Saturday, September 3, 2022

DAB Español, Domingo 04 de Septiembre

Día 247, DAB Español, Domingo 04 de Septiembre


Eclesiastés 7:1-9:18; 2 Corintios 7:8-16; Salmos 48; Proverbios 22:17-19 (Reina Valera Contemporánea (RVC))









Eclesiastés 7-9

Reina Valera Contemporánea

La sabiduría y la insensatez

7 Es mejor gozar de buena fama

que gozar de un buen perfume.

Es mejor el día en que se muere

que el día en que se nace.

2 Es mejor asistir a un funeral

que presentarse en un banquete,

pues nuestra vida termina con la muerte

y los que vivimos debemos recordarlo.

3 Es mejor estar triste que estar alegre;

un rostro triste le viene bien al corazón.

4 Los sabios tienen presente la muerte;

los necios sólo piensan en divertirse.

5 Es mejor oír la reprensión de los sabios

que oír las alabanzas de los necios.

6 Espinos que crepitan bajo una olla en el fuego:

¡así resuenan las carcajadas de los necios!

¡Y también esto es vanidad!

7 Ciertamente la opresión aturde al sabio,

y el soborno corrompe el corazón.

8 Es mejor terminar un negocio que comenzarlo.

Es mejor ser humilde que ser arrogante.

9 No dejes que el enojo te haga perder la cabeza.

Sólo en el pecho de los necios halla lugar el enojo.

10 Nunca preguntes por qué todo tiempo pasado fue mejor.

Esa pregunta no refleja nada de sabiduría.

11 Buena es la ciencia con herencia,

y provechosa para los que ven el sol.

12 Buen escudo son la ciencia y las riquezas,

pero la sabiduría es más provechosa

porque da vida a quienes la tienen.

13 Mira y admira las obras de Dios:

¿quién podría enderezar lo que él ha torcido?

14 Cuando te llegue un buen día, disfruta de él; y cuando te llegue un mal día, piensa que Dios es el autor de uno y de otro, y que los mortales nunca sabremos lo que vendrá después.

15 Todo esto lo he visto durante mi vana vida: Hay gente honrada que muere por ser honrada, y hay gente malvada que por su maldad alarga su vida.

16 No hay que ser demasiado honrado,

ni ser tampoco demasiado sabio;

¿por qué habríamos de hacernos daño?

17 No hagas mucho mal, ni seas insensato;

¿para qué morir antes de tiempo?

18 Bien está que tomes esto, sin soltar aquello;

si temes a Dios, te irá bien en todo.

19 La sabiduría da al sabio más fuerza

que diez hombres fuertes a una ciudad.

20 No hay en la tierra nadie tan justo

que siempre haga el bien y nunca peque.

21 No permitas que tu corazón se fije en todo lo que se dice. Así no oirás a tu siervo cuando hable mal de ti. 22 Aunque en lo íntimo sabes que, muchas veces, también tú has hablado mal de otros.

23 Por medio de la sabiduría, todo esto lo puse a prueba, y me dije: «Voy a ser sabio.» ¡Pero la sabiduría se apartó de mí! 24 Lo que antes fue, está muy distante; y lo que está muy profundo, ¿quién puede encontrarlo?

25 Dirigí entonces mi atención hacia el conocimiento, el estudio y la investigación de la sabiduría y el razonamiento, para conocer la maldad de la insensatez y el desvarío del error, 26 y me encontré con que la mujer cuyo corazón es un lazo y una red, y cuyas manos son ligaduras, es más amarga que la muerte. El que agrada a Dios se libra de ella, pero el pecador se vuelve su prisionero.

27 Tales han sido mis hallazgos, al ponderar las cosas una por una para hallarles su razón de ser.

—Palabras del Predicador.

28 Sin embargo, todavía no he encontrado lo que ando buscando. Entre mil hombres ya he encontrado uno, pero entre todas las mujeres todavía no he hallado una sola. 29 Lo único que he encontrado es que Dios hizo perfecto al género humano, pero éste se ha buscado demasiados problemas.

8 No hay nada como ser sabio. No hay nada como saber explicarlo todo. La sabiduría ilumina el rostro del hombre y cambia su semblante hosco.

2 Te aconsejo cumplir con las órdenes del rey y con tu palabra jurada ante Dios. 3 No te retires de su presencia con premura. No insistas en contrariarlo, porque él hará lo que le plazca. 4 La palabra del rey es ley, y nadie puede cuestionarle nada. 5 El que cumple con sus órdenes no sufrirá ningún mal, y la mente del sabio discierne el mejor momento de cumplirlas, 6 pues todo proyecto tiene su momento para realizarlo.

Pero pesa sobre el hombre un gran problema, 7 y es que éste no sabe lo que va a pasar, ni cuándo pasará, ni hay tampoco nadie que se lo diga. 8 Nadie tiene poder sobre el espíritu, para retenerlo, ni tiene tampoco poder sobre la hora de la muerte. En esa guerra, las armas no sirven de nada, ni tampoco puede la maldad poner a salvo al malvado.

9 Todo esto lo he visto, y he dedicado mi corazón al estudio de todo lo que se hace bajo el sol. Hay momentos en que los unos dominan a los otros, para su propio mal.

Desigualdades de la vida

10 También he visto que a los inicuos se les sepulta con honra, mientras que a los que frecuentaban el lugar santo se les echó al olvido en la misma ciudad donde se condujeron con rectitud. ¡Y también esto es vanidad! 11 Y es que cuando la sentencia para castigar una mala acción no se ejecuta de inmediato, el corazón de los mortales se dispone a seguir actuando mal.

12 El pecador puede pecar cien veces y prolongar su vida; sin embargo, yo sé que a los que muestran temor y reverencia ante Dios también les irá bien; 13 por el contrario, a los malvados, a los que no muestran reverencia ante Dios, no les irá bien ni se les prolongará la vida, sino que se desvanecerán como una sombra.

14 Sobre la tierra sucede algo que no tiene sentido: hay gente honrada que es tratada como si cometiera cosas malas, y hay gente malvada que es tratada como si hiciera cosas buenas. Y yo digo que también esto es vanidad. 15 Por eso alabo a la alegría, pues los mortales no tenemos bajo el sol otro bien que no sea el de comer y beber y divertirnos. Sólo esto nos queda de tanto afanarnos durante la vida que Dios nos concede bajo el sol.

16 Como dirigí mi atención hacia el conocimiento y la sabiduría, para entender todo lo que se hace sobre la tierra, algunas veces no podía conciliar el sueño ni de noche ni de día. 17 Así pude ver todo lo que Dios ha hecho, y vi también que el hombre no alcanza a comprender todo lo que se hace bajo el sol. Por más que se esfuerce por entenderlo, no lo entenderá; y aun cuando el sabio asegure entenderlo, no por eso lo entenderá.

9 A todo esto dirigí mi atención, para concluir lo siguiente: Que la gente sabia y honrada está en las manos de Dios, lo mismo que sus obras, pero que nosotros los mortales nada sabemos del amor ni del odio, aun cuando los tengamos delante de nosotros. 2 A todos nos espera lo mismo. El mismo final tendrán los justos y los injustos, los buenos y los malos, los puros y los impuros, los que ofrecen sacrificios y los que no los ofrecen, los que hacen lo bueno y los que hacen lo malo, los que hacen juramentos y los que no los hacen.

3 Hay un mal en todo lo que se hace bajo el sol, y es que a todos los mortales nos espera lo mismo, y que durante toda nuestra vida tenemos el corazón lleno de maldad e insensatez, y que al final acabamos entre los muertos. 4 Sin embargo, aún hay esperanza para todos los que viven, pues un perro vivo es mejor que un león muerto. 5 Ciertamente, los que viven saben que un día morirán; pero los muertos nada saben ni nada esperan, porque su memoria queda en el olvido. 6 También mueren con ellos sus amores, sus odios y sus envidias, y jamás vuelven a participar en nada de lo que se hace bajo el sol.

7 ¡Vamos, disfruta de tu pan con alegría, y bebe tu vino con un corazón feliz, porque tus obras son del agrado de Dios!

8 ¡Que sean siempre blancos tus vestidos! ¡Que nunca te falte perfume en la cabeza!

9 ¡Goza de la vida con tu amada, todos los días de la vana vida que se te ha concedido bajo el sol! ¡Ésa es tu parte en esta vida! ¡Eso es lo que te ha tocado de todos tus afanes bajo el sol!

10 Todo lo que te venga a la mano hacer, hazlo según tus fuerzas. En el sepulcro, que es adonde vas, no hay obras ni proyectos, ni conocimiento ni sabiduría.

11 Volví la mirada, y vi bajo el sol que no son los más veloces los que ganan la carrera, ni son los más fuertes los que ganan la guerra; también vi que los sabios no tienen qué comer, que quien es inteligente no es necesariamente rico, y que quien tiene conocimientos no siempre es favorecido. Todos ellos tienen su momento y su ocasión.

12 A decir verdad, nosotros los mortales no sabemos cuándo nos llegará la hora. Somos como los peces cuando caen en la red artera, o como las aves cuando caen en la trampa: cuando un mal momento nos sobreviene, quedamos atrapados.

13 También he visto bajo el sol algo que encierra una gran sabiduría: 14 Un rey muy poderoso lanzó su ataque contra una ciudad muy pequeña, defendida por muy pocos hombres. Le puso sitio y levantó contra ella grandes baluartes. 15 Allí dentro se encontraba un hombre pobre, pero sabio, que con su sabiduría podría haber salvado a la ciudad, ¡pero nadie se acordó de ese hombre pobre! 16 Entonces me dije: La sabiduría puede más que la fuerza, aun cuando la sabiduría del pobre sea menospreciada y no se preste atención a sus consejos.

17 Es mejor escuchar las suaves palabras del sabio

que los gritos del rey de los necios.

18 La sabiduría es mejor que las armas de guerra,

aunque un solo error destruye muchas cosas buenas.

2 Corintios 7:8-16

Reina Valera Contemporánea

8 Ciertamente, mi carta fue para ustedes motivo de tristeza, y entonces lamenté haberla escrito porque vi que por algún tiempo ella los entristeció; pero ahora no lo lamento 9 sino que me alegro. Y no porque ustedes se hayan entristecido, sino porque esa tristeza los llevó al arrepentimiento. Ustedes fueron entristecidos conforme a la voluntad de Dios, de modo que en nada fueron perjudicados por parte de nosotros. 10 La tristeza que proviene de Dios produce arrepentimiento para salvación, y de ésta no hay que arrepentirse, pero la tristeza que proviene del mundo produce muerte. 11 ¡Fíjense! Esta tristeza que provino de Dios, ¡produjo en ustedes preocupación, el deseo de disculparse, indignación, temor, vehemencia, celo, y deseos de hacer justicia! Es evidente que en este asunto ustedes no tuvieron la culpa. 12 Y aunque yo les escribí, no lo hice por el que cometió el agravio, ni por el que lo padeció, sino para que se hiciera evidente la preocupación que tenemos por ustedes delante de Dios.

13 Por eso el consuelo de ustedes ha sido nuestro propio consuelo. Pero más nos alegró el ver a Tito tan feliz porque su espíritu fue confortado por todos ustedes. 14 Yo me había jactado de ustedes con él, y no he quedado mal. Y así como en todo les hemos hablado con la verdad, también resultaron ciertos los elogios que hice ante Tito acerca de ustedes. 15 Y el cariño que él les tiene es aun mayor cuando se acuerda de la obediencia de todos ustedes, y del temor y temblor con que ustedes lo recibieron. 16 Me alegra poder confiar plenamente en ustedes.

Salmos 48

Reina Valera Contemporánea

La gloriosa hermosura de Sión

Cántico. Salmo de los hijos de Coré.

48 ¡Grande es el Señor, nuestro Dios!

¡Digno es de grandes alabanzas

en su ciudad, en su santo monte!

2 Hermosa colina es el monte de Sión,

situada al norte de la ciudad del gran Rey;

¡es motivo de gozo en toda la tierra!

3 Dentro de sus fortificaciones

Dios es reconocido como un refugio seguro.

4 Los reyes de la tierra se reunieron

y juntos avanzaron contra la ciudad,

5 pero al verla quedaron perplejos,

y desconcertados, huyeron presurosos.

6 Allí mismo les sobrevino gran temblor;

¡se retorcían de dolor, como parturientas!

7 ¡Y es que tú, con el viento solano,

destrozaste las naves de Tarsis!

8 Lo que antes oímos, ahora lo hemos visto

en la ciudad de nuestro Dios,

en la ciudad del Señor de los ejércitos:

¡Dios afirmará su ciudad para siempre!

9 Dios nuestro, dentro de tu templo

nos acordamos de tu misericordia.

10 Dios nuestro, tu nombre es digno de loor

hasta los confines de la tierra;

con tu diestra prodigas justicia;

11 por tus juicios se alegra el monte de Sión

y se regocijan las ciudades de Judá.

12 Recorran los alrededores de Sión;

paseen por ella y cuenten sus torres.

13 Observen con atención sus murallas;

fíjense en sus fortificaciones,

para que puedan decir a los que están por nacer:

14 «¡Éste es nuestro Dios, ahora y para siempre!

¡El Dios nuestro nos guiará más allá de la muerte!»

Proverbios 22:17-19

Reina Valera Contemporánea

Treinta dichos egipcios

17 Inclina tu oído y escucha las palabras de los sabios;

aplica tu corazón a mi sabiduría.

18 Es una delicia, si la guardas dentro de ti

y si la afirmas sobre tus labios.

19 Hoy te la he dado a conocer

para que pongas tu confianza en el Señor.

Reina Valera Contemporánea (RVC)

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