11 Y Hananías dijo en presencia de todo el pueblo: «Así dice el Señor: “De esta manera romperé dentro de dos años el yugo de Nabucodonosor, rey de Babilonia, del cuello de todas las naciones”». Luego el profeta Jeremías se fue por su camino.

12 Después que Hananías había roto el yugo del cuello del profeta Jeremías, vino a Jeremías la palabra del Señor: 13 «Ve y habla a Hananías: “Así dice el Señor: ‘Has roto yugos de madera, pero en su lugar harás yugos de hierro’. 14 Porque así dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Yugo de hierro he puesto sobre el cuello de todas estas naciones, para que sirvan a Nabucodonosor, rey de Babilonia, y le servirán. Y le he dado también las bestias del campo’”». 15 Y el profeta Jeremías dijo al profeta Hananías: «Escucha ahora, Hananías, el Señor no te ha enviado, y tú has hecho que este pueblo confíe en una mentira. 16 Por tanto, así dice el Señor: “Te voy a quitar[c] de sobre la superficie de la tierra. Este año morirás, porque has aconsejado[d] la rebelión contra el Señor”». 17 Y murió el profeta Hananías aquel mismo año, en el mes séptimo.

Carta a los desterrados

29 Estas son las palabras de la carta que el profeta Jeremías envió desde Jerusalén al resto de los ancianos del destierro, a los sacerdotes, a los profetas y a todo el pueblo que Nabucodonosor había llevado al destierro de Jerusalén a Babilonia. 2 (Esto sucedió después de salir de Jerusalén el rey Jeconías, junto con la reina madre, los oficiales de la corte, los príncipes de Judá y de Jerusalén, los artífices y los herreros). 3 La carta que fue enviada por mano de Elasa, hijo de Safán, y de Gemarías, hijo de Hilcías, a quienes Sedequías, rey de Judá, envió a Babilonia, a Nabucodonosor, rey de Babilonia, decía: 4 «Así dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel, a todos los desterrados que envié al destierro de Jerusalén a Babilonia: 5 “Edifiquen casas y habítenlas, planten huertos y coman de su fruto. 6 Tomen mujeres y tengan hijos e hijas, tomen mujeres para sus hijos y den sus hijas a maridos para que den a luz hijos e hijas, y multiplíquense allí y no disminuyan. 7 Y busquen el bienestar[e] de la ciudad adonde los he desterrado, y rueguen al Señor por ella; porque en su bienestar tendrán bienestar”. 8 Porque así dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: “Que no los engañen sus profetas, que están en medio de ustedes, ni sus adivinos, ni escuchen los[f] sueños que tienen[g]. 9 Porque les profetizan falsamente en Mi nombre. Yo no los he enviado”, declara el Señor.

10 »Pues así dice el Señor: “Cuando se le hayan cumplido a Babilonia setenta años, Yo los visitaré y cumpliré Mi buena palabra de hacerlos volver a este lugar. 11 Porque Yo sé los planes que tengo[h] para ustedes”, declara el Señor, “planes de bienestar y no de calamidad, para darles un futuro y una esperanza. 12 Ustedes me invocarán y vendrán a rogarme, y Yo los escucharé. 13 Me buscarán y me encontrarán, cuando me busquen de todo corazón. 14 Me dejaré hallar de ustedes”, declara el Señor, “y restauraré su bienestar[i] y los reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde los expulsé”, declara el Señor, “y los traeré de nuevo al lugar desde donde los envié al destierro”.

15 »Por cuanto ustedes han dicho: “El Señor nos ha levantado profetas en Babilonia” 16 (pues así dice el Señor acerca del rey que se sienta sobre el trono de David, y acerca de todo el pueblo que habita en esta ciudad, sus hermanos que no fueron con ustedes al destierro), 17 así dice el Señor de los ejércitos: “Yo envío contra ellos la espada, el hambre y la pestilencia, y los pondré como higos reventados que de podridos no se pueden comer. 18 Los perseguiré con la espada, con el hambre y con la pestilencia, y los haré motivo de espanto para todos los reinos de la tierra, para que sean maldición, horror, burla y oprobio entre todas las naciones adonde los he arrojado. 19 Porque ellos no han escuchado Mis palabras”, declara el Señor, “las que les envié repetidas veces[j] por medio de Mis siervos los profetas; pero no escucharon”, declara el Señor. 20 Oigan, pues, la palabra del Señor, todos ustedes los desterrados, a quienes he enviado de Jerusalén a Babilonia».

21 «Así dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel, acerca de Acab, hijo de Colaías, y acerca de Sedequías, hijo de Maasías, que les profetizan mentira en Mi nombre: “Yo los entregaré en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y él los matará delante de los ojos de ustedes. 22 Por causa de ellos será tomada esta maldición por todos los desterrados de Judá que están en Babilonia: ‘Que el Señor te haga como a Sedequías y como a Acab, a quienes el rey de Babilonia asó en el fuego. 23 Porque obraron neciamente en Israel, cometieron adulterio con las mujeres de sus prójimos y hablaron en Mi nombre palabras falsas que no les mandé. Yo soy el que sabe y soy testigo’, declara el Señor”».

24 Y a Semaías el nehelamita le dirás: 25 «Así dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: “Por cuanto has enviado cartas en tu nombre a todo el pueblo que está en Jerusalén, y al sacerdote Sofonías, hijo de Maasías, y a todos los sacerdotes, diciéndole a Sofonías: 26 ‘El Señor te ha puesto por sacerdote en lugar del sacerdote Joiada, para estar encargado[k] en la casa del Señor de todo loco que profetice, a fin de que lo pongas en el cepo y la argolla.

27 ’Entonces ¿por qué no has reprendido a Jeremías de Anatot que les profetiza a ustedes? 28 Porque él nos ha enviado un mensaje a Babilonia, diciéndonos: “El destierro será largo; edifiquen casas y habítenlas, planten huertos y coman de su fruto”’”».

29 Y el sacerdote Sofonías leyó esta carta a oídos del profeta Jeremías. 30 Entonces vino a Jeremías la palabra del Señor: 31 «Envía un mensaje a todos los desterrados, diciéndoles: “Así dice el Señor acerca de Semaías el nehelamita: ‘Por cuanto Semaías les ha profetizado sin que Yo lo haya enviado, y les ha hecho confiar en una mentira’, 32 por tanto, así dice el Señor: ‘Voy a castigar a Semaías el nehelamita y a su descendencia[l]. No tendrá a nadie que habite en medio de este pueblo, ni verá el bien que voy a hacer a Mi pueblo’, declara el Señor, ‘porque predicó[m] la rebelión contra el Señor’”».

Footnotes

  1. Jeremías 28:6 O Cumpla.

  2. Jeremías 28:9 Lit. El profeta que.

  3. Jeremías 28:16 Lit. echar.

  4. Jeremías 28:16 Lit. hablado.

  5. Jeremías 29:7 O la paz.

  6. Jeremías 29:8 Lit. sus.

  7. Jeremías 29:8 Lit. ellos sueñan.

  8. Jeremías 29:11 Lit. estoy trazando.

  9. Jeremías 29:14 O haré volver a sus cautivos.

  10. Jeremías 29:19 Lit. madrugando y enviando.

  11. Jeremías 29:26 Lit. encargados.

  12. Jeremías 29:32 Lit. simiente.

  13. Jeremías 29:32 Lit. hablado.

1 Timoteo 1

Nueva Biblia de las Américas

Saludo

1 Pablo, apóstol de Cristo Jesús por mandato de Dios nuestro Salvador, y de Cristo Jesús nuestra esperanza, 2 a Timoteo, verdadero hijo en la fe: Gracia, misericordia y paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús nuestro Señor.

Advertencia contra doctrinas extrañas

3 Tal como te rogué al salir para Macedonia que te quedaras en Éfeso para que instruyeras a algunos que no enseñaran doctrinas extrañas, 4 ni prestaran atención a[a] mitos y genealogías interminables, lo que da lugar a discusiones[b] inútiles en vez de hacer avanzar el plan de Dios que es por fe, así te encargo ahora.

5 Pero el propósito de nuestra instrucción[c] es el amor nacido de un corazón puro, de una buena conciencia y de una fe sincera[d]. 6 Pues algunos, desviándose de estas cosas, se han apartado hacia una vana palabrería[e]. 7 Quieren ser maestros de la ley, aunque no saben lo que dicen ni entienden las cosas acerca de las cuales hacen declaraciones categóricas. 8 Pero nosotros sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente.

9 Reconozcamos esto: que la ley no ha sido instituida para el justo, sino para los transgresores y rebeldes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los que matan a sus padres o a sus madres, para los asesinos, 10 para los inmorales[f], homosexuales, secuestradores, mentirosos, los que juran en falso, y para cualquier otra cosa que es contraria a la sana doctrina, 11 según el glorioso evangelio del Dios bendito, que me ha sido encomendado.

Gratitud de Pablo por la gracia de Dios

12 Doy gracias a Cristo Jesús nuestro Señor, que me ha fortalecido, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio, 13 aun habiendo sido yo antes blasfemo, perseguidor y agresor. Sin embargo, se me mostró misericordia porque lo hice por ignorancia en mi incredulidad. 14 Pero la gracia de nuestro Señor fue más que abundante, con la fe y el amor que se hallan en Cristo Jesús.

15 Palabra fiel y digna de ser aceptada por todos[g]: Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, entre los cuales yo soy el primero. 16 Sin embargo, por esto hallé misericordia, para que en mí, como el primero, Jesucristo demostrara toda Su paciencia[h] como un ejemplo para los que habrían de creer en Él para vida eterna. 17 Por tanto, al Rey eterno[i], inmortal, invisible, único Dios, a Él sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Instrucciones a Timoteo

18 Esta comisión[j] te confío, hijo Timoteo, conforme a las profecías que antes se hicieron en cuanto a ti, a fin de que por ellas pelees la buena batalla, 19 guardando la fe y una buena conciencia, que algunos han rechazado y naufragaron en lo que toca a la fe. 20 Entre ellos están Himeneo y Alejandro, a quienes he entregado a Satanás, para que aprendan a no blasfemar.

Footnotes

  1. 1 Timoteo 1:4 O ni se ocuparan de.

  2. 1 Timoteo 1:4 O especulaciones.

  3. 1 Timoteo 1:5 Lit. nuestro mandamiento.

  4. 1 Timoteo 1:5 Lit. no fingida.

  5. 1 Timoteo 1:6 O discusión.

  6. 1 Timoteo 1:10 O fornicarios.

  7. 1 Timoteo 1:15 O totalmente.

  8. 1 Timoteo 1:16 O su perfecta paciencia.

  9. 1 Timoteo 1:17 Lit. de los siglos.

  10. 1 Timoteo 1:18 O Este mandato.

Salmos 86

Nueva Biblia de las Américas

Salmo de súplica y confianza

Oración de David.

86 Inclina, oh Señor, Tu oído y respóndeme,

Porque estoy afligido y necesitado.

2 Guarda mi alma, pues soy piadoso;

Tú eres mi Dios; salva a Tu siervo que en Ti confía.

3 Ten piedad de mí, oh Señor,

Porque a Ti clamo todo el día.

4 Alegra el alma de Tu siervo,

Porque a Ti, oh Señor, elevo mi alma.

5 Pues Tú, Señor, eres bueno y perdonador,

Abundante en misericordia para con todos los que te invocan.

6 Escucha, oh Señor, mi oración,

Y atiende a la voz de mis súplicas.

7 En el día de la angustia te invocaré,

Porque Tú me responderás.

8 No hay nadie como Tú entre los dioses, oh Señor,

Ni hay obras como las Tuyas.

9 Todas las naciones que Tú has hecho vendrán y adorarán delante de Ti, Señor,

Y glorificarán Tu nombre.

10 Porque Tú eres grande y haces maravillas;

Solo Tú eres Dios.

11 Enséñame, oh Señor, Tu camino;

Andaré en Tu verdad;

Unifica mi corazón para que tema Tu nombre.

12 Te daré gracias, Señor mi Dios, con todo mi corazón,

Y glorificaré Tu nombre para siempre.

13 Porque grande es Tu misericordia para conmigo,

Y has librado mi alma de las profundidades del Seol.

14 Oh Dios, los arrogantes se han levantado contra mí,

Y una banda de violentos ha buscado mi vida,

Y no te han tenido en cuenta.

15 Pero Tú, Señor, eres un Dios compasivo y lleno de piedad,

Lento para la ira y abundante en misericordia y fidelidad[a].

16 Vuélvete hacia mí, y tenme piedad;

Da Tu poder a Tu siervo,

Y salva al hijo de Tu sierva.

17 Muéstrame una señal de bondad,

Para que la vean los que me aborrecen y se avergüencen,

Porque Tú, oh Señor, me has ayudado y consolado.

Footnotes

  1. Salmos 86:15 O verdad.

Proverbios 25:17

Nueva Biblia de las Américas

17 No frecuente tu pie la casa de tu vecino,

No sea que él se hastíe de ti y te aborrezca.

Nueva Biblia de las Américas (NBLA)

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