Día 299, DAB Español, Miércoles 26 de Octubre
Jeremías 49:23-50:46; Tito 1:1-16; Salmos 97-98; Proverbios 26:13-16 (La Biblia de las Américas (LBLA))
Jeremías 49:23-50:46
La Biblia de las Américas
Profecía sobre Damasco
23 Acerca de Damasco.
Avergonzadas están Hamat y Arfad.
Porque han oído malas noticias
están desalentadas.
Hay ansiedad como en el mar
que no se puede calmar.
24 Desamparada está Damasco;
se ha vuelto para huir,
y el pánico se ha apoderado de ella;
angustia y dolores la oprimen
como a mujer de parto.
25 ¿Cómo es que no ha sido abandonada la ciudad alabada,
la ciudad de mi regocijo?
26 Por eso sus jóvenes caerán en sus calles,
y todos los hombres de guerra serán
silenciados[a] en aquel día —declara el Señor de los ejércitos.
27 Y prenderé fuego al muro de Damasco
que consumirá los palacios[b] de Ben-adad.
Profecía sobre Cedar y Hazor
28 Acerca de Cedar y de los reinos de Hazor, que derrotó Nabucodonosor, rey de Babilonia. Así dice el Señor:
Levantaos, subid a Cedar
y destruid a los hijos del oriente.
29 Sus tiendas y sus rebaños serán tomados;
las cortinas de sus tiendas, todos sus bienes y sus camellos se los llevarán,
y gritarán el uno al otro: «¡Terror por todas partes!».
30 Escapaos, huid; morad en las profundidades,
habitantes de Hazor —declara el Señor—,
porque Nabucodonosor, rey de Babilonia, ha concebido un plan contra vosotros,
ha trazado un designio contra vosotros.
31 Levantaos, subid contra una nación tranquila,
que vive confiada —declara el Señor.
No tiene puertas ni cerrojos;
viven solitarios.
32 Sus camellos serán el despojo,
y la multitud de sus ganados el botín;
esparciré a todos los vientos a los que se rapan las sienes,
y de todos lados les traeré su ruina —declara el Señor.
33 Y Hazor será guarida de chacales,
una desolación para siempre;
nadie habitará allí,
ni residirá en ella hijo de hombre.
Profecía sobre Elam
34 Palabra del Señor que vino al profeta Jeremías acerca de Elam al comienzo del reinado de Sedequías, rey de Judá, diciendo: 35 Así dice el Señor de los ejércitos:
«He aquí, quebraré el arco de Elam,
lo mejor[c] de su fortaleza.
36 Y traeré sobre Elam los cuatro vientos
desde los cuatro extremos del cielo,
y a todos estos vientos los esparciré;
no habrá nación
adonde no vayan los expulsados de Elam.
37 Destrozaré[d] a Elam delante de sus enemigos
y delante de los que buscan sus vidas;
traeré sobre ellos calamidad,
el ardor de mi ira» —declara el Señor—
«y enviaré tras ellos la espada
hasta que los haya acabado.
38 Entonces pondré mi trono en Elam,
y allí destruiré al rey y a los príncipes»
—declara el Señor.
39 «Pero sucederá en los postreros días
que restauraré el bienestar[e] de Elam»
—declara el Señor.
Profecía sobre Babilonia
50 Palabra que el Señor habló acerca de Babilonia, la tierra de los caldeos, por medio[f] del profeta Jeremías:
2 Anunciadlo entre las naciones y hacedlo oír;
levantad estandarte, hacedlo oír.
No lo ocultéis, sino decid:
«Ha sido tomada Babilonia,
está avergonzado Bel, destrozado[g] Merodac[h];
han sido avergonzadas sus imágenes, destrozados[i] sus ídolos».
3 Porque ha subido contra ella una nación del norte
que hará de su tierra objeto de horror,
y no habrá habitante en ella.
Tanto hombres como animales habrán huido, se habrán ido.
4 En aquellos días y en aquel tiempo —declara el Señor—
vendrán los hijos de Israel, ellos junto con los hijos de Judá;
vendrán andando y llorando,
y al Señor su Dios buscarán.
5 Preguntarán por el camino de Sión,
hacia donde[j] volverán sus rostros;
vendrán[k] para unirse al Señor
en un pacto eterno que no será olvidado.
6 Ovejas perdidas ha venido a ser mi pueblo;
sus pastores las han descarriado,
haciéndolas vagar por los montes;
han andado de monte en collado
y han olvidado su lugar de descanso.
7 Todos los que los hallaban, los devoraban;
y sus enemigos han dicho: «No somos culpables,
porque ellos han pecado contra el Señor, morada de justicia,
el Señor, esperanza de sus padres».
8 Huid de en medio de Babilonia,
y salid[l] de la tierra de los caldeos;
sed como machos cabríos al frente[m] del rebaño.
9 Porque he aquí, yo hago despertar y subir contra Babilonia
una horda de grandes naciones de la tierra del norte,
que se alinearán para la batalla contra ella;
desde allí será llevada cautiva.
Sus flechas serán como de diestro guerrero[n]
que no vuelve con las manos vacías.
10 Y Caldea[o] se convertirá en botín;
todos los que la saqueen se saciarán —declara el Señor.
11 Porque os alegráis, porque os regocijáis,
saqueadores de mi heredad,
porque saltáis como novilla trilladora[p]
y relincháis como caballos sementales[q],
12 vuestra madre se avergonzará[r] en gran manera,
será humillada la que os dio a luz.
He aquí, será la última de las naciones:
desierto, sequedal y yermo.
13 A causa del enojo del Señor, no será habitada,
sino que estará desolada toda ella;
todo el que pase por Babilonia se quedará atónito
y silbará a causa de todas sus heridas.
14 Poneos en orden contra Babilonia en derredor,
todos los que entesáis[s] el arco;
tirad contra ella, no escatiméis las flechas,
porque ha pecado contra el Señor.
15 Alzad grito de guerra contra ella en derredor.
Se ha rendido[t], caen sus columnas,
son derribadas sus murallas.
Porque esta es la venganza del Señor:
tomad venganza de ella;
como ella ha hecho, así haced con ella.
16 Exterminad de Babilonia al sembrador
y al que maneja la hoz en tiempo de la siega;
ante la espada opresora[u],
cada uno volverá a su pueblo,
cada uno huirá a su tierra.
17 Rebaño[v] descarriado es Israel; los leones lo han ahuyentado. Primero lo devoró el rey de Asiria, y después[w] Nabucodonosor, rey de Babilonia, quebró sus huesos. 18 Por tanto, así dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: «He aquí, castigaré al rey de Babilonia y a su tierra, como castigué al rey de Asiria. 19 Y volveré a traer a Israel a su pastizal, y pacerá en el Carmelo y en Basán, y se saciarán sus deseos[x] en la región montañosa de Efraín y en Galaad. 20 En aquellos días y en aquel tiempo» —declara el Señor— «se buscará la iniquidad de Israel, pero no habrá ninguna, y los pecados de Judá, pero no se hallarán; porque perdonaré a los que yo haya dejado como remanente».
21 Sube contra la tierra de Merataim[y], contra ella
y contra los habitantes de Pecod[z].
Mátalos y destrúyelos[aa] —declara el Señor—
y haz conforme a todo lo que te he ordenado.
22 ¡Estruendo de guerra en el país,
y gran destrucción!
23 ¡Cómo ha sido cortado y quebrado
el martillo de toda la tierra!
¡Cómo se ha convertido Babilonia
en objeto de horror entre las naciones!
24 Babilonia, te puse lazo, y[ab] fuiste atrapada,
y tú no te diste cuenta;
has sido sorprendida y[ac] apresada
porque te pusiste a provocar al Señor.
25 El Señor ha abierto su arsenal
y ha sacado las armas de su indignación,
porque esta es obra del Señor, Dios[ad] de los ejércitos,
en la tierra de los caldeos.
26 Venid contra ella desde los últimos confines[ae];
abrid sus graneros,
convertidla en montones
y destruidla por completo[af];
que no le quede nada.
27 Pasad a espada todos sus novillos;
que desciendan al matadero.
¡Ay de ellos, porque ha llegado su día,
la hora de su castigo!
28 Se oye la voz de los fugitivos y evadidos de la tierra de Babilonia
anunciando en Sión la venganza del Señor nuestro Dios,
la venganza de su templo.
29 Reclutad arqueros[ag] contra Babilonia,
a todos los que entesan[ah] el arco;
acampad contra ella por todos lados,
que no haya escape[ai].
Dadle el pago conforme a su obra;
conforme a todo lo que ha hecho, así haced con ella;
porque se ha vuelto insolente contra el Señor,
contra el Santo de Israel.
30 Por tanto sus jóvenes caerán en sus calles,
y todos sus hombres de guerra serán silenciados[aj] en aquel día —declara el Señor.
31 He aquí, estoy contra ti, arrogante[ak],
—declara el Señor, Dios[al] de los ejércitos—
porque ha llegado tu día,
la hora en que te castigaré[am].
32 Y la arrogante[an] tropezará y caerá
sin que nadie la levante;
y prenderé fuego a sus ciudades,
el cual devorará todos sus alrededores.
33 Así dice el Señor de los ejércitos:
Oprimidos están los hijos de Israel
y los hijos de Judá a una;
todos los que los tomaron cautivos los han retenido,
se han negado a soltarlos.
34 Pero su Redentor es fuerte, el Señor de los ejércitos es su nombre;
defenderá su causa con energía
para traer reposo a la[ao] tierra
y turbación a los habitantes de Babilonia.
35 Espada contra los caldeos —declara el Señor—
y contra los habitantes de Babilonia,
contra sus oficiales y sus sabios.
36 Espada contra los impostores[ap], y se volverán necios.
Espada contra sus valientes, y serán destrozados[aq].
37 Espada contra sus caballos y contra sus carros,
y contra todos los extranjeros que están[ar] en medio de ella,
y serán como mujeres.
Espada contra sus tesoros, y serán saqueados.
38 Sequía[as] sobre sus aguas, y se secarán;
porque es una tierra de ídolos,
y se vuelven locos por sus horribles ídolos.
39 Por tanto, allí vivirán las fieras del desierto junto con las hienas[at],
también vivirán avestruces en ella;
nunca más será habitada
ni poblada por generación y generación.
40 Como cuando Dios destruyó a Sodoma,
a Gomorra y a sus ciudades vecinas —declara el Señor—
ningún hombre habitará allí,
ni residirá en ella hijo de hombre.
41 He aquí, un pueblo viene del norte,
una gran nación,
y muchos reyes se levantarán
de los confines de la tierra.
42 Empuñan arco y jabalina;
son crueles y no tienen misericordia.
Su voz ruge como el mar,
y a caballo van montados,
alineados como un solo hombre para la batalla
contra ti, hija de Babilonia.
43 Ha oído el rey de Babilonia noticias de ellos,
y flaquean sus manos;
la angustia se ha apoderado de él,
agonía como de mujer de parto.
44 He aquí que uno subirá como león
de la espesura[au] del Jordán a un pastizal de perenne verdor[av],
y[aw] en un instante le haré huir de él,
y al que sea escogido nombraré sobre él.
Porque ¿quién es como yo y quién me citará a juicio?
¿Quién es el pastor que me podrá resistir?
45 Por tanto, oíd el plan que el Señor ha trazado contra Babilonia, y los designios que ha decretado contra la tierra de los caldeos; ciertamente los arrastrarán, aun a los más pequeños del rebaño; ciertamente a causa de ellos hará una desolación de su pastizal[ax]. 46 Al grito[ay] de ¡Babilonia ha sido tomada!, la tierra tiembla y el clamor se oye entre las naciones.
Footnotes
Jeremías 49:26 O, destruidos
Jeremías 49:27 O, las fortalezas
Jeremías 49:35 Lit., primero
Jeremías 49:37 O, E infundiré temor
Jeremías 49:39 O, haré volver a los cautivos
Jeremías 50:1 Lit., mano
Jeremías 50:2 O, anonadado(s)
Jeremías 50:2 O, Marduk
Jeremías 50:2 O, anonadado(s)
Jeremías 50:5 Lit., aquí
Jeremías 50:5 En el T.M., venid
Jeremías 50:8 Lit., y que salgan
Jeremías 50:8 O, delante
Jeremías 50:9 Así en algunos mss. y versiones antiguas; en el T.M., un guerrero que causa privación de hijos
Jeremías 50:10 O, los caldeos
Jeremías 50:11 Otra posible lectura es: en la hierba
Jeremías 50:11 Lit., poderosos
Jeremías 50:12 O, ha sido avergonzada
Jeremías 50:14 Lit., pisáis (para entesarlo)
Jeremías 50:15 Lit., ha tendido su mano
Jeremías 50:16 O, la espada del opresor
Jeremías 50:17 Lit., Oveja
Jeremías 50:17 Lit., y este último
Jeremías 50:19 Lit., se saciará su alma
Jeremías 50:21 I.e., doble rebelión
Jeremías 50:21 I.e., castigo
Jeremías 50:21 Lit., dedica al anatema
Jeremías 50:24 Lit., y también
Jeremías 50:24 Lit., y también
Jeremías 50:25 Heb., YHWH, generalmente traducido Señor
Jeremías 50:26 Lit., el fin
Jeremías 50:26 Lit., y dedicad al anatema
Jeremías 50:29 Otra posible lectura es: muchos
Jeremías 50:29 Lit., pisan (para entesar)
Jeremías 50:29 Algunos mss. agregan: para ella
Jeremías 50:30 O, destruidos
Jeremías 50:31 Lit., arrogancia
Jeremías 50:31 Heb., YHWH, generalmente traducido Señor
Jeremías 50:31 Otra posible lectura es: de tu castigo
Jeremías 50:32 Lit., arrogancia
Jeremías 50:34 Lit., su
Jeremías 50:36 I.e., falsos profetas
Jeremías 50:36 O, anonadados
Jeremías 50:37 Lit., toda la población mixta que está
Jeremías 50:38 Otra posible lectura es: Espada
Jeremías 50:39 O, animales aulladores
Jeremías 50:44 Lit., del orgullo
Jeremías 50:44 O, una habitación perenne
Jeremías 50:44 Lit., porque
Jeremías 50:45 O, habitación
Jeremías 50:46 Lit., A la voz
Tito 1
La Biblia de las Américas
Saludo
1 Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, conforme a[a] la fe de los escogidos de Dios y al pleno conocimiento de la verdad que es según la piedad, 2 con la esperanza de vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde los tiempos eternos, 3 y manifestó a su debido tiempo su palabra por la predicación que me fue confiada[b] conforme al mandamiento de Dios nuestro Salvador, 4 a Tito, verdadero hijo en[c] la común fe: Gracia y paz de parte de Dios el Padre y de Cristo Jesús nuestro Salvador.
Requisitos para ancianos y obispos
5 Por esta causa te dejé en Creta, para que pusieras en orden lo que queda, y designaras ancianos en cada ciudad como te mandé, 6 esto es, si alguno es irreprensible, marido de una sola mujer, que tenga hijos creyentes, no acusados de disolución ni de rebeldía. 7 Porque el obispo[d] debe ser irreprensible como administrador de Dios, no obstinado, no iracundo, no dado a la bebida[e], no pendenciero, no amante de ganancias deshonestas, 8 sino hospitalario, amante de lo bueno, prudente, justo, santo, dueño de sí mismo, 9 reteniendo la palabra fiel que es conforme a la enseñanza, para que sea capaz también de exhortar con sana doctrina y refutar a los que contradicen.
Los falsos maestros censurados
10 Porque hay muchos rebeldes, habladores vanos y engañadores, especialmente los de la circuncisión, 11 a quienes es preciso tapar la boca, porque[f] están trastornando familias[g] enteras, enseñando, por ganancias deshonestas, cosas que no deben. 12 Uno de ellos, su propio profeta, dijo: Los cretenses son siempre mentirosos, malas bestias, glotones ociosos. 13 Este testimonio es verdadero. Por eso, repréndelos severamente para que sean sanos en la fe, 14 no prestando atención a mitos judaicos y a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad. 15 Todas las cosas son puras para los puros, mas para los corrompidos e incrédulos nada es puro, sino que tanto su mente como su conciencia están corrompidas. 16 Profesan conocer a Dios, pero con sus hechos lo niegan, siendo abominables y desobedientes e inútiles para cualquier obra buena.
Footnotes
Tito 1:1 O, para
Tito 1:3 O, en la proclamación con que yo fui confiado
Tito 1:4 Lit., según
Tito 1:7 O, supervisor
Tito 1:7 Lit., al vino
Tito 1:11 Lit., los cuales
Tito 1:11 O, casas
Salmos 97-98
La Biblia de las Américas
Soberanía y poder del Señor
97 El Señor reina[a]; regocíjese la tierra;
alégrense las muchas islas[b].
2 Nubes y densas tinieblas le rodean,
justicia y derecho son el fundamento de su trono.
3 Fuego va delante de Él,
y quema a sus adversarios en derredor.
4 Sus relámpagos iluminaron el mundo;
la tierra vio y se estremeció.
5 Como cera se derritieron los montes ante la presencia del Señor,
ante la presencia del Señor de toda la tierra.
6 Los cielos proclaman su justicia,
y todos los pueblos han visto su gloria.
7 Sean avergonzados todos los que sirven a imágenes talladas,
los que se glorían en los ídolos;
adórenle[c] todos los dioses[d].
8 Oyó Sión esto y se alegró,
y las hijas de Judá se han regocijado
a causa de tus juicios, oh Señor.
9 Porque tú eres el Señor, el Altísimo sobre toda la tierra,
muy excelso sobre todos los dioses[e].
10 Los que amáis al Señor, aborreced el mal;
Él guarda las almas de sus santos;
los libra de la mano de los impíos.
11 Luz se ha sembrado para el justo,
y alegría para los rectos de corazón.
12 Justos, alegraos en el Señor,
y alabad su santo nombre[f].
Alabad al Señor por su justicia
Salmo.
98 Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas,
su diestra y su santo brazo le han dado la victoria[g].
2 El Señor ha dado a conocer su salvación;
a la vista de las naciones ha revelado su justicia[h].
3 Se ha acordado de su misericordia y de su fidelidad para con la casa de Israel;
todos los términos de la tierra han visto la salvación de nuestro Dios.
4 Aclamad con júbilo al Señor, toda la tierra;
prorrumpid y cantad con gozo, cantad alabanzas.
5 Cantad alabanzas al Señor con la lira,
con la lira y al son de la melodía[i].
6 Con trompetas y sonido de cuerno,
dad voces ante el Rey, el Señor.
7 Ruja el mar y cuanto contiene,
el mundo y los que en él habitan.
8 Batan palmas los ríos;
a una canten jubilosos los montes
9 delante del Señor, pues viene a juzgar la tierra;
Él juzgará al mundo con justicia,
y a los pueblos con equidad[j].
Footnotes
Salmos 97:1 O, se ha hecho rey
Salmos 97:1 O, costas
Salmos 97:7 O, le han adorado
Salmos 97:7 O, poderes sobrenaturales
Salmos 97:9 O, poderes sobrenaturales
Salmos 97:12 Lit., y dad gracias por la memoria de su santidad
Salmos 98:1 O, salvación
Salmos 98:2 I.e., fidelidad a las promesas de su gracia
Salmos 98:5 O, y la voz del cántico
Salmos 98:9 O, rectitud
Proverbios 26:13-16
La Biblia de las Américas
13 El perezoso dice: Hay un león en el camino;
hay un león en medio de la plaza.
14 Como la puerta gira sobre sus goznes,
así da vueltas el perezoso en su cama.
15 El perezoso mete la mano en el plato,
pero se fatiga de llevársela a la boca.
16 El perezoso es más sabio ante sus propios ojos
que siete que den una respuesta discreta[a].
Footnotes
Proverbios 26:16 Lit., vuelvan discretamente
La Biblia de las Américas (LBLA)
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