Thursday, September 8, 2022

DAB Español, Viernes 09 de Septiembre

Día 252, DAB Español, Viernes 09 de Septiembre


Isaías 3:1-5:30; 2 Corintios 11:1-15; Salmos 53; Proverbios 22:28-29 (Reina Valera Contemporánea (RVC))









Isaías 3-5

Reina Valera Contemporánea

Juicio de Dios contra Judá y Jerusalén

3 ¡Miren esto! Dios, el Señor de los ejércitos, va a dejar a Jerusalén y a Judá sin apoyo alguno y sin provisiones. Va a dejarlas sin pan y sin agua, 2 sin guerreros ni soldados, sin jueces ni profetas, sin adivinos ni ancianos, 3 sin capitanes ni líderes respetables, sin consejeros ni artesanos ni oradores. 4 Unos jovencitos serán sus líderes; unos chiquillos serán sus gobernantes. 5 Entre el pueblo, unos a otros se harán violencia: amigos contra amigos, jóvenes contra ancianos, marginados contra poderosos.

6 Si de la familia de su padre alguien toma a su hermano y le dice: «Tú, que estás bien vestido, serás nuestro príncipe. Hazte cargo de este montón de ruinas», 7 aquél jurará ese día, y dirá: «No puedo aceptar ese cargo, pues en mi casa no tenemos qué comer ni qué vestir. No me hagan príncipe del pueblo.» 8 Jerusalén está en ruinas; Judá ha caído, porque con sus palabras y sus hechos han provocado al Señor; a sus ojos han ofendido su majestad.

9 La apariencia de su rostro los acusa; son como Sodoma, pues no disimulan su pecado sino que lo pregonan. ¡Ay de su alma, pues ellos mismos se perjudican! 10 Díganle al hombre justo que le irá bien, y que comerá del fruto de sus obras. 11 ¡Pero ay del malvado! Mal le irá, y conforme a sus obras se le pagará. 12 ¡Ay, pueblo mío! ¡Oprimido por los imberbes, gobernado por las mujeres! ¡Tus líderes te engañan y te hacen perder el rumbo!

13 El Señor se dispone a litigar. Ya ocupa su puesto para juzgar a los pueblos. 14 El Señor abrirá juicio contra ustedes, ancianos y príncipes de su pueblo, porque han devorado la viña y tienen en sus casas lo que les arrebataron a los pobres.

15 «¿Qué se creen ustedes, los que aplastan a mi pueblo y muelen a golpes el rostro de los pobres?»

—Palabra de Dios, el Señor de los ejércitos.

Juicio contra las mujeres de Sión

16 El Señor dice:

«Por la soberbia de las hijas de Sión; por andar con el cuello erguido y con miradas provocativas; por su paso insinuante, con ritmo de danza; 17 por todo eso yo, el Señor, les raparé la cabeza a las hijas de Sión; ¡yo, el Señor, las dejaré trasquiladas!

18 »Ese día yo, el Señor, les quitaré los adornos de los tobillos, las diademas, las lunetas, 19 los collares, los pendientes, las pulseras, 20 las cofias, los atavíos en los tobillos, las peinetas, los frasquitos de perfume, los zarcillos, 21 los anillos, las argollas, 22 las ropas de gala, los mantos, los velos, las bolsas, 23 los espejos, el fino lino, las gasas y los tocados. 24 En lugar de finos aromas habrá pestilencia; cuerdas en lugar de cinturones, y cabezas rapadas en lugar de peinados ostentosos; en lugar de elegantes ropajes habrá harapiento cilicio, y marcas de hierro candente en lugar de hermosura. 25 Tus varones caerán a filo de espada, y tus valientes morirán en la guerra. 26 Luto y tristeza habrá en las puertas de la ciudad; y ésta, abandonada, se sentará en el suelo.

4 »Ese día, siete mujeres se aferrarán a un solo hombre y le dirán: “Nosotras veremos qué comer y con qué vestirnos; sólo te pedimos que nos dejes llevar tu nombre. ¡Borra de nosotros esa vergüenza!”

El glorioso futuro de Jerusalén

2 Ese día, el renuevo del Señor será de gloria y hermosura, y el fruto de la tierra será de honra y grandeza para los sobrevivientes de Israel. 3 Sucederá que quien se quede en Sión, y quien sea dejado en Jerusalén, será llamado santo; es decir, todos los que estén con vida y registrados en Jerusalén. 4 Cuando el Señor lave las impurezas de las hijas de Sión, y con el soplo abrasador de su justicia limpie la sangre que hay en medio de Jerusalén, 5 creará una nube oscura durante el día, y un fuego flamígero y resplandeciente durante la noche, para cubrir todo lugar en el monte de Sión y donde haya reuniones. Y sobre todo esto estará la gloria del Señor. 6 Además, habrá un resguardo, una sombra contra el calor del día, para guarecerse de la lluvia y del aluvión.

Parábola de la viña

5 Quiero cantar ahora por mi amado el canto de mi amado a su viña:

Mi amado tenía una viña en una ladera fértil. 2 La cercó y la despejó de piedras, y luego plantó en ella vides escogidas; en medio del campo levantó una torre, y además construyó un lagar. Esperaba que su viña diera buenas uvas, pero dio uvas silvestres.

3 Y ahora, habitantes de Jerusalén, hombres de Judá: juzguen entre mi viña y yo. 4 ¿Qué más podía hacerse a mi viña, que yo no le haya hecho? ¿Cómo es que dio uvas silvestres, cuando yo esperaba que diera buenas uvas?

5 Pues voy a mostrarles lo que haré con mi viña: Le quitaré la cerca, para que sea consumida; abriré una brecha en su muralla, para que sea pisoteada. 6 Haré que se quede desierta. Nadie la podará ni la cultivará. Crecerán en ella cardos y espinos, y ordenaré a las nubes que no derramen lluvia sobre ella. 7 En realidad, la viña del Señor de los ejércitos es la casa de Israel, y los hombres de Judá son la planta en que él se complace. Esperaba él justicia, y sólo hay injusticia; equidad, y sólo hay iniquidad.

Ayes sobre los malvados

8 ¡Ay de los que anexan una casa a otra casa, un terreno a otro terreno, hasta poseer todo lugar! ¿Acaso quieren todo el país para ustedes solos? 9 Ha llegado a los oídos del Señor de los ejércitos, que muchas casas grandes y hermosas se quedarán en ruinas y sin que nadie las habite. 10 Las viñas que rendían diez barriles de vino rendirán un solo barril; ¡diez sacos de semilla rendirán un solo saco de trigo!

11 ¡Ay de los que madrugan para emborracharse! ¡Ay de los que se desvelan para encenderse con el vino! 12 En sus banquetes tienen arpas, liras, tamboriles, flautas y vino, pero no toman en cuenta la obra del Señor ni se fijan en la obra de sus manos. 13 Por eso mi pueblo fue llevado cautivo: por su falta de conocimiento. Sus mejores hombres murieron de hambre; sus multitudes murieron de sed. 14 Por eso el sepulcro ensanchó su garganta, y abrió sus desmesuradas fauces. ¡Al sepulcro bajará su esplendorosa multitud, con sus fiestas y su algarabía! 15 Ricos y pobres serán humillados; los de mirada altanera serán abatidos; 16 pero el Señor de los ejércitos será exaltado con la justicia; el Dios Santo será santificado con la victoria. 17 Los corderos serán apacentados como es la costumbre, pero gente extraña consumirá los desolados campos de los ricos.

18 ¡Ay de los que atraen la iniquidad con cuerdas de vanidad, y el pecado con correas de carreta!

19 ¡Ay de los que dicen: «Que venga ya su obra y se dé prisa. Que se acerque y la veamos. Que venga el consejo del Santo de Israel, para que lo conozcamos»!

20 ¡Ay de los que llaman bueno a lo malo, y malo a lo bueno!

¡Ay de los que convierten la luz en tinieblas, y las tinieblas en luz!

¡Ay de que convierten lo amargo en dulce, y lo dulce en amargo!

21 ¡Ay de los que se creen sabios!

¡Ay de los que se consideran muy inteligentes!

22 ¡Ay de los valientes para beber vino, de los audaces para mezclar bebidas!

23 ¡Ay de los que mediante el soborno justifican al malvado y despojan de sus derechos al hombre honrado!

24 Por eso su raíz será como la podredumbre; por eso su flor se desvanecerá como el polvo, así como la llama del fuego consume el rastrojo y la lumbre devora la paja, porque despreciaron la enseñanza del Señor de los ejércitos y desdeñaron la palabra del Santo de Israel.

25 Por eso se encendió el furor del Señor contra su pueblo; por eso su mano se extendió contra él para herirlo; por eso se estremecieron los montes y sus cadáveres fueron arrojados a las calles. Y a pesar de todo esto, su furor no se ha calmado; su mano sigue aún extendida.

26 Agitará una bandera para llamar a naciones lejanas; con un silbido llamará a los que están en los confines de la tierra; y estos vendrán con gran rapidez. 27 Nadie entre ellos se mostrará cansado, ninguno de ellos tropezará ni se caerá de sueño; ninguno de ellos vendrá a medio vestir, ni con las correas de sus sandalias rotas. 28 Sus flechas ya estarán afiladas; todos sus arcos, bien tensados; los cascos de sus caballos parecerán pedernal; las ruedas de sus carros parecerán torbellinos. 29 Rugirán como leones, como cachorros de león; rechinarán los dientes y atraparán a su presa, y se la llevarán a un lugar seguro, sin que nadie se la pueda arrebatar. 30 Cuando llegue ese día, él bramará sobre ellos como brama el mar. Cuando mire hacia la tierra, sólo verá angustiosas tinieblas, y en sus cielos la luz será oscuridad.

2 Corintios 11:1-15

Reina Valera Contemporánea

11 ¡Cómo quisiera yo que me toleraran un poco de locura! ¡Sí, tolérenmela! 2 El celo que muestro por ustedes proviene de Dios; ustedes son como una doncella pura, a la que he comprometido en matrimonio con un solo esposo, que es Cristo. 3 Pero me temo que, así como la serpiente engañó a Eva con su astucia, así también los sentidos de ustedes sean de alguna manera apartados de la sincera fidelidad a Cristo; 4 porque si alguno llega predicando a un Jesús diferente del que les hemos predicado, o si ustedes reciben a otro espíritu diferente del que han recibido, u otro evangelio diferente del que han aceptado, ustedes lo toleran bien. 5 Pero yo considero que en nada he sido inferior a esos grandes apóstoles. 6 Tal vez sea yo torpe al hablar, pero no lo soy en cuanto al conocimiento; de esto les hemos dado muestra en todo y por todo. 7 ¿Acaso cometí un pecado al humillarme a mí mismo y al predicarles el evangelio de Dios gratuitamente, para que ustedes fueran enaltecidos? 8 He despojado a otras iglesias, al recibir un salario para servirles a ustedes. 9 Y cuando estaba entre ustedes y tuve necesidad, no fui una carga para nadie, pues lo que me faltaba lo suplieron los hermanos que vinieron de Macedonia. Procuré entonces no ser una carga para ustedes, y seguiré haciéndolo así. 10 Por la verdad de Cristo que está en mí, no se me impedirá tener este motivo de orgullo en las regiones de Acaya. 11 ¿Y por qué? ¿Acaso porque no los amo? ¡Dios sabe que sí!

12 Pero seguiré haciendo lo que hago, para que los que quieren vanagloriarse no tengan ningún pretexto para hacerse semejantes a nosotros. 13 Porque ellos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos que se disfrazan de apóstoles de Cristo. 14 Y esto no debe sorprendernos, porque hasta Satanás mismo se disfraza de ángel de luz. 15 Así que, tampoco es una sorpresa que sus ministros se disfracen de administradores de justicia, pero como sus obras será su fin.

Salmos 53

Reina Valera Contemporánea

Insensatez y maldad humana

Al músico principal. Sobre Majalat. Masquil de David.

53 Dentro de sí dicen los necios:

«Dios no existe.»

Corrompidos están. Sus hechos son repugnantes.

No hay nadie que haga el bien.

2 Desde el cielo, Dios observa a la humanidad

para ver si hay alguien con sabiduría

que busque a Dios.

3 Pero todos se han desviado;

todos a una se han corrompido.

No hay nadie que haga el bien;

¡ni siquiera hay uno solo!

4 ¿Acaso no piensan esos malhechores,

que devoran a mi pueblo como si fuera pan,

y jamás invocan a Dios?

5 Ellos se estremecerán de miedo

allí, donde no hay nada que temer.

Dios esparcirá los huesos de los que te asedian;

Dios los desechará y los dejará en vergüenza.

6 ¡Que venga de Sión la salvación de Israel!

Cuando Dios haga volver a su pueblo cautivo,

¡se alegrará Jacob, se regocijará Israel!

Proverbios 22:28-29

Reina Valera Contemporánea

28 No traspases los linderos de antaño

que tus antepasados establecieron.

29 Cuando veas alguien que hace bien su trabajo,

no lo verás entre gente de baja condición

sino que estará en presencia de reyes.

Reina Valera Contemporánea (RVC)

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