Saturday, August 21, 2021

DAB Español, Domingo 22 de Agosto

Día 234, DAB Español, Domingo 22 de Agosto

Job 4:1-7:21; 1 Corintios 14:18-40; Salmos 37:29-40; Proverbios 21:27 (La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH))









Job 4-7

La Palabra (Hispanoamérica)

Dios retribuye

 

4 Elifaz de Temán respondió así:

2

¿Aguantarás si te dirigen la palabra?

¿Pero quién puede frenar una respuesta?

3

Tú, que a tantos dabas lecciones,

que fortalecías los brazos débiles,

4

que animabas al vacilante con tus consejos,

que robustecías las rodillas temblorosas,

5

¿ahora que te toca, flaqueas?

¿Te llega el turno y te asustas?

6

¿No ponías tu confianza en tu piedad?

¿No ponías la esperanza en tu honradez?

7

¿Recuerdas a un inocente destruido?

¿Has visto a algún justo exterminado?

8

Yo he visto que quien cultiva maldad

y siembra desgracia, eso cosecha.

9

Echa Dios su aliento y perecen,

los consume el resoplido de su cólera.

10

Ruge el león, gruñe la fiera,

pero a los cachorros les arrancan los dientes.

11

Muere el león cuando no tiene presa,

las crías de la leona se dispersan.

12

Me llegó una palabra furtiva,

escuché su suave susurro;

13

entre pesadillas y visiones nocturnas,

cuando el sopor rinde a los humanos,

14

el terror y la agitación me atenazaron,

se estremecieron todos mis huesos.

15

Un viento rozó mi rostro,

se erizó el vello de mi cuerpo.

16

Allí estaba, no lo reconocí,

pero su imagen permanecía ante mí.

Una voz rasgó el silencio:

17

¿“Puede un mortal ser justo ante Dios,

un ser humano ser puro ante su Hacedor”?

18

Si ni siquiera confía en sus siervos,

y hasta en sus mensajeros ve defectos,

19

¿qué decir de los que moran entre adobes,

en casas construidas sobre barro?

¡Se los aplasta igual que a la polilla!

20

De la mañana al atardecer se derrumban,

desaparecen sin que a nadie le importe;

21

les arrancan los vientos de su tienda

y mueren por falta de sabiduría.

 

5 Anda, grita, a ver quién te responde,

¿a qué santo vas ahora a recurrir?

2

Al necio lo mata el despecho,

y al simple lo remata la envidia.

3

He visto a un necio echar raíces

y de pronto hundirse su morada,

4

a sus hijos metidos en problemas,

acosados en un juicio, sin defensa.

5

El hambriento devorará su cosecha

—Dios se la quitará de entre los dientes—

y el sediento beberá sus bienes.

6

Pues la desgracia no germina del polvo,

ni brota de la tierra el sufrimiento;

7

nace para el dolor el ser humano

como las chispas que se alzan volando.

8

Yo que tú apelaría a Dios,

confiaría a Dios mi causa.

9

Él hace prodigios misteriosos,

realiza maravillas sin cuento:

10

derrama lluvia sobre la tierra,

envía el agua a los campos;

11

pone a los humildes en lo alto,

en lugar seguro a los afligidos;

12

frustra los planes del astuto,

hace que fracasen sus intrigas;

13

enreda en su astucia a los sabios,

arruina los planes tortuosos;

14

en pleno día se topan con tinieblas,

van a tientas lo mismo que de noche.

15

Pero salva al pobre de lenguas afiladas,

lo libra de manos opresoras;

16

así el indigente vive con esperanza,

pues la maldad cierra su boca.

17

¡Dichoso aquel a quien Dios corrige!

No rechaces la lección del Todopoderoso,

18

porque hiere, pero pone la venda,

golpea, pero él mismo cura.

19

Seis veces te salva de apuros

y a la séptima te evita los males;

20

no te dejará morir en plena carestía,

en plena refriega te librará de la espada;

21

te pondrá a salvo del azote de la lengua,

sin miedo a que se cierna el desastre.

22

Te reirás de carestías y desastres,

no tendrás miedo a las fieras salvajes;

23

pactarás con los espíritus del campo,

tendrás paz con las bestias salvajes;

24

disfrutarás de la paz de tu tienda,

verás prosperar tus propiedades;

25

conocerás una numerosa progenie,

nutrida como la hierba del campo;

26

bajarás a la tumba ya maduro,

como manojo de trigo en sazón.

27

Hemos comprobado que todo esto es cierto;

haz caso y aprende la lección.

Consuelos vanos para la miseria humana

 

6 Job respondió así:

2

Si se pudiera calcular mi dolor

junto con mis males en una balanza,

3

pesarían más que la arena del mar;

por eso desatino al hablar.

4

Llevo clavadas en mí

las flechas del Todopoderoso;

mi garganta absorbe su veneno,

los terrores de Dios me acechan.

5

¿Rebuzna el onagro al ver la hierba?,

¿muge el buey a la vista del forraje?

6

¿Come alguien lo soso sin sal

o saca gusto al jugo de malva?

7

Lo que mi boca se negaba a comer

es ahora mi alimento de enfermo.

8

Ojalá se cumpliese mi petición

y Dios respondiese a mi esperanza:

9

que tuviese a bien triturarme

y arrancase mi trama con su mano.

10

Me serviría por lo menos de consuelo,

aun torturado sin piedad me alegraría

pues nunca he rechazado las palabras del Santo.

11

¿Me quedan fuerzas para esperar

o tengo una meta que me impulsa a seguir?

12

¿Soy acaso fuerte como las rocas

o es acaso mi cuerpo de bronce?

13

Ya no puedo valerme por mí mismo

y no espero que alguien me auxilie.

14

El enfermo cuenta con la piedad de su amigo,

aunque no tema al Todopoderoso;

15

pero mis hermanos me engañan como un torrente,

como una rambla cuando ha pasado la riada.

16

Cuando se funde el hielo [los torrentes] bajan turbios,

crecidos con la nieve derretida;

17

pero llega el estiaje y se secan,

el calor reseca su cauce;

18

las huellas de su curso se difuminan,

desaparecen cuando penetran en el desierto.

19

Los divisan las caravanas de Temá,

los buscan los comerciantes de Sabá;

20

mas su esperanza acaba frustrada:

al llegar se sienten defraudados.

21

También ustedes son nada,

ven un desastre y tiemblan.

22

¿Acaso les he pedido algo

o me he aprovechado de sus bienes

23

para que me libraran de manos enemigas

o me rescataran de manos violentas?

24

Si me explican las cosas, callaré;

háganme ver en qué me he equivocado;

25

los argumentos razonados persuaden,

¿pero qué demuestran las razones de ustedes?

26

¡Creen que un discurso zanja una cuestión

y que sólo es viento la voz desesperada!

27

Serían capaces de rifarse un huérfano,

de poner precio a su propio amigo.

28

Mírenme ahora frente a frente,

que no he de mentirles a la cara.

29

Vuelvan, y que no haya trampas;

vuelvan, que sigue intacta mi honradez.

30

¿Perciben malicia en mi lengua?

¿No distingo lo que es falso cuando hablo?

 

7 El ser humano cumple un servicio en la tierra,

son sus días los de un jornalero;

2

como el esclavo, busca la sombra;

como el jornalero, espera su salario.

3

Yo he heredado meses baldíos,

me han asignado noches de agobio.

4

Me acuesto y pienso: ¿cuándo me levantaré?

La noche se alarga sin medida

y me harto de dar vueltas hasta el alba;

5

mi cuerpo está cubierto de gusanos y costras,

la piel se me rasga y supura.

6

Corren mis días con toda rapidez,

se consumen, vacíos de esperanza.

7

Recuerda que mi vida es un soplo,

que mis ojos no verán ya la dicha.

8

Los ojos que me ven no me verán,

me buscarás con la mirada y no estaré.

9

Igual que nube que pasa y se disipa

es el que baja al reino de los muertos;

ya no volverá a subir;

10

ya no regresará a su casa,

ni su morada lo reconocerá.

11

Así que no pondré freno a mi lengua,

hablará mi espíritu angustiado,

me quejaré henchido de amargura.

12

¿Soy acaso el Mar o el Dragón

para que tú me pongas un guardián?

13

Cuando pienso que el lecho será mi alivio,

que la cama adormecerá mis gemidos,

14

entonces me aterras con sueños,

entonces me atemorizas con pesadillas.

15

Preferiría morir asfixiado;

antes la muerte que vivir así.

16

¡Qué más da! Si no viviré para siempre,

déjame en paz; mis días son un soplo.

17

¿Qué es el ser humano para que de él te ocupes,

para que te muestres interesado por él,

18

para que le pases revista por la mañana

y a cada instante lo examines?

19

¿Por qué no dejas de vigilarme?

¡Ni tragar saliva me permites!

20

Si he pecado, ¿en qué te afecta,

Vigía de los humanos?

¿Por qué me conviertes en tu blanco

y me has considerado tu carga?

21

¿Por qué no perdonas mi culpa

y pasas por alto mi ofensa?

Pues pronto me acostaré en el polvo;

me buscarás, pero ya no estaré.

1 Corintios 14:18-40

La Palabra (Hispanoamérica)

 

18 Yo, por mi parte, le agradezco a Dios el poder hablar ese lenguaje misterioso mejor que cualquiera de ustedes. 19 Con todo, cuando nos reunimos en asamblea, prefiero decir cinco palabras inteligibles e instructivas, a pronunciar diez mil en un lenguaje ininteligible.

 

20 Hermanos, no se comporten como niños al razonar. Tengan, sí, la inocencia del niño en lo que atañe al mal; pero, en cuanto a sus propios razonamientos, sean personas hechas y derechas. 21 Está escrito en la ley: En otros idiomas y por boca de extranjeros hablaré a este pueblo, y ni siquiera así me escucharán, dice el Señor. 22 El don, pues, de hablar un lenguaje misterioso tiene carácter de signo para los incrédulos, no para los creyentes. En cambio, el don de comunicar mensajes de parte de Dios está destinado a los creyentes, más bien que a los incrédulos. 23 Supongamos que toda la comunidad de creyentes se reúne en asamblea y que todos se expresan en ese lenguaje misterioso. Si en ese momento entra un simple fiel o un no creyente, pensará que están locos. 24 Por el contrario, si ese simple fiel o ese no creyente entra mientras todos están comunicándose mensajes de parte de Dios, es muy posible que entre todos le hagan recapacitar y reconocer sus pecados, 25 dejando al descubierto sus más íntimos secretos. Caerá entonces de rodillas y adorará a Dios, proclamando que Dios se encuentra verdaderamente entre ustedes.

Normas prácticas para el buen funcionamiento de la asamblea

 

26 Concretando, hermanos: cuando se reúnen, no hay inconveniente en que uno cante, otro enseñe, otro comunique una revelación, otro hable un lenguaje misterioso, otro, en fin, interprete ese lenguaje. Pero que todo se encamine al provecho espiritual. 27 Si se trata de hablar un lenguaje misterioso, que lo hagan dos o, a lo sumo, tres; y, además, por turno y contando con alguien que interprete lo que dicen. 28 Si no hay tal intérprete, guárdese silencio en la asamblea y hable cada uno consigo mismo y con Dios.

 

29 En cuanto a los que comunican mensajes de parte Dios, que hablen dos o tres, y los demás limítense a dar su parecer. 30 Pero si uno de los asistentes recibe mientras tanto una revelación, deberá callarse el que está hablando. 31 Todos pueden, con tal que lo hagan por turno, comunicar los mensajes recibidos de Dios, para que todos aprendan y sean exhortados. 32 Por lo demás, el don de comunicar estos mensajes divinos debe estar controlado por los que tienen ese don, 33 pues no quiere Dios el desorden, sino la paz.

 

Como es costumbre en las demás comunidades cristianas, 34 las mujeres deben guardar silencio en la asamblea; no les está, pues, permitido tomar la palabra, sino que deben mostrar el debido respeto, como manda la ley. 35 Si desean saber algo, que se lo pregunten en casa a sus maridos, porque no está bien que la mujer hable en la asamblea.

 

36 Tengan en cuenta que no partió de ustedes la palabra de Dios, ni son ustedes los únicos en haberla recibido. 37 Quien presuma de recibir mensajes de parte de Dios o de ser persona animada por el Espíritu, deberá reconocer que esto que les escribo es mandato del Señor. 38 Y si no lo reconoce, que no se haga ilusiones de ser él reconocido.

 

39 En una palabra, hermanos: ambicionen el don de comunicar mensajes de parte Dios, aunque sin cerrar el paso a quienes hablan un lenguaje misterioso. 40 En cualquier caso, háganlo todo de forma conveniente y ordenada.

Salmos 37:29-40

La Palabra (Hispanoamérica)

 

29

Los justos poseerán la tierra

y habitarán en ella por siempre.

30

La boca del justo vierte sabiduría,

su lengua proclama la justicia.

31

La ley del Señor está en su corazón

y sus pies no tropiezan.

32

El malvado acecha al justo

y pretende darle muerte.

33

Pero el Señor no lo pondrá en sus manos,

no dejará que lo condenen en el juicio.

34

Espera en el Señor, respeta su camino;

él te alzará para que heredes la tierra

y tú contemplarás el exterminio del malvado.

35

Yo vi a un malvado engreído,

ufanándose como un cedro frondoso;

36

pero volví a pasar y no estaba,

lo estuve buscando y no lo encontré.

37

Observa al bueno, mira al honrado,

porque al pacífico le aguarda un mañana;

38

pero los pecadores serán aniquilados,

el futuro de los malvados se desvanecerá.

39

Del Señor viene la salvación de los justos,

él es su refugio en tiempo de angustia.

40

El Señor los ayuda y los libra,

los libra de los malvados y los salva,

porque han puesto en él su confianza.

Proverbios 21:27

La Palabra (Hispanoamérica)

 

27

Sacrificio de malvados es abominable,

y más si se ofrece con doblez.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

 

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España

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