Friday, September 9, 2022

DAB Español, Sábado 10 de Septiembre

Día 253, DAB Español, Sábado 10 de Septiembre


Isaías 6:1-7:25; 2 Corintios 11:16-33; Salmos 54; Proverbios 23:1-3 (Reina Valera Contemporánea (RVC))









Isaías 6-7

Reina Valera Contemporánea

Visión y vocación de Isaías

6 En el año que murió el rey Uzías, yo vi al Señor sentado sobre un trono alto y sublime. El borde de su manto cubría el templo. 2 Dos serafines permanecían por encima de él, y cada uno de ellos tenía seis alas; con dos se cubrían el rostro, con dos se cubrían los pies, y con dos volaban. 3 Uno de ellos clamaba al otro y le decía:

«¡Santo, santo, santo, es el Señor de los ejércitos! ¡Toda la tierra está llena de su gloria!»

4 La voz del que clamaba hizo que el umbral de las puertas se estremeciera, y el templo se llenó de humo. 5 Entonces dije yo:

«¡Ay de mí! ¡Soy hombre muerto! ¡Mis ojos han visto al Rey, el Señor de los ejércitos, aun cuando soy un hombre de labios impuros y habito en medio de un pueblo de labios también impuros!»

6 Entonces uno de los serafines voló hacia mí. En su mano llevaba un carbón encendido, que había tomado del altar con unas tenazas. 7 Con ese carbón tocó mi boca, y dijo:

«Con este carbón he tocado tus labios, para remover tu culpa y perdonar tu pecado.»

8 Después oí la voz del Señor, que decía:

«¿A quién enviaré? ¿Quién irá por nosotros?»

Y yo respondí:

«Aquí estoy yo. Envíame a mí.»

9 Dijo entonces:

«Ve y dile a este pueblo: “Oigan bien, pero no entiendan; vean bien, pero no comprendan.” 10 Entorpece el corazón de este pueblo. Cierra sus oídos, y ciega sus ojos. Que no vea con sus ojos ni oiga con sus oídos, ni entienda con su corazón, para que no se convierta ni sea sanado.»

11 Yo dije:

«¿Hasta cuándo, Señor?»

Y él respondió:

«Hasta que las ciudades se queden asoladas y sin habitantes; hasta que no haya nadie en las casas, y la tierra quede hecha un desierto; 12 hasta que el Señor haya expulsado a la gente y los lugares abandonados se hayan multiplicado en el país. 13 Y si aún queda en el país la décima parte de sus habitantes, éste volverá a ser destruido. Pero la simiente santa será como el roble y como la encina, que después de cortados aún queda el tronco.»

Mensaje de Isaías a Ajaz

7 En los días en que Ajaz hijo de Yotán, hijo de Uzías, reinaba en Judá, sucedió que el rey Resín de Siria y Pecaj hijo de Remalías, que era rey de Israel, se dirigieron a Jerusalén para atacarla, pero no la pudieron tomar. 2 La noticia de que Siria se había aliado con Efraín llegó a la casa de David, y esto hizo que se estremeciera el corazón del rey y de su pueblo, como cuando el viento hace que se estremezcan los árboles del bosque.

3 Entonces el Señor le dijo a Isaías:

«Ve ahora con tu hijo Sear Yasub[a] adonde termina el acueducto del estanque superior, en dirección al Campo del Lavador. Allí te encontrarás con Ajaz, 4 y le dirás: “Ten mucho cuidado, y mucha calma. No tengas miedo ni se sobresalte tu corazón por causa de Resín y de Siria, y del hijo de Remalías.” Ellos arden de ira, pero no son más que el humo de dos tizones apagados. 5 El sirio se ha puesto de acuerdo con Efraín y con el hijo de Remalías, para hacerte daño. Ha dicho: 6 “Vayamos contra Judá para aterrorizarla. Nos la repartiremos, y pondremos por rey al hijo de Tabel.” 7 Pero Dios el Señor dice así: “Eso no tendrá éxito, ni será así.” 8 Ciertamente, la cabeza de Siria es Damasco, y la cabeza de Damasco es Resín, pero dentro de sesenta y cinco años Efraín será destruido y dejará de ser pueblo. 9 Y la cabeza de Efraín es Samaria, y la cabeza de Samaria es el hijo de Remalías. Si ustedes no creen esto, tampoco permanecerán.»

10 El Señor le habló también a Ajaz, y le dijo:

11 «Pídele al Señor tu Dios una señal. Pídesela de las profundidades de la tierra, o de las alturas de los cielos.»

12 Y Ajaz respondió:

«No pediré nada. No pondré a prueba al Señor.»

13 Dijo entonces Isaías:

«Escuchen bien ustedes, los de la casa de David. ¿Les parece poco el molestar a los hombres, que también quieren molestar a mi Dios? 14 Pues ahora el Señor mismo les dará una señal: La joven concebirá, y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emanuel.[b] 15 Comerá mantequilla y miel hasta que sepa desechar lo malo y escoger lo bueno. 16 Ciertamente, antes de que el niño sepa desechar lo malo y escoger lo bueno, el país de estos dos reyes a quienes tú temes quedará abandonado. 17 El Señor hará que vengan sobre ti, sobre tu pueblo y sobre la casa de tu padre, días como nunca vinieron desde el día en que Efraín se apartó de Judá para unirse al rey de Asiria.

18 »Cuando llegue ese día, el Señor llamará con un silbido a la mosca que está al final de los ríos de Egipto, y a la abeja que está en la tierra de Asiria; 19 y éstas vendrán y acamparán en todos los valles desiertos, y en las grietas de las piedras, y en todos los zarzales y en todas las matas.

20 »Cuando llegue ese día, el Señor traerá al rey de Asiria, que habita al otro lado del río, y ese rey será como una navaja alquilada, con la cual les rapará la cabeza y el pelo de los pies, y hasta la barba.

21 »Cuando llegue ese día, quien críe una vaca y dos ovejas 22 comerá mantequilla, pues será mucha la leche que le darán. Sí, quien quede con vida en el país ciertamente comerá miel y mantequilla.

23 »Cuando llegue ese día, el campo donde había mil vides con valor de mil monedas de plata, será un campo de espinos y cardos. 24 Irán allá con arcos y flechas, porque toda la tierra estará llena de espinos y cardos. 25 Por temor de los espinos y cardos, nadie irá a ninguno de los montes antes cultivados con azada, porque sólo servirán como pastizales de bueyes y para que los ganados los pisoteen.»

Footnotes

  1. Isaías 7:3 Es decir, Un remanente volverá.

  2. Isaías 7:14 Es decir, Dios con nosotros.

2 Corintios 11:16-33

Reina Valera Contemporánea

Sufrimientos de Pablo como apóstol

16 Vuelvo a decirlo: Que nadie crea que estoy loco, pero si es así, recíbanme entonces como a un loco, para que yo también me vanaglorie un poco. 17 Al decir esto, no lo digo en conformidad con el Señor, sino como una locura mía, confiado en mi vanagloria. 18 Puesto que muchos se vanaglorian según los criterios humanos, también yo puedo vanagloriarme. 19 Ustedes, aunque cuerdos, toleran de buena gana a los necios. 20 Toleran a quienes los esclavizan, a quienes los devoran, a quienes les quitan lo suyo, a quienes se sienten importantes, a quienes les dan de bofetadas. 21 Lo digo para vergüenza mía: ¡para eso fuimos demasiado débiles!

Pero si otros tienen el descaro de vanagloriarse (hablo como un loco), también yo puedo hacerlo. 22 ¿Son hebreos? Yo también. ¿Son israelitas? Yo también. ¿Son descendientes de Abrahán? Yo también. 23 ¿Son ministros de Cristo? (Hablo como si estuviera loco.) Yo lo soy más. Mis trabajos son más abundantes; mis azotes, innumerables; mis encarcelamientos, muchos más; muchas veces he estado en peligro de muerte. 24 Cinco veces he recibido de los judíos treinta y nueve azotes; 25 Tres veces he sido azotado con varas; una vez he sido apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar. 26 Son muchas las veces que he estado de viaje corriendo peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de mi propia gente, peligros de los no judíos, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos. 27 He pasado por muchos trabajos y fatigas; muchas veces me he quedado sin dormir; he sufrido de hambre y de sed; muchas veces no he comido, y he pasado frío y desnudez. 28 Además de todo esto, lo que cada día pesa sobre mí es la preocupación por todas las iglesias. 29 ¿Quién enferma, y yo no enfermo? ¿A quién se le hace tropezar, y yo no me indigno?

30 Si es necesario vanagloriarse, lo haré en aquello que demuestre mi debilidad. 31 El Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, ¡bendito sea por siempre!, sabe que no miento. 32 En Damasco, el gobernador de la provincia del rey Aretas vigilaba la ciudad de los damascenos para arrestarme, 33 pero fui descolgado en un canasto por una ventana de la muralla, y así me libré de caer en sus manos.

Salmos 54

Reina Valera Contemporánea

Plegaria por la protección de Dios

Al músico principal. En Neginot. Masquil de David, cuando los zifeos fueron a decir a Saúl que David estaba escondido en su tierra.

54 Dios mío, ¡sálvame por tu nombre!

¡Defiéndeme con tu poder!

2 Dios mío, ¡escucha mi oración!

¡Presta oído a las palabras de mi boca!

3 Gente extraña se ha levantado contra mí;

gente violenta intenta matarme.

Dios mío, ¡son gente que no te toma en cuenta!

4 Pero tú, mi Dios, eres quien me ayuda;

tú, Señor, eres quien sustenta mi vida.

5 Por tu fidelidad, ¡destrúyelos!

¡Devuélveles el mal a mis enemigos!

6 Yo, Señor, te ofreceré sacrificios voluntarios,

y alabaré tu nombre, porque es bueno alabarte;

7 porque tú me has librado de toda angustia,

y con mis ojos he visto la ruina de mis enemigos.

Proverbios 23:1-3

Reina Valera Contemporánea

23 Cuando te sientes a la mesa de un gran señor,

piensa bien en presencia de quién estás.

2 Ponte un cuchillo en la garganta

y refrena en lo posible tu apetito.

3 No quieras llenarte con sus deliciosos platillos,

porque son un pan engañoso.

Reina Valera Contemporánea (RVC)

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