Monday, January 29, 2024

DAB Español, Lunes 29 de Enero

Día 029, DAB Español, Lunes 29 de Enero


Éxodo 7:25-9:35; Mateo 19:13-30; Salmos 24; Proverbios 6:1-5 (Reina Valera Actualizada (RVA-2015))








Éxodo 7:25-9:35

Reina Valera Actualizada

Segunda plaga: las ranas


25 Pasaron siete días después que el SEÑOR golpeó el Nilo.


8 Entonces el SEÑOR dijo a Moisés:


—Ve al faraón y dile que el SEÑOR ha dicho así: “Deja ir a mi pueblo para que me sirva. 2 Y si rehúsas dejarlo ir, he aquí yo castigaré todo tu territorio con una plaga de ranas. 3 El Nilo se llenará de ranas, las cuales subirán y entrarán en tu casa y en tu dormitorio, y sobre tu cama. Entrarán en las casas de tus servidores y de tu pueblo. Entrarán en tus hornos y en tus artesas de amasar. 4 Las ranas subirán sobre ti, sobre tu pueblo y sobre todos tus servidores”.


5 El SEÑOR dijo también a Moisés:


—Di a Aarón: “Extiende tu mano con tu vara sobre los ríos, sobre los canales y sobre los estanques; y haz subir ranas sobre la tierra de Egipto”.


6 Entonces Aarón extendió su mano sobre las aguas de Egipto, y subieron ranas que cubrieron la tierra de Egipto. 7 Pero los magos hicieron lo mismo con sus encantamientos, e hicieron subir ranas sobre la tierra de Egipto. 8 Entonces el faraón llamó a Moisés y a Aarón, y les dijo:


—Rueguen al SEÑOR para que quite las ranas de mí y de mi pueblo, y dejaré ir al pueblo para que ofrezca sacrificios al SEÑOR.


9 Y Moisés dijo al faraón:


—Dígnate indicarme cuándo he de rogar por ti, por tus servidores y por tu pueblo, para que las ranas sean quitadas de ti y de tus casas, y solamente queden en el Nilo.


10 Y él dijo:


—Mañana.


Y Moisés respondió:


—Se hará conforme a tu palabra, para que conozcas que no hay otro como el SEÑOR nuestro Dios. 11 Las ranas se irán de ti, de tus casas, de tus servidores y de tu pueblo, y solamente quedarán en el Nilo.


12 Entonces salieron Moisés y Aarón de la presencia del faraón. Y Moisés clamó al SEÑOR por el asunto de las ranas que había mandado sobre el faraón. 13 El SEÑOR hizo conforme a la palabra de Moisés. Murieron las ranas de las casas, de los patios y de los campos. 14 Las juntaron en muchos montones, y la tierra apestaba. 15 Pero viendo el faraón que le habían dado alivio, endureció su corazón y no los escuchó, tal como el SEÑOR lo había dicho.

Tercera plaga: los piojos


16 Entonces el SEÑOR dijo a Moisés:


—Di a Aarón: “Extiende tu vara y golpea el polvo de la tierra para que se convierta en piojos en toda la tierra de Egipto”.


17 Ellos lo hicieron así. Aarón extendió su mano con su vara y golpeó el polvo de la tierra, el cual se convirtió en piojos, tanto sobre los hombres como sobre los animales. Todo el polvo de la tierra se convirtió en piojos, en toda la tierra de Egipto.


18 Los magos también intentaron hacer piojos con sus encantamientos, pero no pudieron. Había piojos tanto en los hombres como en los animales. 19 Entonces los magos dijeron al faraón:


—¡Esto es el dedo de Dios!


Pero el corazón del faraón se endureció, y no los escuchó, tal como el SEÑOR lo había dicho.

Cuarta plaga: las moscas


20 El SEÑOR dijo a Moisés:


—Levántate muy de mañana, preséntate ante el faraón cuando él salga al río y dile que el SEÑOR ha dicho así: “Deja ir a mi pueblo para que me sirva. 21 Porque si no dejas ir a mi pueblo, he aquí yo enviaré una nube de moscas sobre ti y sobre tus servidores, sobre tu pueblo y dentro de tus casas. Y las casas de los egipcios se llenarán de moscas, y asimismo la tierra donde ellos estén. 22 Pero el mismo día yo excluiré la tierra de Gosén, donde habita mi pueblo, para que no vaya allí la nube de moscas, a fin de que sepas que yo, el SEÑOR, estoy en medio de la tierra. 23 Yo haré distinción entre mi pueblo y el tuyo. Mañana tendrá lugar esta señal”.


24 El SEÑOR lo hizo así: Vino una densa nube de moscas sobre la casa del faraón, sobre las casas de sus servidores, y sobre toda la tierra de Egipto. La tierra quedó devastada a causa de ellas. 25 Entonces el faraón llamó a Moisés y a Aarón, y les dijo:


—Vayan, ofrezcan sacrificios a su Dios, dentro del país.


26 Moisés respondió:


—No conviene que lo hagamos así, porque ofreceríamos como sacrificio al SEÑOR lo que es una abominación a los egipcios. Si sacrificáramos en presencia de los egipcios lo que para ellos es una abominación, ¿no nos apedrearían? 27 Iremos a tres días de camino por el desierto y ofreceremos sacrificios al SEÑOR, según él nos diga.


28 El faraón dijo:


—Yo los dejaré ir para que ofrezcan sacrificios al SEÑOR su Dios en el desierto, con tal que no se vayan demasiado lejos. Rueguen por mí.


29 Respondió Moisés:


—He aquí, al salir yo de tu presencia, rogaré al SEÑOR, y él hará que mañana la nube de moscas se aparte del faraón, de sus servidores y de su pueblo, con tal que el faraón no se vuelva a burlar, no dejando ir al pueblo para ofrecer sacrificios al SEÑOR.


30 Entonces Moisés salió de la presencia del faraón y oró al SEÑOR. 31 Y el SEÑOR hizo conforme a la palabra de Moisés y apartó del faraón, de sus servidores y de su pueblo la nube de moscas, sin que quedara una sola. 32 Pero el faraón endureció también esta vez su corazón, y no dejó ir al pueblo.

Quinta plaga: la peste


9 Entonces el SEÑOR dijo a Moisés:


—Ve al faraón y dile que el SEÑOR, el Dios de los hebreos, ha dicho así: “Deja ir a mi pueblo para que me sirva. 2 Porque si rehúsas dejarlos ir y los sigues deteniendo, 3 he aquí la mano del SEÑOR traerá una terrible peste sobre tu ganado que está en el campo: caballos, asnos, camellos, vacas y ovejas. 4 Pero el SEÑOR hará distinción entre el ganado de Israel y el de Egipto, de modo que no muera nada de todo lo que pertenece a los hijos de Israel”.


5 El SEÑOR fijó un plazo diciendo:


—Mañana el SEÑOR hará esto en el país.


6 Al día siguiente el SEÑOR hizo esto, y murió todo el ganado de Egipto. Pero del ganado de los hijos de Israel no murió ni un solo animal. 7 El faraón envió observadores, y he aquí que del ganado de los hijos de Israel no había muerto ni un solo animal. Pero el corazón del faraón se endureció, y no dejó ir al pueblo.

Sexta plaga: las úlceras


8 El SEÑOR dijo a Moisés y a Aarón:


—Tomen puñados de hollín de un horno, y que Moisés lo esparza hacia el cielo, en presencia del faraón. 9 Este se convertirá en polvo sobre toda la tierra de Egipto, y ocasionará sarpullido que producirá úlceras, tanto en los hombres como en los animales, en toda la tierra de Egipto.


10 Tomaron, pues, el hollín del horno y se pusieron de pie delante del faraón. Moisés lo esparció hacia el cielo, y se convirtió en sarpullido que producía úlceras, tanto en los hombres como en los animales. 11 Y los magos no podían estar en presencia de Moisés por causa de las úlceras, porque los magos tenían úlceras, como todos los egipcios.


12 Pero el SEÑOR endureció el corazón del faraón. Y este no los escuchó, tal como el SEÑOR lo había dicho a Moisés.

Séptima plaga: el granizo


13 Entonces el SEÑOR dijo a Moisés:


—Levántate muy de mañana, preséntate delante del faraón y dile que el SEÑOR, el Dios de los hebreos, dice así: “Deja ir a mi pueblo para que me sirva. 14 Porque yo enviaré esta vez todas mis plagas sobre ti, sobre tus servidores y sobre tu pueblo, para que entiendas que no hay otro como yo en toda la tierra. 15 Porque hasta ahora yo podría haber extendido mi mano para herirte a ti y a tu pueblo con una plaga tal que ya habrías sido eliminado de la tierra. 16 Pero por esto mismo te he dejado con vida[a], para mostrarte mi poder y para dar a conocer mi nombre en toda la tierra. 17 ¿Todavía te insolentas contra mi pueblo para no dejarlos ir? 18 He aquí, mañana a estas horas yo haré caer granizo tan pesado, como nunca lo hubo en Egipto desde el día en que fue fundado, hasta ahora. 19 Ordena, pues, que recojan tu ganado y todo lo que tienes en el campo, en un lugar seguro; porque el granizo caerá sobre todo hombre o animal que se halle en el campo y que no haya sido recogido en casa, y morirá”.


20 De los servidores del faraón, el que temió la palabra del SEÑOR hizo que sus criados y su ganado huyeran a casa. 21 Pero los que no tomaron en serio la palabra del SEÑOR dejaron a sus criados y sus ganados en el campo.


22 El SEÑOR dijo a Moisés:


—Extiende tu mano hacia el cielo para que caiga granizo sobre toda la tierra de Egipto, sobre los hombres, sobre los animales y sobre toda la hierba del campo en la tierra de Egipto.


23 Moisés extendió su vara hacia el cielo, y el SEÑOR envió truenos y granizo. El fuego se descargó sobre la tierra, y el SEÑOR hizo llover granizo sobre la tierra de Egipto. 24 Hubo, pues, granizo y fuego centelleante mezclado con el granizo, y era tan pesado que nunca lo hubo como aquel en toda la tierra de Egipto desde que comenzó a ser nación. 25 El granizo destruyó en toda la tierra de Egipto todo lo que estaba en el campo, tanto los hombres como los animales. El granizo también arruinó toda la hierba del campo y destrozó todos los árboles del campo. 26 Solo en la tierra de Gosén, donde habitaban los hijos de Israel, no cayó granizo. 27 Entonces el faraón mandó llamar a Moisés y a Aarón y les dijo:


—He pecado esta vez. El SEÑOR es el justo; yo y mi pueblo somos los culpables. 28 Rueguen al SEÑOR para que cesen los truenos de Dios y el granizo, y yo los dejaré ir, y ustedes no se detendrán más.


29 Moisés le respondió:


—Al salir yo de la ciudad, extenderé mis manos al SEÑOR, y los truenos cesarán, y no habrá más granizo, para que sepas que la tierra es del SEÑOR. 30 Pero yo sé que ni tú ni tus servidores temen todavía la presencia del SEÑOR Dios.


31 El lino y la cebada fueron destruidos, porque la cebada estaba en espiga y el lino en flor. 32 Pero el trigo y el centeno no fueron destruidos, pues eran tardíos.


33 Después de haber salido de la presencia del faraón y de la ciudad, Moisés extendió sus manos al SEÑOR, y cesaron los truenos y el granizo; y no cayó más lluvia sobre la tierra. 34 Entonces, al ver que habían cesado la lluvia, el granizo y los truenos, el faraón volvió a pecar. Tanto él como sus servidores endurecieron su corazón. 35 El corazón del faraón se endureció, y no dejó ir a los hijos de Israel, tal como el SEÑOR lo había dicho por medio de Moisés.

Footnotes


Éxodo 9:16 LXX tiene te ha levantado.


 

Reina Valera Actualizada

Jesús bendice a los niños


13 Entonces le fueron presentados unos niños, para que pusiera las manos sobre ellos y orara. Pero los discípulos los reprendieron. 14 Entonces Jesús les dijo:


—Dejen a los niños y no les impidan venir a mí, porque de los tales es el reino de los cielos.


15 Y habiendo puesto las manos sobre ellos, partió de allí.

Jesús y el joven rico


16 He aquí vino uno a él y le dijo:


— Maestro, ¿qué cosa buena haré para tener la vida eterna?


17 Él le dijo:


—¿Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Hay uno solo que es bueno[a]. Pero si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.


18 Le dijo:


—¿Cuáles?


Jesús respondió:


—No cometerás homicidio, no cometerás adulterio, no robarás, no dirás falso testimonio, 19 honra a tu padre y a tu madre[b], y amarás a tu prójimo como a ti mismo[c].


20 El joven le dijo:


—Todo esto he guardado. ¿Qué más me falta?


21 Le dijo Jesús:


—Si quieres ser perfecto, anda, vende tus bienes y dalo a los pobres; y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.


22 Pero cuando el joven oyó la palabra se fue triste porque tenía muchas posesiones.

El peligro de las riquezas


23 Entonces Jesús les dijo a sus discípulos:


—De cierto les digo que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. 24 Otra vez les digo que le es más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios.


25 Cuando los discípulos lo oyeron, se asombraron en gran manera diciendo:


—Entonces, ¿quién podrá ser salvo?


26 Jesús los miró y les dijo:


—Para los hombres esto es imposible, pero para Dios todo es posible.


27 Entonces respondió Pedro y le dijo:


—He aquí, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido. ¿Qué hay, pues, para nosotros?


28 Jesús les dijo:


—De cierto les digo que en el tiempo de la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, ustedes que me han seguido se sentarán también sobre doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. 29 Y todo aquel que deje casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer[d], o hijos, o campos por causa de mi nombre, recibirá cien veces más y heredará la vida eterna. 30 Pero muchos primeros serán últimos, y muchos últimos serán primeros.

Footnotes


Mateo 19:17 Algunos mss. antiguos dicen Solo uno es bueno, Dios; y otros, No hay ninguno que sea bueno sino solo Dios.

Mateo 19:19 Éxo. 20:12-16; Deut. 5:16-20.

Mateo 19:19 Lev. 19:18; cf. Rom. 13:9.

Mateo 19:29 Algunos mss. antiguos no incluyen o mujer; ver Luc. 18:29.



Salmos 24

Reina Valera Actualizada

El SEÑOR: el Rey de gloria


24 Salmo de David.


Del SEÑOR es la tierra y todo lo que hay en ella;

el mundo y los que lo habitan.

2

Porque él la fundó sobre los mares

y la afirmó sobre los ríos.

3

¿Quién subirá al monte del SEÑOR? ¿Quién permanecerá en su lugar santo?

4

El limpio de manos y puro de corazón que no ha elevado su alma a la vanidad ni ha jurado con engaño.

5

Él recibirá la bendición del SEÑOR

y la justicia del Dios de su salvación.

6

Tal es la generación de los que

le buscan,

de los que buscan tu rostro,

oh Dios de Jacob. Selah[a]

7

¡Levanten, oh puertas, su cabeza! Levántense, oh puertas eternas,

y entrará el Rey de gloria.

8

¿Quién es este Rey de gloria? ¡El SEÑOR, el fuerte y poderoso! ¡El SEÑOR, el poderoso en la batalla!

9

¡Levanten, oh puertas, su cabeza! Levántense, oh puertas eternas,

y entrará el Rey de gloria.

10

¿Quién es este Rey de gloria? ¡El SEÑOR de los Ejércitos!

¡Él es el Rey de gloria! Selah[b]

Footnotes


Salmos 24:6 Posiblemente tiene que ver con el acompañamiento musical.

Salmos 24:10 Posiblemente tiene que ver con el acompañamiento musical.



Proverbios 6:1-5

Reina Valera Actualizada

Consejos sobre la fianza imprudente


6 Hijo mío, si diste fianza por tu prójimo y estrechaste la mano con un extraño,


2

te has enredado con tus palabras

y has quedado atrapado con los dichos de tu boca.

3

Ahora pues, haz esto, hijo mío, para quedar libre

ya que has caído en las manos

de tu prójimo:

Anda, humíllate, importuna a tu prójimo;

4

no des sueño a tus ojos

ni dejes dormitar tus párpados.

5

Escapa como el venado de mano del cazador,

como ave de mano del que tiende la red.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)


Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano



No comments:

Post a Comment

DAB Español, Sábado 11 de Mayo

Día 132, DAB Español, Sábado 11 de Mayo 1 Samuel 10:1-11:15; Juan 6:43-71; Salmos 107; Proverbios 15:1-3 (Reina Valera Contemporánea (RVC)) ...