Monday, July 17, 2017

DAB Español, Martes 18 de Julio

Día 199

1 Crónicas 26:12-27:34; Romanos 4:14-5:2; Salmos 14:1-7; Proverbios 19:17 (Traducción en lenguaje actual)





1 Crónicas 26:12-27:34 Traducción en lenguaje actual (TLA)

Organización de los vigilantes
26 1-19 Los encargados de vigilar las entradas del templo de Dios también hicieron un sorteo para repartir los turnos de vigilancia. Así, los turnos se asignaron sin importar de qué familia era el vigilante, pues todos fueron tratados de la misma manera en que fueron tratados los ayudantes de los sacerdotes. Quedaron repartidos de acuerdo al siguiente orden:

Del grupo familiar de Coré:

Meselemías, hijo de Coré y nieto de Asaf, y sus siete hijos:

Zacarías,
Jediael,
Zebadías,
Jatniel,
Elam,
Johanán,
Eliehoenai.
Obed-edom y sus ocho hijos:

Semaías,
Jozabad,
Joah,
Sacar,
Natanael,
Amiel,
Isacar,
Peultai.
Semaías y sus seis hijos:

Otní,
Rafael,
Obed,
Elzabad,
Elihú,
Samaquías.
Estos seis fueron los jefes de sus grupos familiares. Obed-edom tuvo entonces sesenta y dos descendientes, pues Dios lo bendijo dándole muchos hijos. Los hijos y hermanos de Meselemías que sirvieron como vigilantes fueron dieciocho en total. Todos estos fueron hombres famosos por la valentía que mostraban como vigilantes del templo.

Del grupo familiar de Merarí:

Hosá y sus hijos:

Simrí,
Hilquías,
Tebalías,
Zacarías.
Los hijos y hermanos de Hosá fueron en total trece. Hosá nombró a Simrí como el jefe, aunque éste no era su hijo mayor.

Cada día los que vigilaban las entradas se repartían de la siguiente manera:

Seis hombres en la entrada del este, entre los que estaba Selemías.

Cuatro hombres en la entrada del norte, entre los que estaba un consejero sabio llamado Zacarías hijo de Selemías.

Cuatro hombres en la entrada del sur, para vigilar las dos bodegas que allí había. Dos hombres para cada bodega; entre ellos estaban Obed-edom y sus hijos.

Cuatro hombres en la entrada del oeste. Esta entrada estaba junto a la gran cuesta que lleva al patio oeste, y se le llamaba Saléquet. Entre estos vigilantes estaban Supím y Hosá.

Dos hombres para vigilar el patio oeste.

Los tesoreros
20-28 Otros hombres de la tribu de Leví cuidaban los tesoros del templo y las ofrendas especiales que el profeta Samuel, el rey Saúl, el oficial Abner y el oficial Joab habían dado para Dios. Entre esas ofrendas también estaba parte del botín de guerra que el rey David, los jefes de las tribus, y todos los jefes del ejército habían entregado para los gastos del templo de Dios.

Entre estos vigilantes había descendientes de Guersón hijo de Moisés, y descendientes de Amram, Zetam y Joel. Unos eran hijos de Jehiel y nietos de Ladán; otros eran hijos de Ishar, Hebrón y Uziel, descendientes de Amram. Otros eran descendientes de Eliézer, el hermano de Guersón, entre los cuales estaban Rehabías, Isaías, Joram, Zicrí y Selomit.

Como jefe de todos estos tesoreros nombraron a Sebuel, descendiente de Guersón.

Otros trabajos fuera del templo
29 Quenanías y sus hijos fueron los líderes y jueces encargados de los asuntos del gobierno, y no trabajaban en el templo. Ellos eran descendientes de Ishar.

30 Hasabías, que era descendiente de Hebrón, tenía un total de mil setecientos parientes. Todos eran hombres muy valientes, que estaban encargados de todos los asuntos religiosos y políticos de los israelitas que vivían al oeste del Jordán.

31-32 Cuando David tenía ya cuarenta años gobernando, ordenó que se revisaran las listas de los descendientes de Hebrón. El rey se dio cuenta de que entre esos descendientes había en Jazer de Galaad hombres muy valientes. El jefe de todos esos hombres era Jerías, y en total sumaban dos mil setecientos jefes de familia. Entonces el rey David los puso a cargo de todos los asuntos religiosos y políticos de las tribus de Rubén, Gad y la media tribu de Manasés.

Organización del ejército
27 El ejército de Israel estaba formado por doce grupos, que se turnaban para servir al rey una vez al año. Cada grupo estaba formado por veinticuatro mil hombres, entre los que había jefes de grupos familiares y oficiales del ejército.

2-15 Ésta es la lista de los jefes de los grupos militares que cada mes prestaban sus servicios al rey:

Primer mes: Jasobeam hijo de Zabdiel, descendiente de Fares.

Segundo mes: Dodai el ahohíta, y su ayudante Miclot.

Tercer mes: Benaías hijo del jefe de los sacerdotes Joiadá, y jefe de los treinta valientes; pero en realidad, su hijo Amizabad era el jefe del grupo.

Cuarto mes: Asael hermano de Joab; luego ocupó su lugar su hijo Zebadías.

Quinto mes: Samhut el izraíta.

Sexto mes: Irá hijo de Iqués, el tecoíta.

Séptimo mes: Heles el pelonita, descendiente de Efraín.

Octavo mes: Sibecai el de Husá, descendiente de los zarjítas.

Noveno mes: Ebiézer el de Anatot, descendiente de Benjamín.

Décimo mes: Maharai el de Netofá, descendiente de los zarjítas.

Decimoprimer mes: Benaías el de Piratón, descendiente de Efraín.

Duodécimo mes: Heldai el de Netofá, descendiente de Otoniel.

Organización de las tribus de Israel
16-22 Ésta es la lista de los jefes de las tribus de Israel:

Eliézer hijo de Zicrí, de la tribu de Rubén.
Sefatías hijo de Maacá, de la tribu de Simeón.
Hasabías hijo de Quemuel, de la tribu de Leví.
Elihú, hermano de David, de la tribu de Judá.
Omrí hijo de Micael, de la tribu de Isacar.
Ismaías hijo de Abdías, de la tribu de Zabulón.
Jerimot hijo de Azriel, de la tribu de Neftalí.
Oseas hijo de Azazías, de la tribu de Efraín.
Joel hijo de Pedaías, de la media tribu de Manasés.
Idó hijo de Zacarías, de la otra media tribu de Manasés, en Galaad.
Jaasiel hijo de Abner, de la tribu de Benjamín.
Azarel hijo de Jeroham, de la tribu de Dan.
Además, Sadoc fue el jefe de los descendientes de Aarón.

23 Como Dios había prometido que los israelitas se multiplicarían tanto que nadie los podría contar, David no hizo una lista de los que eran menores de veinte años. 24 Y aunque Joab había comenzado a contarlos, no pudo terminar, porque Dios envió una enfermedad sobre los israelitas como castigo. Por esta razón, en el libro que narra los hechos más importantes del reinado de David nunca se anotó cuántos eran.

Administradores del rey David
25-31 Ésta es la lista de los que estaban encargados de cuidar y administrar las propiedades del rey David:

Azmávet hijo de Adiel: Era el principal tesorero.

Jonatán hijo de Ozías: Cuidaba los tesoros que estaban guardados en diferentes lugares del territorio de Israel.

Ezrí hijo de Quelub: Era el jefe de los campesinos que cultivaban las tierras del rey.

Simí de Ramat: Administraba y cuidaba los viñedos.

Zabdí de Sefam: Era el encargado de llevar el vino a las bodegas.

Baal-hanán de Guederá: Administraba los olivares y los árboles de higos silvestres que había en la llanura.

Joás: Cuidaba los depósitos de aceite.

Sitrai de Sarón: Atendía el ganado que pastaba en Sarón.

Safat hijo de Adlai: Cuidaba el ganado que pastaba en los valles.

Obil el ismaelita: Vigilaba los camellos.

Jehedías de Meronot: Era el encargado de cuidar las burras.

Jaziz el agareno: Era el encargado de cuidar las ovejas.

Otros ayudantes de David
32-34 Éstos son los hombres que ayudaban a David en otros trabajos:

Jonatán el tío de David: Era secretario, y un sabio consejero.

Jehiel hijo de Hacmoní: Cuidaba siempre de los hijos del rey.

Ahitófel: Era consejero del rey; luego ocuparon su lugar Joiadá hijo de Benaías, y Abiatar.

Husai el arquita: Consejero y amigo del rey.

Joab: Era el jefe del ejército.

Traducción en lenguaje actual (TLA)
Copyright © 2000 by United Bible Societies

Romanos 4:14-5:2 Traducción en lenguaje actual (TLA)

14 Si la promesa de Dios fuera para los que obedecen la ley, entonces de nada serviría confiar en Dios, y su promesa no valdría de nada.

15 Dios castiga a los que desobedecen la ley; pero cuando no hay ley, nadie es culpable de desobedecerla. 16 Por eso, para que la promesa de Dios tuviera valor para los descendientes de Abraham, Dios no pidió nada a cambio. Hizo la promesa para todos los que confiaran en él. No sólo para los que obedecen la ley, sino también para los que confían como Abraham. Por eso Abraham es el padre de todos nosotros. 17 En la Biblia, Dios le dijo a Abraham que llegaría a ser el antepasado de gente de muchos países. Esta promesa se la hizo Dios a Abraham porque Abraham creyó en él, que es el único Dios con poder para resucitar a los muertos y para crear cosas nuevas.

18 Cuando Dios le prometió a Abraham que tendría muchísimos descendientes, esto parecía imposible. Sin embargo, por su esperanza y confianza en Dios, Abraham llegó a ser el antepasado de gente de muchos países que también confían en Dios. 19 Aunque Abraham tenía casi cien años, y sabía que pronto moriría, nunca dejó de confiar en Dios. Y aunque sabía que su esposa Sara no podía tener hijos, 20 nunca dudó de que Dios cumpliría su promesa. Al contrario, su confianza era cada vez más firme, y daba gracias a Dios.

21 Abraham estaba completamente seguro de que Dios tenía poder para cumplir su promesa. 22 Por eso Dios lo aceptó. 23 Y cuando la Biblia dice que Dios aceptó a Abraham, no se refiere sólo a él 24 sino también a nosotros. Dios es el mismo que resucitó a Jesús nuestro Señor, y nos acepta si confiamos en él. 25 Dios entregó a Jesús para que muriera por nuestros pecados, y lo resucitó para que fuéramos declarados inocentes.

Vivimos en paz con Dios
5 Dios nos ha aceptado porque confiamos en él. Esto lo hizo posible nuestro Señor Jesucristo. Por eso ahora vivimos en paz con Dios. 2 Nos alegra saber que, por confiar en Jesucristo, ahora podemos disfrutar del amor de Dios, y que un día compartiremos con él toda su grandeza.

Traducción en lenguaje actual (TLA)
Copyright © 2000 by United Bible Societies

Salmos 14 Traducción en lenguaje actual (TLA)

Los malos rechazan a Dios
SALMO 14 (13)
Himno de David.

14 Los necios piensan:
«Dios no existe».
Pero son gente corrompida,
todo lo que hacen es odioso;
¡ninguno de ellos hace lo bueno!
2 Dios, desde el cielo,
mira a hombres y a mujeres;
busca a alguien inteligente
que lo reconozca como Dios.
3 Pero no hay uno solo
que no se haya alejado de Dios;
no hay uno solo
que no se haya corrompido;
no hay uno solo
que haga el bien.
4-5 Ustedes, gente malvada,
que allí están, llenos de miedo;
que jamás buscan a Dios,
y que se hartan de comida
a costillas de mi pueblo,
debieran saber esto:
¡Dios está con los buenos!
6 Y aunque ustedes desbaratan
los planes de los humildes,
Dios es quien los protege.
7 ¡Cómo quisiera yo que Dios
nos enviara desde Jerusalén
alguien que salve a nuestro pueblo!
¡Cuando Dios nos haga prosperar,
todos en Israel estaremos felices!
Traducción en lenguaje actual (TLA)
Copyright © 2000 by United Bible Societies

Proverbios 19:17 Traducción en lenguaje actual (TLA)

17 Prestarle al pobre
es como prestarle a Dios.
¡Y Dios siempre paga sus deudas!
Traducción en lenguaje actual (TLA)
Copyright © 2000 by United Bible Societies


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