Día 31, DAB Español, Viernes 31 de Enero
Éxodo 12:14-13:17; Mateo 20:29-21:22; Salmos 25:12-22;
Proverbios 6:12-15 (La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH))
Éxodo 12:14-13:17 La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
14 Ese será para ustedes un día memorable; en él
celebrarán fiesta en honor del Señor, y esto quedará como institución perpetua
para las generaciones futuras.
Los panes sin levadura
15 Durante siete días comerán panes sin levadura;
desde el primer día harán desaparecer la levadura de sus casas, porque
cualquiera que comiere algo fermentado durante esos días será expulsado de
Israel. 16 Tanto el primer día como el séptimo, celebrarán una asamblea
sagrada. Durante esos días no estará permitido realizar ningún trabajo,
exceptuando únicamente el necesario para preparar la comida. 17 Observarán la
fiesta de los Panes sin levadura, porque en ese día saqué yo a sus tribus de
Egipto. Celebrarán ese día como institución perpetua para las generaciones
venideras. 18 Desde la tarde del día catorce del primer mes hasta la tarde del
veintiuno comerán panes sin levadura. 19 Durante esos siete días no deberá
haber levadura en sus casas, porque cualquiera que coma algo fermentado, tanto
si es extranjero como si es israelita, será expulsado de la comunidad de
Israel.
20 No comerán nada fermentado; donde quiera que vivan,
comerán panes sin levadura.
Sacrificio del cordero
21 Moisés convocó a todos los ancianos de Israel y les
dijo:
— Vayan a escoger un cordero por familia, e inmólenlo
para celebrar la Pascua. 22 Después tomen un manojo de hisopo, empápenlo en la
sangre del animal recogida en un recipiente, y unten con ella el dintel y las
dos jambas de la puerta. Que nadie salga de su casa hasta la mañana siguiente.
23 Porque el Señor pasará hiriendo de muerte a los egipcios, y cuando vea la
sangre en el dintel y en las dos jambas, pasará sin detenerse en aquella puerta
y no dejará que el exterminador entre en sus casas para matar. 24 Obedezcan
este mandato del Señor como una ley perpetua para ustedes y para sus hijos. 25
Cuando ustedes entren en la tierra que el Señor les va a dar, tal como lo ha
prometido, seguirán celebrando este rito. 26 Y cuando sus hijos les pregunten:
“¿Qué significa este rito?”, 27 les responderán: “Es el sacrificio de la Pascua
en honor del Señor, que pasó sin detenerse en las casas de los israelitas en
Egipto, cuando hirió de muerte a los egipcios y protegió a nuestras familias”.
Entonces los israelitas se postraron en actitud de
adoración. 28 Luego hicieron lo que el Señor había ordenado a Moisés y Aarón.
La muerte de los primogénitos
29 A medianoche, el Señor hizo morir a los
primogénitos en Egipto, desde el primogénito del faraón —heredero del trono—
hasta el primogénito del que estaba encerrado en el calabozo, y también a las
primeras crías del ganado. 30 Se levantó aquella noche el faraón junto con sus
cortesanos y todos los egipcios, y un alarido inmenso se oyó en todo Egipto
porque no había casa en donde no hubiera algún muerto. 31 Esa misma noche el
faraón mandó llamar a Moisés y Aarón para decirles:
— Marchénse, aléjense de mi gente; ustedes y todos los
israelitas vayan a ofrecer culto al Señor, como lo pidieron. 32 Lleven también
con ustedes las ovejas y las vacas, como querían, y márchense. Y rueguen por
mí.
Éxodo de Egipto
33 Los egipcios apuraban al pueblo, para que saliese
del país cuanto antes, pues decían: “Vamos a morir todos”. 34 El pueblo recogió
la masa de harina aún sin fermentar y, junto con las artesas, la envolvieron en
mantas y se la echaron al hombro. 35 Además, obedeciendo las órdenes de Moisés,
les pidieron a los egipcios objetos de oro y plata, y vestidos. 36 El Señor
hizo que los israelitas se ganasen el favor de los egipcios, que les dieron
todo cuanto les pedían. Así fue como despojaron a los egipcios.
37 Los israelitas partieron de Ramsés en dirección a
Sucot; eran más de seiscientos mil hombres de a pie, sin contar los niños. 38
Además partió con ellos una enorme muchedumbre de gente con gran cantidad de
ovejas y vacas. 39 Como la masa que sacaron de Egipto no llegó a fermentar, la
cocieron e hicieron panes sin levadura, pues al tener que salir
precipitadamente, expulsados por los egipcios, no tuvieron tiempo de hacer
otras provisiones para el viaje.
40 Los israelitas estuvieron en Egipto cuatrocientos treinta
años. 41 Y justo en el mismo día en que se cumplían los cuatrocientos treinta
años, todos los ejércitos del Señor salieron de Egipto. 42 Aquella noche el
Señor veló para sacarlos de Egipto. Esa es la noche del Señor, noche en que los
israelitas también deberán mantenerse en vela generación tras generación.
Leyes de la Pascua
43 El Señor dijo a Moisés y Aarón:
— Estas son las instrucciones relativas a la Pascua:
Ningún extranjero podrá comer el cordero pascual. 44 En cambio, sí podrá comer
de él el esclavo que hayas comprado y circuncidado. 45 Tampoco lo comerá el
inmigrante ni el jornalero. 46 Lo comerán todo en la misma casa. No se sacará
de la casa el más mínimo trozo de carne del animal sacrificado, ni se le
quebrará un solo hueso. 47 Toda la comunidad de Israel celebrará la Pascua. 48
Y si el inmigrante que vive con ustedes quiere celebrar la Pascua en honor del
Señor, antes deberá circuncidar a todos los varones de su familia. Después de
esto podrá celebrar la Pascua como uno más de ustedes. Pero ningún incircunciso
participará de la Pascua. 49 Habrá una misma ley para los nativos y para los
inmigrantes que habiten entre ustedes.
50 Los israelitas lo hicieron todo según lo ordenado
por el Señor a Moisés y Aarón. 51 Y aquel mismo día, el Señor sacó de Egipto a
los israelitas como un ejército en orden de batalla.
Consagración de los primogénitos
13 El Señor dijo a Moisés:
2 — Conságrame todos los primogénitos de los
israelitas; porque el primer parto de toda madre, sea de persona o de animal,
me pertenece.
Los panes sin levadura
3 Y Moisés dijo al pueblo:
— Recuerden siempre este día, en el cual fueron
liberados de la esclavitud de Egipto, porque el poder del Señor ha sido el que
los ha sacado de aquí. Por eso, no comerán pan fermentado. 4 Ustedes salen hoy
de aquí, en el mes de Abib. 5 En este mismo mes, cuando el Señor te haya
introducido en la tierra de los cananeos, hititas, amorreos, jeveos y jebuseos,
una tierra que mana leche y miel y que te daré porque así lo prometió a tus
antepasados, entonces celebrarán el siguiente rito: 6 comerás panes sin
levadura durante siete días, y el séptimo día harás fiesta en honor del Señor.
7 Durante esos siete días se comerá pan sin levadura; en ninguna parte de tu
territorio deberá haber levadura o pan fermentado. 8 Ese día explicarás a tu
hijo: “Hacemos esto recordando lo que el Señor hizo por mí cuando salí de
Egipto”. 9 Este rito será para ti como una marca en tu mano o una señal en tu
frente para que te acuerdes de tener siempre en los labios la ley del Señor,
pues él te sacó de Egipto con gran poder. 10 Por eso has de celebrar este rito
año tras año, en la fecha señalada.
Los primogénitos
11 Cuando el Señor te haya introducido en la tierra de
los cananeos y tomes posesión de ella, como te prometió a ti y a tus
antepasados, 12 entonces consagrarás al Señor todos los primogénitos. También
las primeras crías de tu ganado, si son machos, pertenecen al Señor. 13 Pero
puedes rescatar la primera cría del asno, sustituyéndola por un cordero; si no
la rescatas, deberás desnucarla. Estás obligado a presentar ofrenda por cada
primogénito humano, para rescatarlo. 14 Y cuando tu hijo te pregunte el día de
mañana: “¿Qué significa esto?”, le responderás: “El Señor, con su gran poder,
nos sacó de Egipto donde vivíamos como esclavos. 15 Y como el faraón se volvió
intransigente y no nos dejaba salir, el Señor hirió de muerte a todos los
primogénitos de Egipto, lo mismo personas que animales. Por eso le sacrifico al
Señor los primogénitos del ganado, si son machos, y rescato los primogénitos de
mis hijos. 16 Este rito te servirá como una marca que pones sobre tu mano o
como un signo en la frente para recordar que fue el Señor, con su gran poder,
el que nos sacó de Egipto”.
Salida de Egipto
17 Una vez que el faraón dejó marchar al pueblo, Dios
no los condujo por la ruta de los filisteos, aunque era el camino más corto,
pues se dijo: “Si esta gente es atacada y tiene que luchar, se acobardará y
regresará a Egipto”.
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y
Edición, Sociedad Bíblica de España
Mateo 20:29-21:22 La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
Curación de dos ciegos (Mc 10,46-52, Lc 18,35-43)
29 Cuando salían de Jericó, una multitud acompañaba a
Jesús. 30 En esto, dos ciegos que estaban sentados junto al camino, al oír que
Jesús pasaba por allí, se pusieron a gritar:
— ¡Señor, Hijo de David, ten compasión de nosotros!
31 La gente les decía que se callaran, pero ellos gritaban
cada vez más:
— ¡Señor, Hijo de David, ten compasión de nosotros!
32 Entonces Jesús se detuvo, los llamó y les preguntó:
— ¿Qué quieren que haga por ustedes?
33 Los ciegos le contestaron:
— Señor, que podamos ver.
34 Jesús, conmovido, les tocó los ojos, y al punto los
ciegos recobraron la vista y se fueron tras él.
V.— JESÚS EN JERUSALÉN (21—28)
Acciones simbólicas y controversias (21—25)
Entrada triunfal (Mc 11,1-11; Lc 19,28-38; Jn
12,12-19)
21 Cerca ya de Jerusalén, al llegar a Betfagé, junto
al monte de los Olivos, Jesús envió a dos de sus discípulos 2 con este encargo:
— Vayan a la aldea que está ahí enfrente, y en seguida
encontrarán una borrica atada, y a su lado un pollino. Desátenlos y
tráiganmelos. 3 Y si alguien les pregunta algo, díganle que el Señor los
necesita y que en seguida los devolverá. 4 Esto sucedió en cumplimiento de lo
dicho por medio del profeta:
5 Digan a Jerusalén, la ciudad de Sión:
Mira, tu Rey viene a ti lleno de humildad,
montado en un asno, en un pollino,
hijo de animal de carga.
6 Los discípulos fueron e hicieron lo que Jesús les
había mandado. 7 Le llevaron la borrica y el pollino, pusieron sobre ellos sus
mantos, y Jesús montó encima. 8 Un gran gentío alfombraba con sus mantos el
camino, mientras otros cortaban ramas de los árboles y las tendían al paso de
Jesús. 9 Y los que iban delante y los que iban detrás gritaban:
—¡ Viva el Hijo de David! ¡Bendito el que viene en
nombre del Señor! ¡ Gloria al Dios Altísimo!
10 Cuando Jesús entró en Jerusalén, hubo gran
agitación en la ciudad. Unos a otros se preguntaban:
— ¿Quién es este?
11 Y la gente decía:
— Este es el profeta Jesús, el de Nazaret de Galilea.
Los comerciantes del Templo (Mc 11,15-19; Lc 19,45-48;
Jn 2,13-22)
12 Jesús entró en el Templo y expulsó a todos los que
allí estaban vendiendo y comprando. Volcó las mesas de los cambistas de monedas
y los puestos de los vendedores de palomas 13 increpándolos:
— Esto dicen las Escrituras: Mi casa ha de ser casa de
oración; pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones.
14 Más tarde se acercaron a Jesús, en el Templo,
algunos ciegos y tullidos, y él los curó. 15 Pero los jefes de los sacerdotes y
los maestros de la ley se sintieron muy molestos al ver los milagros que Jesús
había hecho y al oír que los niños gritaban en el Templo dando vivas al Hijo de
David. 16 Por eso le preguntaron:
— ¿No oyes lo que estos están diciendo?
Jesús les contestó:
— ¡Claro que lo oigo! Pero ¿es que nunca han leído
ustedes en las Escrituras aquello de: sacarás alabanza de labios de los
pequeños y de los niños de pecho? 17 Y dejándolos, salió de la ciudad y se fue
a Betania, donde pasó la noche.
La higuera sin fruto (Mc 11,12-14.20-24)
18 Por la mañana temprano, cuando Jesús volvía a la
ciudad, sintió hambre. 19 Al ver una higuera junto al camino, se acercó a ella;
pero únicamente encontró hojas. Entonces dijo a la higuera:
— ¡Que nunca más vuelvas a dar fruto!
Y en aquel mismo instante se secó la higuera. 20 Al
ver aquello, los discípulos se quedaron atónitos, y decían:
— ¿Cómo ha podido secarse de repente la higuera?
21 Jesús les contestó:
— Les aseguro que, si tienen fe y no dudan, no
solamente harán esto de la higuera, sino que si dicen a este monte que se quite
de ahí y se arroje al mar, así ocurrirá. 22 Todo cuanto pidan orando con fe, lo
recibirán.
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y
Edición, Sociedad Bíblica de España
Salmos 25:12-22 La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
12 A quien venere al Señor,
él le enseñará qué camino elegir;
13 vivirá con prosperidad
y su descendencia heredará la tierra.
14 El Señor se confía a sus fieles
anunciándoles su alianza.
15 Mis ojos tengo siempre en el Señor,
él libera mis pies de la trampa.
16 Atiéndeme, apiádate de mí
que estoy solo y desvalido.
17 Mis angustias se multiplican,
líbrame tú de mis pesares.
18 Mira mis aflicciones y penas,
perdóname mis pecados;
19 mira cuántos son mis enemigos
y el rencor con que me odian.
20 Protégeme, sálvame,
no me defraudes, pues en ti confío.
21 La integridad y la rectitud me protejan
porque en ti tengo puesta mi esperanza.
22 ¡Señor, libera a Israel
de todas sus angustias!
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y
Edición, Sociedad Bíblica de España
Proverbios 6:12-15 La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
El malhechor
12 El perverso y malhechor
camina con gesto torcido,
13 mirando con mala intención,
arrastrando los pies,
señalando con los dedos,
14 urdiendo maldades en su mente perversa
y provocando riñas continuamente.
15 Por eso llegará su ruina repentina,
será destruido de inmediato y sin remedio.
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y
Edición, Sociedad Bíblica de España
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