Tuesday, August 10, 2021

DAB Español, Miércoles 11 de Agosto

Día 223, DAB Español, Miércoles 11 de Agosto

Nehemías 1:1-3:14; 1 Corintios 7:1-24; Salmos 31:19-24; Proverbios 21:4 (Nueva Biblia de las Américas (NBLA))









Nehemías 1:1-3:14

Nueva Biblia de las Américas

Oración de Nehemías por los desterrados

 

1 Palabras de Nehemías, hijo de Hacalías:

 

En el mes de Quisleu, en el año veinte del rey Artajerjes de Persia, estando yo en la fortaleza de Susa, 2 vino Hananí, uno de mis hermanos, con algunos hombres de Judá, y les pregunté por los judíos, los que habían escapado y habían sobrevivido a la cautividad, y por Jerusalén. 3 Y me dijeron: «El remanente, los que sobrevivieron a la cautividad allá en la provincia, están en gran aflicción y oprobio, y la muralla de Jerusalén está derribada y sus puertas quemadas a fuego».

 

4 Cuando oí estas palabras, me senté y lloré; hice duelo algunos días, y estuve ayunando y orando delante del Dios del cielo. 5 Y dije: «Te ruego, oh Señor, Dios del cielo, el grande y temible Dios, que guarda el pacto y la misericordia para con aquellos que lo aman y guardan Sus mandamientos, 6 que estén atentos Tus oídos y abiertos Tus ojos para oír la oración de Tu siervo, que yo hago ahora delante de Ti día y noche por los israelitas Tus siervos, confesando los pecados que los israelitas hemos cometido contra Ti; sí, yo y la casa de mi padre hemos pecado.

 

7 »Hemos procedido perversamente contra Ti y no hemos guardado los mandamientos, ni los estatutos, ni las ordenanzas que mandaste a Tu siervo Moisés. 8 Acuérdate ahora de la palabra que ordenaste a Tu siervo Moisés: “Si ustedes son infieles, Yo los dispersaré entre los pueblos; 9 pero si se vuelven a Mí y guardan Mis mandamientos y los cumplen, aunque sus desterrados estén en los confines de los cielos, de allí los recogeré y los traeré al lugar que he escogido para hacer morar Mi nombre allí”. 10 Ellos son Tus siervos y Tu pueblo, los que Tú redimiste con Tu gran poder y con Tu mano poderosa. 11 Te ruego, oh Señor, que Tu oído esté atento ahora a la oración de Tu siervo y a la oración de Tus siervos que se deleitan en reverenciar Tu nombre. Haz prosperar hoy a Tu siervo, y concédele favor delante de este hombre».

 

Era yo entonces copero del rey.

Nehemías enviado a Jerusalén

 

2 Aconteció que en el mes de Nisán, en el año veinte del rey Artajerjes, estando ya el vino delante de él, tomé el vino y se lo di al rey. Yo nunca había estado triste en su presencia. 2 Así que el rey me preguntó: «¿Por qué está triste tu rostro? Tú no estás enfermo; eso no es más que tristeza de corazón». Entonces tuve mucho temor, 3 y le dije al rey: «Viva para siempre el rey. ¿Cómo no ha de estar triste mi rostro cuando la ciudad, lugar de los sepulcros de mis padres, está desolada y sus puertas han sido consumidas por el fuego?».

 

4 Entonces el rey me dijo: «¿Qué es lo que pides?». Así que oré al Dios del cielo, 5 y respondí al rey: «Si le place al rey, y si su siervo ha hallado gracia delante de usted, envíeme a Judá, a la ciudad de los sepulcros de mis padres, para que yo la reedifique». 6 Entonces el rey me dijo, estando la reina sentada junto a él: «¿Cuánto durará tu viaje, y cuándo volverás?». Y le agradó al rey enviarme, y yo le di un plazo fijo. 7 Y le dije al rey: «Si le agrada al rey, que se me den cartas para los gobernadores de las provincias más allá del Río[a], para que me dejen pasar hasta que llegue a Judá, 8 y una carta para Asaf, guarda del bosque del rey, a fin de que me dé madera para hacer las vigas de las puertas de la fortaleza que está junto al templo[b], para la muralla de la ciudad y para la casa a la cual iré». Y el rey me lo concedió, porque la mano bondadosa de mi Dios estaba sobre mí.

 

9 Fui entonces a los gobernadores de más allá del Río y les entregué las cartas del rey. El rey también había enviado conmigo oficiales del ejército y hombres de a caballo. 10 Cuando se enteraron Sanbalat el horonita y Tobías el oficial[c] amonita, les disgustó mucho que alguien hubiera venido a procurar el bienestar de los israelitas.

 

11 Llegué a Jerusalén y después de estar allí tres días, 12 me levanté de noche, yo y unos pocos hombres conmigo, pero no informé a nadie lo que mi Dios había puesto en mi corazón que hiciera por Jerusalén. No llevaba conmigo ningún animal excepto el animal sobre el cual yo iba montado. 13 Salí de noche por la puerta del Valle hacia la fuente del Dragón y hacia la puerta del Muladar, inspeccionando las murallas de Jerusalén que estaban derribadas y sus puertas que estaban consumidas por el fuego. 14 Pasé luego hacia la puerta de la Fuente y hacia el Estanque del Rey, pero no había lugar para que pasara mi cabalgadura. 15 Así que subí de noche por el torrente e inspeccioné la muralla. Entonces entré de nuevo por la puerta del Valle y regresé. 16 Los oficiales no sabían adónde yo había ido ni qué había hecho. Tampoco se lo había hecho saber todavía a los judíos, ni a los sacerdotes, ni a los nobles, ni a los oficiales, ni a los demás que hacían la obra.

 

17 Entonces les dije: «Ustedes ven la mala situación en que estamos, que Jerusalén está desolada y sus puertas quemadas a fuego. Vengan, reedifiquemos la muralla de Jerusalén para que no seamos más motivo de burla». 18 Les conté cómo la mano de mi Dios había sido bondadosa conmigo, y también las palabras que el rey me había dicho. Entonces dijeron: «Levantémonos y edifiquemos». Y esforzaron sus manos en la buena obra. 19 Pero cuando se enteraron Sanbalat el horonita, Tobías el oficial amonita y Gesem el árabe, se burlaron de nosotros, nos despreciaron y dijeron: «¿Qué es esto que están haciendo? ¿Se están rebelando contra el rey?». 20 Yo les respondí: «El Dios del cielo nos dará éxito. Por tanto, nosotros Sus siervos nos levantaremos y edificaremos, pero ustedes no tienen parte ni derecho ni memorial en Jerusalén».

La obra de reedificación

 

3 Entonces el sumo sacerdote Eliasib se levantó con sus hermanos los sacerdotes y edificaron la puerta de las Ovejas; la consagraron y asentaron sus hojas. Consagraron la muralla hasta la torre de los Cien y hasta la torre de Hananeel. 2 Junto a él edificaron los hombres de Jericó, y a su lado edificó Zacur, hijo de Imri.

 

3 La puerta del Pescado la edificaron los hijos de Senaa. Colocaron sus vigas y asentaron sus hojas, sus cerrojos y sus barras. 4 Junto a ellos hizo reparaciones Meremot, hijo de Urías, hijo de Cos. A su lado hizo reparaciones Mesulam, hijo de Berequías, hijo de Mesezabeel; y junto a este hizo reparaciones Sadoc, hijo de Baana. 5 A su lado hicieron también reparaciones los tecoítas, pero sus nobles no apoyaron la obra de sus señores.

 

6 La puerta Vieja la repararon Joiada, hijo de Paseah, y Mesulam, hijo de Besodías. Colocaron sus vigas y asentaron sus hojas con sus cerrojos y sus barras. 7 Junto a ellos, Melatías el gabaonita y Jadón el meronotita, hombres[d] de Gabaón y de Mizpa, hicieron también reparaciones para la sede oficial del gobernador de la provincia más allá del Río[e]. 8 A su lado hizo reparaciones Uziel, hijo de Harhaía, de los orfebres; y junto a él hizo reparaciones Hananías, uno de los perfumistas. Ellos restauraron a Jerusalén hasta la muralla Ancha. 9 Y junto a ellos hizo reparaciones Refaías, hijo de Hur, oficial de la mitad del distrito de Jerusalén. 10 A su lado Jedaías, hijo de Harumaf, hizo reparaciones frente a su casa. Y junto a él hizo reparaciones Hatús, hijo de Hasabnías. 11 Malquías, hijo de Harim, y Hasub, hijo de Pahat Moab, repararon otra sección y la torre de Hornos. 12 Junto a él hizo reparaciones Salum, hijo de Halohes, oficial de la mitad del distrito de Jerusalén, él con sus hijas.

 

13 Hanún y los habitantes de Zanoa repararon la puerta del Valle. La edificaron y asentaron sus hojas con sus cerrojos y sus barras, y 1,000 codos (450 metros) de la muralla hasta la puerta del Muladar.

 

14 Malquías, hijo de Recab, oficial del distrito de Bet Haquerem reparó la puerta del Muladar. La edificó y asentó sus hojas, sus cerrojos y sus barras.

Footnotes

 

    Nehemías 2:7 I.e. Éufrates.

    Nehemías 2:8 Lit. a la casa.

    Nehemías 2:10 Lit. siervo.

    Nehemías 3:7 La versión siriaca dice: Y los hombres.

    Nehemías 3:7 I.e. Éufrates.

 

1 Corintios 7:1-24

Nueva Biblia de las Américas

Respuestas acerca del matrimonio

 

7 En cuanto a las cosas de que me escribieron, bueno es para el hombre no tocar mujer. 2 No obstante, por razón de las inmoralidades, que cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido. 3 Que el marido cumpla su deber para con su mujer, e igualmente la mujer lo cumpla con el marido. 4 La mujer no tiene autoridad sobre su propio cuerpo, sino el marido. Y asimismo el marido no tiene autoridad sobre su propio cuerpo, sino la mujer.

 

5 No se priven el uno del otro, excepto de común acuerdo y por cierto[a] tiempo, para dedicarse a la oración. Vuelvan después a juntarse[b], a fin de que Satanás no los tiente por causa de falta de dominio propio. 6 Pero esto lo digo por vía de concesión, no como una orden. 7 Sin embargo, yo desearía que todos los hombres fueran como yo. No obstante, cada cual ha recibido[c] de Dios su propio don, unos de una manera y otros de otra.

 

8 A los solteros y a las viudas digo que es bueno para ellos si se quedan como yo. 9 Pero si carecen de dominio propio, cásense. Que mejor es casarse que quemarse.

 

10 A los casados instruyo, no yo, sino el Señor: que la mujer no debe dejar al[d] marido. 11 Pero si lo deja, quédese sin casar, o de lo contrario que se reconcilie con su marido, y que el marido no abandone a su mujer.

 

12 Pero a los demás digo yo, no el Señor, que si un hermano tiene una mujer que no es creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone. 13 Y la mujer cuyo marido no es creyente, y él consiente en vivir con ella, no abandone a su marido. 14 Porque el marido que no es creyente es santificado por medio de su mujer; y la mujer que no es creyente es santificada por medio de su marido creyente[e]. De otra manera sus hijos serían inmundos, pero ahora son santos. 15 Sin embargo, si el que no es creyente se separa, que se separe. En tales casos el hermano o la hermana no están obligados[f], sino que Dios nos[g] ha llamado para vivir en paz. 16 Pues ¿cómo sabes tú, mujer, si salvarás a tu marido? ¿O cómo sabes tú, marido, si salvarás a tu mujer?

Anden en la voluntad de Dios

 

17 Fuera de esto[h], según el Señor ha asignado a cada uno, según Dios llamó a cada cual, así ande. Esto ordeno en todas las iglesias. 18 ¿Fue llamado alguno ya circuncidado? Quédese circuncidado[i]. ¿Fue llamado alguien estando incircuncidado[j]? No se circuncide. 19 La circuncisión nada es, y nada es la incircuncisión, sino el guardar los mandamientos de Dios. 20 Cada uno permanezca en la condición[k] en que fue llamado.

 

21 ¿Fuiste llamado siendo esclavo? No te preocupes. Aunque si puedes obtener tu libertad[l], prefiérelo[m]. 22 Porque el que fue llamado por[n] el Señor siendo esclavo, hombre libre es del Señor. De la misma manera, el que fue llamado siendo libre, esclavo es de Cristo. 23 Ustedes fueron comprados por precio. No se hagan esclavos de los hombres. 24 Hermanos, cada uno permanezca con Dios en la condición[o] en que fue llamado.

Footnotes

 

    1 Corintios 7:5 Lit. un.

    1 Corintios 7:5 Lit. estén juntos.

    1 Corintios 7:7 Lit. tiene.

    1 Corintios 7:10 Lit. separarse del.

    1 Corintios 7:14 Lit. del hermano.

    1 Corintios 7:15 Lit. sujetos a servidumbre.

    1 Corintios 7:15 Algunos mss. antiguos dicen: los.

    1 Corintios 7:17 Lit. Solamente.

    1 Corintios 7:18 Lit. No se haga incircunciso.

    1 Corintios 7:18 Lit. en incircuncisión.

    1 Corintios 7:20 Lit. el llamamiento.

    1 Corintios 7:21 Lit. también hacerte libre.

    1 Corintios 7:21 Lit. más bien aprovéchate de ello.

    1 Corintios 7:22 Lit. en.

    1 Corintios 7:24 Lit. en esto.

 

Salmos 31:19-24

Nueva Biblia de las Américas

 

19

¡Cuán grande es Tu bondad,

Que has reservado para los que te temen,

Que has manifestado para los que en Ti se refugian,

Delante de los hijos de los hombres!

20

De las conspiraciones de los hombres Tú los escondes en lo secreto de Tu presencia;

En un refugio los pondrás a cubierto de los enredos de las lenguas.

21

Bendito sea el Señor,

Porque ha hecho maravillosa Su misericordia para mí en ciudad asediada.

22

Y yo alarmado, decía:

«¡Cortado soy de delante de Tus ojos!».

Sin embargo, Tú oíste la voz de mis súplicas

Cuando a Ti clamaba.

 

23

¡Amen al Señor, todos Sus santos!

El Señor preserva a los fieles,

Pero les da su merecido a los que obran con soberbia.

24

Esfuércense, y aliéntese su corazón,

Todos ustedes que esperan en el Señor.

Proverbios 21:4

Nueva Biblia de las Américas

 

4

Los ojos altivos y el corazón arrogante,

Y la lámpara de los impíos son pecado.

Nueva Biblia de las Américas (NBLA)

 

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