Día 287, DAB Español, Sábado 14 de Octubre
Jeremías 23:21-25:38; 2 Tesalonicenses 2:1-17; Salmos 84:1-12; Proverbios 25:15 (Reina-Valera 1960)
Jeremías 23:21-25:38 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
21 No envié yo
aquellos profetas, pero ellos corrían; yo no les hablé, mas ellos profetizaban.
22 Pero si ellos
hubieran estado en mi secreto, habrían hecho oír mis palabras a mi pueblo, y lo
habrían hecho volver de su mal camino, y de la maldad de sus obras.
23 ¿Soy yo Dios de
cerca solamente, dice Jehová, y no Dios desde muy lejos?
24 ¿Se ocultará
alguno, dice Jehová, en escondrijos que yo no lo vea? ¿No lleno yo, dice
Jehová, el cielo y la tierra?
25 Yo he oído lo que
aquellos profetas dijeron, profetizando mentira en mi nombre, diciendo: Soñé,
soñé.
26 ¿Hasta cuándo
estará esto en el corazón de los profetas que profetizan mentira, y que
profetizan el engaño de su corazón?
27 ¿No piensan cómo
hacen que mi pueblo se olvide de mi nombre con sus sueños que cada uno cuenta a
su compañero, al modo que sus padres se olvidaron de mi nombre por Baal?
28 El profeta que
tuviere un sueño, cuente el sueño; y aquel a quien fuere mi palabra, cuente mi
palabra verdadera. ¿Qué tiene que ver la paja con el trigo? dice Jehová.
29 ¿No es mi palabra
como fuego, dice Jehová, y como martillo que quebranta la piedra?
30 Por tanto, he aquí
que yo estoy contra los profetas, dice Jehová, que hurtan mis palabras cada uno
de su más cercano.
31 Dice Jehová: He
aquí que yo estoy contra los profetas que endulzan sus lenguas y dicen: El ha
dicho.
32 He aquí, dice
Jehová, yo estoy contra los que profetizan sueños mentirosos, y los cuentan, y
hacen errar a mi pueblo con sus mentiras y con sus lisonjas, y yo no los envié
ni les mandé; y ningún provecho hicieron a este pueblo, dice Jehová.
33 Y cuando te
preguntare este pueblo, o el profeta, o el sacerdote, diciendo: ¿Cuál es la
profecía de Jehová? les dirás: Esta es la profecía: Os dejaré, ha dicho Jehová.
34 Y al profeta, al
sacerdote o al pueblo que dijere: Profecía de Jehová, yo enviaré castigo sobre
tal hombre y sobre su casa.
35 Así diréis cada
cual a su compañero, y cada cual a su hermano: ¿Qué ha respondido Jehová, y qué
habló Jehová?
36 Y nunca más os
vendrá a la memoria decir: Profecía de Jehová; porque la palabra de cada uno le
será por profecía; pues pervertisteis las palabras del Dios viviente, de Jehová
de los ejércitos, Dios nuestro.
37 Así dirás al
profeta: ¿Qué te respondió Jehová, y qué habló Jehová?
38 Mas si dijereis:
Profecía de Jehová; por eso Jehová dice así: Porque dijisteis esta palabra,
Profecía de Jehová, habiendo yo enviado a deciros: No digáis: Profecía de
Jehová,
39 por tanto, he aquí
que yo os echaré en olvido, y arrancaré de mi presencia a vosotros y a la
ciudad que di a vosotros y a vuestros padres;
40 y pondré sobre
vosotros afrenta perpetua, y eterna confusión que nunca borrará el olvido.
La señal de los higos
buenos y malos
24 Después de haber transportado Nabucodonosor
rey de Babilonia a Jeconías hijo de Joacim, rey de Judá, a los príncipes de
Judá y los artesanos y herreros de Jerusalén, y haberlos llevado a Babilonia,
me mostró Jehová dos cestas de higos puestas delante del templo de Jehová.
2 Una cesta tenía
higos muy buenos, como brevas; y la otra cesta tenía higos muy malos, que de
malos no se podían comer.
3 Y me dijo Jehová:
¿Qué ves tú, Jeremías? Y dije: Higos; higos buenos, muy buenos; y malos, muy
malos, que de malos no se pueden comer.
4 Y vino a mí palabra
de Jehová, diciendo:
5 Así ha dicho Jehová
Dios de Israel: Como a estos higos buenos, así miraré a los transportados de
Judá, a los cuales eché de este lugar a la tierra de los caldeos, para bien.
6 Porque pondré mis
ojos sobre ellos para bien, y los volveré a esta tierra, y los edificaré, y no
los destruiré; los plantaré y no los arrancaré.
7 Y les daré corazón
para que me conozcan que yo soy Jehová; y me serán por pueblo, y yo les seré a
ellos por Dios; porque se volverán a mí de todo su corazón.
8 Y como los higos
malos, que de malos no se pueden comer, así ha dicho Jehová, pondré a Sedequías
rey de Judá, a sus príncipes y al resto de Jerusalén que quedó en esta tierra,
y a los que moran en la tierra de Egipto.
9 Y los daré por
escarnio y por mal a todos los reinos de la tierra; por infamia, por ejemplo,
por refrán y por maldición a todos los lugares adonde yo los arroje.
10 Y enviaré sobre
ellos espada, hambre y pestilencia, hasta que sean exterminados de la tierra
que les di a ellos y a sus padres.
Setenta años de
desolación
25 Palabra que vino a Jeremías acerca de todo el
pueblo de Judá en el año cuarto de Joacim hijo de Josías, rey de Judá, el cual
era el año primero de Nabucodonosor rey de Babilonia;
2 la cual habló el
profeta Jeremías a todo el pueblo de Judá y a todos los moradores de Jerusalén,
diciendo:
3 Desde el año trece
de Josías hijo de Amón, rey de Judá, hasta este día, que son veintitrés años,
ha venido a mí palabra de Jehová, y he hablado desde temprano y sin cesar; pero
no oísteis.
4 Y envió Jehová a
vosotros todos sus siervos los profetas, enviándoles desde temprano y sin
cesar; pero no oísteis, ni inclinasteis vuestro oído para escuchar
5 cuando decían:
Volveos ahora de vuestro mal camino y de la maldad de vuestras obras, y
moraréis en la tierra que os dio Jehová a vosotros y a vuestros padres para
siempre;
6 y no vayáis en pos
de dioses ajenos, sirviéndoles y adorándoles, ni me provoquéis a ira con la
obra de vuestras manos; y no os haré mal.
7 Pero no me habéis
oído, dice Jehová, para provocarme a ira con la obra de vuestras manos para mal
vuestro.
8 Por tanto, así ha
dicho Jehová de los ejércitos: Por cuanto no habéis oído mis palabras,
9 he aquí enviaré y
tomaré a todas las tribus del norte, dice Jehová, y a Nabucodonosor rey de
Babilonia, mi siervo, y los traeré contra esta tierra y contra sus moradores, y
contra todas estas naciones en derredor; y los destruiré, y los pondré por
escarnio y por burla y en desolación perpetua.
10 Y haré que
desaparezca de entre ellos la voz de gozo y la voz de alegría, la voz de
desposado y la voz de desposada, ruido de molino y luz de lámpara.
11 Toda esta tierra
será puesta en ruinas y en espanto; y servirán estas naciones al rey de
Babilonia setenta años.
12 Y cuando sean
cumplidos los setenta años, castigaré al rey de Babilonia y a aquella nación
por su maldad, ha dicho Jehová, y a la tierra de los caldeos; y la convertiré
en desiertos para siempre.
13 Y traeré sobre
aquella tierra todas mis palabras que he hablado contra ella, con todo lo que
está escrito en este libro, profetizado por Jeremías contra todas las naciones.
14 Porque también
ellas serán sojuzgadas por muchas naciones y grandes reyes; y yo les pagaré
conforme a sus hechos, y conforme a la obra de sus manos.
La copa de ira para
las naciones
15 Porque así me dijo
Jehová Dios de Israel: Toma de mi mano la copa del vino de este furor, y da a
beber de él a todas las naciones a las cuales yo te envío.
16 Y beberán, y
temblarán y enloquecerán, a causa de la espada que yo envío entre ellas.
17 Y tomé la copa de
la mano de Jehová, y di de beber a todas las naciones, a las cuales me envió
Jehová:
18 a Jerusalén, a las
ciudades de Judá y a sus reyes, y a sus príncipes, para ponerlos en ruinas, en
escarnio y en burla y en maldición, como hasta hoy;
19 a Faraón rey de
Egipto, a sus siervos, a sus príncipes y a todo su pueblo;
20 y a toda la mezcla
de naciones, a todos los reyes de tierra de Uz, y a todos los reyes de la
tierra de Filistea, a Ascalón, a Gaza, a Ecrón y al remanente de Asdod;
21 a Edom, a Moab y a
los hijos de Amón;
22 a todos los reyes
de Tiro, a todos los reyes de Sidón, a los reyes de las costas que están de ese
lado del mar;
23 a Dedán, a Tema y
a Buz, y a todos los que se rapan las sienes;
24 a todos los reyes
de Arabia, a todos los reyes de pueblos mezclados que habitan en el desierto;
25 a todos los reyes
de Zimri, a todos los reyes de Elam, a todos los reyes de Media;
26 a todos los reyes
del norte, los de cerca y los de lejos, los unos con los otros, y a todos los
reinos del mundo que están sobre la faz de la tierra; y el rey de Babilonia beberá
después de ellos.
27 Les dirás, pues:
Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Bebed, y embriagaos, y
vomitad, y caed, y no os levantéis, a causa de la espada que yo envío entre
vosotros.
28 Y si no quieren
tomar la copa de tu mano para beber, les dirás tú: Así ha dicho Jehová de los
ejércitos: Tenéis que beber.
29 Porque he aquí que
a la ciudad en la cual es invocado mi nombre yo comienzo a hacer mal; ¿y
vosotros seréis absueltos? No seréis absueltos; porque espada traigo sobre
todos los moradores de la tierra, dice Jehová de los ejércitos.
30 Tú, pues,
profetizarás contra ellos todas estas palabras y les dirás: Jehová rugirá desde
lo alto, y desde su morada santa dará su voz; rugirá fuertemente contra su
morada; canción de lagareros cantará contra todos los moradores de la tierra.
31 Llegará el
estruendo hasta el fin de la tierra, porque Jehová tiene juicio contra las
naciones; él es el Juez de toda carne; entregará los impíos a espada, dice
Jehová.
32 Así ha dicho
Jehová de los ejércitos: He aquí que el mal irá de nación en nación, y grande
tempestad se levantará de los fines de la tierra.
33 Y yacerán los
muertos de Jehová en aquel día desde un extremo de la tierra hasta el otro; no
se endecharán ni se recogerán ni serán enterrados; como estiércol quedarán
sobre la faz de la tierra.
34 Aullad, pastores,
y clamad; revolcaos en el polvo, mayorales del rebaño; porque cumplidos son
vuestros días para que seáis degollados y esparcidos, y caeréis como vaso
precioso.
35 Y se acabará la
huida de los pastores, y el escape de los mayorales del rebaño.
36 !!Voz de la
gritería de los pastores, y aullido de los mayorales del rebaño! porque Jehová
asoló sus pastos.
37 Y los pastos
delicados serán destruidos por el ardor de la ira de Jehová.
38 Dejó cual
leoncillo su guarida; pues asolada fue la tierra de ellos por la ira del
opresor, y por el furor de su saña.
Reina-Valera 1960
(RVR1960)
Versión Reina-Valera
1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades
Bíblicas Unidas, 1988.
2 Tesalonicenses 2 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Manifestación del
hombre de pecado
2 Pero con respecto a la venida de nuestro
Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos,
2 que no os dejéis
mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu,
ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día
del Señor está cerca.
3 Nadie os engañe en
ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se
manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición,
4 el cual se opone y
se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se
sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.
5 ¿No os acordáis que
cuando yo estaba todavía con vosotros, os decía esto?
6 Y ahora vosotros
sabéis lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste.
7 Porque ya está en
acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene,
hasta que él a su vez sea quitado de en medio.
8 Y entonces se
manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y
destruirá con el resplandor de su venida;
9 inicuo cuyo
advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios
mentirosos,
10 y con todo engaño
de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la
verdad para ser salvos.
11 Por esto Dios les
envía un poder engañoso, para que crean la mentira,
12 a fin de que sean
condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en
la injusticia.
Escogidos para
salvación
13 Pero nosotros
debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el
Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante
la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad,
14 a lo cual os llamó
mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor
Jesucristo.
15 Así que, hermanos,
estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o
por carta nuestra.
16 Y el mismo
Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio
consolación eterna y buena esperanza por gracia,
17 conforte vuestros
corazones, y os confirme en toda buena palabra y obra.
Reina-Valera 1960
(RVR1960)
Versión Reina-Valera
1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades
Bíblicas Unidas, 1988.
Salmos 84 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Anhelo por la casa de
Dios
Al músico principal;
sobre Gitit. Salmo para los hijos de Coré.
84 !!Cuán amables son tus moradas, oh Jehová de
los ejércitos!
2 Anhela mi alma y
aun ardientemente desea los atrios de Jehová;
Mi corazón y mi carne
cantan al Dios vivo.
3 Aun el gorrión
halla casa,
Y la golondrina nido
para sí, donde ponga sus polluelos,
Cerca de tus altares,
oh Jehová de los ejércitos,
Rey mío, y Dios mío.
4 Bienaventurados los
que habitan en tu casa;
Perpetuamente te
alabarán. Selah
5 Bienaventurado el
hombre que tiene en ti sus fuerzas,
En cuyo corazón están
tus caminos.
6 Atravesando el
valle de lágrimas lo cambian en fuente,
Cuando la lluvia
llena los estanques.
7 Irán de poder en
poder;
Verán a Dios en Sion.
8 Jehová Dios de los
ejércitos, oye mi oración;
Escucha, oh Dios de
Jacob. Selah
9 Mira, oh Dios,
escudo nuestro,
Y pon los ojos en el
rostro de tu ungido.
10 Porque mejor es un
día en tus atrios que mil fuera de ellos.
Escogería antes estar
a la puerta de la casa de mi Dios,
Que habitar en las
moradas de maldad.
11 Porque sol y
escudo es Jehová Dios;
Gracia y gloria dará
Jehová.
No quitará el bien a
los que andan en integridad.
12 Jehová de los
ejércitos,
Dichoso el hombre que
en ti confía.
Reina-Valera 1960
(RVR1960)
Versión Reina-Valera
1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades
Bíblicas Unidas, 1988.
Proverbios 25:15 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
15 Con larga
paciencia se aplaca el príncipe,
Y la lengua blanda
quebranta los huesos.
Reina-Valera 1960
(RVR1960)
Versión Reina-Valera
1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.
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