Thursday, January 23, 2020

DAB Español, Viernes 24 de Enero


Día 24, DAB Español, Viernes 24 de Enero



Génesis 48:1-49:33; Mateo 15:29-16:12; Salmos 20; Proverbios 4:20-27 (Nueva Traducción Viviente (NTV))






Génesis 48-49 Nueva Traducción Viviente (NTV)

Jacob bendice a Manasés y a Efraín

48 Cierto día, no mucho tiempo después, le avisaron a José: «A tu padre ya le queda muy poco tiempo de vida». Entonces José fue a visitarlo, y llevó con él a sus dos hijos, Manasés y Efraín.



2 Cuando José llegó, le dijeron a Jacob que su hijo José había venido a verlo. Entonces Jacob[a] cobró fuerzas y se incorporó en su cama.



3 Jacob le dijo a José:



—El Dios Todopoderoso[b] se me apareció en la aldea de Luz, en la tierra de Canaán, y me bendijo 4 con estas palabras: “Te haré fructífero y multiplicaré tu descendencia. Haré de ti una multitud de naciones, y daré esta tierra de Canaán a tus descendientes[c] como posesión perpetua”.



5 »Ahora reclamo como hijos míos a estos dos muchachos tuyos, Efraín y Manasés, quienes nacieron aquí en la tierra de Egipto antes de que yo llegara. Ellos serán mis hijos, como lo son Rubén y Simeón. 6 Pero cualquier otro hijo que te nazca en el futuro será tuyo, y heredará tierra dentro de los límites de los territorios de sus hermanos Efraín y Manasés.



7 »Hace mucho tiempo, cuando yo regresaba de Padán-aram,[d] Raquel murió en la tierra de Canaán. Todavía íbamos en viaje y bastante lejos de Efrata (es decir, Belén). Con mucha tristeza, la enterré allí, junto al camino que va a Efrata.



8 Entonces Jacob miró a los dos muchachos.



—¿Son estos tus hijos? —preguntó.



9 —Sí —le dijo José—, estos son los hijos que Dios me ha dado aquí en Egipto.



Y Jacob dijo:



—Acércalos más a mí, para que pueda bendecirlos.



10 Jacob casi había perdido la vista debido a su avanzada edad y apenas podía ver. Entonces José le acercó a los muchachos, y Jacob los besó y los abrazó. 11 Entonces Jacob le dijo a José:



—Nunca pensé que volvería a ver tu rostro, ¡pero ahora Dios me ha permitido ver también a tus hijos!



12 José retiró a los muchachos de las rodillas de su abuelo, y se inclinó con el rostro hacia el suelo. 13 Después puso a los muchachos delante de Jacob. Con su mano derecha dirigió a Efraín hacia la mano izquierda de Jacob, y con su mano izquierda puso a Manasés a la mano derecha de Jacob. 14 Pero Jacob cruzó sus brazos cuando los extendió para poner sus manos sobre la cabeza de los muchachos: es decir, puso su mano derecha sobre la cabeza de Efraín —aunque él era el menor— y su mano izquierda sobre la cabeza de Manasés, que era el hijo mayor. 15 Luego bendijo a José con las siguientes palabras:



«Que el Dios delante del cual caminaron

    mi abuelo Abraham y mi padre Isaac

—el Dios que ha sido mi pastor

    toda mi vida, hasta el día de hoy,

16 el Ángel que me ha salvado de todo mal—

    bendiga a estos muchachos.

Que ellos preserven mi nombre

    y el nombre de Abraham y de Isaac.

Y que su descendencia se multiplique en gran manera

    por toda la tierra».



17 Pero José se molestó cuando vio que su padre puso la mano derecha sobre la cabeza de Efraín. Entonces José se la levantó para pasarla de la cabeza de Efraín a la cabeza de Manasés.



18 —No, padre mío —le dijo—. Este es el hijo mayor; pon tu mano derecha sobre su cabeza.



19 Pero su padre se negó a hacerlo.



—Ya lo sé, hijo mío, lo sé —respondió él—. Manasés también llegará a ser un gran pueblo, pero su hermano menor será aún más grande y de su descendencia se formarán una multitud de naciones.



20 Así que, aquel día, Jacob bendijo a los muchachos con esta bendición: «El pueblo de Israel usará el nombre de ustedes cuando impartan una bendición. Dirán: “Que Dios los haga tan prósperos como a Efraín y a Manasés”». De esta manera, Jacob puso a Efraín antes de Manasés.



21 Entonces Jacob le dijo a José:



—Mira, yo estoy a punto de morir, pero Dios estará contigo y te llevará de regreso a Canaán, la tierra de tus antepasados. 22 Y además de lo que les he dado a tus hermanos, te doy a ti una porción adicional de la tierra[e] que tomé de los amorreos con mi espada y con mi arco.



Últimas palabras de Jacob para sus hijos

49 Entonces Jacob hizo llamar a todos sus hijos y les dijo: «Júntense alrededor de mí, y les diré lo que le ocurrirá a cada uno de ustedes en los días venideros.



2 »Acérquense y escuchen, hijos de Jacob;

    escuchen a Israel, su padre.



3 »Rubén, tú eres mi hijo mayor, mi fuerza,

    el hijo de mi juventud vigorosa.

    Tú eres el primero en rango y el primero en potencia.

4 Pero eres tan impetuoso como una inundación,

    y ya no serás más el primero.

Pues te acostaste con mi esposa;

    deshonraste mi cama matrimonial.



5 »Simeón y Leví son tal para cual;

    sus armas son instrumentos de violencia.

6 Que jamás tome parte yo en sus reuniones;

    que nunca tenga nada que ver con sus planes.

Pues en su enojo asesinaron hombres,

    y por diversión mutilaron bueyes.

7 Maldito sea su enojo, porque es feroz;

    maldita sea su ira, porque es cruel.

Los esparciré entre los descendientes de Jacob;

    los dispersaré por todo Israel.



8 »Judá, tus hermanos te alabarán.

    Agarrarás a tus enemigos por el cuello.

    Todos tus parientes se inclinarán ante ti.

9 Judá, mi hijo, es un león joven

    que ha terminado de comerse a su presa.

Se agazapa como un león y se tiende;

    como una leona, ¿quién se atreverá a despertarlo?

10 El cetro no se apartará de Judá,

    ni la vara de mando de sus descendientes,[f]

hasta que venga aquel a quien le pertenece,[g]

    aquel a quien todas las naciones honrarán.

11 Él ata su potro a una vid,

    la cría de su burro a una vid escogida.

Lava sus ropas en vino,

    sus vestidos, con el jugo de las uvas.

12 Sus ojos son más oscuros que el vino,

    y sus dientes, más blancos que la leche.



13 »Zabulón se asentará junto a la costa

    y será un puerto para los barcos;

    sus fronteras se extenderán hasta Sidón.



14 »Isacar es un burro robusto

    que descansa entre dos alforjas.[h]

15 Cuando vea lo bueno que es el campo

    y lo agradable del terreno,

doblará su hombro para llevar la carga

    y se someterá al arduo trabajo.



16 »Dan gobernará a su pueblo

    como cualquier otra tribu de Israel.

17 Dan será una serpiente junto al camino,

    una víbora venenosa en el sendero,

que muerde los talones del caballo

    para que caiga el jinete.

18 ¡Oh Señor, confío en ti para la salvación!



19 »Gad será atacado por bandas saqueadoras,

    pero él las atacará cuando ellas se batan en retirada.



20 »Aser cenará manjares deliciosos

    y producirá comida digna de reyes.



21 »Neftalí es una cierva en libertad

    que tiene hermosos cervatillos.



22 »José es la cría de un burro salvaje,

    la cría de un burro salvaje junto a un manantial,

    uno de los burros salvajes sobre la cresta de la tierra.[i]

23 Los arqueros lo atacaron ferozmente;

    le dispararon y lo hostigaron.

24 Pero su arco permaneció tenso,

    y sus brazos fueron fortalecidos

por las manos del Poderoso de Jacob,

    por el Pastor, la Roca de Israel.

25 Que el Dios de tu padre te ayude;

    que el Todopoderoso te bendiga

con bendiciones de los cielos de arriba,

    y con bendiciones de las aguas profundas de abajo,

    y con bendiciones de los pechos y del vientre.

26 Que mis bendiciones paternas sobre ti

    superen las bendiciones de mis antepasados,[j]

    y alcancen las alturas de los montes eternos.

Que estas bendiciones descansen sobre la cabeza de José,

    quien es príncipe entre sus hermanos.



27 »Benjamín es un lobo rapaz,

    que devora a sus enemigos por la mañana

    y reparte su botín por la tarde».



28 Estas son las doce tribus de Israel, y esto es lo que su padre dijo a sus hijos al despedirse de ellos. Los bendijo con un mensaje apropiado para cada uno.



Muerte y entierro de Jacob

29 Entonces Jacob les dio las siguientes instrucciones: «Yo moriré pronto y me uniré con mis antepasados. Entiérrenme junto con mi padre y mi abuelo en la cueva que está en el campo de Efrón el hitita. 30 Es la cueva del campo de Macpela, cerca de Mamre, en Canaán, la cual Abraham compró a Efrón el hitita como lugar de sepultura permanente. 31 Allí están enterrados Abraham y su esposa Sara; allí también están enterrados Isaac y su esposa Rebeca; y allí enterré a Lea. 32 Es la parcela de tierra y la cueva que mi abuelo Abraham les compró a los hititas».



33 Cuando Jacob terminó de dar este encargo a sus hijos, metió los pies en la cama, dio su último suspiro y se reunió con sus antepasados al morir.



Footnotes:

48:2 En hebreo Israel; también en 48:8, 10, 11, 13, 14, 21. Ver nota en 35:21.

48:3 En hebreo El-Shaddai.

48:4 En hebreo simiente; también en 48:19. Este término se traduce como «descendencia» o «descendientes».

48:7 En hebreo Padán, refiriéndose a Padán-aram; comparar Gn 35:9.

48:22 O a ti la ladera. El significado del hebreo es incierto.

49:10a En hebreo de entre sus pies.

49:10b O hasta que se le rinda tributo y los pueblos obedezcan; tradicionalmente se traduce hasta que venga Silo.

49:14 O rediles, o apriscos.

49:22 O José es un árbol fructífero, / un árbol fructífero junto a un manantial. / Sus ramas trepan por encima del muro. El significado del hebreo es incierto.

49:26 O de las antiguas montañas.

Nueva Traducción Viviente (NTV)

La Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente, © Tyndale House Foundation, 2010. Todos los derechos reservados.



Mateo 15:29-16:12 Nueva Traducción Viviente (NTV)

Jesús sana a mucha gente

29 Jesús regresó al mar de Galilea, subió a una colina y se sentó. 30 Una inmensa multitud le llevó a personas cojas, ciegas, lisiadas, mudas y a muchas más. Las pusieron delante de Jesús y él las sanó a todas. 31 ¡La multitud quedó asombrada! Los que no podían hablar, ahora hablaban; los lisiados quedaron sanos, los cojos caminaban bien y los ciegos podían ver; y alababan al Dios de Israel.



Jesús alimenta a cuatro mil

32 Entonces Jesús llamó a sus discípulos y les dijo:



—Siento compasión por ellos. Han estado aquí conmigo durante tres días y no les queda nada para comer. No quiero despedirlos con hambre, no sea que se desmayen por el camino.



33 Los discípulos contestaron:



—¿Dónde conseguiríamos comida suficiente aquí en el desierto para semejante multitud?



34 —¿Cuánto pan tienen? —preguntó Jesús.



—Siete panes y unos pocos pescaditos —contestaron ellos.



35 Entonces Jesús le dijo a la gente que se sentara en el suelo. 36 Luego tomó los siete panes y los pescados, dio gracias a Dios por ellos y los partió en trozos. Se los dio a los discípulos, quienes repartieron la comida entre la multitud.



37 Todos comieron cuanto quisieron. Después los discípulos recogieron siete canastas grandes con la comida que sobró. 38 Aquel día, cuatro mil hombres recibieron alimento, además de las mujeres y los niños. 39 Entonces Jesús envió a todos a sus casas, subió a una barca y cruzó a la región de Magadán.



Los líderes demandan una señal milagrosa

16 Cierto día, los fariseos y saduceos se acercaron a Jesús para ponerlo a prueba, exigiéndole que les mostrara una señal milagrosa del cielo para demostrar su autoridad.



2 Él respondió: «Ustedes conocen el dicho: “Si el cielo está rojo por la noche, mañana habrá buen clima; 3 si el cielo está rojo por la mañana, habrá mal clima todo el día”. Saben interpretar las señales del clima en los cielos, pero no saben interpretar las señales de los tiempos.[a] 4 Solo una generación malvada y adúltera reclamaría una señal milagrosa, pero la única señal que les daré es la del profeta Jonás[b]». Luego Jesús los dejó y se fue.



La levadura de los fariseos y de los saduceos

5 Más tarde, cuando ya habían cruzado al otro lado del lago, los discípulos descubrieron que se habían olvidado de llevar pan. 6 «¡Atención! —les advirtió Jesús—. Tengan cuidado con la levadura de los fariseos y con la de los saduceos».



7 Al oír esto, comenzaron a discutir entre sí pues no habían traído nada de pan. 8 Jesús supo lo que hablaban, así que les dijo: «¡Tienen tan poca fe! ¿Por qué discuten los unos con los otros por no tener pan? 9 ¿Todavía no entienden? ¿No recuerdan los cinco mil que alimenté con cinco panes y las canastas con sobras que recogieron? 10 ¿Ni los cuatro mil que alimenté con siete panes ni las grandes canastas con sobras que recogieron? 11 ¿Por qué no pueden entender que no hablo de pan? Una vez más les digo: “Tengan cuidado con la levadura de los fariseos y de los saduceos”».



12 Entonces, al fin, comprendieron que no les hablaba de la levadura del pan, sino de las enseñanzas engañosas de los fariseos y de los saduceos.



Footnotes:

16:2-3 Varios manuscritos no incluyen ninguna de las palabras de 16:2-3 después de Él respondió.

16:4 En griego la señal de Jonás.

Nueva Traducción Viviente (NTV)

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Salmos 20 Nueva Traducción Viviente (NTV)

Salmo 20

Para el director del coro: salmo de David.

1 Que el Señor responda a tu clamor en tiempos de dificultad;

    que el nombre del Dios de Jacob te proteja de todo mal.

2 Que te envíe ayuda desde su santuario

    y te fortalezca desde Jerusalén.[a]

3 Que se acuerde de todas tus ofrendas

    y mire con agrado tus ofrendas quemadas. Interludio



4 Que él conceda los deseos de tu corazón

    y haga que todos tus planes tengan éxito.

5 Que gritemos de alegría cuando escuchemos de tu triunfo

    y levantemos una bandera de victoria en el nombre de nuestro Dios.

Que el Señor conteste a todas tus oraciones.



6 Ahora sé que el Señor rescata a su rey ungido.

    Le responderá desde su santo cielo

    y lo rescatará con su gran poder.

7 Algunas naciones se jactan de sus caballos y sus carros de guerra,

    pero nosotros nos jactamos en el nombre del Señor nuestro Dios.

8 Esas naciones se derrumbarán y caerán,

    pero nosotros nos levantaremos y estaremos firmes.



9 ¡Da la victoria a nuestro rey, oh Señor!

    Responde a nuestro grito de auxilio.



Footnotes:

20:2 En hebreo Sión.

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Proverbios 4:20-27 Nueva Traducción Viviente (NTV)

20 Hijo mío, presta atención a lo que te digo.

    Escucha atentamente mis palabras.

21 No las pierdas de vista.

    Déjalas llegar hasta lo profundo de tu corazón,

22 pues traen vida a quienes las encuentran

    y dan salud a todo el cuerpo.



23 Sobre todas las cosas cuida tu corazón,

    porque este determina el rumbo de tu vida.



24 Evita toda expresión perversa;

    aléjate de las palabras corruptas.



25 Mira hacia adelante

    y fija los ojos en lo que está frente a ti.

26 Traza un sendero recto para tus pies;

    permanece en el camino seguro.

27 No te desvíes,

    evita que tus pies sigan el mal.



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