Sunday, January 19, 2020

DAB Español, Lunes 20 de Enero


Día 20, DAB Español, Lunes 20 de Enero


Génesis 41:17-42:17; Mateo 13:24-46; Salmos 18:1-15; Proverbios 4:1-6 (Nueva Traducción Viviente (NTV))





Génesis 41:17-42 Nueva Traducción Viviente (NTV)

17 Entonces el faraón le contó su sueño a José.



—En mi sueño —le dijo—, yo estaba de pie a la orilla del río Nilo 18 y vi siete vacas gordas y sanas que salían del río y comenzaban a pastar entre los juncos. 19 Luego vi siete vacas flacas y raquíticas con aspecto enfermizo que salían después de las primeras. Jamás había visto unos animales tan lamentables en toda la tierra de Egipto. 20 Entonces esas vacas flacas y raquíticas se comieron a las siete vacas gordas, 21 pero nadie lo hubiera creído, ¡porque después seguían siendo tan flacas y raquíticas como antes! Luego me desperté.



22 »En mi sueño también vi siete espigas llenas de grano, robustas y hermosas, que crecían de un solo tallo. 23 Después aparecieron otras siete espigas de grano, pero estaban infestadas, resecas y marchitadas por el viento oriental. 24 Entonces las espigas secas se tragaron a las siete robustas. Les conté esos sueños a los magos, pero ninguno pudo decirme lo que significan.



25 José respondió:



—Ambos sueños del faraón significan lo mismo. Dios le da a conocer de antemano al faraón lo que está por hacer. 26 Las siete vacas sanas y las siete espigas robustas representan siete años de prosperidad. 27 Las siete vacas flacas y raquíticas que salieron después, y las siete espigas resecas y marchitadas por el viento oriental representan siete años de hambre.



28 »Esto sucederá tal como lo he descrito, pues Dios ha revelado de antemano al faraón lo que está por hacer. 29 Los próximos siete años serán un período de gran prosperidad en toda la tierra de Egipto, 30 pero después llegarán siete años de un hambre tan intensa que hará olvidar toda esa prosperidad de Egipto. El hambre destruirá la tierra. 31 La hambruna será tan grave que borrará hasta el recuerdo de los años buenos. 32 El haber tenido dos sueños similares significa que esos acontecimientos fueron decretados por Dios, y él hará que ocurran pronto.



33 »Por lo tanto, el faraón debería encontrar a un hombre inteligente y sabio, y ponerlo a cargo de toda la tierra de Egipto. 34 Después el faraón debería nombrar supervisores de la tierra, a fin de que almacenen una quinta parte de las cosechas durante los siete años buenos. 35 Haga que ellos reúnan toda la producción de alimentos en los años buenos que vienen y la lleven a los graneros del faraón. Almacene bien el grano y vigílelo para que haya alimento en las ciudades. 36 De esa manera, habrá suficiente para comer cuando lleguen los siete años de hambre sobre la tierra de Egipto. De lo contrario, el hambre destruirá la tierra.



José es nombrado gobernador de Egipto

37 Las sugerencias de José fueron bien recibidas por el faraón y sus funcionarios. 38 Entonces el faraón preguntó a sus funcionarios: «¿Acaso encontraremos a alguien como este hombre, tan claramente lleno del espíritu de Dios?». 39 Así que el faraón dijo a José: «Como Dios te ha revelado el significado de los sueños a ti, es obvio que no hay nadie más sabio e inteligente que tú. 40 Quedarás a cargo de mi palacio, y toda mi gente recibirá órdenes de ti. Solo yo, sentado en mi trono, tendré un rango superior al tuyo».



41 El faraón dijo a José: «Yo, aquí en persona, te pongo a cargo de toda la tierra de Egipto». 42 Luego el faraón se quitó de la mano el anillo con su sello oficial y lo puso en el dedo de José; lo vistió con ropas de lino de la mejor calidad y le puso un collar de oro. 43 Después hizo que José subiera al carro de guerra reservado para su segundo en autoridad, y dondequiera que iba José, se gritaba la orden: «¡Arrodíllense!». Así que el faraón puso a José a cargo de todo Egipto, 44 y le dijo: «Yo soy el faraón, pero nadie levantará una mano ni un pie en toda la tierra de Egipto sin tu aprobación».



45 Luego el faraón le puso un nuevo nombre a José, un nombre egipcio: Zafnat-panea.[a] También le dio una esposa, quien se llamaba Asenat y era hija de Potifera, el sacerdote de On.[b] Entonces José se hizo cargo de toda la tierra de Egipto. 46 Tenía treinta años cuando comenzó a servir en el palacio del faraón, rey de Egipto. Después, cuando José salió de la presencia del faraón, inspeccionó toda la tierra de Egipto.



47 Tal como se había predicho, la tierra produjo cosechas abundantes durante siete años. 48 Todos esos años, José recogió todas las cosechas que crecieron en Egipto y guardó en las ciudades el grano de los campos aledaños. 49 Acumuló grandes cantidades de grano, tanto como si fuera arena a la orilla del mar. Al final, dejó de registrar las cantidades porque había tanto que resultaba imposible medirlo.



50 Durante ese tiempo, antes del primer año de hambre, les nacieron dos hijos a José y su esposa Asenat, hija de Potifera, el sacerdote de On. 51 José llamó a su hijo mayor Manasés,[c] porque dijo: «Dios me hizo olvidar todas mis angustias y a todos los de la familia de mi padre». 52 José llamó a su segundo hijo Efraín,[d] porque dijo: «Dios me hizo fructífero en esta tierra de mi aflicción».



53 Finalmente acabaron los siete años de cosechas abundantes en toda la tierra de Egipto. 54 Después comenzaron los siete años de hambre, tal como José había predicho. El hambre también azotó a todas las regiones vecinas, pero en todo Egipto había alimento de sobra. 55 Con el tiempo, sin embargo, el hambre se extendió por toda la tierra de Egipto también. Cuando la gente reclamó alimento al faraón, él les dijo: «Vayan a ver a José y hagan todo lo que les diga». 56 Entonces, dada la gravedad del hambre en todas partes, José abrió los graneros y distribuyó grano a los egipcios, porque el hambre era intensa en toda la tierra de Egipto. 57 Y llegaba a Egipto gente de todas partes para comprarle grano a José, porque el hambre era intensa en todo el mundo.



Los hermanos de José van a Egipto

42 Cuando Jacob oyó que había grano en Egipto, les dijo a sus hijos: «¿Por qué están ahí sin hacer nada, mirándose uno a otro? 2 He oído que hay grano en Egipto. Desciendan a Egipto y compren suficiente grano para que sigamos con vida. De no ser así, moriremos».



3 Entonces los diez hermanos mayores de José descendieron a Egipto a comprar grano; 4 pero Jacob no dejó que el hermano menor de José, Benjamín, fuera con ellos, por temor a que pudiera sufrir algún daño. 5 Así que los hijos de Jacob[e] llegaron a Egipto junto con otras personas para comprar alimento, porque el hambre también había llegado a Canaán.



6 Como José era gobernador de Egipto y estaba encargado de vender el grano a todas las personas, sus hermanos tuvieron que acudir a él. Cuando llegaron, se inclinaron delante de él, con el rostro en tierra. 7 José reconoció a sus hermanos enseguida, pero fingió no conocerlos y les habló con dureza.



—Ustedes, ¿de dónde vienen? —les preguntó.



—De la tierra de Canaán —contestaron—. Venimos a comprar alimento.



8 Aunque José reconoció a sus hermanos, ellos no lo reconocieron a él. 9 Entonces recordó los sueños que había tenido acerca de ellos hacía muchos años atrás, y les dijo:



—¡Ustedes son espías! Han venido para ver lo vulnerable que se ha hecho nuestra tierra.



10 —¡No, mi señor! —exclamaron—. Sus siervos han venido simplemente a comprar alimento. 11 Todos nosotros somos hermanos, miembros de la misma familia. ¡Somos hombres honrados, señor! ¡No somos espías!



12 —¡Sí, lo son! —insistió José—. Han venido para ver lo vulnerable que se ha hecho nuestra tierra.



13 —Señor —dijeron ellos—, en realidad somos doce en total. Nosotros, sus siervos, somos todos hermanos, hijos de un hombre que vive en la tierra de Canaán. Nuestro hermano menor quedó con nuestro padre, y uno de nuestros hermanos ya no está con nosotros.



14 Pero José insistió:



—Como dije, ¡ustedes son espías! 15 Voy a comprobar su historia de la siguiente manera: ¡Juro por la vida del faraón que ustedes nunca se irán de Egipto a menos que su hermano menor venga hasta aquí! 16 Uno de ustedes irá a traer a su hermano. Los demás se quedarán aquí, en la cárcel. Así sabremos si su historia es cierta o no. Por la vida del faraón, si resulta que ustedes no tienen un hermano menor, entonces confirmaré que son espías.



17 Entonces José los metió en la cárcel por tres días.



Footnotes:

41:45a Zafnat-panea probablemente significa «Dios habla y vive».

41:45b La versión griega dice de Heliópolis; también en 41:50.

41:51 Manasés suena como un término hebreo que significa «hacer olvidar».

41:52 Efraín suena como un término hebreo que significa «fructífero».

42:5 En hebreo de Israel. Ver nota en 35:21.

Nueva Traducción Viviente (NTV)

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Mateo 13:24-46 Nueva Traducción Viviente (NTV)

Parábola del trigo y la maleza

24 La siguiente es otra historia que contó Jesús: «El reino del cielo es como un agricultor que sembró buena semilla en su campo. 25 Pero aquella noche, mientras los trabajadores dormían, vino su enemigo, sembró hierbas malas entre el trigo y se escabulló. 26 Cuando el cultivo comenzó a crecer y a producir granos, la maleza también creció.



27 »Los empleados del agricultor fueron a hablar con él y le dijeron: “Señor, el campo donde usted sembró la buena semilla está lleno de maleza. ¿De dónde salió?”.



28 »“¡Eso es obra de un enemigo!”, exclamó el agricultor.



»“¿Arrancamos la maleza?”, le preguntaron.



29 »“No —contestó el amo—, si lo hacen, también arrancarán el trigo. 30 Dejen que ambas crezcan juntas hasta la cosecha. Entonces les diré a los cosechadores que separen la maleza, la aten en manojos y la quemen, y que pongan el trigo en el granero”».



Parábola de la semilla de mostaza

31 La siguiente es otra ilustración que usó Jesús: «El reino del cielo es como una semilla de mostaza sembrada en un campo. 32 Es la más pequeña de todas las semillas, pero se convierte en la planta más grande del huerto; crece hasta llegar a ser un árbol y vienen los pájaros y hacen nidos en las ramas».



Parábola de la levadura

33 Jesús también usó la siguiente ilustración: «El reino del cielo es como la levadura que utilizó una mujer para hacer pan. Aunque puso solo una pequeña porción de levadura en tres medidas de harina, la levadura impregnó toda la masa».



34 Jesús siempre usaba historias e ilustraciones como esas cuando hablaba con las multitudes. De hecho, nunca les habló sin usar parábolas. 35 Así se cumplió lo que había dicho Dios por medio del profeta:



«Les hablaré en parábolas.

    Les explicaré cosas escondidas desde la creación del mundo[a]».



Explicación de la parábola del trigo y la maleza

36 Luego, Jesús dejó a las multitudes afuera y entró en la casa. Sus discípulos le dijeron:



—Por favor, explícanos la historia de la maleza en el campo.



37 Jesús respondió:



—El Hijo del Hombre[b] es el agricultor que siembra la buena semilla. 38 El campo es el mundo, y la buena semilla representa a la gente del reino. La maleza representa a las personas que pertenecen al maligno. 39 El enemigo que sembró la maleza entre el trigo es el diablo. La cosecha es el fin del mundo,[c] y los cosechadores son los ángeles.



40 »Tal como se separa la maleza y se quema en el fuego, así será en el fin del mundo. 41 El Hijo del Hombre enviará a sus ángeles, y ellos quitarán del reino todo lo que produzca pecado y a todos aquellos que hagan lo malo. 42 Y los ángeles los arrojarán al horno ardiente, donde habrá llanto y rechinar de dientes. 43 Entonces los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre. ¡El que tenga oídos para oír, que escuche y entienda!



Parábolas del tesoro escondido y de la perla

44 »El reino del cielo es como un tesoro escondido que un hombre descubrió en un campo. En medio de su entusiasmo, lo escondió nuevamente y vendió todas sus posesiones a fin de juntar el dinero suficiente para comprar el campo.



45 »Además el reino del cielo es como un comerciante en busca de perlas de primera calidad. 46 Cuando descubrió una perla de gran valor, vendió todas sus posesiones y la compró.



Footnotes:

13:35 Algunos manuscritos no incluyen del mundo. Sal 78:2.

13:37 «Hijo del Hombre» es un título que Jesús empleaba para referirse a sí mismo.

13:39 O del siglo; también en 13:40, 49.

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Salmos 18:1-15 Nueva Traducción Viviente (NTV)

Salmo 18

Para el director del coro: salmo de David, siervo del Señor. Entonó este cántico al Señor el día que el Señor lo rescató de todos sus enemigos y de Saúl. Cantó así:

1 Te amo, Señor;

    tú eres mi fuerza.

2 El Señor es mi roca, mi fortaleza y mi salvador;

    mi Dios es mi roca, en quien encuentro protección.

Él es mi escudo, el poder que me salva

    y mi lugar seguro.

3 Clamé al Señor, quien es digno de alabanza,

    y me salvó de mis enemigos.



4 Me enredaron las cuerdas de la muerte;

    me arrasó una inundación devastadora.

5 La tumba[a] me envolvió con sus cuerdas;

    la muerte me tendió una trampa en el camino.

6 Pero en mi angustia, clamé al Señor;

    sí, oré a mi Dios para pedirle ayuda.

Él me oyó desde su santuario;

    mi clamor llegó a sus oídos.



7 Entonces la tierra se estremeció y tembló;

    se sacudieron los cimientos de las montañas;

    temblaron a causa de su enojo.

8 De su nariz salía humo a raudales,

    de su boca saltaban violentas llamas de fuego;

    carbones encendidos se disparaban de él.

9 Abrió los cielos y descendió;

    había oscuras nubes de tormenta debajo de sus pies.

10 Voló montado sobre un poderoso ser angelical,[b]

    remontándose sobre las alas del viento.

11 Se envolvió con un manto de oscuridad

    y ocultó su llegada con oscuras nubes de lluvia.

12 Nubes densas taparon el brillo a su alrededor,

    e hicieron llover granizo y carbones encendidos.[c]

13 El Señor retumbó desde el cielo;

    la voz del Altísimo resonó

    en medio del granizo y de los carbones encendidos.

14 Disparó sus flechas y dispersó a sus enemigos;

    destellaron grandes relámpagos, y quedaron confundidos.

15 Luego, a tu orden, oh Señor,

    a la ráfaga de tu aliento,

pudo verse el fondo del mar,

    y los cimientos de la tierra quedaron al descubierto.



Footnotes:

18:5 En hebreo El Seol.

18:10 En hebreo un querubín.

18:12 O y relámpagos; también en 18:13.

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Proverbios 4:1-6 Nueva Traducción Viviente (NTV)

El sabio consejo de un padre

4 Hijos míos, escuchen cuando su padre los corrige.

    Presten atención y aprendan buen juicio,

2 porque les doy una buena orientación.

    No se alejen de mis instrucciones.

3 Pues yo, igual que ustedes, fui hijo de mi padre,

    amado tiernamente como el hijo único de mi madre.



4 Mi padre me enseñó:

«Toma en serio mis palabras.

    Sigue mis mandatos y vivirás.

5 Adquiere sabiduría, desarrolla buen juicio.

    No te olvides de mis palabras ni te alejes de ellas.

6 No des la espalda a la sabiduría, pues ella te protegerá;

    ámala, y ella te guardará.



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