Día 346, DAB Español, Martes 12 de Diciembre
Amós 7:1-9:15; Apocalipsis 3:7-22; Salmos 131:1-3; Proverbios 29:23 (Reina-Valera 1995)
Amós 7-9 Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Tres visiones de
destrucción
7 Esto me ha mostrado
Jehová, el Señor: Él criaba langostas cuando comenzaba a crecer el heno tardío,
el heno tardío que viene después de las siegas del rey. 2 Y aconteció que
cuando acabaron de comer la hierba de la tierra, yo dije: «Señor, Jehová, perdona
ahora, pero ¿quién levantará a Jacob, que es tan pequeño?» 3 Se arrepintió
Jehová de esto: «No será», dijo Jehová.
4 Jehová, el Señor,
me mostró esto: Jehová, el Señor, llamaba al fuego para juzgar; y el fuego
consumió el gran abismo y también una parte de la tierra. 5 Y dije: «Señor,
Jehová, cesa ahora; pues ¿quién levantará a Jacob, que es tan pequeño?» 6 Se
arrepintió Jehová de esto: «No será esto tampoco», dijo Jehová, el Señor.
7 Me mostró también
esto: El Señor estaba sobre un muro hecho a plomo, y en su mano tenía una
plomada de albañil. 8 Jehová entonces me preguntó:
—¿Qué ves, Amós?
Yo respondí:
—Una plomada de
albañil.
Y el Señor dijo:
—Yo pongo plomada de
albañil en medio de mi pueblo Israel; no lo toleraré más. 9 Los lugares altos
de Isaac serán destruidos, los santuarios de Israel serán asolados y me
levantaré con espada sobre la casa de Jeroboam.
Amós y Amasías
10 Entonces el
sacerdote Amasías de Bet-el envió a decir a Jeroboam, rey de Israel: «Amós se
ha levantado contra ti en medio de la casa de Israel; la tierra no puede sufrir
todas sus palabras. 11 Porque así ha dicho Amós: “Jeroboam morirá a espada, e
Israel será llevado de su tierra en cautiverio.”» 12 Y Amasías dijo a Amós:
—Vidente, vete, huye
a tierra de Judá, come allá tu pan y profetiza allá; 13 pero no profetices más
en Bet-el, porque es santuario del rey, y capital del reino.
14 Entonces respondió
Amós y dijo a Amasías:
—No soy profeta ni
soy hijo de profeta, sino que soy boyero y recojo higos silvestres. 15 Y Jehová
me tomó de detrás del ganado, y me dijo: “Ve y profetiza a mi pueblo Israel.”
16 »Ahora, pues, oye
palabra de Jehová. Tú dices: “No profetices contra Israel ni hables contra la
casa de Isaac.” 17 Por tanto, así ha dicho Jehová: “Tu mujer será ramera en
medio de la ciudad, tus hijos y tus hijas caerán a espada y tu tierra será
repartida por suertes; tú morirás en tierra inmunda e Israel será llevado
cautivo lejos de su tierra.”
El canastillo de
fruta de verano
8 Esto me mostró
Jehová, el Señor: un canastillo de fruta de verano. 2 Y me preguntó:
—¿Qué ves, Amós?
Y respondí:
—Un canastillo de
fruta de verano.
Y me dijo Jehová:
—Ha venido el fin
sobre mi pueblo Israel; no lo toleraré más.
3 Y los cantores del
Templo gemirán en aquel día, dice Jehová, el Señor. Muchos serán los cuerpos
muertos, y en silencio serán arrojados en cualquier lugar.
El juicio sobre
Israel se acerca
4 Oíd esto, los que
explotáis a los menesterosos y arruináis a los pobres de la tierra, 5 diciendo:
«¿Cuándo pasará el mes y venderemos el trigo; y la semana, y abriremos los
graneros del pan? Entonces achicaremos la medida, subiremos el precio,
falsearemos con engaño la balanza, 6 compraremos a los pobres por dinero y a
los necesitados por un par de zapatos, y venderemos los desechos del trigo.»
7 Jehová juró por la
gloria de Jacob: «No olvidaré jamás ninguna de sus obras.»
8 ¿No se estremecerá
la tierra por esto?
¿No llorarán todos
sus habitantes?
Subirá toda ella como
un río;
crecerá y mermará
como el río de Egipto.
9 Aquel día, dice
Jehová, el Señor,
haré que se ponga el
sol a mediodía:
cubriré de tinieblas
la tierra en el día claro.
10 Cambiaré vuestras
fiestas en lloro
y todos vuestros
cantares en lamentaciones;
haré que toda cintura
vista tela áspera
y que se rape toda
cabeza.
Y volveré la tierra
como en llanto por el
hijo único,
y su final será como
día amargo.
11 Ciertamente vienen
días, dice Jehová, el Señor,
en los cuales enviaré
hambre a la tierra,
no hambre de pan ni sed
de agua,
sino de oír la
palabra de Jehová.
12 E irán errantes de
mar a mar;
desde el norte hasta
el oriente
andarán buscando
palabra de Jehová,
y no la hallarán.
13 En aquel tiempo,
las muchachas
hermosas y los jóvenes
desmayarán de sed.
14 Los que juran por
el pecado de Samaria
y dicen: «Por tu
Dios, Dan»,
y: «Por el camino de
Beerseba»,
caerán y nunca más se
levantarán.
Los juicios de Jehová
son ineludibles
9 Vi al Señor, que
estaba sobre el altar y dijo:
«Derriba el capitel y
estremézcanse las puertas,
y hazlos pedazos
sobre la cabeza de todos.
Al postrero de ellos
mataré a espada;
no habrá de ellos
quien huya ni quien escape.
2 Aunque caven hasta
el seol,
de allá los tomará mi
mano;
y aunque suban hasta
el cielo,
de allá los haré
descender.
3 Si se esconden en
la cumbre del Carmelo,
allí los buscaré y
los tomaré;
y aunque de delante
de mis ojos
se escondan en lo
profundo del mar,
allí mandaré a la
serpiente y los morderá.
4 Y si van en
cautiverio delante de sus enemigos,
allí mandaré la
espada y los matará;
y pondré sobre ellos
mis ojos
para mal y no para
bien.
5 »El Señor, Jehová
de los ejércitos,
toca la tierra y ésta
se derrite,
y lloran todos los
que en ella moran;
crecerá toda ella
como un río
y mermará luego como
el río de Egipto.
6 Él edificó en el
cielo su habitación
y ha establecido su
expansión sobre la tierra;
él llama a las aguas
del mar
y sobre la faz de la
tierra las derrama:
Jehová es su nombre.
7 »Hijos de Israel,
¿no me sois vosotros
como hijos de etíopes?,
dice Jehová.
¿No hice yo subir a
Israel de la tierra de Egipto,
de Caftor a los
filisteos,
y de Kir a los
arameos?
8 »Ciertamente, los
ojos de Jehová, el Señor,
están contra el reino
pecador
y yo lo borraré de la
faz de la tierra:
mas no destruiré del
todo la casa de Jacob,
dice Jehová.
9 Porque, yo mandaré
que la casa de Israel
sea zarandeada entre
todas las naciones,
como se zarandea el
grano en una criba
sin que caiga un
granito en la tierra.
10 A espada morirán
todos los pecadores de mi pueblo,
que dicen: “No se
acercará ni nos alcanzará el mal.”»
11 En aquel día yo
levantaré el tabernáculo caído de David: cerraré sus portillos, levantaré sus
ruinas y lo edificaré como en el tiempo pasado, 12 para que aquellos sobre los
cuales es invocado mi nombre posean el resto de Edom y todas las naciones, dice
Jehová, que hace esto.
13 Ciertamente vienen
días, dice Jehová, cuando el que ara alcanzará al segador, y el que pisa las
uvas al que lleve la simiente; los montes destilarán mosto y todos los collados
se derretirán. 14 Traeré del cautiverio a mi pueblo Israel: ellos edificarán
las ciudades asoladas y las habitarán; plantarán viñas y beberán de su vino, y
harán huertos y comerán de su fruto. 15 Pues los plantaré sobre su tierra y
nunca más serán arrancados de la tierra que yo les di, ha dicho Jehová, tu
Dios.
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Copyright © 1995 by United Bible Societies
Apocalipsis 3:7-22 Reina-Valera 1995 (RVR1995)
El mensaje a
Filadelfia
7 »Escribe al ángel
de la iglesia en Filadelfia:
»“Esto dice el Santo,
el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y
cierra y ninguno abre:
8 »”‘Yo conozco tus
obras. Por eso, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede
cerrar, pues aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra y no has negado
mi nombre. 9 De la sinagoga de Satanás, de los que dicen ser judíos y no lo son,
sino que mienten, te daré algunos. Yo haré que vengan y se postren a tus pies
reconociendo que yo te he amado. 10 Por cuanto has guardado la palabra de mi
paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre
el mundo entero para probar a los que habitan sobre la tierra. 11 Vengo pronto;
retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona. 12 Al vencedor yo lo haré
columna en el templo de mi Dios y nunca más saldrá de allí. Escribiré sobre él
el nombre de mi Dios y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén,
la cual desciende del cielo, con mi Dios, y mi nombre nuevo. 13 El que tiene
oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.’”
El mensaje a Laodicea
14 »Escribe al ángel
de la iglesia en Laodicea:
»“El Amén, el testigo
fiel y verdadero, el Principio de la creación de Dios, dice esto:
15 »”‘Yo conozco tus
obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! 16 Pero por
cuanto eres tibio y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. 17 Tú dices:
Yo soy rico, me he enriquecido y de nada tengo necesidad. Pero no sabes que
eres desventurado, miserable, pobre, ciego y estás desnudo. 18 Por tanto, yo te
aconsejo que compres de mí oro refinado en el fuego para que seas rico, y
vestiduras blancas para vestirte, para que no se descubra la vergüenza de tu
desnudez. Y unge tus ojos con colirio para que veas. 19 Yo reprendo y castigo a
todos los que amo; sé, pues, celoso y arrepiéntete. 20 Yo estoy a la puerta y
llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él y él
conmigo. 21 Al vencedor le concederé que se siente conmigo en mi trono, así
como yo he vencido y me he sentado con mi Padre en su trono. 22 El que tiene
oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.’”»
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Copyright © 1995 by United Bible Societies
Salmos 131 Reina-Valera
1995 (RVR1995)
Confiando en Dios
como un niño
Cántico gradual; de
David
131 Jehová, no se ha
envanecido mi corazón
ni mis ojos se
enaltecieron;
ni anduve en
grandezas
ni en cosas demasiado
sublimes para mí.
2 En verdad me he
comportado y he acallado mi alma
como un niño
destetado de su madre.
¡Como un niño
destetado está mi alma!
3 Espera, Israel, en
Jehová,
desde ahora y para
siempre.
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Copyright © 1995 by United Bible Societies
Proverbios 29:23 Reina-Valera 1995 (RVR1995)
23 La soberbia del
hombre le acarrea humillación,
pero al humilde de
espíritu lo sustenta la honra.
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Copyright © 1995 by United Bible Societies
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