Wednesday, September 21, 2022

DAB Español, Jueves 22 de Septiembre

Día 265, DAB Español, Jueves 22 de Septiembre


Isaías 39:1-41:16; Efesios 1:1-23; Salmos 66; Proverbios 23:25-28 (La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH))









Isaías 39:1-41:16

La Palabra (Hispanoamérica)

Llegan embajadores de Babilonia (2 Re 20,12-19)

39 Por aquella época, el rey de Babilonia, Merodac Baladán, hijo de Baladán, envió cartas y un regalo a Ezequías, pues se había enterado de que había estado enfermo y se había recuperado. 2 Ezequías se alegró, y enseñó a los embajadores el lugar donde guardaba su tesoro: la plata, el oro, los perfumes y el aceite aromático; también les mostró su arsenal y todo lo que tenía almacenado. No hubo nada en su palacio y en todos sus dominios que Ezequías no les enseñase. 3 El profeta Isaías fue a ver al rey Ezequías y le preguntó:

— ¿Qué te han dicho esos hombres? ¿De dónde han venido?

Ezequías respondió:

— Han venido de un país lejano, de Babilonia.

4 Isaías siguió preguntando:

— ¿Y qué han visto en tu palacio?

Respondió Ezequías:

— Han visto todo. No hay nada de mis tesoros que no les haya enseñado.

5 Entonces Isaías dijo a Ezequías:

— Escucha la palabra del Señor del universo: 6 Llegará un día en que se llevarán a Babilonia todo lo que tienes en tu palacio y todo cuanto atesoraron tus antepasados hasta hoy; y no quedará nada, dice el Señor. 7 También se llevarán a algunos de tus descendientes, que emplearán como siervos en el palacio del rey de Babilonia.

8 Ezequías contestó a Isaías:

— Me parece bien la palabra del Señor que me has trasmitido. (Pues pensaba: al menos durante mi vida habrá paz y seguridad).

SEGUNDA PARTE (40—55)

La buena noticia de la liberación

40 Consuelen, consuelen a mi pueblo,

dice su Dios.

2 Hablen al corazón de Jerusalén,

anúncienle a gritos

que se acabó su servidumbre,

que su culpa ha sido perdonada;

que ha recibido de mano del Señor

doble castigo por sus extravíos.

3 Una voz anuncia a gritos:

“Preparen en el desierto

un camino al Señor,

allanen en la estepa

una senda a nuestro Dios.

4 Las vaguadas serán levantadas,

montañas y colinas allanadas.

Lo tortuoso será enderezado,

lo escabroso será aplanado.

5 Aparecerá la gloria del Señor,

y todo ser vivo podrá ver

que ha hablado la boca del Señor”.

6 Dice una voz: “¡Grita!”.

Respondo: “¿Qué he de gritar?”.

“Que todo ser vivo es hierba,

su hermosura flor de campo.

7 Se seca la hierba, se amustia la flor,

cuando sopla sobre ellas el aliento del Señor.

8 Se seca la hierba, se amustia la flor,

permanece inmutable la palabra de nuestro Dios”.

9 Súbete a un monte encumbrado,

tú que traes buenas nuevas a Sión.

Alza luego con fuerza tu voz,

tú que traes buenas nuevas a Jerusalén.

Alza tu voz sin miedo,

di a las ciudades de Judá:

“Aquí tienen a su Dios.

10 Aquí llega con fuerza el Señor Dios;

su brazo le proporciona poder.

Aquí llega acompañado de su salario,

su recompensa le abre camino.

11 Conduce a su rebaño como un pastor,

lo va reuniendo con su brazo;

lleva en su regazo a los corderos,

va guiando a las que crían”.

El Dios creador y los ídolos

12 ¿Quién ha medido con su mano el mar,

o ha calculado a palmos el cielo,

o ha metido en un recipiente

el polvo de la tierra?

¿Quién ha pesado los montes en la balanza

o calculado en el peso las colinas?

13 ¿Quién podrá medir el espíritu del Señor

o le enseñará lo que ha de hacer?

14 ¿De quién se aconsejó para entender,

para aprender el camino de la justicia,

para que le enseñara a conocer

y le mostrara la senda del discernimiento?

15 Vean lo que son las naciones:

una gota que se escurre de un cubo,

un grano de tierra en la balanza.

Vean lo que son las islas:

una mota de polvo en un peso.

16 El Líbano no da abasto de leña,

los animales no dan abasto de víctimas.

17 Ante él nada son las naciones,

las tiene por nada de nada.

18 ¿Con quién compararán a Dios,

a qué imagen lo asemejarán?

19 El escultor funde un ídolo,

el orfebre lo recubre de oro,

le funde adornos de plata.

20 El que es pobre de recursos

elige madera incorruptible;

se busca un escultor profesional

que le haga una imagen consistente.

21 ¿No lo saben ni lo han oído?

¿No se lo han dicho desde el principio?

¿No han llegado a entender

cómo se sostiene la tierra?

22 Él habita en el orbe terrestre

(sus habitantes le parecen saltamontes),

despliega el cielo como un toldo

y lo extiende como tienda habitable.

23 Él convierte en nada a los príncipes

y transforma en nulidad a los gobernantes:

24 apenas los plantan, apenas los siembran,

apenas arraigan sus tallos en tierra,

si sopla sobre ellos, se agostan

y el vendaval los avienta como paja.

25 ¿Con quién me compararán?

¿Con quién me asemejarán?

—dice el Santo—.

26 Levanten los ojos a lo alto,

vean quién ha creado esas cosas:

el que saca a su ejército innumerable

y llama a cada cual por su nombre,

tan sobrado de poder y de fuerza

que no puede fallarle ninguno.

27 ¿Por qué afirmas, Jacob,

y andas diciendo, Israel:

“Mi conducta está oculta al Señor,

mi Dios se desentiende de mi causa”?

28 ¿No lo sabes, no has oído

que el Señor es un Dios eterno,

creador de los confines de la tierra?

No se cansa ni desfallece,

su inteligencia es inescrutable.

29 Da fuerza al cansado,

aumenta el vigor de los débiles.

30 Los jóvenes se cansan y se agotan,

una y otra vez tropiezan los mozos;

31 recobran, en cambio, su fuerza,

los que esperan en el Señor,

alzan su vuelo como las águilas;

corren pero no se cansan,

andan y no se fatigan.

La historia presente también en manos de Dios

41 Escúchenme, islas, en silencio;

pueblos, esperen mi reprensión.

Que se acerquen y entonces hablaremos,

comparezcamos juntos a juicio.

2 ¿Quién lo ha suscitado por oriente

y le ofrece la victoria a cada paso,

pone a su alcance a las naciones

y le somete a sus reyes?

Su espada los reduce a polvo,

su arco los avienta como paja;

3 los persigue y avanza seguro,

y ni tocan sus pies el camino.

4 ¿Quién lo ha hecho y realizado?

El que llama al futuro desde el principio.

Yo soy el Señor, el primero;

y estaré presente con los últimos.

5 Las islas lo contemplan temerosas,

tiemblan los confines de la tierra;

ya se acercan, ya están aquí.

6 Cada cual ayuda a su compañero,

y dice al de al lado: “Ánimo”.

7 El escultor anima al orfebre,

el forjador al que golpea el yunque;

le dice: “Va bien la soldadura”,

y la sujeta bien fuerte con clavos.

Futuro sereno del pueblo elegido

8 Y tú, Israel, siervo mío,

tú, Jacob, mi elegido,

estirpe de mi amigo Abrahán,

9 a quien tomé del confín de la tierra,

a quien llamé de lejanas regiones;

a quien dije: Tú eres mi siervo;

te he elegido, no te he rechazado.

10 No temas, que estoy contigo;

no te angusties, que soy tu Dios.

Te doy fuerza y voy a ayudarte,

te sostiene mi diestra salvadora.

11 Mira: se retraen avergonzados

todos los que se afanan contra ti;

en nada quedarán, perecerán

todos los que pleitean contigo.

12 Buscarás pero no encontrarás

a la gente que te anda provocando;

en nada quedarán, sin valor,

todos los que te hacen la guerra.

13 Porque yo, el Señor tu Dios,

soy quien te toma de la mano,

quien te dice: Nada temas,

porque yo soy tu auxilio.

Nuevo oráculo de salvación

14 No temas, gusanito de Jacob;

no te angusties, cosita de Israel;

te voy a auxiliar —oráculo del Señor—.

Tu redentor es el Santo de Israel.

15 Voy a convertirte en trillo cortante,

en trillo nuevo, lleno de dientes.

Trillarás, triturarás montañas,

reducirás a paja las colinas;

16 los aventarás, el viento los dispersará,

el torbellino los arrebatará consigo.

Pero tú te alegrarás en el Señor,

te gloriarás del Santo de Israel.

Efesios 1

La Palabra (Hispanoamérica)

Saludo

1 Pablo, apóstol de Jesucristo por designio de Dios, a los miembros del pueblo de Dios que residen en Éfeso y creen en Cristo Jesús. 2 Que Dios, nuestro Padre, y Jesucristo, el Señor, les concedan gracia y paz.

I.— EL PLAN SALVADOR DE DIOS EN CRISTO (1,3—3,21)

Elegidos y bendecidos en Cristo

3 Alabemos a Dios,

Padre de nuestro Señor Jesucristo,

que por medio de Cristo nos ha bendecido

con toda suerte de bienes

espirituales y celestiales.

4 Él nos ha elegido en la persona de Cristo

antes de crear el mundo,

para que nos mantengamos

sin mancha ante sus ojos,

como corresponde a consagrados a él.

Amorosamente 5 nos ha destinado de antemano,

y por pura iniciativa de su benevolencia,

a ser adoptados como hijos suyos

mediante Jesucristo.

6 De este modo, la bondad

tan generosamente derramada sobre nosotros

por medio de su Hijo querido,

se convierte en himno

de alabanza a su gloria.

7 Con la muerte de su Hijo,

y en virtud de la riqueza de su bondad,

Dios nos libera y nos perdona los pecados.

8 ¡Qué derroche de gracia sobre nosotros,

al llenarnos de sabiduría e inteligencia

9 y darnos a conocer sus designios más secretos!

Los designios que benévolamente

había decidido realizar

por medio de Cristo,

10 llevando la historia

a su punto culminante

y haciendo que todas las cosas,

las del cielo y las de la tierra,

recuperen en Cristo su unidad.

11 El mismo Cristo en quien también nosotros

participamos de la herencia

a la que hemos sido destinados de antemano

según el designio del Dios

que todo lo hace de acuerdo

con los planes de su libre decisión.

12 Así, nosotros, los que habíamos puesto

nuestra esperanza en el Mesías,

nos convertiremos en himno

de alabanza a su gloria.

13 Y también ustedes,

los que han escuchado

el mensaje de la verdad,

la buena noticia de salvación,

al creer en Cristo

han sido sellados

con el Espíritu Santo prometido,

14 que es garantía de nuestra herencia,

en orden a la liberación

del pueblo adquirido por Dios,

para convertirse en himno

de alabanza a su gloria.

Supremacía de Cristo

15 Por eso yo, al tener noticias de la fe que tienen en Jesús, el Señor, y del amor que dispensan a los creyentes, 16 los recuerdo en mis oraciones y no me canso de dar gracias a Dios por ustedes.

17 Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre a quien pertenece la gloria, les otorgue un espíritu de sabiduría y de revelación que se lo haga conocer. 18 Que les llene de luz los ojos del corazón para que conozcan cuál es la esperanza a la que los llama, qué inmensa es la gloria que ofrece en herencia a su pueblo 19 y qué formidable la potencia que despliega en favor de nosotros los creyentes, manifestada en la eficacia de su fuerza poderosa.

20 Es el poder que Dios desplegó en Cristo al resucitarlo triunfante de la muerte y sentarlo en el cielo junto a sí, 21 por encima de todo principado, potestad, autoridad y dominio, y por encima de cualquier otro título que se precie de tal, no sólo en este mundo presente, sino también en el futuro. 22 Todo lo ha puesto Dios bajo el dominio de Cristo, constituyéndolo cabeza suprema de la Iglesia 23 que es el cuerpo de Cristo, y, como tal, plenitud del que llena totalmente el universo.

Salmos 66

La Palabra (Hispanoamérica)

Salmo 66 (65)

Contemplen las obras de Dios

66 Al maestro del coro. Cántico. Salmo.

Aclamen a Dios, tierra entera,

2 canten la gloria de su nombre,

tribútenle gloria y alabanza.

3 Digan a Dios: “¡Son admirables tus obras!”.

Por tu gran poder tus enemigos se rinden.

4 Ante ti se postra la tierra entera

cantándote, cantando tu nombre. [ Pausa]

5 Vengan y contemplen las obras de Dios,

su prodigiosa actuación con los humanos.

6 Convirtió el mar en tierra seca

y andando atravesaron el río.

Allí, con él, nos llenamos de gozo.

7 Con su poder gobierna por siempre,

sus ojos vigilan a los pueblos,

no podrán sublevarse los rebeldes. [ Pausa]

8 Pueblos, bendigan a nuestro Dios,

hagan resonar su alabanza.

9 Él es quien nos hace vivir,

quien evita que nuestros pies tropiecen.

10 Tú, Dios, nos pusiste a prueba,

purificándonos como a la plata:

11 nos dejaste caer en una trampa,

descargaste un gran peso en nuestra espalda;

12 permitiste que sobre nosotros cabalgaran,

tuvimos que atravesar agua y fuego,

pero tú nos llevaste a la abundancia.

13 Yo iré a tu casa con holocaustos,

cumpliré lo que te había prometido,

14 lo que te prometieron mis labios,

lo que dije estando angustiado.

15 Te ofreceré animales en holocausto

y humeantes sacrificios de carneros,

te ofreceré bueyes y machos cabríos. [ Pausa]

16 Vengan y óiganme; yo les contaré

a cuantos veneran a Dios,

lo que él ha hecho por mí.

17 Mi boca lo invocó,

mi lengua lo alababa.

18 Si yo hubiese apreciado el mal,

mi Señor no me habría escuchado;

19 pero Dios me ha escuchado,

Dios ha atendido mi súplica.

20 Bendito sea Dios

que no ignoró mi ruego,

ni apartó su amor de mí.

Proverbios 23:25-28

La Palabra (Hispanoamérica)

25 Que tu padre se alegre por ti

y goce la que te dio a luz.

26 Hijo mío, confía en mí

y mira con buenos ojos mis indicaciones.

27 Zanja profunda es la ramera

y pozo angosto la mujer ajena.

28 Está al acecho como un ladrón

y fomenta la discordia entre los hombres.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España

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