Día 256, DAB Español, Martes 13 de Septiembre
Isaías 12:1-14:32; 2 Corintios 13:1-14; Salmos 57; Proverbios 23:9-11 (Nueva Traducción Viviente (NTV))
Isaías 12-14
Nueva Traducción Viviente
Cantos de alabanza por la salvación
12 En aquel día, tú cantarás:
«¡Te alabaré, oh Señor!
Estabas enojado conmigo, pero ya no.
Ahora me consuelas.
2 Miren, Dios ha venido a salvarme.
Confiaré en él y no tendré temor.
El Señor Dios es mi fuerza y mi canción;
él me ha dado la victoria».
3 ¡Con alegría ustedes beberán abundantemente
de la fuente de la salvación!
4 En ese día maravilloso cantarán:
«¡Den gracias al Señor! ¡Alaben su nombre!
Cuenten a las naciones lo que él ha hecho;
háganles saber lo poderoso que él es.
5 Canten al Señor, porque ha hecho cosas maravillosas.
Den a conocer su alabanza en el mundo entero.
6 ¡Que todos los habitantes de Jerusalén[a] griten sus alabanzas con alegría!
Pues grande es el Santo de Israel, que vive en medio de ustedes».
Mensaje acerca de Babilonia
13 Isaías, hijo de Amoz, recibió el siguiente mensaje acerca de la destrucción de Babilonia:
2 «Levanta una bandera de señales en la cumbre descubierta de una colina;
llama al ejército contra Babilonia.
Hazles señas con la mano para darles ánimo
mientras marchan hacia los palacios de los grandes y poderosos.
3 Yo, el Señor, he consagrado a estos soldados para realizar esta tarea.
Es cierto, he llamado a guerreros poderosos para que manifiesten mi enojo,
y ellos se alegrarán cuando yo sea exaltado».
4 ¡Oigan el ruido que hay en los montes!
¡Escuchen, mientras marchan los enormes ejércitos!
Es el ruido y el griterío de muchas naciones.
El Señor de los Ejércitos Celestiales ha convocado a este ejército.
5 Vienen desde países distantes,
desde más allá de los horizontes lejanos.
Son las armas del Señor para descargar su enojo;
con ellas destruirá toda la tierra.
6 Griten de terror, porque ha llegado el día del Señor,
el momento para que el Todopoderoso destruya.
7 Todos los brazos están paralizados de temor;
cada corazón se derrite
8 y todos se aterran.
Les sobrevendrán punzadas de angustia,
como las de una mujer que está de parto.
Se miran unos a otros sin poder hacer nada,
con el rostro encendido de miedo.
9 Pues miren, el día del Señor ya viene,
el día terrible de su furia y de su ira feroz.
La tierra quedará desolada,
y con ella los pecadores serán destruidos.
10 Los cielos se pondrán negros sobre ellos;
las estrellas no darán luz.
El sol estará oscuro cuando salga
y la luna no iluminará.
11 «Yo, el Señor, castigaré al mundo por su maldad
y a los perversos por su pecado.
Aplastaré la arrogancia de los soberbios
y humillaré el orgullo de los poderosos.
12 Haré que la gente sea más escasa que el oro,
más escasa que el oro fino de Ofir.
13 Pues sacudiré los cielos
y la tierra se saldrá de su lugar
cuando el Señor de los Ejércitos Celestiales manifieste su furor
en el día de su ira feroz».
14 En Babilonia todos correrán como gacelas perseguidas,
como ovejas sin pastor.
Intentarán encontrar a los suyos
y huir a su propia tierra.
15 El que sea capturado será destruido,
atravesado con una espada.
16 Ante sus propios ojos, estrellarán a sus niños pequeños hasta matarlos.
Sus hogares serán saqueados, y sus mujeres, violadas.
17 «Miren, yo incitaré a los medos contra Babilonia.
No se les puede tentar con plata
ni sobornar con oro.
18 Los ejércitos agresores traspasarán a los jóvenes con sus flechas.
No tendrán misericordia de los indefensos bebés
ni compasión de los niños».
19 Babilonia, el más glorioso de los reinos,
la flor del orgullo caldeo,
será devastada como Sodoma y Gomorra
cuando Dios las destruyó.
20 Babilonia nunca más volverá a ser habitada;
permanecerá vacía de generación en generación.
Los nómadas se negarán a acampar allí,
y los pastores no llevarán a sus ovejas para que pasen la noche.
21 Las bestias del desierto se instalarán en la ciudad en ruinas,
y en las casas rondarán criaturas aullantes.
Los búhos vivirán en medio de las ruinas
y las cabras salvajes irán allí para danzar.
22 Las hienas aullarán en las fortalezas
y los chacales harán su guarida en los lujosos palacios.
Los días de Babilonia están contados;
pronto llegará el momento de su destrucción.
Burla contra el rey de Babilonia
14 Pero el Señor tendrá misericordia de los descendientes de Jacob y una vez más elegirá a Israel como su pueblo especial. Lo hará regresar para que se establezca otra vez en su propia tierra. Y gente de varias naciones vendrá para encontrarse con ellos y unirse al pueblo de Israel.[b] 2 Las naciones del mundo ayudarán a que el pueblo de Israel regrese, y los que vengan a vivir en la tierra del Señor los servirán. Los que conquistaron a Israel, ellos mismos serán capturados, e Israel gobernará a sus enemigos.
3 En aquel día maravilloso cuando el Señor le dé descanso a su pueblo de sus angustias y temores, de la esclavitud y de las cadenas, 4 te mofarás del rey de Babilonia y dirás:
«El hombre poderoso ha sido destruido.
Sí, se acabó tu insolencia.[c]
5 Pues el Señor aplastó tu poder malvado
y puso fin a tu reino perverso.
6 Atacabas al pueblo con incesantes golpes de furia
y dominabas a las naciones dentro de tu poder sofocante
con una tiranía implacable.
7 Sin embargo, finalmente la tierra está en reposo y tranquila.
¡Ahora puede volver a cantar!
8 Hasta los árboles del bosque
—los cipreses y los cedros del Líbano—
cantan esta alegre canción:
“¡Dado que te talaron,
nadie vendrá ahora para talarnos a nosotros!”.
9 »En el lugar de los muertos[d] hay mucha emoción
por tu llegada.
Los espíritus de los líderes mundiales y de los reyes poderosos que murieron hace tiempo
se ponen de pie para verte llegar.
10 Todos exclaman a una voz:
“¡Ahora eres tan débil como nosotros!
11 Tu poder y tu fuerza fueron enterrados contigo.[e]
En tu palacio ha cesado el sonido del arpa.
Ahora los gusanos son tu sábana,
y las lombrices, tu manta”.
12 »¡Cómo has caído del cielo,
oh estrella luciente, hijo de la mañana!
Has sido arrojado a la tierra,
tú que destruías a las naciones del mundo.
13 Pues te decías a ti mismo:
“Subiré al cielo para poner mi trono por encima de las estrellas de Dios.
Voy a presidir en el monte de los dioses,
muy lejos en el norte.[f]
14 Escalaré hasta los cielos más altos
y seré como el Altísimo”.
15 En cambio, serás bajado al lugar de los muertos,
a las profundidades más hondas.
16 Allí todos te mirarán y se preguntarán:
“¿Puede ser este el que sacudía la tierra
y hacía temblar a los reinos del mundo?
17 ¿Es este el que destruyó el mundo
y lo convirtió en una tierra baldía?
¿Es este el rey que demolía las grandes ciudades del mundo
y no tenía compasión de sus prisioneros?”.
18 »Los reyes de las naciones yacen en gloria majestuosa,
cada cual en su propia tumba,
19 pero tú serás sacado de tu sepultura
como una rama inútil.
Como un cadáver pisoteado bajo los pies,
serás arrojado a una fosa común
con los que murieron en batalla.
Descenderás al abismo.
20 No te darán un entierro apropiado,
porque destruiste a tu nación
y masacraste a tu pueblo.
Los descendientes de una persona tan malvada
nunca más recibirán honra.
21 ¡Maten a los hijos de este hombre!
¡Que mueran por los pecados de su padre!
Que no se levanten para conquistar la tierra,
y llenar el mundo con sus ciudades».
22 Esto dice el Señor de los Ejércitos Celestiales:
«¡Yo, yo mismo me he levantado contra Babilonia!
Destruiré a sus hijos, y a los hijos de sus hijos
—dice el Señor—.
23 Convertiré a Babilonia en un lugar desolado, tierra de búhos,
lleno de pantanos y de ciénagas;
barreré la tierra con la escoba de la destrucción.
¡Yo, el Señor de los Ejércitos Celestiales, he hablado!».
Mensaje acerca de Asiria
24 El Señor de los Ejércitos Celestiales hizo este juramento:
«Sucederá tal como yo lo tengo planeado.
Será tal como lo he decidido.
25 Quebrantaré a los asirios cuando estén en Israel;
los pisotearé en mis montañas.
Mi pueblo ya no será más esclavo de ellos
ni se doblará ante sus cargas pesadas.
26 Tengo un plan para toda la tierra,
una mano de juicio sobre todas las naciones.
27 El Señor de los Ejércitos Celestiales ha hablado;
¿quién podrá cambiar sus planes?
Cuando levante su mano,
¿quién lo podrá detener?».
Mensaje acerca de Filistea
28 Recibí este mensaje en el año que murió el rey Acaz:[g]
29 Ustedes, filisteos, no se alegren
de que la vara que los golpeaba se haya roto,
de que el rey que los atacaba esté muerto.
Pues de esa serpiente nacerá otra serpiente aún más venenosa,
¡una serpiente terrible que los destruirá!
30 Alimentaré a los pobres en mis pastos;
los necesitados se acostarán en paz.
En cuanto a ustedes, los aniquilaré con el hambre
y destruiré a los pocos que queden.
31 ¡Giman en las puertas! ¡Lloren en las ciudades!
¡Paralícense de miedo, filisteos!
Un poderoso ejército viene como humo desde el norte;
cada soldado avanza con prisa, ansioso por pelear.
32 ¿Qué les diremos a los mensajeros de los filisteos? Diles:
«El Señor edificó a Jerusalén;[h]
sus murallas brindarán refugio a su pueblo oprimido».
Footnotes
12:6 En hebreo Sion.
14:1 En hebreo a la casa de Jacob. Los nombres «Jacob» e «Israel» a menudo son intercambiables en el Antiguo Testamento. Algunas veces hacen referencia al patriarca como individuo y otras veces a la nación.
14:4 Así aparece en los Rollos del mar Muerto; el significado del texto masorético es incierto.
14:9 En hebreo el Seol; similar en 14:15.
14:11 En hebreo fueron bajados al Seol.
14:13 O en las alturas de Zafón.
14:28 El rey Acaz murió en el año 715 a. C.
14:32 En hebreo a Sion.
2 Corintios 13
Nueva Traducción Viviente
Consejos finales de Pablo
13 Esta es la tercera vez que los visito (y como dicen las Escrituras: «Los hechos de cada caso deben ser establecidos por el testimonio de dos o tres testigos»[a]). 2 Ya puse sobre aviso a los que andaban en pecado cuando estuve ahí durante mi segunda visita. Ahora les advierto de nuevo a ellos y a todos los demás, tal como lo hice antes, que la próxima vez no tendré compasión de ellos.
3 Les daré todas las pruebas que quieran de que Cristo habla por medio de mí. Cristo no es débil cuando trata con ustedes; es poderoso entre ustedes. 4 Aunque fue crucificado en debilidad, ahora vive por el poder de Dios. Nosotros también somos débiles, al igual que Cristo lo fue, pero cuando tratemos con ustedes, estaremos vivos con él y tendremos el poder de Dios.
5 Examínense para saber si su fe es genuina. Pruébense a sí mismos. Sin duda saben que Jesucristo está entre ustedes;[b] de no ser así, ustedes han reprobado el examen de la fe genuina. 6 Al ponerse a prueba, espero que reconozcan que nosotros no hemos reprobado el examen de la autoridad apostólica.
7 Pedimos a Dios en oración que ustedes no hagan lo malo al rechazar nuestra corrección. Espero que no sea necesario demostrar nuestra autoridad cuando lleguemos. Hagan lo correcto antes de nuestra llegada, aun si eso hace que parezca que no hemos demostrado nuestra autoridad. 8 Pues no podemos oponernos a la verdad, más bien siempre debemos defender la verdad. 9 Nos alegramos de parecer débiles si esto ayuda a mostrar que ustedes en realidad son fuertes. Nuestra oración es que lleguen a ser maduros.
10 Les escribo todo esto antes de ir a verlos, con la esperanza de no tener que tratarlos con severidad cuando finalmente llegue. Pues mi deseo es usar la autoridad que el Señor me ha dado para fortalecerlos, no para destruirlos.
Saludos finales de Pablo
11 Amados hermanos, termino mi carta con estas últimas palabras: estén alegres. Crezcan hasta alcanzar la madurez. Anímense unos a otros. Vivan en paz y armonía. Entonces el Dios de amor y paz estará con ustedes.
12 Salúdense unos a otros con un beso santo. 13 Todo el pueblo de Dios que está aquí les envía sus saludos.
14 [c]Que la gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos ustedes.
Footnotes
13:1 Dt 19:15.
13:5 O en ustedes.
13:14 Algunas traducciones al español tienen el versículo 13 como parte del 12 y, entonces, el versículo 14 se convierte en el 13.
Salmos 57
Nueva Traducción Viviente
Para el director del coro: salmo[a] de David, acerca de cuando huyó de Saúl y entró en una cueva. Cántese con la melodía de «¡No destruyas!».
57 ¡Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia!
En ti busco protección.
Me esconderé bajo la sombra de tus alas
hasta que haya pasado el peligro.
2 Clamo al Dios Altísimo,[b]
a Dios, quien cumplirá su propósito para mí.
3 Él mandará ayuda del cielo para rescatarme,
y avergonzará a los que me persiguen. Interludio
Mi Dios enviará su amor inagotable y su fidelidad.
4 Me rodean leones feroces
que con avidez devoran a sus presas humanas;
sus dientes penetran como lanzas y flechas,
y sus lenguas cortan como espadas.
5 ¡Exaltado seas, oh Dios, por encima de los cielos más altos!
Que tu gloria brille sobre toda la tierra.
6 Mis enemigos me tendieron una trampa;
estoy cansado de tanta angustia.
Cavaron un pozo profundo en mi camino,
pero ellos mismos cayeron en la trampa. Interludio
7 Mi corazón está confiado en ti, oh Dios;
mi corazón tiene confianza.
¡Con razón puedo cantar tus alabanzas!
8 ¡Despiértate, corazón mío!
¡Despiértense, lira y arpa!
Con mi canto despertaré al amanecer.
9 Te daré gracias, Señor, en medio de toda la gente;
cantaré tus alabanzas entre las naciones.
10 Pues tu amor inagotable es tan alto como los cielos;
tu fidelidad alcanza las nubes.
11 Exaltado seas, oh Dios, por encima de los cielos más altos;
que tu gloria brille sobre toda la tierra.
Footnotes
Proverbios 23:9-11
Nueva Traducción Viviente
9 No gastes saliva con los necios,
porque despreciarán hasta el más sabio consejo.
10 No engañes a tu vecino cambiando de lugar los antiguos límites de propiedad
ni te apropies de la tierra de huérfanos indefensos.
11 Pues el Redentor[a] de ellos es fuerte;
él mismo levantará cargos en tu contra.
Footnotes
23:11 O redentor.
Nueva Traducción Viviente (NTV)
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