Día 277, DAB Español, Miércoles 4 de Octubre
Jeremías 2:31-4:18; Colosenses 1:1-20; Salmos 76:1-12; Proverbios 24:21-22 (Reina-Valera 1995)
Jeremías 2:31-4:18 Reina-Valera 1995 (RVR1995)
31 ¡Oh generación!,
atended vosotros a la
palabra de Jehová.
¿He sido yo un
desierto para Israel
o una tierra de
tinieblas?
¿Por qué ha dicho mi
pueblo:
“Somos libres; nunca
más vendremos a ti”?
32 ¿Se olvida la
virgen de su atavío
o la desposada de sus
galas?
Pero mi pueblo se ha
olvidado de mí
por innumerables
días.
33 »¡Cómo adornas tu
camino para buscar amor!
¡Cómo aprendiste los
caminos de maldad!
34 Aun en tus faldas
se halló la sangre
de los pobres, de los
inocentes.
No los sorprendiste
en ningún delito;
sin embargo, en todas
estas cosas dices:
35 “Soy inocente, de
cierto su ira se apartó de mí.”
Yo entraré en juicio
contigo,
porque dijiste: “No
he pecado.”
36 ¿Por qué eres tan
ligera para cambiar tus caminos?
También serás
avergonzada por Egipto,
como fuiste
avergonzada por Asiria.
37 También de allí
saldrás con tus manos sobre la cabeza,
porque Jehová desechó
a aquellos en quienes tú confiabas,
y no prosperarás con
ellos.
3 »Dicho está:
“Si alguno deja a su
mujer,
y ésta se va de él
y se junta a otro
hombre,
¿volverá de nuevo a
ella?
¿No será tal tierra
del todo mancillada?”
Tú, pues, que has
fornicado con muchos amigos,
¿habrás de volver a
mí?,
dice Jehová.
2 »Alza tus ojos a
las alturas,
y ve si hay algún
lugar donde no te hayas prostituido.
Junto a los caminos
te sentabas para ellos
como un árabe en el
desierto,
y con tus
fornicaciones y tu maldad
has contaminado la
tierra.
3 Por esta causa las
aguas fueron detenidas
y faltó la lluvia
tardía.
Te has mostrado como
una prostituta,
y no has querido
avergonzarte.
4 ¿Acaso no me llamas
ahora mismo
Padre mío, y Guía de
mi juventud?
5 Tu dices:
“¿Guardará su enojo para siempre?
¿Eternamente lo
guardará?”
He aquí que has
hablado así,
pero has hecho
cuantas maldades pudiste.»
Jehová exhorta a
Israel y a Judá al arrepentimiento
6 Me dijo Jehová en
días del rey Josías: «¿Has visto lo que ha hecho la rebelde Israel? Se ha ido a
todo monte alto y bajo todo árbol frondoso, y allí ha fornicado. 7 Y dije:
“Después de hacer todo esto, se volverá a mí”, ¡pero no se volvió! Y lo vio su
hermana, la rebelde Judá. 8 Ella vio que por haber fornicado la rebelde Israel,
yo la había despedido y dado carta de repudio; pero no tuvo temor la rebelde
Judá, su hermana, sino que también fue ella y fornicó. 9 Y sucedió que por
juzgar ella cosa ligera su fornicación, la tierra fue contaminada, pues
adulteró con la piedra y con el leño. 10 Con todo esto, su hermana, la rebelde
Judá, no se volvió a mí de todo corazón, sino fingidamente, dice Jehová.»
11 Y me dijo Jehová:
«Ha resultado justa la rebelde Israel en comparación con la traidora Judá. 12
Ve y proclama estas palabras hacia el norte, y di:
»“Vuélvete, rebelde
Israel,
dice Jehová;
no haré caer mi ira
sobre ti,
porque misericordioso
soy yo,
dice Jehová;
no guardaré para
siempre el enojo.
13 Reconoce, pues, tu
maldad,
porque contra Jehová,
tu Dios, te has levantado,
y has fornicado con
los extraños
debajo de todo árbol
frondoso,
y no has escuchado mi
voz,
dice Jehová.
14 »”Convertíos,
hijos rebeldes, dice Jehová, porque yo soy vuestro esposo; os tomaré, uno de
cada ciudad y dos de cada familia, y os introduciré en Sión. 15 Os daré
pastores según mi corazón, que os apacienten con conocimiento y con
inteligencia. 16 Y acontecerá que cuando os multipliquéis y crezcáis en la
tierra, en esos días, dice Jehová, no se dirá más: ‘¡Arca del pacto de Jehová!’
No vendrá al pensamiento ni se acordarán de ella, no la echarán de menos ni
será hecha de nuevo. 17 En aquel tiempo llamarán a Jerusalén Trono de Jehová, y
todas las naciones vendrán a ella en el nombre de Jehová, a Jerusalén; y no
andarán más tras la dureza de su malvado corazón.
18 »”En aquellos
tiempos irán de la casa de Judá a la casa de Israel, y vendrán juntamente de la
tierra del norte a la tierra que hice heredar a vuestros padres.
19 »”Yo preguntaba:
¿Cómo os pondré por hijos
y os daré la tierra
deseable,
la rica heredad de
las naciones?
Y dije: Me llamaréis
Padre mío,
y no os apartaréis de
en pos de mí.
20 Pero como la
esposa infiel abandona a su compañero,
así os levantasteis
contra mí, casa de Israel,
dice Jehová.
21 »”Una voz se oye
sobre las alturas,
llanto de los ruegos
de los hijos de Israel,
porque han torcido su
camino,
se han olvidado de
Jehová, su Dios.
22 ¡Convertíos, hijos
rebeldes,
y os sanaré de
vuestras rebeliones!”»
«Aquí estamos,
venimos a ti,
porque tú, Jehová,
eres nuestro Dios.
23 Ciertamente
vanidad son los collados
y el bullicio sobre
los montes;
ciertamente en
Jehová, nuestro Dios,
está la salvación de
Israel.
24 »Confusión
consumió el trabajo de nuestros padres
desde nuestra
juventud:
sus ovejas, sus
vacas, sus hijos y sus hijas.
25 Yacemos en nuestra
vergüenza,
nuestra ignominia nos
cubre;
porque pecamos contra
Jehová, nuestro Dios,
nosotros y nuestros
padres,
desde nuestra
juventud y hasta este día,
y no hemos escuchado
la voz de Jehová, nuestro Dios.»
4 «Si te has de
volver, Israel»,
dice Jehová,
«vuélvete a mí.
Si quitas de delante
de mí tus abominaciones
y no andas de acá
para allá,
2 y si con verdad y
conforme al derecho y la justicia juras:
“Vive Jehová”,
entonces las naciones
serán benditas en él,
y en él se gloriarán.
3 »Porque así dice
Jehová a todo hombre de Judá y de Jerusalén:
»Arad campo para
vosotros
y no sembréis entre espinos.
4 Circuncidaos para
Jehová,
quitad el prepucio de
vuestro corazón,
hombres de Judá y
moradores de Jerusalén,
no sea que mi ira
salga como fuego,
que se encienda y no
haya quien la apague
a causa de la maldad
de vuestras obras.
Judá es amenazada de
invasión
5 »Anunciadlo en
Judá, proclamadlo en Jerusalén, diciendo:
“Tocad trompeta en la
tierra”;
gritad a voz en
cuello y decid:
“¡Reuníos y entremos
en las ciudades
fortificadas!”
6 Alzad bandera en
Sión,
huid, no os
detengáis,
porque del norte hago
yo venir
mal y quebrantamiento
grande.
7 El león sube de la
espesura,
el destructor de
naciones está en marcha;
ha salido de su lugar
para poner tu tierra en desolación;
tus ciudades quedarán
asoladas y sin morador.
8 Por eso, vestíos
con ropas ásperas,
lamentaos y gemid,
porque la ira de
Jehová
no se ha apartado de
nosotros.
9 »En aquel día»,
dice Jehová,
«desfallecerá el
corazón del rey
y el corazón de los
príncipes,
los sacerdotes
estarán atónitos
y se espantarán los
profetas.»
10 Yo dije: «¡Ay, ay,
Jehová, Dios,
verdaderamente en
gran manera has engañado a este pueblo y a Jerusalén,
diciendo: “Tendréis
paz”,
pues la espada ha
entrado hasta el alma!»
11 En aquel tiempo
se dirá a este pueblo
y a Jerusalén:
«Un viento seco de
las alturas del desierto
viene hacia la hija
de mi pueblo,
y no para aventar ni
para limpiar.
12 Un viento más
impetuoso que éste vendrá a servirme,
y ahora yo
pronunciaré juicios contra ellos.
13 »Subirá como las
nubes,
y su carro como un
torbellino.
Más ligeros son sus
caballos que las águilas.
¡Ay de nosotros,
porque entregados somos al despojo!
14 Lava tu corazón de
maldad, Jerusalén,
para que seas salva.
¿Hasta cuándo
permitirás en medio de ti
los pensamientos de
iniquidad?
15 Porque una voz
trae las noticias desde Dan
y hace oír la
calamidad desde los montes de Efraín.
16 Decid a las
naciones, hacedlo oír sobre Jerusalén:
“Invasores vienen de
tierra lejana,
y lanzarán su voz
contra las ciudades
de Judá.”
17 Como guardas de
campo la rodearán,
porque se rebeló
contra mí,
dice Jehová.
18 »Tu camino y tus
obras
te hicieron esto;
ésta es tu maldad,
por lo cual la
amargura penetrará hasta tu corazón.»
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Copyright © 1995 by United Bible Societies
Colosenses 1:1-20 Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Salutación
1 Pablo, apóstol de
Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo, 2 a los santos y
fieles hermanos en Cristo que están en Colosas: Gracia y paz sean a vosotros,
de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
Pablo pide que Dios
les conceda sabiduría espiritual
3 Siempre que oramos
por vosotros, damos gracias a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, 4 pues
hemos oído de vuestra fe en Cristo Jesús y del amor que tenéis a todos los
santos, 5 a causa de la esperanza que os está guardada en los cielos. De esta
esperanza ya habéis oído por la palabra verdadera del evangelio, 6 que ha
llegado hasta vosotros, así como a todo el mundo, y lleva fruto y crece también
en vosotros, desde el día que oísteis y conocisteis la gracia de Dios en
verdad. 7 Así lo aprendisteis de Epafras, nuestro consiervo amado, que es un
fiel ministro de Cristo para vosotros, 8 quien también nos ha declarado vuestro
amor en el Espíritu.
9 Por lo cual también
nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros y de pedir
que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e
inteligencia espiritual. 10 Así podréis andar como es digno del Señor,
agradándolo en todo, llevando fruto en toda buena obra y creciendo en el
conocimiento de Dios. 11 Fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de
su gloria, obtendréis fortaleza y paciencia, 12 y, con gozo, daréis gracias al
Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz.
13 Él nos ha librado del poder de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de
su amado Hijo, 14 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de
pecados.
Reconciliación por
medio de la muerte de Cristo
15 Cristo es la
imagen del Dios invisible,
el primogénito de toda
creación,
16 porque en él
fueron creadas todas las cosas,
las que hay en los
cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles;
sean tronos, sean
dominios, sean principados, sean potestades;
todo fue creado por
medio de él y para él.
17 Y él es antes que
todas las cosas,
y todas las cosas en
él subsisten.
18 Él es también la
cabeza del cuerpo que es la iglesia,
y es el principio, el
primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia,
19 porque al Padre
agradó que en él habitara toda la plenitud,
20 y por medio de él
reconciliar consigo todas las cosas,
así las que están en
la tierra como las que están en los cielos,
haciendo la paz
mediante la sangre de su cruz.
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Copyright © 1995 by United Bible Societies
Salmos 76 Reina-Valera 1995 (RVR1995)
El Dios de la
victoria y del juicio
Al músico principal;
sobre «Neginot». Salmo de Asaf. Cántico
76 Dios es conocido
en Judá;
en Israel es grande
su nombre.
2 En Salem está su
Tabernáculo
y su habitación en
Sión.
3 Allí quebró las
saetas del arco,
el escudo, la espada
y las armas de guerra. Selah
4 Glorioso eres tú,
poderoso
más que los montes de
caza.
5 Los fuertes de
corazón fueron despojados,
durmieron su sueño;
no hizo uso de sus
manos ninguno de los varones fuertes.
6 A tu reprensión,
Dios de Jacob,
el carro y el caballo
fueron entorpecidos.
7 ¡Temible eres tú!
¿Quién podrá estar en
pie delante de ti
cuando se encienda tu
ira?
8 Desde los cielos
hiciste oír tu juicio;
la tierra tuvo temor
y quedó en suspenso
9 cuando te
levantaste, Dios, para juzgar,
para salvar a todos
los mansos de la tierra. Selah
10 Ciertamente la ira
del hombre te alabará;
tú reprimirás el
resto de las iras.
11 Prometed y pagad a
Jehová vuestro Dios;
todos los que están
alrededor de él traigan ofrendas al Temible.
12 Él cortará el
aliento de los príncipes;
temible es para los
reyes de la tierra.
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Copyright © 1995 by United Bible Societies
Proverbios 24:21-22 Reina-Valera 1995 (RVR1995)
-30-
21 Teme a Jehová,
hijo mío, y al rey,
y no te juntes con
los veleidosos;
22 porque su
desgracia llegará de repente;
y el quebranto que
viene de ambos, ¿quién puede saberlo?
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Copyright © 1995 by United Bible Societies
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