Saturday, July 15, 2017

DAB Español, Domingo 16 de Julio

Día 197

1 Crónicas 22:1-23:32; Romanos 3:9-31; Salmos 12:1-8; Proverbios 19:13-14 (Traducción en lenguaje actual)





1 Crónicas 22-23 Traducción en lenguaje actual (TLA)

22 Así fue como David decidió que allí se construiría el templo de Dios, y el altar para que Israel presentara las ofrendas quemadas.

Preparativos para construir el templo
2-5 Antes de morir, David dejó todo listo para construir el templo, pues pensó: «Mi hijo Salomón es todavía muy joven y no tiene experiencia; el templo de Dios deberá ser el más grandioso. Su fama y gloria serán conocidas en todo el mundo, así que le dejaré todo listo para que lo construya».

Entonces David ordenó que se reunieran todos los extranjeros que vivían en Israel, y les encargó que cortaran piedras para construir con ellas el templo de Dios. También juntó muchísimo hierro para los clavos y las bisagras de los portones; además reunió tanto bronce que no se pudo pesar. Y como la gente de Sidón y de Tiro le habían traído mucha madera de cedro, David guardó una cantidad tan grande de madera que no se pudo saber cuánta era.

La responsabilidad de Salomón
6 Después de esto, le encargó a su hijo Salomón que construyera el templo del Dios de Israel, 7 y le dijo:

«Hijo mío, yo quería construir un templo para honrar a mi Dios. 8 Pero él no me lo permitió, porque he participado en muchas batallas y he matado a mucha gente.

»Sin embargo, Dios me prometió 9 que tendría un hijo amante de la paz, y que no tendría problemas con sus enemigos, sino que durante todo su reinado Israel viviría en paz y tranquilidad. Por eso tu nombre es Salomón.[a]

10 »Dios me dijo que a ti sí te permitiría construir el templo. Él será como un padre para ti, y te tratará como a un hijo; hará que tu reino en Israel sea firme y permanezca para siempre.

11 »Por eso, hijo mío, mi mayor deseo es que Dios te ayude y que cumpla su promesa para que puedas construirle el templo. 12-13 Que Dios te dé inteligencia y sabiduría, para que cuando seas el rey de Israel obedezcas la ley que Dios dio a su pueblo por medio de Moisés.

»Si obedeces a Dios, tendrás éxito en todo lo que hagas. ¡Sólo te pido que seas muy fuerte y muy valiente! ¡No te desanimes ni tengas miedo!

14 »Mira, con muchos sacrificios he podido juntar esto para el templo de Dios: tres mil trescientas toneladas de oro, treinta y tres mil toneladas de plata, y una cantidad tan grande de bronce y de hierro que ni siquiera se puede pesar. Además, tenemos muchísima madera y piedra. A todo esto, tú debes añadir aún más.

15-16 »También he puesto a tu servicio una gran cantidad de obreros, albañiles, carpinteros y gente que sabe cortar piedras; además te ayudarán muchísimos obreros expertos en todo tipo de trabajos en oro, plata, hierro y bronce. Así que, ¡adelante, y que Dios te ayude!»

La responsabilidad de los jefes de Israel
17 Después de esto, David les ordenó a todos los jefes de Israel que ayudaran a su hijo Salomón. 18 Les dijo:

«Dios los ha ayudado y les ha permitido vivir en paz en todo el país; él me ha permitido tener bajo mi dominio a todos los habitantes de este país, y ahora ellos están bajo el dominio de Dios y de su pueblo. 19 Por tanto, hagan una firme promesa a Dios, y constrúyanle un templo. Así podremos trasladar el cofre del pacto y los utensilios sagrados al templo que haremos para honrar su nombre».

Los ayudantes de los sacerdotes
23 Cuando David ya era un anciano, eligió a su hijo Salomón para que fuera rey de Israel.

2-32 David le había dicho al pueblo: «El Dios de Israel le ha dado tranquilidad a su pueblo y ha decidido vivir para siempre en Jerusalén. Los ayudantes de los sacerdotes ya no necesitan transportar la carpa de Dios ni los utensilios que se usan en el culto».

Por eso, David reunió a todos los jefes de Israel, a los sacerdotes y a sus ayudantes, y les dio a conocer sus últimas decisiones con respecto a estos ayudantes. Ellos quedarían bajo las órdenes de los sacerdotes, que eran descendientes de Aarón, y los ayudarían en el trabajo del templo.

David también decidió contar a todos los ayudantes mayores de treinta años, para organizarlos y repartirles los trabajos del templo. En total se contaron treinta y ocho mil ayudantes, y su trabajo fue distribuido de la siguiente manera: Veinticuatro mil para dirigir el trabajo en el templo; seis mil serían asistentes y jueces; cuatro mil vigilarían las entradas del templo, y cuatro mil serían cantores y músicos encargados de la alabanza a Dios con instrumentos musicales que David había hecho. Todos estos ayudantes eran descendientes de Leví.

Luego, David hizo una lista de los descendientes de Leví que eran mayores de veinte años y jefes de sus grupos familiares, y los dividió en tres, según los hijos que tuvo Leví: Guersón, Quehat y Merarí.

Los guersonitas
Guersón tuvo dos hijos:

Ladán,
Simí.
Ladán tuvo tres hijos, y fueron jefes de sus grupos familiares:

Jehiel,
Zetam,
Joel.
Simí tuvo siete hijos:

Selomit,
Haziel,
Harán,
Jáhat,
Ziza,
Jeús,
Beriá.
Como los dos menores, Jeús y Beriá, no tuvieron muchos hijos, fueron contados y registrados como si fueran una familia.

Los quehatitas
Quehat tuvo cuatro hijos:

Amram,
Ishar,
Hebrón,
Uziel.
Amram tuvo dos hijos:

Aarón,
Moisés.
Aarón y sus descendientes fueron elegidos por Dios para que siempre presentaran ante él las ofrendas más sagradas, quemaran el incienso, y sirvieran y bendijeran al pueblo en el nombre de Dios.

Moisés y sus descendientes fueron contados como parte de la tribu de Leví. Moisés tuvo dos hijos:

Guersón,
Eliézer.
El hijo mayor de Guersón fue Sebuel.

Eliézer sólo tuvo un hijo llamado Rehabías, quien tuvo muchos hijos.

El hijo mayor de Ishar fue Selomit.

Hebrón tuvo cuatro hijos; sus nombres, del mayor al menor, fueron:

Jerías,
Amarías,
Jahaziel,
Jecamán.
Uziel tuvo dos hijos; sus nombres del mayor al menor, fueron:

Micaías,
Isías.
Los meraritas
Merarí tuvo dos hijos:

Mahli,
Musí.
Mahli tuvo dos hijos:

Eleazar,
Quis.
Eleazar nunca tuvo hijos varones, y las hijas que tuvo se casaron con sus primos, los hijos de Quis.

Musí tuvo tres hijos:

Mahli,
Éder,
Jeremot.
Nuevo trabajo de los ayudantes
Así fue como quedaron inscritos todos estos ayudantes, quienes quedaron a las órdenes de los sacerdotes para ayudarlos en el templo de Dios. De acuerdo al turno y la tarea que les había tocado, los distintos grupos de ayudantes cumplían con estos trabajos:

Cuidar y limpiar los patios del templo, los cuartos y todos los utensilios sagrados.

Ayudar en cualquiera de los cultos que se hacían en el templo.

Tener listo todo lo que se usaba en las ofrendas: el pan santo, la harina, las hojuelas de pan sin levadura, las ofrendas cocidas, la masa y los instrumentos que se usaban para pesar y medir.

Estar presentes en el templo, por la mañana y por la tarde, para dar gracias y alabar a Dios.

Ayudar a los sacerdotes siempre que se presentaban las ofrendas quemadas en honor de Dios, es decir, los sábados, los días de luna nueva y los de fiesta.

Footnotes:

1 Crónicas 22:9 El nombre Salomón está relacionado con la palabra hebrea shalom, que significa paz.
Traducción en lenguaje actual (TLA)
Copyright © 2000 by United Bible Societies

Romanos 3:9-31 Traducción en lenguaje actual (TLA)

Nadie es justo
9 ¿Quiere decir todo esto que nosotros, los judíos, somos mejores que los demás? ¡Claro que no! Como ya les dije, seamos judíos o no lo seamos, todos somos pecadores. 10 La Biblia nos lo dice:

«Nadie es justo.
11 Nadie entiende nada,
ni quiere buscar a Dios.
12 Todos se han alejado de él;
todos se han vuelto malos.
Nadie, absolutamente nadie,
quiere hacer lo bueno.
13 Sólo dicen cosas malas;
sólo saben decir mentiras.
Hacen tanto daño
con sus palabras,
como una serpiente
con su veneno.
14 Hablan con amargura
y maldicen a la gente.
15 Fácilmente se enojan
y matan a cualquiera.
16 A dondequiera que van,
todo lo destruyen
y lo dejan destrozado.
17 No saben vivir en paz,
18 ni respetan a Dios.»
19 Sabemos que la ley de Moisés tiene valor para los que se someten a ella. Y lo que la ley dice, es para que nadie pueda declararse inocente; es para que todo el mundo se reconozca culpable ante Dios. 20 El cumplimiento de la ley no nos hace inocentes ante Dios; la ley sólo sirve para que reconozcamos que somos pecadores.

La confianza en Jesucristo
21 La Biblia misma nos enseña claramente que ahora Dios nos acepta sin necesidad de cumplir la ley. 22 Dios acepta a todos los que creen y confían en Jesucristo, sin importar si son judíos o no lo son. 23 Todos hemos pecado, y por eso estamos lejos de Dios. 24 Pero él nos ama mucho, y nos declara inocentes sin pedirnos nada a cambio. Por medio de Jesús, nos ha librado del castigo que merecían nuestros pecados. 25-26 Dios envió a Jesucristo para morir por nosotros. Si confiamos en que Jesús murió por nosotros, Dios nos perdonará. Con esto Dios demuestra que es justo y que, gracias a su paciencia, ahora nos perdona todo lo malo que antes hicimos. Él es justo, y sólo acepta a los que confían en Jesús.

27-28 Ante Dios, no tenemos nada de qué estar orgullosos. Pues Dios nos acepta porque confiamos en Jesucristo, y no por obedecer la ley de Moisés. 29 Dios no es solamente Dios de los judíos; en realidad, él es Dios de todos, sean o no judíos. 30 Hay un solo Dios, y es el Dios que acepta a todos los que confían en Jesucristo, sean judíos o no lo sean. 31 Pero si confiamos en Jesús, eso no quiere decir que la ley ya no sirva. Al contrario, si confiamos en él, la ley cobra más valor.

Traducción en lenguaje actual (TLA)
Copyright © 2000 by United Bible Societies

Salmos 12 Traducción en lenguaje actual (TLA)

Tú siempre nos proteges
SALMO 12 (11)
Himno de David. Instrucciones para el director del coro: Este himno deberá cantarse acompañado de instrumentos de ocho cuerdas.

12 Sálvanos, Dios mío,
pues ya no hay en este mundo
gente que te sea fiel.
2 Todo el mundo dice mentiras
y unos a otros se engañan;
ahora dicen una cosa,
y luego dicen otra.
3 Tú acabarás con esa gente
mentirosa y arrogante,
4 con esa gente que dice:
«Lo que nos sobra es lengua;
sabemos hablar muy bien.
¡Nadie podrá dominarnos!»
5 Pero tú mismo has dicho:
«La gente pobre y humilde
ya no aguanta tanto maltrato;
voy a entrar en acción
y los pondré a salvo».
6-8 Dios mío,
tú siempre cumples tus promesas
y lo has demostrado una y otra vez.
Tus promesas son más valiosas
que plata refinada.
Podrá haber malvados en el mundo,
y la maldad ir en aumento,
pero tú siempre nos proteges
y nos defiendes de esa gente.
Traducción en lenguaje actual (TLA)
Copyright © 2000 by United Bible Societies

Proverbios 19:13-14 Traducción en lenguaje actual (TLA)

13 El hijo tonto arruina a su padre,
y la mujer peleona
poco a poco arruina al marido.
14 La casa y el dinero
son regalo de los padres;
la esposa inteligente
es un regalo de Dios.
Traducción en lenguaje actual (TLA)
Copyright © 2000 by United Bible Societies


No comments:

Post a Comment

DAB Español, Lunes 13 de Mayo

Día 134, DAB Español, Lunes 13 de Mayo 1 Samuel 14:1-14:52; Juan 7:30-53; Salmos 109; Proverbios 15:5-7 (Nueva Traducción Viviente (NTV)) ...