Día 199
1 Crónicas 26:12-27:34; Romanos 4:14-5:2; Salmos 14:1-7; Proverbios 19:17 (Traducción en lenguaje actual)
1 Crónicas 26:12-27:34 Traducción en lenguaje actual
(TLA)
Organización de los
vigilantes
26 1-19 Los
encargados de vigilar las entradas del templo de Dios también hicieron un
sorteo para repartir los turnos de vigilancia. Así, los turnos se asignaron sin
importar de qué familia era el vigilante, pues todos fueron tratados de la
misma manera en que fueron tratados los ayudantes de los sacerdotes. Quedaron
repartidos de acuerdo al siguiente orden:
Del grupo familiar de
Coré:
Meselemías, hijo de
Coré y nieto de Asaf, y sus siete hijos:
Zacarías,
Jediael,
Zebadías,
Jatniel,
Elam,
Johanán,
Eliehoenai.
Obed-edom y sus ocho
hijos:
Semaías,
Jozabad,
Joah,
Sacar,
Natanael,
Amiel,
Isacar,
Peultai.
Semaías y sus seis
hijos:
Otní,
Rafael,
Obed,
Elzabad,
Elihú,
Samaquías.
Estos seis fueron los
jefes de sus grupos familiares. Obed-edom tuvo entonces sesenta y dos
descendientes, pues Dios lo bendijo dándole muchos hijos. Los hijos y hermanos
de Meselemías que sirvieron como vigilantes fueron dieciocho en total. Todos
estos fueron hombres famosos por la valentía que mostraban como vigilantes del
templo.
Del grupo familiar de
Merarí:
Hosá y sus hijos:
Simrí,
Hilquías,
Tebalías,
Zacarías.
Los hijos y hermanos
de Hosá fueron en total trece. Hosá nombró a Simrí como el jefe, aunque éste no
era su hijo mayor.
Cada día los que
vigilaban las entradas se repartían de la siguiente manera:
Seis hombres en la
entrada del este, entre los que estaba Selemías.
Cuatro hombres en la
entrada del norte, entre los que estaba un consejero sabio llamado Zacarías
hijo de Selemías.
Cuatro hombres en la
entrada del sur, para vigilar las dos bodegas que allí había. Dos hombres para
cada bodega; entre ellos estaban Obed-edom y sus hijos.
Cuatro hombres en la
entrada del oeste. Esta entrada estaba junto a la gran cuesta que lleva al
patio oeste, y se le llamaba Saléquet. Entre estos vigilantes estaban Supím y
Hosá.
Dos hombres para
vigilar el patio oeste.
Los tesoreros
20-28 Otros hombres
de la tribu de Leví cuidaban los tesoros del templo y las ofrendas especiales
que el profeta Samuel, el rey Saúl, el oficial Abner y el oficial Joab habían
dado para Dios. Entre esas ofrendas también estaba parte del botín de guerra que
el rey David, los jefes de las tribus, y todos los jefes del ejército habían
entregado para los gastos del templo de Dios.
Entre estos
vigilantes había descendientes de Guersón hijo de Moisés, y descendientes de
Amram, Zetam y Joel. Unos eran hijos de Jehiel y nietos de Ladán; otros eran
hijos de Ishar, Hebrón y Uziel, descendientes de Amram. Otros eran
descendientes de Eliézer, el hermano de Guersón, entre los cuales estaban
Rehabías, Isaías, Joram, Zicrí y Selomit.
Como jefe de todos
estos tesoreros nombraron a Sebuel, descendiente de Guersón.
Otros trabajos fuera
del templo
29 Quenanías y sus
hijos fueron los líderes y jueces encargados de los asuntos del gobierno, y no
trabajaban en el templo. Ellos eran descendientes de Ishar.
30 Hasabías, que era descendiente
de Hebrón, tenía un total de mil setecientos parientes. Todos eran hombres muy
valientes, que estaban encargados de todos los asuntos religiosos y políticos
de los israelitas que vivían al oeste del Jordán.
31-32 Cuando David
tenía ya cuarenta años gobernando, ordenó que se revisaran las listas de los
descendientes de Hebrón. El rey se dio cuenta de que entre esos descendientes
había en Jazer de Galaad hombres muy valientes. El jefe de todos esos hombres
era Jerías, y en total sumaban dos mil setecientos jefes de familia. Entonces
el rey David los puso a cargo de todos los asuntos religiosos y políticos de
las tribus de Rubén, Gad y la media tribu de Manasés.
Organización del
ejército
27 El ejército de
Israel estaba formado por doce grupos, que se turnaban para servir al rey una
vez al año. Cada grupo estaba formado por veinticuatro mil hombres, entre los
que había jefes de grupos familiares y oficiales del ejército.
2-15 Ésta es la lista
de los jefes de los grupos militares que cada mes prestaban sus servicios al
rey:
Primer mes: Jasobeam
hijo de Zabdiel, descendiente de Fares.
Segundo mes: Dodai el
ahohíta, y su ayudante Miclot.
Tercer mes: Benaías
hijo del jefe de los sacerdotes Joiadá, y jefe de los treinta valientes; pero
en realidad, su hijo Amizabad era el jefe del grupo.
Cuarto mes: Asael
hermano de Joab; luego ocupó su lugar su hijo Zebadías.
Quinto mes: Samhut el
izraíta.
Sexto mes: Irá hijo
de Iqués, el tecoíta.
Séptimo mes: Heles el
pelonita, descendiente de Efraín.
Octavo mes: Sibecai
el de Husá, descendiente de los zarjítas.
Noveno mes: Ebiézer
el de Anatot, descendiente de Benjamín.
Décimo mes: Maharai
el de Netofá, descendiente de los zarjítas.
Decimoprimer mes:
Benaías el de Piratón, descendiente de Efraín.
Duodécimo mes: Heldai
el de Netofá, descendiente de Otoniel.
Organización de las
tribus de Israel
16-22 Ésta es la
lista de los jefes de las tribus de Israel:
Eliézer hijo de
Zicrí, de la tribu de Rubén.
Sefatías hijo de
Maacá, de la tribu de Simeón.
Hasabías hijo de
Quemuel, de la tribu de Leví.
Elihú, hermano de
David, de la tribu de Judá.
Omrí hijo de Micael,
de la tribu de Isacar.
Ismaías hijo de
Abdías, de la tribu de Zabulón.
Jerimot hijo de
Azriel, de la tribu de Neftalí.
Oseas hijo de
Azazías, de la tribu de Efraín.
Joel hijo de Pedaías,
de la media tribu de Manasés.
Idó hijo de Zacarías,
de la otra media tribu de Manasés, en Galaad.
Jaasiel hijo de
Abner, de la tribu de Benjamín.
Azarel hijo de
Jeroham, de la tribu de Dan.
Además, Sadoc fue el
jefe de los descendientes de Aarón.
23 Como Dios había
prometido que los israelitas se multiplicarían tanto que nadie los podría
contar, David no hizo una lista de los que eran menores de veinte años. 24 Y
aunque Joab había comenzado a contarlos, no pudo terminar, porque Dios envió
una enfermedad sobre los israelitas como castigo. Por esta razón, en el libro
que narra los hechos más importantes del reinado de David nunca se anotó
cuántos eran.
Administradores del
rey David
25-31 Ésta es la
lista de los que estaban encargados de cuidar y administrar las propiedades del
rey David:
Azmávet hijo de
Adiel: Era el principal tesorero.
Jonatán hijo de
Ozías: Cuidaba los tesoros que estaban guardados en diferentes lugares del
territorio de Israel.
Ezrí hijo de Quelub:
Era el jefe de los campesinos que cultivaban las tierras del rey.
Simí de Ramat:
Administraba y cuidaba los viñedos.
Zabdí de Sefam: Era
el encargado de llevar el vino a las bodegas.
Baal-hanán de
Guederá: Administraba los olivares y los árboles de higos silvestres que había
en la llanura.
Joás: Cuidaba los
depósitos de aceite.
Sitrai de Sarón:
Atendía el ganado que pastaba en Sarón.
Safat hijo de Adlai:
Cuidaba el ganado que pastaba en los valles.
Obil el ismaelita:
Vigilaba los camellos.
Jehedías de Meronot:
Era el encargado de cuidar las burras.
Jaziz el agareno: Era
el encargado de cuidar las ovejas.
Otros ayudantes de
David
32-34 Éstos son los
hombres que ayudaban a David en otros trabajos:
Jonatán el tío de
David: Era secretario, y un sabio consejero.
Jehiel hijo de
Hacmoní: Cuidaba siempre de los hijos del rey.
Ahitófel: Era
consejero del rey; luego ocuparon su lugar Joiadá hijo de Benaías, y Abiatar.
Husai el arquita:
Consejero y amigo del rey.
Joab: Era el jefe del
ejército.
Traducción en lenguaje
actual (TLA)
Copyright © 2000 by
United Bible Societies
Romanos 4:14-5:2 Traducción en lenguaje actual (TLA)
14 Si la promesa de
Dios fuera para los que obedecen la ley, entonces de nada serviría confiar en
Dios, y su promesa no valdría de nada.
15 Dios castiga a los
que desobedecen la ley; pero cuando no hay ley, nadie es culpable de
desobedecerla. 16 Por eso, para que la promesa de Dios tuviera valor para los
descendientes de Abraham, Dios no pidió nada a cambio. Hizo la promesa para
todos los que confiaran en él. No sólo para los que obedecen la ley, sino
también para los que confían como Abraham. Por eso Abraham es el padre de todos
nosotros. 17 En la Biblia, Dios le dijo a Abraham que llegaría a ser el
antepasado de gente de muchos países. Esta promesa se la hizo Dios a Abraham
porque Abraham creyó en él, que es el único Dios con poder para resucitar a los
muertos y para crear cosas nuevas.
18 Cuando Dios le
prometió a Abraham que tendría muchísimos descendientes, esto parecía
imposible. Sin embargo, por su esperanza y confianza en Dios, Abraham llegó a
ser el antepasado de gente de muchos países que también confían en Dios. 19
Aunque Abraham tenía casi cien años, y sabía que pronto moriría, nunca dejó de
confiar en Dios. Y aunque sabía que su esposa Sara no podía tener hijos, 20
nunca dudó de que Dios cumpliría su promesa. Al contrario, su confianza era
cada vez más firme, y daba gracias a Dios.
21 Abraham estaba
completamente seguro de que Dios tenía poder para cumplir su promesa. 22 Por
eso Dios lo aceptó. 23 Y cuando la Biblia dice que Dios aceptó a Abraham, no se
refiere sólo a él 24 sino también a nosotros. Dios es el mismo que resucitó a
Jesús nuestro Señor, y nos acepta si confiamos en él. 25 Dios entregó a Jesús
para que muriera por nuestros pecados, y lo resucitó para que fuéramos
declarados inocentes.
Vivimos en paz con
Dios
5 Dios nos ha
aceptado porque confiamos en él. Esto lo hizo posible nuestro Señor Jesucristo.
Por eso ahora vivimos en paz con Dios. 2 Nos alegra saber que, por confiar en
Jesucristo, ahora podemos disfrutar del amor de Dios, y que un día
compartiremos con él toda su grandeza.
Traducción en
lenguaje actual (TLA)
Copyright © 2000 by
United Bible Societies
Salmos 14 Traducción en lenguaje actual (TLA)
Los malos rechazan a
Dios
SALMO 14 (13)
Himno de David.
14 Los necios
piensan:
«Dios no existe».
Pero son gente
corrompida,
todo lo que hacen es
odioso;
¡ninguno de ellos
hace lo bueno!
2 Dios, desde el
cielo,
mira a hombres y a
mujeres;
busca a alguien inteligente
que lo reconozca como
Dios.
3 Pero no hay uno
solo
que no se haya
alejado de Dios;
no hay uno solo
que no se haya
corrompido;
no hay uno solo
que haga el bien.
4-5 Ustedes, gente
malvada,
que allí están,
llenos de miedo;
que jamás buscan a
Dios,
y que se hartan de
comida
a costillas de mi
pueblo,
debieran saber esto:
¡Dios está con los
buenos!
6 Y aunque ustedes
desbaratan
los planes de los
humildes,
Dios es quien los
protege.
7 ¡Cómo quisiera yo
que Dios
nos enviara desde
Jerusalén
alguien que salve a
nuestro pueblo!
¡Cuando Dios nos haga
prosperar,
todos en Israel
estaremos felices!
Traducción en
lenguaje actual (TLA)
Copyright © 2000 by
United Bible Societies
Proverbios 19:17 Traducción en lenguaje actual (TLA)
17 Prestarle al pobre
es como prestarle a
Dios.
¡Y Dios siempre paga
sus deudas!
Traducción en
lenguaje actual (TLA)
Copyright © 2000 by United Bible Societies
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