Día 15, DAB Español, Miércoles 15 de Enero
Génesis 31:17-32:12; Mateo 10:27-11:6; Salmos 13;
Proverbios 3:16-18 (Dios Habla Hoy (DHH))
Génesis 31:17-32:12 Dios Habla Hoy (DHH)
Jacob se va de Padán-aram
17-18 Jacob se preparó para regresar a Canaán, donde
vivía su padre Isaac. Hizo montar a sus hijos y a sus mujeres en los camellos,
tomó todo lo que tenía, y se puso en camino con todos los animales que había
recibido por su trabajo en Padán-aram. 19 Mientras Labán fue a otra parte a
trasquilar sus ovejas, Raquel le robó sus ídolos familiares. 20 Así fue como
Jacob engañó a Labán el arameo, no diciéndole que se iba. 21 Escapó con todo lo
que tenía. Muy pronto cruzó el río Éufrates, y siguió adelante hacia los montes
de Galaad.
Labán persigue a Jacob
22 Tres días después, Labán supo que Jacob se había
escapado. 23 Entonces, acompañado de sus parientes, salió a perseguirlo, y
siete días después lo alcanzó en los montes de Galaad. 24 Pero aquella noche
Dios se le apareció a Labán el arameo en un sueño, y le dijo: «Escucha, no le
hables a Jacob en forma brusca.»
25 Labán alcanzó a Jacob en los montes de Galaad, que
era donde Jacob había acampado. Allí mismo acampó Labán con sus parientes, 26 y
le reclamó a Jacob:
—¿Qué has hecho? ¿Por qué me engañaste? ¡Has traído a
mis hijas como si fueran prisioneras de guerra! 27 ¿Por qué me engañaste y
escapaste a escondidas, sin decirme nada? De haberlo sabido, yo te habría
despedido con alegría y con música de tambores y de arpa. 28 Ni siquiera me
dejaste besar a mis hijas y a mis nietos. ¡Has actuado como un necio! 29 Yo
bien podría hacerles daño a todos ustedes, pero anoche me habló el Dios de tu
padre y me dijo: “Escucha, no le hables a Jacob en forma brusca.” 30 Pero, si
tanto querías regresar a la casa de tu padre, y por eso te fuiste, ¿por qué me
robaste mis dioses?
31 Entonces Jacob le contestó a Labán:
—Es que tuve miedo. Yo pensé que tal vez me ibas a
quitar tus hijas por la fuerza. 32 Pero si alguno de los que aquí están tiene
tus dioses, ¡que muera! Nuestros parientes son testigos: dime si yo tengo algo
tuyo, y llévatelo.
Pero Jacob no sabía que Raquel había robado los
ídolos.
33 Labán entró en la tienda de campaña de Jacob, luego
en la de Lía y también en la de las dos esclavas, pero no encontró los ídolos.
Cuando salió de la tienda de campaña de Lía y entró en la de Raquel, 34 ella
tomó los ídolos, los puso dentro de la montura del camello, y se sentó sobre
ellos. Labán estuvo buscando por toda la tienda, pero no los encontró. 35
Entonces Raquel le dijo:
—Padre, no te enojes si no me levanto delante de ti,
pero es que hoy tengo mi período de menstruación.
Como Labán anduvo buscando los ídolos y no los
encontró, 36 Jacob se enojó y le reclamó a Labán con estas palabras:
—¿Qué falta cometí? ¿Cuál es mi pecado, que con tantas
ansias me has perseguido? 37 Has registrado todas mis cosas, ¿y qué has
encontrado de las cosas de tu casa? ¡Ponlo aquí, delante de tus parientes y de
los míos, para que ellos digan quién de los dos tiene la razón! 38 Durante
estos veinte años que trabajé contigo, nunca abortaron tus ovejas ni tus
cabras; nunca me comí un solo carnero de tus rebaños; 39 nunca te traje los
animales que las fieras mataban, sino que yo pagaba esa pérdida; si de día o de
noche robaban ganado, tú me lo cobrabas. 40 De día me moría de calor; de noche
me moría de frío, ¡y hasta el sueño se me iba! 41 Veinte años he estado en tu
casa, y esto es lo que me tocó: por tus dos hijas trabajé catorce años a tu
servicio; por tus animales trabajé seis años; y continuamente me cambiabas mi
salario. 42 De no haber estado conmigo el Dios de Abraham, el Dios que adoraba
mi padre Isaac, estoy seguro que me habrías mandado con las manos vacías. Pero
Dios vio mi tristeza y el resultado de mi trabajo, y anoche te reprendió.
Jacob y Labán hacen un pacto
43 Entonces Labán le contestó a Jacob:
—Las hijas son mis hijas; los nietos son mis nietos;
las ovejas son mis ovejas; ¡todo lo que aquí ves es mío! Sin embargo, ¿qué les
puedo hacer ahora a mis hijas, o a los hijos que ellas han tenido? 44 Por eso,
ven; tú y yo vamos a hacer un pacto, que va a servir como testimonio entre
nosotros dos.
45 Entonces Jacob tomó una piedra, la puso de pie como
un pilar, 46 y les dijo a sus parientes:
—¡Junten piedras!
Todos juntaron piedras para hacer un montón, y allí
comieron, junto al montón de piedras. 47 Labán llamó a ese lugar en su idioma
«Jegar Sahadutá», y Jacob lo llamó en el suyo «Galaad».
48 Entonces Labán dijo:
—Hoy, este montón de piedras es testigo entre nosotros
dos.
Por eso se llamó Galaad ese lugar, 49 y también se
llamó Mispá, porque Labán dijo:
—Que el Señor vigile entre nosotros dos, cuando ya no
podamos vernos el uno al otro. 50 Si maltratas a mis hijas, o si te casas con
otras mujeres además de ellas, aunque no haya nadie como testigo entre
nosotros, Dios mismo sea testigo.
51 Y Labán siguió diciéndole a Jacob:
—Mira, aquí están el montón de piedras y el pilar que
he puesto entre nosotros dos. 52 Ambos serán testigos de que ni tú ni yo
cruzaremos esta línea para perjudicarnos. 53 Que decida entre nosotros el Dios
de tu abuelo Abraham y el de mi abuelo Nahor.
Entonces Jacob juró por el Dios que su padre Isaac
adoraba. 54 Luego hizo Jacob sacrificios en el cerro, y llamó a sus parientes a
comer. Todos ellos comieron, y pasaron la noche en el cerro.
55 (32.1) Al día siguiente por la mañana, Labán se
levantó y les dio un beso a sus nietos y a sus hijas; después los bendijo, y
regresó a su tierra.
Jacob y Esaú se encuentran
32 (2) Jacob siguió su camino, y unos ángeles de Dios
le salieron al encuentro. 2 (3) Cuando Jacob los vio, dijo: «Éste es un
ejército de Dios.» Por eso llamó Mahanaim a aquel lugar.
3 (4) Jacob envió unos mensajeros a la tierra de Seír,
que es la región de Edom, para anunciarle su llegada a su hermano Esaú, 4 (5) y
les dio este mensaje: «Díganle a mi hermano Esaú: “Su hermano Jacob se pone a
sus órdenes, y le manda a decir: He vivido con Labán todo este tiempo, 5 (6) y
tengo vacas, asnos, ovejas, esclavos y esclavas. Envío este mensaje a mi señor,
esperando ganarme su buena voluntad.”»
6 (7) Cuando los mensajeros regresaron, le dijeron a
Jacob:
—Fuimos a ver a su hermano Esaú, y ya viene él mismo
para recibirlo a usted, acompañado de cuatrocientos hombres.
7 (8) Al oír esto, Jacob tuvo mucho miedo y se quedó
muy preocupado. Dividió entonces en dos grupos la gente que estaba con él, y
también las ovejas, vacas y camellos, 8 (9) pues pensó: «Si Esaú viene contra
un grupo y lo ataca, el otro grupo podrá escapar.» 9 (10) Luego comenzó a orar:
«Señor, Dios de mi abuelo Abraham y de mi padre Isaac, que me dijiste que
regresara a mi tierra y a mis parientes, y que harías que me fuera bien: 10
(11) no merezco la bondad y fidelidad con que me has tratado. Yo crucé este río
Jordán sin llevar nada más que mi bastón, y ahora he llegado a tener dos
campamentos. 11 (12) ¡Por favor, sálvame de las manos de mi hermano Esaú! Tengo
miedo de que venga a atacarme y mate a las mujeres y a los niños. 12 (13) Tú
has dicho claramente que harás que me vaya bien, y que mis descendientes serán
tan numerosos como los granitos de arena del mar, que no se pueden contar.»
Dios Habla Hoy (DHH)
Dios habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966,
1970, 1979, 1983, 1996.
Mateo 10:27-11:6 Dios Habla Hoy (DHH)
27 Lo que les digo en la oscuridad, díganlo ustedes a
la luz del día; y lo que les digo en secreto, grítenlo desde las azoteas de las
casas. 28 No tengan miedo de los que matan el cuerpo pero no pueden matar el
alma; teman más bien al que puede hacer perecer alma y cuerpo en el infierno.
29 »¿No se venden dos pajarillos por una monedita? Sin
embargo, ni uno de ellos cae a tierra sin que el Padre de ustedes lo permita.
30 En cuanto a ustedes mismos, hasta los cabellos de la cabeza él los tiene
contados uno por uno. 31 Así que no tengan miedo: ustedes valen más que muchos
pajarillos.
Reconocer a Jesucristo delante de los hombres
32 »Si alguien se declara a mi favor delante de los
hombres, yo también me declararé a favor de él delante de mi Padre que está en
el cielo; 33 pero al que me niegue delante de los hombres, yo también lo negaré
delante de mi Padre que está en el cielo.
Jesús, causa de división
34 »No crean que yo he venido a traer paz al mundo; no
he venido a traer paz, sino guerra. 35 He venido a poner al hombre contra su
padre, a la hija contra su madre y a la nuera contra su suegra; 36 de modo que
los enemigos de cada cual serán sus propios parientes.
37 »El que quiere a su padre o a su madre más que a
mí, no merece ser mío; el que quiere a su hijo o a su hija más que a mí, no
merece ser mío; 38 y el que no toma su cruz y me sigue, no merece ser mío. 39
El que trate de salvar su vida, la perderá, pero el que pierda su vida por
causa mía, la salvará.
Premios
40 »El que los recibe a ustedes, me recibe a mí; y el
que me recibe a mí, recibe al que me envió. 41 El que recibe a un profeta por
ser profeta, recibirá igual premio que el profeta; y el que recibe a un justo
por ser justo, recibirá el mismo premio que el justo. 42 Y cualquiera que le da
siquiera un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños por ser seguidor mío,
les aseguro que tendrá su premio.»
11 Cuando Jesús terminó de dar instrucciones a sus
doce discípulos, se fue de allí a enseñar y anunciar el mensaje en los pueblos
de aquella región.
Los enviados de Juan el Bautista
2 Juan, que estaba en la cárcel, tuvo noticias de lo
que Cristo estaba haciendo. Entonces envió algunos de sus seguidores 3 a que le
preguntaran si él era de veras el que había de venir, o si debían esperar a
otro.
4 Jesús les contestó: «Vayan y díganle a Juan lo que
están viendo y oyendo. 5 Cuéntenle que los ciegos ven, los cojos andan, los
leprosos quedan limpios de su enfermedad, los sordos oyen, los muertos vuelven
a la vida y a los pobres se les anuncia la buena noticia. 6 ¡Y dichoso aquel
que no encuentre en mí motivo de tropiezo!»
Dios Habla Hoy (DHH)
Dios habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966,
1970, 1979, 1983, 1996.
Salmos 13 Dios Habla Hoy (DHH)
Oración pidiendo ayuda
(1) Del maestro de coro. Salmo de David.
13 (2) Señor,
¿hasta cuándo me olvidarás?
¿Me olvidarás para siempre?
¿Hasta cuándo te esconderás de mí?
2 (3) ¿Hasta cuándo mi alma y mi corazón
habrán de sufrir y estar tristes todo el día?
¿Hasta cuándo habré de estar sometido al enemigo?
3 (4) Señor, Dios mío,
¡mírame, respóndeme, llena mis ojos de luz!
¡Que no caiga yo en el sueño de la muerte!
4 (5) ¡Que no diga mi enemigo: «Lo he vencido»!
¡Que no se alegre si yo fracaso!
5 (6a) Yo confío en tu amor;
mi corazón se alegra porque tú me salvas.
6 (6b) ¡Cantaré al Señor por el bien que me ha hecho!
Dios Habla Hoy (DHH)
Dios habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966,
1970, 1979, 1983, 1996.
Proverbios 3:16-18 Dios Habla Hoy (DHH)
16 Con la derecha ofrece larga vida,
y con la izquierda, riquezas y honores.
17 Seguir sus pasos es muy agradable;
andar por sus senderos es vivir en paz.
18 La sabiduría es vida para quien la obtiene;
¡felices los que saben retenerla!
Dios Habla Hoy (DHH)
Dios habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966,
1970, 1979, 1983, 1996.
No comments:
Post a Comment