Día 357, DAB Español, Sábado 23 de Diciembre
Zacarías 4:1-5:11; Apocalipsis 14:1-20; Salmos 142:1-7; Proverbios 30:21-23 (Reina-Valera 1960)
Zacarías 4-5 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
El candelabro de oro
y los olivos
4 Volvió el ángel que hablaba conmigo, y me
despertó, como un hombre que es despertado de su sueño.
2 Y me dijo: ¿Qué
ves? Y respondí: He mirado, y he aquí un candelabro todo de oro, con un
depósito encima, y sus siete lámparas encima del candelabro, y siete tubos para
las lámparas que están encima de él;
3 Y junto a él dos
olivos, el uno a la derecha del depósito, y el otro a su izquierda.
4 Proseguí y hablé,
diciendo a aquel ángel que hablaba conmigo: ¿Qué es esto, señor mío?
5 Y el ángel que
hablaba conmigo respondió y me dijo: ¿No sabes qué es esto? Y dije: No, señor
mío.
6 Entonces respondió
y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con
ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los
ejércitos.
7 ¿Quién eres tú, oh
gran monte? Delante de Zorobabel serás reducido a llanura; él sacará la primera
piedra con aclamaciones de: Gracia, gracia a ella.
8 Vino palabra de
Jehová a mí, diciendo:
9 Las manos de
Zorobabel echarán el cimiento de esta casa, y sus manos la acabarán; y
conocerás que Jehová de los ejércitos me envió a vosotros.
10 Porque los que
menospreciaron el día de las pequeñeces se alegrarán, y verán la plomada en la
mano de Zorobabel. Estos siete son los ojos de Jehová, que recorren toda la
tierra.
11 Hablé más, y le
dije: ¿Qué significan estos dos olivos a la derecha del candelabro y a su
izquierda?
12 Hablé aún de
nuevo, y le dije: ¿Qué significan las dos ramas de olivo que por medio de dos
tubos de oro vierten de sí aceite como oro?
13 Y me respondió
diciendo: ¿No sabes qué es esto? Y dije: Señor mío, no.
14 Y él dijo: Estos
son los dos ungidos que están delante del Señor de toda la tierra.
El rollo volante
5 De nuevo alcé mis ojos y miré, y he aquí un
rollo que volaba.
2 Y me dijo: ¿Qué
ves? Y respondí: Veo un rollo que vuela, de veinte codos de largo, y diez codos
de ancho.
3 Entonces me dijo:
Esta es la maldición que sale sobre la faz de toda la tierra; porque todo aquel
que hurta (como está de un lado del rollo) será destruido; y todo aquel que
jura falsamente (como está del otro lado del rollo) será destruido.
4 Yo la he hecho
salir, dice Jehová de los ejércitos, y vendrá a la casa del ladrón, y a la casa
del que jura falsamente en mi nombre; y permanecerá en medio de su casa y la
consumirá, con sus maderas y sus piedras.
La mujer en el efa
5 Y salió aquel ángel
que hablaba conmigo, y me dijo: Alza ahora tus ojos, y mira qué es esto que
sale.
6 Y dije: ¿Qué es? Y
él dijo: Este es un efa que sale. Además dijo: Esta es la iniquidad de ellos en
toda la tierra.
7 Y he aquí,
levantaron la tapa de plomo, y una mujer estaba sentada en medio de aquel efa.
8 Y él dijo: Esta es
la Maldad; y la echó dentro del efa, y echó la masa de plomo en la boca del
efa.
9 Alcé luego mis
ojos, y miré, y he aquí dos mujeres que salían, y traían viento en sus alas, y
tenían alas como de cig:ueña, y alzaron el efa entre la tierra y los cielos.
10 Dije al ángel que
hablaba conmigo: ¿A dónde llevan el efa?
11 Y él me respondió:
Para que le sea edificada casa en tierra de Sinar; y cuando esté preparada lo
pondrán sobre su base.
Reina-Valera 1960
(RVR1960)
Versión Reina-Valera
1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades
Bíblicas Unidas, 1988.
Apocalipsis 14 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
El cántico de los 144
mil
14 Después miré, y he aquí el Cordero estaba en
pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían
el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente.
2 Y oí una voz del
cielo como estruendo de muchas aguas, y como sonido de un gran trueno; y la voz
que oí era como de arpistas que tocaban sus arpas.
3 Y cantaban un
cántico nuevo delante del trono, y delante de los cuatro seres vivientes, y de
los ancianos; y nadie podía aprender el cántico sino aquellos ciento cuarenta y
cuatro mil que fueron redimidos de entre los de la tierra.
4 Estos son los que
no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los que siguen al
Cordero por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de entre los hombres
como primicias para Dios y para el Cordero;
5 y en sus bocas no
fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios.
El mensaje de los
tres ángeles
6 Vi volar por en
medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a
los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo,
7 diciendo a gran
voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y
adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las
aguas.
8 Otro ángel le
siguió, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho
beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación.
9 Y el tercer ángel
los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y
recibe la marca en su frente o en su mano,
10 él también beberá
del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y
será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del
Cordero;
11 y el humo de su
tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de
noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de
su nombre.
12 Aquí está la
paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de
Jesús.
13 Oí una voz que
desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los
muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus
trabajos, porque sus obras con ellos siguen.
La tierra es segada
14 Miré, y he aquí
una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre, que
tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda.
15 Y del templo salió
otro ángel, clamando a gran voz al que estaba sentado sobre la nube: Mete tu
hoz, y siega; porque la hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra
está madura.
16 Y el que estaba
sentado sobre la nube metió su hoz en la tierra, y la tierra fue segada.
17 Salió otro ángel
del templo que está en el cielo, teniendo también una hoz aguda.
18 Y salió del altar
otro ángel, que tenía poder sobre el fuego, y llamó a gran voz al que tenía la
hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz aguda, y vendimia los racimos de la tierra,
porque sus uvas están maduras.
19 Y el ángel arrojó
su hoz en la tierra, y vendimió la viña de la tierra, y echó las uvas en el
gran lagar de la ira de Dios.
20 Y fue pisado el
lagar fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre hasta los frenos de los
caballos, por mil seiscientos estadios.
Reina-Valera 1960
(RVR1960)
Versión Reina-Valera
1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades
Bíblicas Unidas, 1988.
Salmos 142 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
142 Con mi voz clamaré a Jehová;
Con mi voz pediré a
Jehová misericordia.
2 Delante de él
expondré mi queja;
Delante de él
manifestaré mi angustia.
3 Cuando mi espíritu
se angustiaba dentro de mí, tú conociste mi senda.
En el camino en que
andaba, me escondieron lazo.
4 Mira a mi diestra y
observa, pues no hay quien me quiera conocer;
No tengo refugio, ni
hay quien cuide de mi vida.
5 Clamé a ti, oh
Jehová;
Dije: Tú eres mi
esperanza,
Y mi porción en la
tierra de los vivientes.
6 Escucha mi clamor,
porque estoy muy afligido.
Líbrame de los que me
persiguen, porque son más fuertes que yo.
7 Saca mi alma de la
cárcel, para que alabe tu nombre;
Me rodearán los
justos,
Porque tú me serás
propicio.
Reina-Valera 1960
(RVR1960)
Versión Reina-Valera
1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades
Bíblicas Unidas, 1988.
Proverbios 30:21-23 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
21 Por tres cosas se
alborota la tierra,
Y la cuarta ella no
puede sufrir:
22 Por el siervo
cuando reina;
Por el necio cuando
se sacia de pan;
23 Por la mujer
odiada cuando se casa;
Y por la sierva
cuando hereda a su señora.
Reina-Valera 1960
(RVR1960)
Versión Reina-Valera
1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.
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